Paraná - 19-07-2014 / 10:07
EL VICEPRESIDENTE DE LA DAIA WALDO WOLFF HABLÓ EN EL ACTO EN PARANÁ
“Somos uno de los pocos países donde la fecha de conmemoración de un atentado terrorista es también una fecha en la que denunciamos la impunidad”
En la plaza principal de la capital entrerriana, frente al monolito que recuerda a las víctimas del atentado, la comunidad judía entrerriana hizo una ceremonia a la que no asistieron autoridades de los ejecutivos provincial y municipal, pero si participaron referentes religiosos y políticos de la oposición. “La injusticia no es civilización”, dijo el vicepresidente primero de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Waldo Wolff. Foto: AIM
"La injusticia no es civilización", dijo el vicepresidente primero de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Waldo Wolff, al pronunciar su discurso en el acto que se realizó en Paraná por el vigésimo aniversario del atentado a la AMIA que dejó 85 personas muertas y más de trescientos heridos.
"La injusticia no es civilización. Y no lo es porque en estas dos décadas lo que han logrado es fraccionarnos hasta el mismísimo absurdo. A esta misma hora, en nuestra República Argentina, se están realizando 3 actos distintos en los que nos acusamos entre todos, mientras los asesinos siguen caminando libremente y festejando su extendido éxito que trasciende aquel fatídico instante en que estalló a las 9.53 de la mañana del 18 de Julio de 1994", dijo el dirigente de la entidad.
En el acto también habló el presidente de la delegación Paraná de la DAIA, Diego Dlugovitzky, mientras que hicieron una evocación religiosa el rabino Sebastián Vainstein y el arzobispo de Paraná, Juan Puiggari.
En el acto, el vicepresidente primero de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), Waldo Wolff, dijo que los argentinos "debemos asumir nuestro fracaso; somos uno de los pocos países en los cuales la fecha de conmemoración de un atentado terrorista es, también, una fecha en la que los oradores declamamos la existencia de impunidad como valor dominante de nuestras sensaciones".
En ese marco, recordó que el 18 de julio de 1994 se perpetró en la calle Pasteur 633 de la ciudad de Buenos Aires "el peor atentado terrorista sufrido en la historia de nuestro país; 85 personas fueron asesinadas por encontrarse, en ese momento, cerca o en el mismo edificio de la Amia-Daia instituciones centrales de la comunidad judía argentina".
"Durante estos 20 años cada uno de nosotros fue testigo desde distintos lugares, cargos, edades e idiosincrasias de una de las causas más complejas y siniestras que existen en nuestra República; una causa plagada de irregularidades e impurezas, una causa que el único denominador común que arrojó es el de haber dejado de manera incesante víctimas, responsables e impunidad", remarcó.
Al respecto, afirmó que "los 85 asesinados a quienes les fue arrancado la vida de cuajo por el terrorismo asesino y sus familiares directos, quienes no sólo padecen sus ausencias sino que, además, debieron asumir la insólita responsabilidad de involucrarse en la trama investigativa, judicial y política son víctimas de una sociedad que no les dio la única respuesta que debe darles: la justicia".
Para el dirigente nacional todos somos responsables de la impunidad, ya que "no pudimos ser parte de un sistema que arroje la única solución posible: justicia y que el accionar justo dé como resultado la aparición, juzgamiento y condena de los comprometidos con esta causa de lesa humanidad", pero criticó en particular al poder Judicial, ya que señaló que "Argentina es víctima de sí misma porque es un país que no pudo, después de 20 años, encontrar a los responsables de semejante barbarie. La Justicia no es civilización y no lo es porque en estas dos décadas lo que lograron es fraccionarnos al mismísimo absurdo".
También cuestionó al gobierno, ya que explicó que "hay países que cerraron capítulos como los que tristemente vivimos, pero para cerrar los casos de terrorismo son estrictamente necesarias políticas de Estado en las que estén involucrados todos los poderes y fuerzas vivas de un país que, además, sume una política exterior que señale firmemente a los acusados en los foros internacionales, como se hacía hasta hace un tiempo y como inexplicablemente se dejó de realizar".
En ese sentido consideró que "no se puede embarcar a una República, que arrastra este caso que nos avergüenza, en la firma de un documento que se dio de narices contra la Constitución Nacional y que no fue consensuado ni con los querellantes ni con fuerza política alguna, que pasó de acusado a investigador al principal sospechoso señalado por la justicia argentina del peor ataque terrorista que el país tiene memoria. Irán no sólo tiene prontuario terrorista sino que lo exhibe con orgullo siendo el único país del mundo que se jacta de no adherir de forma simultánea los convenios de Naciones Unidas que repudian los atentados con coche bomba y que financian el terrorismo".
El memorándum es "una Ley que se aprobó entre gallos y medianoche, en aquel maratónico enero de 2013, en el que se usaron las sesiones extraordinarias para sacar de urgencia lo que, después, nuestro interlocutor ignoró de manera absoluta poniendo de relieve su mofa y el incomodísimo lugar en el que dejó a los promotores de esa iniciativa". Además, detalló que el pacto "deja abierta la impunidad ad eternum, ostentando la máxima expresión del absurdo en termino de tratados internacionales al no establecer, entre otras cosas, fecha de aplicación".
Ante ese escenario, Wolff afirmó que "hay que buscar soluciones que surjan del consenso", por lo que comentó que la Daia presentó un proyecto de Ley de juzgamiento en ausencia para crímenes de lesa humanidad, que permitiría juzgar a quienes se niegan a derecho, para reabrir la causa en caso de que, en algún, momento quienes son acusados por la Justicia decidieran presentarse después de ser juzgados y condenados en ausencia.
Fuente: AIM