"Yo no estoy queriendo trasladarles la responsabilidad sólo a la actitud de ustedes", dijo el Gobernador y agregó: "Todos somos responsables".
 
Urribarri en público no había reconocido errores, lo que convierte a sus dichos en el audio como una revelación. "Yo no sé de dónde carajo voy a sacar la plata para pagarles, pero, si me hago responsable, la voy a pagar", se escuchó decir a Urribarri en reunión con los policías sediciosos.
 
Ese "no sé de dónde carajo voy a sacar la plata" se convirtió en una reforma tributaria que fue prometida en la misma reunión: "Habíamos citado para mañana al contador Casaretto y al Vicegobernador, para ver qué nuevo impuesto ponemos para poder pagarles esto", sentenció el Gobernador y luego apareció la reforma tributaria aplaudida por los dirigentes gremiales afines al Gobierno provincial.
 
Esta es una prueba irrefutable que echa por tierra el intento del gobernador de quedar libre de cualquier responsabilidad.

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                  19:12  |  Miercoles 01 de Mayo de 2013  |  Entre Ríos
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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 22-08-2014 / 11:08
A TRAVÉS DE UN INFORME PERIODÍSTICO

Apareció un audio con la promesa de Urribarri a los 'policías sediciosos'

Apareció un audio con la promesa de Urribarri a los 'policías sediciosos'
La foto retrata el momento del acuerdo entre el Gobernador de la provincia, Sergio Urribarri y los policías que se habían sublevado, en pleno reclamo salarial que se sumó a la escalada nacional de reclamos de la fuerza. De ahora en más, la conocida foto del acuerdo "habla". ¿Qué prometió realmente Urribarri? ¿Admitió ser también él responsable por el caos? ¿Qué dijo de los comerciantes? ¿Usó un tono amigable o distante?
 
Apareció un audio con la promesa incumlida del "soñador" Sergio Urribarri a los 'policías sediciosos', donde el Gobernador  se compromete a cumplir con los policías lo que ellos le reclamaban y donde asume su equivocación en lo que respecta a la problemática: "Yo no estoy queriendo trasladarles la responsabilidad sólo a la actitud de ustedes", dijo el Gobernador y agregó: "Todos somos responsables".
 
Urribarri en público no había reconocido errores, lo que convierte a sus dichos en el audio como una revelación. "Yo no sé de dónde carajo voy a sacar la plata para pagarles, pero, si me hago responsable, la voy a pagar", se escuchó decir a Urribarri en reunión con los policías sediciosos.
 
Ese "no sé de dónde carajo voy a sacar la plata" se convirtió en una reforma tributaria que fue prometida en la misma reunión: "Habíamos citado para mañana al contador Casaretto y al Vicegobernador, para ver qué nuevo impuesto ponemos para poder pagarles esto", sentenció el Gobernador y luego apareció la reforma tributaria aplaudida por los dirigentes gremiales afines al Gobierno provincial.
 

Esta es una prueba irrefutable que echa por tierra el intento del gobernador de quedar libre de cualquier responsabilidad.

La Opinión Popular

 
Audio exclusivo: La promesa de Urribarri a los policías sublevados
 
Elentrerios.com accedió a un archivo de audio que despeja interrogantes. Aunque su calidad no es la óptima, no quedan dudas de que quien habla es Sergio Urribarri, poniendo en juego todo su poder de persuasión. El gobernador trata a los policías de "muchachos", apela a un tono amigable e incluso da golpes en la mesa, un lenguaje gestual que le sirvió para dotar de mayor fuerza expresiva a su promesa, logrando que sonase aún más convincente.
 
Aquella negociación, que fue coronada con la firma de un acta acuerdo, ante el Obispo de Concordia y dirigentes sociales que oficiaron de testigos, fue clave para que los policías volvieran a patrullar las calles, tras los gravísimos saqueos que quebraron la paz social.
 
Algunas de las frases que pueden oírse con claridad son: "todos somos responsables". "Voy a pagar" los $ 8500 de bolsillo, "yo doy la palabra", "yo me comprometo".
 
