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Nacionales - 04-08-2013 / 10:08
MALA PRAXIS POLÍTICA

Lo que deja CFK es contraprogresismo

Lo que deja CFK es contraprogresismo
Si las elecciones presidenciales fueran el próximo domingo, los tres candidatos con mayores posibilidades de ganar serían Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri. Es la confirmación de la derrota cultural del cristinismo.
Si las elecciones presidenciales fueran el próximo domingo, los tres candidatos con mayores posibilidades de ganar serían Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri. Es la confirmación de la derrota cultural del cristinismo.
 
Esos tres dirigentes de matriz similar, casi la contracara del concepto dogmático de "progresismo", fueron paridos por la "ideologitis" de Cristina, es decir por la inflamación de su ideología. Ella y sus intelectuales son los responsables de que el péndulo de las preferencias haya iniciado su periplo hacia el otro lado. 
 
Cuando Cristina abandone el poder en 2015 habrá destruido muchas cosas. Las más graves son la convivencia pacífica y el concepto de "progresismo". El resto es economía, se puede arreglar con racionalidad, soja y profesionalismo.
 
Así como Carlos Menem invalidó por su mala praxis corrupta el término "liberalismo", Cristina dejará herido de muerte el contenido de la palabra "progresismo", también por su mala praxis corrupta.
 
Esa "ideologitis" que te obliga todo el tiempo a fijar posición sobre todo, ese falso relato que se quiere imponer a los amigos para estigmatizar a los enemigos, hoy es ridículo. Por eso surgen nuevos liderazgos más descafeinados que apuestan al discurso de "la gestión para resolver los problemas de la gente" en lugar de "el combate contra las corporaciones oligárquicas".
 
Hasta Cristina tuvo que recurrir a un candidato no beligerante y apto para la clase media ligth como Martín Insaurralde para subirse a ese viento de cola. Por eso Cristina le robó una foto al Papa y no a Evo Morales o a Fidel Castro.
 
Que a esta altura le pongan al torneo de fútbol "Nietos Recuperados" es la repetición serial de más de lo mismo como dogma y fanatismo que provoca cierto vaciamiento de los contenidos. ¿Se imaginan un campeonato de fútbol llamado Tragedia de Once? ¿O un trofeo con el nombre de Julio López o Juana Gómez, la chiquita qom de 15 años violada y asesinada en Chaco?
 
Una porción importante de la sociedad está harta frente a esa obsesión cristinista de teñir todo de falsa batalla épica. Todo es liberación o dependencia. El laburante que viaja mal en los trenes de mierda y que gana poco y no le alcanza, y que tiene miedo por su vida y la de sus hijos, quiere que se dejen de hinchar las pelotas con tanta sanata presuntamente progre y trabajen en serio para construir un país mas justo y más libre.

LO QUE DEJA CFK 
 
Contraprogresismo
 
Por Alfredo Leuco
 
Si las elecciones presidenciales fueran el próximo domingo, los tres candidatos con mayores posibilidades de ganar serían Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri. Ese es el dato de mayor provocación intelectual que aportó la última encuesta de Enrique Zuleta Puceiro. Es la confirmación de la derrota cultural del cristinismo.
 
Esos tres dirigentes de matriz similar, casi la contracara del concepto dogmático de "progresismo", fueron paridos por la "ideologitis" de Cristina, es decir por la inflamación de su ideología. Ella y sus intelectuales son los responsables de que el péndulo de las preferencias haya iniciado su periplo hacia el otro lado. 
 
Es que a toda acción corresponde una reacción en igual magnitud y dirección pero de sentido opuesto. Es la ley de la dinámica de Isaac Newton que el materialismo dialéctico supo frecuentar.
 
Cuando Cristina abandone el poder en 2015 habrá destruido muchas cosas. Las más graves, desde el punto de vista simbólico, son la convivencia pacífica y el concepto de "progresismo". El resto es economía, se puede arreglar con racionalidad, soja y profesionalismo.
 
La plata va y viene, pero lo importante es la salud democrática y republicana. El gran desafío para el que venga será suturar las heridas para rehabilitar la cohesión social y extirpar el odio que transformó en enemigo a todo el que piensa distinto.
 
Pero así como Carlos Menem invalidó por su mala praxis corrupta el término "liberalismo", Cristina dejará herido de muerte el contenido de la palabra "progresismo", también por su mala praxis corrupta. En este último caso hay que hacer un agregado generacional que se repite como comedia y, ojalá, no como tragedia.
 
