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El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 31-01-2015 / 09:01
MOVILIZÓ A SU TROPA RENTADA DE FANÁTICOS APLAUDIDORES PARA MOSTRAR ALGÚN APOYO

Cristina, averiada pero jamás hundida, tiene cola de paja

Cristina, averiada pero jamás hundida, tiene cola de paja
Divertida y burlona por momentos, con su notable narcisismo político expuesto abiertamente, Cristina Kirchner usó ayer 62 minutos de la cadena nacional para no decir nada. No parecía la presidenta de un país estremecido por una muerte tan escandalosa como simbólica. Ni siquiera nombró una sola vez al fiscal Alberto Nisman ni a sus familiares. Otra vez se olvidó de dar el pésame y, otra vez también, prefirió tapar esa muerte enorme con anuncios que se parecieron a los saldos de verano de una tienda. Hablemos de otra cosa, se propuso. Y lo hizo.
  Una vez más, nos encontraron con un agobiante discurso de Cristina Fernández, que se extendió durante más de una hora para no decir nada. Hizo chistes, realizó anuncios menores (como La leve suba en las jubilaciones, que rigen por ley y que se aplican de forma automática sin necesidad que nadie tenga que presentarlo) y mencionó las compras con tarjeta de crédito durante el verano.
 
Eso no fue todo: en un nuevo intento de auto victimización, se refirió a la fractura de su tobillo diciendo que "estoy averiada, pero jamás hundida", como si estuviese jugando a la batalla naval. Utilizó la cadena nacional para referirse a Ella y a los "logros" de su gestión y no a Nisman, ante su eterna barra de fanáticos aplaudidores.
 
De esta manera, CFK movilizó a su tropa para mostrar apoyo. La nueva puesta en escena incluyó a gente de la UOCRA provocando destrozos en el Patio Malvinas Argentinas de la Casa Rosada, militantes rentados de KOLINA -la agrupación que responde a Alicia Kirchner- bañándose en la fuente del Patio de Las Palmeras y hasta algunos asistentes fumando marihuana.
 
Respecto a la muerte del fiscal Nisman, tema que conmociona al país y es noticia en los medios más importante del mundo, no hubo una sola palabra. Pese a que quedaron acreditadas las falacias de algunos de los datos que Ella misma informó, como el supuesto regreso anticipado del fiscal, CFK parece tener cola de paja y ni siquiera nombró una sola vez a Nisman ni le dio el pésame a sus familiares.
 
Pero, los silencios dicen mucho más que las palabras. Cabe preguntarse entonces sobre lo que la Presidenta prefiere no decir. Hasta el momento ni Cristina, ni ninguno de sus funcionarios, ha podido explicar por qué Nisman no se encontraba debidamente custodiado. 
 
Durante años, el fiscal de la causa AMIA, que estaba amenazado y tenía pedido de captura del régimen teocrático iraní, había logrado moverse por el mundo, junto a sus hijas, sin ningún problema. Incluso, durante sus vacaciones, había estado en París y en España.
 
Pero terminó encontrando la muerte en su departamento, poco antes de tener que ratificar y desarrollar, en el Congreso, la gravísima denuncia penal que había realizado contra Cristina y su canciller, y contra otros personajes del submundo K, Luis D´Elia y Fernando Esteche, por encubrir a los autores de la voladura de la AMIA.
 
Cristina tampoco hizo mención al exilio en Israel del periodista Daniel Pachter, quien dio la primicia sobre la muerte de Nisman a través de las redes sociales. ¿Cuál es motivo por el cual el gobierno no sabe, no puede o no quiere explicar quienes son los que protegen a Patcher en Israel y no lo pueden hacer en la Argentina?
 
En ese contexto, si realmente la denuncia de Nisman carecía de sustento, Cristina debería haber garantizado que el fiscal pudiera exponer todo lo que tenia para decir para luego, con la fuerza de los hechos concretos, demostrar en la Justicia que se trataba de una falsa denuncia. Cristina no lo hizo. Por el contrario, el edificio de Nisman era prácticamente territorio liberado.
 
