18:57 | Miercoles 01 de Mayo de 2013 | Entre Ríos
Las claves del modelo ideológico neoliberal del gobierno de Macri
Por Carlos Andujar
Por Carlos Andujar
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 19-10-2014 / 10:10
CRISTINA IMPONE EL JUEGO QUE PREFIERE
La inagotable capacidad K para falsear la realidad y mostrarla según su conveniencia
Cristina impone el juego que prefiere.
Cristina Fernández protagonizó el jueves pasado, frente a las cámaras y por cadena nacional, un "sincericidio" que desnuda su egolatría pero también su objetivo político. "Si yo no hubiera ganado las elecciones de 2007 y 2011, esto no sería posible", sostuvo, refiriéndose al primer satélite argentino de telecomunicaciones Arsat-1.
El mensaje fue por demás claro: "Sin mí, no tendríamos nada de lo bueno que tenemos". Sólo con esa breve y desafiante frase, Cristina demostró que tanto la agenda como la iniciativa, están monopolizadas en sus manos. Sus partidarios recibieron una nueva cuota de esperanza para imaginar la continuidad del modelo en el poder.
Los opositores descargaron su impotencia en la crítica y la ironía: "Sin ella tampoco serían posibles la inflación, la recesión, el actual desempleo, la corrupción y la vuelta del autoritarismo a la práctica política", afirmaron enojados.
La inagotable capacidad kirchnerista para disfrazar la realidad y mostrarla en cada ocasión según su conveniencia, convirtió a setiembre en el mes de los buitres y a octubre en el mes de los miedos.
Ahora están en cartel los fantasmas que intentan asustar a los desprevenidos con que serán abolidos derechos consagrados por ley, como la movilidad de la percepción jubilatoria, entre otras, si triunfa alguno de los candidatos opositores.
Lo mismo ocurre con la Asignación Universal por Hijo, que sigue sostenida por un decreto, pese a que justamente los bloques no oficialistas del Congreso reclaman aprobar una ley.
Esta campaña del miedo comenzó muy temprano, y es probable que se agote en pocas semanas. Pero queda en evidencia cuál será el tono de la confrontación electoral cuando se acerquen los tiempos definitorios.
La estrategia del Gobierno es mantener abierta la mayor cantidad de frentes de confrontación. La adecuación de oficio del Grupo Clarín a la ley audiovisual, que ahora volverá a judicializarse porque así le conviene al Gobierno. La muerte de Enrique Petracchi, también armó un prematuro debate sobre la futura integración de la Corte Suprema de Justicia.
Mientras tanto, la industria ya lleva siete meses de caída con suspensiones, despidos y cierres de establecimientos y, para que nadie lo advierta, el incalificable Capitanich, sostiene con entusiasmo que los salarios han crecido por encima de los precios.
De este modo, como suele decir la Presidenta, todo tiene que ver con todo aunque se mezclen peras con manzanas. Y con este clima, el Gobierno apunta a encontrar un alivio en pleno verano cuando llegue la hora de arreglar con los fondos buitre.
Cristina impone el juego que prefiere
Antes de llamarse a silencio -al menos en público- por la faringitis que la afecta, la presidenta Cristina Fernández protagonizó el jueves pasado, frente a las cámaras y por cadena nacional, un "sincericidio" que desnuda su egolatría pero también su objetivo político.
"Si yo no hubiera ganado las elecciones de 2007 y 2011, esto no sería posible", sostuvo, refiriéndose al primer satélite argentino de telecomunicaciones Arsat-1, que fue transportado de manera exitosa al espacio.
El mensaje fue por demás claro: "Sin mí, no tendríamos nada de lo bueno que tenemos". La cita de las dos elecciones anteriores se proyectó de modo inevitable a la próxima -de 2015-, en la que ella, por disposición constitucional, no podrá aspirar a su permanencia en el cargo por otros cuatro años.
Sólo con esa breve y desafiante frase, Cristina provocó un sacudón al sistema político y demostró que tanto la agenda como la iniciativa, están monopolizadas en sus manos.
Sus partidarios recibieron una nueva cuota de esperanza para imaginar la continuidad del modelo en el poder, y los opositores descargaron su impotencia en la crítica y la ironía: "Sin ella tampoco serían posibles la inflación, la recesión, el actual desempleo, la corrupción y la vuelta del autoritarismo a la práctica política", afirmaron enojados.
Los fantasmas
La inagotable capacidad kirchnerista para disfrazar la realidad y mostrarla en cada ocasión según su conveniencia, convirtió a setiembre en el mes de los buitres y a octubre en el mes de los miedos.
Ahora están en cartel los fantasmas que intentan asustar a los desprevenidos con que serán abolidos derechos consagrados por ley, como la movilidad de la percepción jubilatoria, entre otras, si triunfa alguno de los candidatos opositores.
Lo mismo ocurre con la Asignación Universal por Hijo, que sigue sostenida por un decreto, pese a que justamente los bloques no oficialistas del Congreso reclaman aprobar una ley.
Esta campaña del miedo comenzó muy temprano, ya que falta todavía un año para las elecciones presidenciales, y es probable que se agote en pocas semanas. Pero queda en evidencia cuál será el tono de la confrontación electoral cuando se acerquen los tiempos definitorios.
Hoy al Gobierno parece favorecerlo en su estrategia política el hecho de mantener abierta la mayor cantidad de frentes de confrontación. Con la adecuación de oficio del Grupo Clarín a la ley audiovisual, el oficialismo reflotó una disputa eterna que ahora volverá a judicializarse porque así le conviene al Gobierno.
Con la muerte de Enrique Petracchi, también armó un prematuro debate sobre la futura integración de la Corte Suprema de Justicia que ocupó y ocupa grandes espacios en los medios. De este modo, como suele decir la Presidenta, todo tiene que ver con todo aunque se mezclen peras con manzanas.
Mientras tanto, la industria ya lleva siete meses de caída con suspensiones, despidos y cierres de establecimientos y, para que nadie lo advierta, el incalificable jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostiene con entusiasmo que los salarios han crecido por encima de los precios.
Los especialistas señalan que la quietud de los últimos días en el mercado cambiario no debe interpretarse como un signo de normalidad sino como un período de transición cuyo desenlace dependerá de las decisiones que adopte el ministro de Economía, Axel Kicillof. El cepo y todas las medidas restrictivas en relación al comercio exterior, siguen vigentes.
Todo cambia
Con este clima, en el que aparecen manifestaciones de disconformidad en sectores que hasta ahora estaban disciplinados por el relato oficial, el Gobierno apunta a encontrar un alivio en pleno verano cuando llegue la hora de arreglar con los fondos buitre.
El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, dio seguridades a inversores de Wall Street de que todo se normalizará en enero y los tan ansiados capitales comenzarán a llegar. Por ahora, son expresiones de deseos.
La política sigue su curso y muy por detrás de la iniciativa que muestra la Presidenta, los principales candidatos de la oposición están prisioneros del tiempo que falta para conocer la voluntad popular.
En tanto, contemplan esperanzados las últimas encuestas. Un repaso a esos sondeos a nivel nacional muestra como promedio que Cristina conserva una adhesión cercana al 32%.
En intención de voto Sergio Massa sigue encabezando el pelotón, aunque las diferencias con Daniel Scioli se achican. Como tercero y con indicadores de crecimiento, se ubica Mauricio Macri. Los candidatos de UNEN están todavía lejos del terceto.
Es tan indescifrable la dinámica política y económica, que estos datos son por ahora sólo un mero recordatorio de que hay candidatos en carrera.
Por Carlos Sacchetto
Fuente: losandes.com.ar
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