En los 70, una minoría intensa utilizó la lucha armada y el tiro en la nuca como instrumento político (definición de Joan Manuel Serrat sobre la ETA) y se autotituló "vanguardia revolucionaria". Con una asombrosa mezcla de coraje, ingenuidad e irresponsabilidad, finalmente, guió a parte de esa generación a la muerte y no a la victoria socialista.
 
Fue tan blindado el microcosmos en el que desarrollaron sus acciones, que se convirtieron en una patrulla perdida lejos de las demandas del pueblo y de su nivel de conciencia, como se decía entonces. La guerrilla hablaba en nombre de un pueblo que no la escuchaba.
 
Sin embargo, la permanente extorsión ideológica sobreactuada a la que hoy someten al ciudadano común es patética. Es de un sectarismo recargado pero, por suerte, menos peligroso porque se hace sin armas en la mano.
 
Pero esa "ideologitis" que te obliga todo el tiempo a fijar posición sobre todo es la misma. Ese falso relato que se quiere imponer a los amigos para estigmatizar a los enemigos hoy es ridículo.
 
Por eso surgen nuevos liderazgos más descafeinados que apuestan al discurso de "la gestión para resolver los problemas de la gente" en lugar de "el combate contra las corporaciones oligárquicas".
 
Hasta Cristina tuvo que recurrir a un candidato no beligerante y apto para la clase media ligth como Martín Insaurralde para subirse a ese viento de cola.
 
La fría caja registradora de votos manejada por Cristina le robó una foto al Papa y no a Evo Morales o a Fidel Castro. Más claro: Carlos Kunkel o Diana Conti fueron sepultados debajo de la sábana del Frente para la Victoria. Pero resucitaron a Scioli. Por eso quien más posibilidades tiene de derrotarlos es Sergio Massa.
 
De esta manera, una porción importante de la sociedad independiente denuncia su hartazgo frente a esa obsesión cristinista de teñir todo de falsa batalla épica. Todo es liberación o dependencia.
 
Que a esta altura le pongan al torneo de fútbol Nietos Recuperados y a la copa  Miguel Sánchez, tiene una doble lectura. Por un lado, el ejercicio de la memoria sobre el horror del genocidio nunca será suficiente. Pero la repetición serial de más de lo mismo como dogma y fanatismo provoca cierto vaciamiento de los contenidos y el reclamo desde la izquierda para combatir otras impunidades más cercanas en el tiempo que son responsabilidad del actual gobierno.
 
¿Se imaginan un campeonato de fútbol llamado Tragedia de Once? ¿O un trofeo con el nombre de Julio López o Juana Gómez, la chiquita qom de 15 años violada y asesinada en Chaco?
 
Ese repliegue del kirchnerismo sobre sí mismo, igual que en los 70, lo aísla de las grandes mayorías y lo deja atado a los más verticalistas. Su intolerancia ya no es contra viejos enemigos oligárquicos como La Nación o nuevos enemigos monopólicos como Clarín. Ahora van contra los propios, atacan a los que integran "el campo popular y progresista", que empieza a astillarse.
 
Jamás nadie podría acusar al director de teatro Carlos Rivas de golpista o simpatizante de la derecha. Todo lo contrario. Sin embargo fue atacado como si fuera un criminal de lesa humanidad sólo porque se atrevió a poner en palabras lo que piensan muchos argentinos democráticos, republicanos, progresistas, honestos y defensores de todos los derechos humanos.
 
En las discusiones en el trabajo, con amigos o la familia, los niveles de ceguera verticalista son peligrosos. El veneno que los Kirchner diseminaron sobre las venas abiertas de Argentina logra que hasta los hechos más cotidianos sean considerados de vida o muerte.
 
¿Te gustó Metegol?, te preguntan desafiantes. Si decís que sí, te convertís en un antikirchnerista sólo porque Juan José Campanella no permitió que lo domestiquen.
 
La única salvación del escrache es si decís que la voz del Negro Fontova hace un mejor trabajo que la de Fabián Gianola. Y cuidadito con caracterizar de genio a Charly García. Serás fusilado por el paraperiodismo estatal y acusado de macrista.
 
