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Nacionales - 07-07-2013 / 10:07
ALENTAR EL CONSUMO, A COSTA DE UN MAYOR ENDEUDAMIENTO

¿Cómo piensa Cristina Fernández que va a ganar las elecciones?

¿Cómo piensa Cristina Fernández que va a ganar las elecciones?
El objetivo del Gobierno de CFK es alentar nuevamente el consumo, aunque sea a costa de un mayor endeudamiento interno. La pregunta pasa por saber si esa medida alcanzará.
Al costo de un mayor endeudamiento interno, el Gobierno apuesta como nunca a que la mejora en algunos indicadores circunstanciales de la economía se convierta en el principal motor de su campaña electoral. La inyección de dinero al mercado para alentar nuevamente un consumo que venía declinando será clave en los próximos meses, y allí estará depositada gran parte de la esperanza oficial de ganar las elecciones.
 
Después de 10 años de gestión, al cabo de los cuales se advierte agotamiento social por prácticas autoritarias del poder, y al tratarse de elecciones para legisladores y no para presidente, ¿le alcanzará a Cristina Fernández con que haya menos apremio económico en las familias?
 
Todos confían en el caudal de adhesión con que cuenta la Presidenta, por encima de los nombres de los candidatos, que en realidad son bastante desconocidos. Una buena parte del kirchnerismo cree que las principales realizaciones valoradas en lo que denominan "la década ganada" siguen siendo suficientes para imponerse.
 
Otro sector, el más joven y pequeño del oficialismo, está convencido de que será la ideología lo que movilizará un voto triunfador. Para ellos, la reciente solidaridad de Cristina con el presidente de Bolivia, Evo Morales, por la retención de su avión unas horas en Europa, deja importantes réditos electorales.
 
En esos tres perfiles del oficialismo, junto a la posibilidad que tengan los sectores asalariados de consumir más, están las fichas que juega el Gobierno. En la Casa Rosada saben que no pueden alentar demasiadas esperanzas con lo que recogerán sus candidatos por sí mismos y por eso la Presidenta pedirá una especie de plebiscito a su persona.
 
Pero al margen de estas especulaciones de estrategia electoral, que permiten conocer cuál es la mirada del poder, está el día a día de una sociedad que ya no es indiferente. El fracaso del congelamiento de precios y la consiguiente inflación, el cepo cambiario, la ineficiencia de las políticas de transporte o de abastecimiento energético, son contrapesos que también jugarán fuerte.
 
Pero hay, sin embargo, un factor alentado especialmente por la corrupción y los errores no admitidos por el kirchnerismo. Ese factor es el desencanto, que no surge de la oposición sino de las propias filas que hasta no hace mucho simpatizaban con el Gobierno.

Cómo piensa Cristina ganar las elecciones
 
El objetivo del Gobierno es alentar nuevamente el consumo, aunque sea a costa de un mayor endeudamiento interno. La pregunta pasa por saber si esa medida alcanzará.
 
 
Al costo de un mayor endeudamiento interno, el Gobierno apuesta como nunca a que la mejora en algunos indicadores circunstanciales de la economía se convierta en el principal motor de su campaña electoral.
 
La inyección de dinero al mercado para alentar nuevamente un consumo que venía declinando será clave en los próximos meses, y allí estará depositada gran parte de la esperanza oficial de ganar las elecciones.
 
Razones no le faltan al kirchnerismo para pensar que será el bolsillo de los argentinos el que decidirá en las urnas. Hasta los economistas de la oposición admiten que en junio se produjo una recuperación de indicadores respecto de las caídas anteriores.
 
Según la consultora Poliarquía, por ejemplo, la imagen negativa del Gobierno bajó y subió la positiva, junto a una mejora del Índice de Confianza del Consumidor, al que siempre se lo vinculó con los resultados electorales del oficialismo.
 
Después de 10 años de gestión, al cabo de los cuales se advierte cierto agotamiento social por prácticas autoritarias del poder, y al tratarse de elecciones para legisladores y no para presidente, ¿le alcanzará a Cristina Fernández con que haya menos apremio económico en las familias?
 