 
El mea culpa de Urribarri
 
La estrategia discursiva de Sergio Urribarri incluyó un explícito mea culpa. "Muchachos, todos somos responsables. Yo no estoy queriendo trasladarles la responsabilidad sólo a la actitud de ustedes", les dice, tras describir la gravísima situación que vivía la ciudad. Más adelante, apela a otro giro verbal en igual sentido: "Ustedes me dicen '¿por qué no empezamos antes?'... no importa...".
 
Se trató de una autocrítica puertas adentro que contradice los mensajes públicos del oficialismo, siempre renuente a asumir aunque más no fuera una cuota parte de responsabilidad política por el desborde policial que dejó desguarnecidos a los ciudadanos de Concordia.
 
 
Textual, el mensaje de Urribarri
 
"Primero, quiero que tomen conciencia del estado de cosas en Concordia. Es muy grave, muy grave. Ya se perdió una vida humana ayer. Hay un muchacho con una herida en la cabeza, de bala, con pérdida de masa encefálica. Hay otro que tiene el 80% del cuerpo con quemaduras y lo estamos trasladando a Buenos Aires".
 
"Y todos somos responsables. Yo no estoy queriendo trasladarles la responsabilidad sólo a la actitud de ustedes, porque en circunstancias como estas, como lo pidió el Obispo... y yo gustosamente acepté".
 
"Esto es una bomba de tiempo, muchachos... Si les cuento la mitad de los comentarios que hay sobre lo que puede pasar esta noche. Yo tengo familia, ustedes tienen familia... La situación es muy grave, y no quiero perder ni un minuto pensando por qué llegamos hasta acá...".
 
"Yo no sé de dónde carajo voy a sacar la plata para pagarles, pero, si me hago responsable, la voy a pagar. Pero no me pidan algo que no puedo. No hay manera alguna de que yo ponga en el básico... No lo va a hacer nadie porque no lo puede pagar nadie".
 
"Habíamos citado para mañana al contador Casaretto, al Vicegobernador, a todos, para ver qué nuevo impuesto ponemos para poder pagarles esto. Son, sólo para la policía, 41 millones de pesos más al año. Perdón, al mes".
 
"Y ustedes me dicen por qué no empezamos antes... no importa. Yo lo que no quiero es perder ni un minuto más... Yo no quiero salvar el pellejo mío; entiéndanme, hay miles de familias que están corriendo riesgo esta noche y todos somos responsables, todos somos responsables de esta situación".
 
"Esto que nosotros ofrecemos, se lo ofrecemos, repito, voy a salir a buscar esta plata, la voy a buscar y la voy a conseguir, voy a poner más impuestos a la gente más rica; los comerciantes que quieren más seguridad tendrán que pagar más tasa para poder pagar los sueldos. Y cuando haya paritarias en febrero, principio de marzo, nos sentamos para ver el básico. Yo doy la palabra, yo me comprometo, pero entiendan cuál es la situación ahora. Es una bomba de tiempo. Salvo que alguno de ustedes quieran que estalle esta bomba".
 
"No tengo nada para esconderles ni nada para mentirles. Esta escala voy a poner impuestos para poder pagarla y la voy a pagar (golpea la mesa), y la voy a pagar (golpea la mesa). El que menos va a cobrar serán 8.500 pesos de bolsillo".
 
 
Lo que dijo antes y después de la negociación
 
La primera reacción pública del gobernador Sergio Urribarri, en medio de los saqueos, fue firme y amenazante: "Con gente así, nosotros no negociamos. No negociamos porque la actitud está calificada en el Código Penal como delito de sedición. Muchos de los que reclamaban no estaban en actividad. Son sublevados, suspendidos de la fuerza y exonerados", dijo a Radio del Plata.
 
"Eran unas 50 personas de la seccional de Concordia en su mayoría con malos antecedentes y con ellos no negociamos", subrayó. Para que no queden dudas de su postura, sentenció: "No negociaremos con sediciosos".
 
Pero, como lo prueba el audio, horas después Urribarri negoció. El testimonio visual de la negociación fue la foto en la que posan el gobernador, el Obispo, el Intendente, otros funcionarios y los policías, tras la firma del acta acuerdo.
 