Sólo el asco de Fito por los porteños es nacional y popular. Son discusiones de secta endogámica, "fecundación entre individuos de la misma especie", como dice el diccionario. Por suerte, la inmensa mayoría de los argentinos no participa de este infantilismo de asamblea universitaria.
 
El laburante que viaja mal en los trenes de mierda y que gana poco y no le alcanza y que tiene miedo por su vida y la de sus hijos quiere que se dejen de hinchar las pelotas con tanta sanata presuntamente progre y trabajen en serio para construir un país mas justo y más libre.
 
En 1764, Cesare Beccaria, un luchador por la emancipación y contra el despotismo, abogó por "la máxima felicidad para el mayor número de personas posible". Algo así es la democracia realmente popular.
 
Fuente: Perfil

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19-06-2025 / 09:06
De la Oposición a la Resistencia, del Congreso a la movilización de masas. Una gigantesca multitud de un millón de personas desbordó la Plaza de Mayo y todo el centro porteño en apoyo a Cristina Kirchner. El despliegue represivo del gobierno de Javier "el Loco" Milei quedó en ridículo ante la histórica marcha de todo el peronismo y otras fuerzas opositoras contra la proscripción de Cristina. "Este modelo no es sostenible, se cae, y por eso estoy presa", aseguró la expresidenta en un mensaje grabado para una multitud que la escuchaba emocionada. "Vamos a volver", completó y la consigna se transformó en himno de esperanza en boca de la multitud.

La Plaza de Mayo volvió a ser el epicentro de una demostración popular masiva: el Cristinazo. Miles de banderas flameando, bombos sonando y un canto que retumbó durante toda la jornada: "Vamos a volver". La movilización fue una respuesta contundente al intento de proscripción de Cristina, quien, aunque ausente físicamente, se hizo presente con un mensaje grabado que fue escuchado con atención y emoción por una multitud movilizada pese al frío. 
En pánico por la marcha, los jueces de Comodoro Py debatieron entre hacer home office o poner francotiradores.


Cerca de las 15, la exmandataria envió un mensaje a la militancia que estaba en la plaza: "Estoy en San José 1111, firme y tranquila. Eso sí, con prohibición de salir al balcón. Dios mío, qué cachivaches que son", ironizó la exmandataria. Desde su departamento en el barrio de Constitución, CFK volvió a alzar la voz y agradecer el apoyo recibido. "Lo que más me gustó fue escucharlos cantar otra vez Vamos a volver. No lo hacíamos desde hacía muchísimo tiempo, demasiado tal vez", afirmó.

Pero más allá de lo emotivo, Cristina apuntó al corazón del conflicto político actual: el modelo económico. "Ese vamos a volver expresa una voluntad: la de volver a tener un país donde los chicos coman cuatro veces por día, donde los laburantes lleguen a fin de mes y los jubilados tengan remedios. Ese país existió. Lo vivimos durante 12 años y medio, y además, lo dejamos desendeudado", recordó.


Paralizado por la movilización, el gobierno ordenó despegarse de la condena a Cristina. No hablan del tema, pero buscan instalar que no operaron para meter presa a la ex presidenta. Sin nombrarlo, pero con claridad, CFK se refirió al gobierno de Milei: "Este modelo, que no es nuevo, ya fracasó antes. Lo vimos con Martínez de Hoz, con Cavallo. Es injusto, inequitativo e insostenible". Y lanzó una advertencia directa al poder: "Estoy presa porque saben que pierden. Pero no van a poder encerrar a todo el pueblo argentino".

También denunció el rol del Poder Judicial: "Este modelo de concentración se sostiene con un andamiaje judicial que, mientras mantiene vivo un decreto que modificó de facto la Constitución, me encierra a mí. ¿Saben por qué no me dejan competir? Porque no les alcanza con el aparato: saben que pierden", reiteró.


Al cerrar el mensaje, CFK apeló a la organización como herramienta clave del momento. "Hay que juntarse, codo con codo, brazo con brazo. Tenemos razón, tenemos memoria y tenemos patria. Vamos a volver, con más sabiduría, con más unidad y con más fuerza", aseguró. Antes de despedirse, volvió a agradecer las muestras de afecto y prometió seguir luchando: "Desde donde me toque estar, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance. Ellos tienen plata. Nosotros tenemos pueblo. Y los pueblos siempre vuelven".