 
Las razones
 
Todos confían en el caudal de adhesión con que cuenta la Presidenta, por encima de los nombres de los candidatos, que en realidad son bastante desconocidos. Una buena parte del kirchnerismo cree que las principales realizaciones valoradas en lo que denominan "la década ganada" siguen siendo suficientes para imponerse.
 
Otro sector, el más joven y pequeño del oficialismo, está convencido de que será la ideología lo que movilizará un voto triunfador. Para ellos, la reciente solidaridad de Cristina con el presidente de Bolivia, Evo Morales, por la retención de su avión unas horas en Europa, deja importantes réditos electorales.
 
En esos tres perfiles del oficialismo, junto a la posibilidad que tengan los sectores asalariados de consumir más, están las fichas que juega el Gobierno. En la Casa Rosada saben que no pueden alentar demasiadas esperanzas con lo que recogerán sus candidatos por sí mismos y por eso la Presidenta pedirá una especie de plebiscito a su persona.
 
Pero al margen de estas especulaciones de estrategia electoral, que permiten conocer cuál es la mirada del poder, está el día a día de una sociedad que ya no es indiferente. El fracaso del congelamiento de precios y la consiguiente inflación, el cepo cambiario, la ineficiencia de las políticas de transporte o de abastecimiento energético, son contrapesos que también jugarán fuerte.
 
Pero hay, sin embargo, un factor alentado especialmente por la corrupción y los errores no admitidos por el kirchnerismo. Ese factor es el desencanto, que no surge de la oposición sino de las propias filas que hasta no hace mucho simpatizaban con el Gobierno.
 
La candidatura en territorio bonaerense del intendente de Tigre, Sergio Massa, ha generado un polo de construcción de poder cuyas intenciones parecen ir más allá de las próximas elecciones. Sus asesores no dudan en señalarlo como el principal protagonista del post-kirchnerismo, ubicándolo en un centro convocante para sectores políticos hasta hoy con escasa representación.
 
Lo cierto es que Massa, con su sorpresiva decisión de apartarse aunque sea levemente del oficialismo, se ha sentado a la mesa de cualquier negociación política importante que apunte a la sucesión de Cristina.
 
 
La agenda
 
Hay también un antes de las elecciones con señales no satisfactorias para el Gobierno. La propia Presidenta y sus principales espadas creen que la Corte Suprema de Justicia no descartará de plano los cuestionamientos del Grupo Clarín a la Ley de Medios, sino que admitirá que algunos aspectos no se corresponden con el texto y el espíritu de la Constitución.
 
Se habría evaluado entonces que no es conveniente que el fallo de la Corte se produzca antes de las elecciones, ya que sería tomado por la oposición como una derrota oficial.
 
Por ese motivo, la procuradora general Alejandra Gils Carbó demoraría la elevación de su dictamen y así obligaría a la Corte a prolongar el plazo para expedirse. Como se sabe, los supremos tenían intención de fallar sobre la Ley de Medios antes del comienzo de la campaña electoral.
 
Ahora es probable que tengan que cambiar sus planes y cualquier análisis indica que lo conveniente para no politizar aún más el tema sería dictar sentencia después de octubre. Sobre este punto, sin embargo, aún no hay acuerdo en el Tribunal.
 
La campaña para las PASO ya ha comenzado a ganar impulso y como siempre, en épocas electorales, la realidad política tiene otro color.
 
Por Carlos Sacchetto
 
Fuente: losandes.com.ar

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02-08-2025 / 09:08
"El riesgo kuka" hizo saltar al dólar, según Luis "Toto" Caputo. El mismo cuco agitó Javier "el Loco" Milei: la deuda es de los kuka, "los datos dan bien, pero ellos dicen que está todo mal". Y advirtió sobre el "fraude" que harán los kukas en las elecciones bonaerenses. Los kuka tienen la culpa de todo. Pese al salvataje del FMI, la sociedad sabe que, antes o después de octubre, saltará la inflación contenida con medidas brutales e inútiles.
 
O sea, para el gobierno, el kirchnerismo disparó el dólar, tomó la deuda monstruosa y, si pierden, harán fraude. Está demostrado que cuando toda la culpa es de los demás, las cosas están peor de lo que parecen. Y lo que se ve, es que están muy mal.
 