Tampoco, nadie en el gobierno explica los verdaderos motivos que llevaron a que el presidente ruso Vladimir Putin, que es el principal sostén del régimen iraní, viniera a la Argentina, en el momento más álgido de la discusión en torno al memorándum de entendimiento entre los K y el régimen teocrático de Teherán. 
 
La Opinión Popular

EL ANÁLISIS
 
La insólita alegría de Cristina Kirchner
 
Divertida y burlona por momentos, con su notable narcisismo político expuesto abiertamente en otros, Cristina Kirchner usó ayer 62 minutos de la cadena nacional para no decir nada. No parecía la presidenta de un país estremecido por una muerte tan escandalosa como simbólica.
 
Ni siquiera nombró una sola vez al fiscal Alberto Nisman ni a sus familiares. Otra vez se olvidó de dar el pésame y, otra vez también, prefirió tapar esa muerte enorme con anuncios que se parecieron a los saldos de verano de una tienda. Hablemos de otra cosa, se propuso. Y lo hizo.
 
Llama la atención la frialdad y la frivolidad con que Cristina Kirchner abordó desde el principio el conflicto desatado por la denuncia y la muerte de Nisman. En el fondo de su alma, Nisman se había convertido en su enemigo, y lo sigue siendo cuando ya no está en este mundo.
 
Su nuevo enemigo íntimo es ahora el informático Diego Lagomarsino, al que nombra o alude cada vez que habla. Ayer se acordó de él, sin nombrarlo, por un viejo tuit de hace dos años, que sus servicios de inteligencia rebuscaron mientras hurgaban en su vida personal hasta encontrar algo. Su problema es Nisman, no Lagomarsino.
 
La muerte del fiscal es un caso más grave aún, incluso, que el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas, que conmovió el final del menemismo desde 1997. El insoportable crimen de Cabezas expresó, es cierto, los límites que enfrentaba la libertad de prensa frente a poderes mafiosos. Pero él sólo había mostrado una foto de un empresario de la peor calaña, Alfredo Yabrán, con fuertes vínculos con el oficialismo de entonces.
 
Otra cosa es la muerte del fiscal del atentado más importante que sufrió el país y el más importante que padeció la comunidad judía desde la Shoá. Nisman murió extrañamente cuatro días después de que denunciara a la propia presidenta por encubrimiento de terroristas. Ésa es la realidad que enfrenta la Presidenta, aunque ayer quedó demostrado, más que nunca, que su realidad es el relato y que no importa si éste está respaldado o no por datos objetivos.
 
Aprovechó para anunciar un aumento en los haberes jubilatorios, que dispone la ley de manera automática luego de una vieja acordada de la Corte Suprema de Justicia. Inauguró formaciones de trenes, pero no dijo que el kirchnerismo se ocupó del conflicto ferroviario (que consistía en trasladar personas en trenes inhumanos) diez años después de llegar al poder, luego de la tragedia de Once que dejó 52 muertos.
 
Firmó un acuerdo de desendeudamiento con 17 provincias en medio de un discurso sobre el valor de las provincias, que sonó hipócrita en boca del gobierno más unitario de la historia en la distribución de los recursos federales. Y, por último, suscribió una concesión de obras en el aeropuerto de Trelew, una noticia de una magnitud insignificante.
 
Hizo, de paso, un balance desordenado y parcial de su gestión y no se olvidó del maravilloso veraneo de muchos argentinos (no de todos, ni siquiera de la mayoría), convertido en el único termómetro válido del cristinismo para repintar la grisura económica por la que atraviesa.
 
Repitió hasta el cansancio que hacía anuncios que eran los "más importantes de la historia" o que hacía, en oportunidades modestas, el anuncio "más importante de los últimos 50 años". El narcisismo que interpreta a la política como una perpetua autorreferencia.
 
En fin, decidió cambiar de estrategia una vez más. No dio en el blanco desde la muerte de Nisman. Casi todo lo que dijo sobre esa muerte resultó falso. Casi todas sus deducciones terminaron siendo equivocadas.
 
Se resistió a hablar por cadena nacional, hasta que terminó aceptando que no podía dilatar más ese momento. Pero habló por cadena nacional para referirse a ella, no a Nisman.
 