La Opinión Popular


18-06-2025 / 09:06
El tribunal oral le otorgó la prisión domiciliaria a Cristina Kirchner un día antes de su presentación para evitar la marea humana en Comodoro Py. No se atrevió a convalidar el pedido de cárcel común de los fiscales, pero agravó las condiciones habituales en otros casos. Le impuso la tobillera electrónica con la absurda presunción de su fuga y le restringió las visitas y hasta las salidas al balcón. La Plaza de Mayo se prepara para una multitud contra la condena trucha a CFK y en rechazo a la proscripción política.
 
En tanto, a horas de que se congreguen miles de personas en la Plaza de Mayo en apoyo a la expresidenta Cristina Kirchner, denuncian la existencia de requisas y retenes de fuerzas federales a autos y colectivos en distintos cruces entre provincias y jurisdicciones, que demoran e impiden la llegada de los manifestantes a la ciudad de Buenos Aires. Los milicos de Javier "el Loco" Milei preguntan a los viajantes si son peronistas. Los hechos suceden un día después de que Milei y Bullrich reformen por decreto el estatuto de la Policía Federal Argentina (PFA) y dictatorialmente habilite las inspecciones a personas y a vehículos en la previa de movilizaciones.

Luego de 
un fallo exprés y sin análisis del fondo, fue conocida la decisión judicial de otorgarle la prisión domiciliaria a Cristina, el PJ resolvió redireccionar la movilización de este miércoles a la Plaza de Mayo. Allí confluirán todos los sectores del peronismo junto a fuerzas aliadas, centrales sindicales, organizaciones sociales y de derechos humanos, partidos de izquierda además de representantes de la ciencia y la cultura para reclamar por la libertad de la ex presidenta y en contra de su proscripción.


Comienza la Resistencia de un peronismo que se movilizará este miércoles en apoyo a Cristina y en defensa de la democracia con una marcha a las 14 a Plaza de Mayo donde se expresará el rechazo a la injusta y arbitraria condena a seis años de prisión e inhabilitación para ocupar cargos públicos. Al acto -que se anticipa multitudinario y al que adhirieron todos los sectores del PJ, centrales obreras, organizaciones sociales y de derechos humanos-, se vincula con grandes eventos de la historia del peronismo que tienen que ver con la persecución a sus líderes y la proscripción electoral.

La decisión del TOF 2 de concederle con anticipación la prisión domiciliaria evitó que sea la propia ex presidenta quien encabece la caravana, pero la actividad "Argentina con Cristina" a Comodoro Py trastocó en "Por Argentina" a la Plaza de Mayo, con un carácter eminentemente político. La movilización en respaldo a la titular del principal partido de la oposición también apunta a fortalecer al justicialismo y unificarlo de cara a las elecciones de septiembre y octubre.

La Opinión Popular

17-06-2025 / 10:06
En manos de la borrachina Patricia Bullrich y Javier "el Loco" Milei avanzan una "reforma" que huele a dictadura: más espionaje, más detenciones arbitrarias y una policía al servicio del régimen. Milei y la catadora de vinos Bullrich deciden gastar sus energías en lo que mejor saben hacer: reprimir. Este martes, en un acto en la sede de la Policía Montada de Palermo, presentarán su nuevo engendro: una reforma estructural de la Policía Federal, hecha a la medida de los delirios autoritarios del Gobierno anarco capitalista.

Con el verso marketinero de una "PFA moderna y orientada a la investigación", Bullrich desempolva viejas recetas de control social que harían sonrojar al dictador Rafael Videla. Bajo la fachada de "eficiencia en delitos complejos", lo que se está cocinando es un rediseño brutal del aparato represivo estatal: más verticalismo, más discrecionalidad, más poder sin contrapesos ya que no estará sujeta a control judicial. Su misión principal será detectar y eliminar toda oposición al régimen, a través de la vigilancia, la intimidación y la represión.

El nuevo decreto, cocinado entre DNU y papelitos de Patricia, otorga control total del Ministerio de Seguridad sobre la PFA. En otras palabras, Bullrich y sus secuaces manejando a su antojo una fuerza armada. Entre los cambios figuran nuevos esquemas de ascenso, auditorías internas "más rigurosas" (léase, purgas ideológicas) y un "Departamento Federal de Investigaciones" con subáreas para espiar, perseguir y disciplinar. Y una expansión federal con más efectivos: más botas en la calle, menos derechos en la ciudadanía.