El único esfuerzo real del gobierno este semestre ha sido quemar miles de millones de dólares para evitar un salto inflacionario antes de las elecciones de octubre. El costo material y humano ha sido brutal. Y el escenario mostró a un gobierno desorientado cuyas medidas desesperadas indujeron inquietud en los mercados que intentaban tranquilizar.
 
La sociedad en general está convencida de que, antes o después de octubre, el gobierno decidirá otra devaluación con inflación y salarios congelados. Milei cedió a regañadientes una baja en las retenciones y aumentó las tasas de interés de los bonos a niveles estratosféricos, pero no logró frenar la compra de la divisa, ni que liquiden las cosechas. Y el dólar ya toca la banda superior.
 
En el camino, grandes corporaciones anunciaron su salida del país y despidos en masa, la crisis en el consumo destruyó miles de comercios y advirtió a los gritos el sufrimiento de los salarios. "Los datos dan bien, pero los kukas dicen que están mal".
 
Bueno, no solamente los kukas. Echarle la culpa de todo a los demás es mala señal. La otra, pésima, son las entrevistas con Fantino o con Majul. Si Milei necesita dar explicaciones sin que repregunten de verdad, es porque todo está mal.
 
El fracaso del programa libertario desencadenó la crisis en salud, educación y provocó un deterioro trágico en la calidad de vida de la mayoría de los argentinos. Pero no tuvo todavía repercusión equivalente en el plano de la política. Una mitad de la población participó o respaldó numerosas movilizaciones. Pese a todo, una minoría de esa mitad apoya al gobierno. Otra mitad permaneció impasible aunque sufriente.
 
La mayoría de esa mitad respalda al gobierno a pesar de sufrir las consecuencias del ajuste. Y la otra parte fue alejada de la política. La explicación del ausentismo no es una. Es más complejo. Por la causa que fuera, el dato innegable es que una porción importante no se siente contenida por el sistema político. No es un buen momento para el gobierno y menos para el país.
 
El peligro del ausentismo presionó un acuerdo de unidad en el peronismo bonaerense. Tendrá que presentar candidatos creíbles y hacer creíble sus propuestas. No está en condiciones de limitarse a los medios y a la propaganda. Tendrá que hacer campaña cara a cara y casa por casa. Los intendentes y la militancia tienen esa capacidad de llegada. 
 

02-08-2025 / 08:08
La economía libertaria es como un truco barato de feria: parece mágica hasta que te das cuenta que te robaron la billetera. En febrero, el prescindente Javier "el Loco" Milei aseguraba en tono mesiánico que el dólar se iba a desplomar a 600 pesos. En febrero decía que la divisa "caía como un piano". Hoy se disparó al doble, el Gobierno culpa al "Riesgo Kuka", y mientras tanto, aumenta la nafta, el bondi, el cable y hasta la desilusión.
 
"Se cae como un piano", dijo, con esa verborragia de showman desquiciado en gira permanente. Seis meses después, el único piano que cayó fue el que aplastó su credibilidad. Hoy el dólar roza los 1400 pesos y el oficialismo, en lugar de asumir la catástrofe, desempolva el viejo recurso de echarle la culpa al "Riesgo Kuka". Una excusa tan berreta como decir que llueve porque alguien lava el auto.
 
Ya no alcanza con pelearse con la "casta": ahora Milei pelea contra el dólar como si fuera un fantasma peronista. Mientras tanto, la realidad patea la puerta con aumentos en combustibles, transporte, prepagas, alquileres y servicios. Todo junto. Todo de golpe. Todo firmado por él.
 
Sí, por el mismo que decía que los precios iban a bajar porque "ajustar era gratis" y que la inflación se combatía con confianza de mercado. Ahora hay más inflación, menos confianza y un mercado que se ríe del Gobierno libertariano con la misma condescendencia que uno le tiene a un primo que quiere inventar la rueda.
 
Contra el relato del Gobierno, el 14% de suba del dólar en julio impacta fuerte en los precios. Los diez gigantes del consumo masivo ya les avisaron a los supermercados que, desde el lunes, aplicarán aumentos que van del 3 al 9% en alimentos, bebidas, productos de limpieza, lácteos y aceites. Los autos no quieren perder la carrera y habrá incrementos de hasta 12% en concesionarias.
 