En los días siguientes a los saqueos, cuando la calma retornaba paulatinamente a Concordia, el gobernador Sergio Urribarri justificó el pacto firmado con los policías, con esta confesión: "Yo tenía la Constitución, las leyes, la Justicia lista para ocupar su rol, pero sentí que no me servían".
 
Por ese entonces, se apuró a enviar a la Legislatura una reforma tributaria que le aportaría los recursos suficientes para cumplir la palabra dada a los policías.
 
Pero pocos días después, hubo un giro notorio. El análisis de los hechos se judicializó. Cobró protagonismo el jefe de los fiscales, Jorge Amilcar García, cabeza visible del embate para juzgar a los policías; se argumentó que el acuerdo, de naturaleza política, no era jurídicamente válido por haber sido firmado bajo extorsión, y, finalmente, se dejó a un lado el compromiso del mandatario para llevar el mínimo de bolsillo a $ 8.500.
 
Vendría luego la imputación y detención de un grupo de policías, todos ellos de baja graduación salvo uno, a quienes se hace exclusivos responsables de los hechos de diciembre de 2013. Tras ser llevados a la cárcel de Federal, y luego que la Justicia admitiera que las condiciones en las que allí fueron alojados violaban derechos humanos elementales, se les concedió la prisión domiciliaria, que aún continúa.
 
 
A la espera del juicio oral
 
Según recordó El Diario de Paraná, en julio pasado, tras la feria judicial, el fiscal Guerrero había pedido la elevación a juicio de la causa contra 18 policías acusados por sedición y otros delitos relacionados con el alzamiento que protagonizaron en diciembre pasado en Concordia. Al momento de ofrecer la prueba a producir en el debate, Díaz Vélez solicitó citar a 40 testigos y ahí fue que se trabó el proceso. Se aguarda que el Superior se expida respecto de esa solicitud del letrado.
 
Los policías están imputados por los delitos de sedición, incitación al robo calamitoso y lesiones leves, por los hechos ocurridos a partir del 8 de diciembre, cuando un grupo de uniformados irrumpió en la Jefatura Departamental de Concordia.
 
Tres personas murieron mientras duró la rebelión policial y una gran cantidad de comercios de la ciudad fueron saqueados.
 
Según el fiscal Guerrero, de los elementos recogidos durante la investigación surge que "los saqueos en Concordia comenzaron antes de la toma de la Jefatura Departamental de Policía", el domingo 8 de diciembre, pero Guerrero dejó entrever que habría una connivencia entre quienes produjeron los actos vandálicos y los policías.
 
En esa línea, apuntó que "la toma (de la sede policial) estaba planificada, no fue casual sino que estaba organizada" y señaló que "una persona de la zona noreste, por ejemplo, no va a iniciar un saqueo si no sabe que la Jefatura Departamental estará tomada y que ningún móvil policial concurrirá".
 
La defensa de los policías sostiene que no existen pruebas que demuestren la supuesta culpabilidad de los uniformados en la planificación de los saqueos. Aseguran que ni siquiera los entrecruzamientos de llamadas telefónicas permiten arribar a conclusiones firmes al respecto.
 
 
Imputados
 
Los policías imputados por la sedición de diciembre son: Daniel Chávez, Hugo Troncoso, José Orlando Troncoso, Esteban Cendra, José María Biderbos, Andrés Paredes, Ricardo Paredes, Luis Alberto Gómez, Luis Alberto Paredes, Luis Roberto Carlino, Diego Diferding, Manuel Coutinho, Juan Manuel Rosas, Carlos Rosas, Juan Pedro Lacuadra, Romeo Valdez y el oficial Carlos Daniel Zaragoza.
 
 
El discurso actual de Urribarri
 
En un reciente reportaje, el Gobernador Sergio Urribarri volvió a hablar de los acontecimientos que conmovieron a Concordia, a Entre Ríos y al país en Diciembre de 2013.
 
Esta vez, ya en campaña por la candidatura a presidente, resumió la lista de culpables, sin asumir cualquier responsabilidad alguna por lo sucedido. "Juntaron lo peor de la policía con delincuentes comunes y dirigentes marginales de la política", dijo.
 