Alguien (o ella misma) creyó que la exhibición impúdica de la silla de ruedas crearía solidaridad entre los argentinos. Resultó al revés: ¿qué comparación podía soportar una silla de ruedas temporal con una muerte irreversible?
 
Ayer decidió terminar con sus inferencias en Facebook y con el nombre de Nisman. Siguió hablando de ella, pero en el contexto del autoelogio global de su gestión. Que la criticaran por sus afirmaciones sobre la economía, no por el caso Nisman. A veces, el estrépito del silencio es peor que el error explícito.
 
El espectáculo presidencial no careció de bromas, de sobreentendidos y de diálogos con funcionarios que estaban con ella. Por momentos, se pareció más a Susana Giménez conduciendo su programa de televisión. Ése es el trabajo de Susana Giménez. El trabajo de la Presidenta es otro.
 
La estrategia de enterrar definitivamente a Nisman sucedió, para peor, el mismo día en que el filósofo Santiago Kovadloff se convirtió en la referencia moral de la Argentina dolida.
 
Ocurrió cuando el periodista Marcelo Longobardi le hizo la pregunta más simple del mundo (¿cómo estás?) después de que Kovadloff fuera uno de los pocos oradores en el sepelio de Nisman. Kovadloff dijo que se sentía mal, recordó la mirada de una hija de Nisman mientras él hablaba en el cementerio y, por último, señaló que la tarea de intelectuales y periodistas es "insistir, insistir, insistir para que no convierta la palabra en basura".
 
En ese momento, él, un orfebre de las palabras, se quebró. Un llanto suave, casi inferido, expresó más al país que nos toca que la posterior alegría de la Presidenta ante su eterna barra de excitados aplaudidores. Era la realidad y el relato de la realidad sucediendo el mismo día, con pocas horas de diferencia.
 
Cristina hizo sólo dos alusiones periféricas al caso Nisman. Una fue cuando se ofuscó con un directivo de la Asociación de Fiscales, que le reclamó moderación en sus palabras en los momentos en que se refiere a una causa judicial en curso. Cristina defendió su derecho a la libertad de expresión y evocó la Constitución para decir que todos los argentinos son iguales.
 
Todos los argentinos son iguales, es cierto, pero no todos pueden decir lo que quieren en el momento que quieren. Sobre todo, si se trata de la jefa del Estado.
 
Lo que aquel fiscal le reclamó era que, como presidenta de la Nación, no interfiriera con sus palabras en una investigación judicial en marcha. El sentido común más básico. Pero Cristina es Cristina: ni siquiera fue capaz de aceptar que se equivocó con la mayoría de los datos que suministró sobre la muerte de Nisman.
 
La otra referencia fue muy genérica. Les pidió a los argentinos que no permitieran que se trasladara al país la "mugre internacional", en una clara alusión al conflicto de Medio Oriente. ¿La muerte de Nisman ya no es un suicidio ni un homicidio simple, acaso, sino una gran confabulación de intereses geopolíticos con centro en la disputa israelí-palestina? ¿Eso quiso decir?
 
Hace más de 20 años que ese conflicto se incrustó criminalmente en el país; fue cuando volaron la AMIA, con 85 muertos, y cuando redujeron a cenizas la embajada de Israel en Buenos Aires. En el caso de la AMIA, la justicia argentina concluyó que fue el gobierno de Irán el que ordenó y financió el devastador crimen.
 
La propia Cristina Kirchner, y su esposo, pidieron varias veces en las Naciones Unidas que Irán permitiera la declaración indagatoria de los dirigentes iraníes acusados por el atentado.
 
El conflicto no está llegando a la Argentina. Ya estaba en el país. La conclusión fue, precisamente, el resultado del trabajo de Nisman, que el directorio de Interpol, integrado por todos los países del mundo, aprobó cuando aceptó la persecución internacional de cinco altos dirigentes del régimen de Teherán. Un trabajo que acercó a Nisman, por un camino u otro, al final prematuro de su vida.
 
Por Joaquín Morales Solá
 
Fuentes: LA NACION, DIARIO HOY y LOP
 

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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