Pero lo verdaderamente escalofriante está en lo que no se dice con todas las letras: esta reforma autoriza a la Policía Federal a realizar tareas de inteligencia en redes sociales y espacios públicos digitales sin orden judicial. ¿Querés tuitear en contra del Gobierno? Atajate, porque la PFA puede estar espiando. Bajo la excusa de "prevención del delito", la vigilancia se convierte en doctrina.

De hecho, se les permitirá detener gente que no tenga documentos encima "si hay razones fundadas" para sospechar de un delito. ¿Qué razones? Las que se le canten al agente de turno. También se incluye la autorización para revisar a personas "dedicadas a actividades que la policía debe reprimir". ¿Qué significa eso? Nadie lo explica.
 
El nivel de ambigüedad legal es tan grande como el desprecio por el Estado de Derecho que profesa el gobierno de Milei. Lo que queda claro es que con esta movida se habilita la caza indiscriminada: manifestantes, vendedores ambulantes, laburantes precarizados, militantes políticos. Todos en la mira. Y como si no bastara, el show represivo se da en medio de una seguidilla de denuncias por abuso de las fuerzas en movilizaciones sociales, con detenciones arbitrarias, golpizas y operativos de saturación dignos de un régimen.
 
Bullrich, devenida en jefa de policía de un Estado autoritario, no esconde su entusiasmo. Suspendió su viaje a Estados Unidos para encabezar en persona los operativos de represión del miércoles, donde se prevé una nueva movilización contra el avance judicial sobre Cristina Kirchner. No quiere dejar nada librado al azar. El show de la porra es su campo de juego. No buscan modernizar nada. Buscan endurecer. Buscan infundir miedo. Buscan convertir a la Policía Federal en un brazo armado de un gobierno que solo sabe mandar a palazos, con gendarmes, decretos y motosierra.
 
La Opinión Popular
 

16-06-2025 / 11:06
Las movilizaciones de los sectores sociales agredidos por Milei persisten hace largos meses, pero hasta ahora no habían sucedido en torno a un nombre propio de la dirigencia política. El mapa tal vez rediseñado por la detención de Cristina obliga a un esfuerzo, grande, para saber separar los aspectos emocionales de los estrictamente analíticos. Y aun si eso se logra, algo subsistirá: nadie está en aptitud de pronosticar con certeza lo que puede ocurrir. Sobran tanto los síntomas como las incógnitas.
 
Está fuera de discusión que el tema reintrodujo una épica y una estética a las que el territorio físico se había desacostumbrado. Sí persisten las luchas por reivindicaciones sectoriales. Pero hace rato que no había registro en torno a un nombre propio de la dirigencia política.
 
Cuando ya todo parecía discurrir exclusivamente por los entornos digitales, reapareció la calle con una fuerza imprevista en la que el aspecto numérico (¿cuántos miles son?) no es lo primordial. Se trata de lo significativo. A casi cualquier hora. Con marchas y concentraciones espontáneas u organizadas de modo repentino. Con gente de abajo y de los sectores medios. Con dolor, rabia y sensación de derrota. A la par, con entusiasmo. Con ganas de pelearla. Con la historia. Con el factor que renovó la mística.
 
Podría decirse que reapareció un Nosotros gracias al Ellos. ¿Cuánto es Nosotros? ¿Mucho menos que una mayoría silenciosa convencida de que Cristina es culpable, sin tener la menor idea sobre una falta de pruebas escandalosa que más tarde que temprano, como sucedió con Lula, podría volvérsele en contra al Ellos? Fallaron por una conjetura. Avalaron que una Presidenta debe estar al tanto de adjudicaciones provinciales respaldadas por mecanismos parlamentarios. No dejaron ni un solo disparate por cometer.
 
¿El Nosotros es mucho menos que el efecto en las urnas de la estabilidad inflacionaria? ¿Mucho menos que la inopia acerca de un país que no para de endeudarse en dólares a tasas extravagantes, para que por los tiempos de los tiempos deba seguir pagando y pagando a cambio de exactamente nada que no sea la dependencia?
 
¿Cuánto importa que ese Nosotros sea menor al Ellos si, en una de ésas, se descubre al Ellos como los presos que, de tanto odio sembrado, tan ancestral, deben refugiarse en los vómitos de sus canales, sus escritos, sus descorches de champagne, sus adefesios que comparan a Cristina con Videla?
 