Fuente: elentrerios.com
 

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"Una sola chispa puede encender toda una pradera", dice un viejo proverbio chino, lo que se vio reflejado en la emocionante marcha federal del 23 de abril, en defensa de la universidad pública, la educación, la ciencia y la cultura, que sacudió el escenario político nacional y provincial. Javier "el Loco" Milei y el porteño Rogelio Frigerio, que quieren universidades de elites, solo para los ricos que puedan pagar, sufrieron, en el orden nacional y provincial, la movilización de protesta más grande de la última década con el cántico: "Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode".
 
Esto pone un severo límite al desfinanciamiento de las universidades, a la motosierra, la licuadora y demás metáforas del brutal ajuste que lleva adelante el "Peluca" Milei, que confunde la tolerancia de una sociedad harta de la inflación, con un cheque en blanco para hacer cualquier locura. "Con la educación pública y gratuita, no", dijeron multitudes de argentinos en las calles de Paraná y de todas las ciudades importantes del país. Más de un millón de argentinos se movilizaron en una impresionante jornada histórica. Y aunque no lo admitan, Milei y Frigerio, sintieron el golpe que significaron los miles y miles de alumnos, docentes, sindicatos y ciudadanos que colmaron las calles porteñas desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo -y también en el centro de Paraná hacia la Casa Gris- para defender la educación pública y exigir que dejen de asfixiarlas para poder cerrarlas.
 
En Paraná estaban casi todos. Los habituados a las marchas y los que abrían los ojos como turistas fascinados por lo nuevo. Encabezando la gruesa columna, que unió Plaza de Mayo con la Casa Gris, donde se concentraron más de 30.000 paranaenses, estaban los referentes de los estudiantes universitarios de Redes, el MST, el MNR, la FJC, el FUP, Franja Morada, la CEPA, la Ulloa, Patria Grande, y los militantes de La Cámpora. También las autoridades de la UNER y la UTN, lideradas por los decanos de las Facultades. Y los docentes, los no docentes, los egresados y los alumnos -con sus padres y hermanos- de las unidades académicas. Además de estudiantes de universidades privadas que consideraron importante defender la educación pública.
 
Asimismo estaban los peronistas, que gobernaron más tiempo la Argentina desde el retorno de la democracia. Y los radicales, que durante gran parte de ese lapso gestionaron muchas universidades. Estaban los progresistas, acostumbrados a protestar ante medidas puntuales de los Gobiernos nacionales; y estaba, como siempre, la izquierda. Y los ciudadanos de a pie, incuso muchos que votaron a Milei. ¿Le "politizaron" la protesta universitaria? Y sí, pero eso no desvirtúa lo masivo de la manifestación ni lo legítimo del reclamo.
 
Los que no estuvieron fueron los seguidores de Frigerio y el PRO que guardaron un silencio cómplice y no consideraron importante pronunciarse sobre el tema, intentado simular, sino apoyo, al menos neutralidad en esta nueva pulseada del pueblo con Milei. Por eso se le exigió a Frigerio que deje de ser un espectador de la realidad provincial y "que haga todo lo que está a su alcance" en favor de la defensa de la universidad y de la ciencia al servicio de la sociedad.
 
Las masivas protestas en todo el país constituyen la primera respuesta social contundente a la descalificación con motosierra que viene aplicando Milei en todos los ámbitos. Antes de utilizar recortes brutales, Milei insulta, degrada y calumnia a los sectores que luego serán desfinanciados. Para hacerlo, opera sobre problemas reales, los magnifica al extremo, generaliza y convierte en irresolubles: en lugar de corregir lo que funciona mal, cerrarlos. De gestión, nada.
 
Lo hizo con la obra pública, con los envíos a las provincias, con los movimientos sociales, con el Incaa, con el Inadi, con el Conicet y comenzó a hacerlo con las universidades nacionales, a las que despreció reiteradamente: chorros, vagos, ineficientes, retrógrados, zurdos y comunistas, son algunas de las calificaciones de un Milei, educado en universidad privada, que habla sin saber de supuestos adoctrinamientos masivos y presunta falta de transparencia que les asigna a rectores y decanos de las altas casas de estudio.
 

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