Presos de que nunca serán una remera estampada, más que para defenestrarlos. Presos de estiletes como el de Sebastián Fernández, Rinconet, quien posteó la imagen del fiscal Luciani exigiendo la detención de Cristina por felicidad manifiesta en situación de balcón, por dolo eventual.
 
Presos de la opereta surrealista de que ella quiere escaparse a Cuba. Presos de que si quieren mentar prófugos están condenados a su macrista Pepín Rodríguez Simón. A sus Abrojos macristas. A sus jueces sempiternos, cuyo origen de aprobación no cuenta porque como poder monárquico de la oligarquía acaban, invariablemente, por servir al patrón constante. Presos de su armazón de servicios y espionaje erigidos por quien fue reemplazado por el que hace lo mismo pero más rápido, pero manteniendo su estructura mafiosa.
 

15-06-2025 / 08:06
La condena a Cristina Kirchner se convirtió en una papa caliente para el mismo sistema oligárquico que hasta el día anterior a su postulación la consideraba un cadáver político y ahora quisieran encerrarla en la luna. Primero imaginaron que la difamación persistente por parte de sus cómplices mediáticos sería suficiente para dejarla fuera. No alcanzó: ganó la reelección. Redoblaron la campaña, colonizaron el fuero federal con el rebaño judicial de Mauricio Macri y tampoco sirvió: ganó como vicepresidenta. Pensaron que su carrera política había sucumbido por el fracaso del gobierno de Alberto Fernández y la irrupción de Javier "el Loco" Milei. Hubo champagne y papel picado.
 
Hasta que anunció su candidatura y se acabó la fiesta. Entonces corrieron a ordenarle a la Corte Suprema que la condenara de una vez. Hubo condena y con eso perdieron control de la agenda, provocaron la unidad del peronismo y una convocatoria que impactó en la juventud con universidades y secundarios tomados y los accesos a la ciudad de Buenos Aires cortados por el movimiento obrero.
 
Ahora están los que proponen encierros terroríficos en el hospital penitenciario, o mandarla a una cárcel en medio de la nada con tobillera y restricción de visitas. Como si los multimillonarios argentinos, sus políticos, periodistas y jueces no pudieran visualizar más allá de sus ombligos cuando se producen fenómenos que no controlan. Los quieren reprimir y, en vez de eso, los alimentan.
 
La presencia frente al domicilio de Cristina de miles de personas en estos días, son miles de historias que se multiplican, de jóvenes que personifican sus futuros en ella y de trabajadores que agradecen historias de sus pasados. Son proyectos que adquieren confirmación en esos pasados. Esa retroalimentación o dialéctica entre pasado y futuro identificado en una persona constituyó la permanencia del peronismo. Habrá quien se indigne, quien lo critique y no esté de acuerdo, por izquierda o derecha, pero no se lo puede ignorar.
 
La condena alineó a la sociedad también en función de sus historias. Cecilia Pando se encargó de difundir su festejo por la sentencia a quien permitió el juicio a los genocidas. Eduardo Feinmann comparó a la expresidenta con Videla, el genocida que defiende Pando, y se hundió en la campaña de regodeo en la mugre de los sufrimientos que debían aplicarse a Cristina Kirchner.
 
Cualquiera puede decir lo que se le ocurra. Pero una cosa es el culpable de violaciones de mujeres y hombres prisioneros, de sus torturas, asesinatos y desapariciones, como los genocidas. Y otra muy distinta tener una condena por seis años por un delito que ni siquiera fue probado y que solamente es una "conjetura" de los jueces.
 
Se ha instalado en los antiperonistas anteponer la palabra "chorra" cada vez que se refieren a Cristina Kirchner. Cosa que no está en la condena ni en sus fundamentos. Esa condena discutible, ni siquiera es por chorra, porque no pudieron armar la mínima prueba que sostenga esa acusación. La palabra "robar" no está por ningún lado.
 
El cargo es por "administración fraudulenta en perjuicio del Estado". En ningún lado dice que se quedó con un peso, porque las propiedades y el capital de la expresidenta están en blanco, justificados y legales, no le encontraron cuentas en el exterior, como sí lo hicieron con sus denunciantes, no encontraron tesoros enterrados en la Patagonia ni en los muros de su casa, como mintió un periodista ya fallecido comprado por el Grupo Clarín.
 

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