Agosto arrancó con subas por todos lados: aumentó la nafta por el reacomodamiento de impuestos al combustible líquido y al dióxido de carbono (una decisión del propio Ejecutivo que ahora pretende disimular con tecnicismos). El transporte público en el AMBA subió 3,6 por ciento, las prepagas aplicaron subas de hasta 1,9 por ciento, y los servicios de cable y telefonía ya remarcaron hasta un 3 por ciento.
 
Mientras tanto, los inquilinos con contratos viejos enfrentan aumentos de más del 55 por ciento, y quienes firmaron sin la ley derogada tampoco zafan: el índice de ajuste da más del 6 por ciento trimestral. Todo sube, menos el delirio libertario de Milei, que ya tocó el techo.
 
La disparada del dólar y la aceleración de precios acorralan al ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo y la estrategia que diseñó para llegar a las elecciones con el tipo de cambio bajo control y la inflación en descenso entró en crisis. La apertura del cepo se le volvió en contra, ya se gastó los ingresos extraordinarios del campo, el carry trade se diluye y ni siquiera vienen los inversores especulativos.
 
La Opinión Popular
 

01-08-2025 / 10:08
El dólar oficial subió 55 pesos y cerró a $1380. El salto se dio a pesar de la disparatada suba de las tasas, las intervenciones en el mercado de futuros, la baja de las retenciones y el anuncio del desembolso del FMI. Ya empezaron a circular nuevas listas de precios con subas del 9%. Atónito, Luis "Toto" Caputo solo atinó a decir que "era esperable" y Javier "el Loco" Milei insólitamente acusó a la vice presidenta Victoria Villarruel.
 
El dólar no trepó por la incertidumbre económica, ni por la licuadora encendida, ni por los despidos, ni por la miseria planificada: subió, según el prescindente Milei, porque Villarruel abrió el Senado. Sí, abrir el Congreso, para el funcionamiento democrático, sería ahora un acto golpista, un ataque fiscal, una amenaza monetaria. El delirio paranoico de Milei no descansa.
 
La escena ocurrió en Neura, el set donde el prescindente se sienta a filosofar con la economía nacional como si fuera un pizarrón de secundaria: garabatos, triángulos, y esa verborragia loca que intenta disimular un modelo económico anarco capitalista, que no se aplicó en ningún lugar del mundo, y que aquí se cae a pedazos.
 
En el set, Milei desempolvó su libreto favorito: culpar a todos, menos a sí mismo. Esta vez, la elegida fue su propia vicepresidenta, a quien señaló por permitir una sesión parlamentaria. El delito: que el Congreso sesione. El crimen: que la oposición gane.
 
"La traidora generó ruido y habilitó una corrida", soltó sin pestañar el desquiciado. El dólar blue ya había explotado, los precios volaban, los mercados no confiaban ni en su sombra, pero el responsable era Villarruel por dejar que la democracia funcione. Para Milei, abrir el Senado es tan desestabilizador como un golpe de Estado.
 
Mientras los argentinos miran los precios cambiar todos los días, el prescindente se entretiene redibujando su "triángulo de hierro" de poder. Esta vez, con Santiago Caputo como el maquiavelo de los zócalos, Karina "la Recaudadoras" Milei como emperatriz repostera sin cargo, y Guillermo Francos como el telefonista de lo imposible. Todo pasa por él, dice Milei.
 
La economía está en terapia, la política institucional colapsa, y él sigue aferrado a una lógica de meme presidencial: si el Congreso sesiona, los mercados lloran; si la oposición legisla, el dólar salta; si alguien no obedece, es traidor. El enemigo es cualquiera que no lo aplauda. Incluso su propia compañera de fórmula.
 
Lo más absurdo: mientras culpa a Villarruel de "romper el equilibrio fiscal", admite que él mismo y su equipo "armaron un bolsón de liquidez". Es decir, tiraron plata al mercado y se indignan porque el mercado respondió como mercado. Pero mejor que el culpable sea otro.
 
En un país donde el Estado se achica para el pueblo pero crece en blindajes para el poder económico, Milei sigue creyendo que todo lo malo viene de afuera: del Congreso, de la "casta", de los traidores internos. Nunca de su propio desgobierno. Nunca de las consecuencias de su "modelo" de beneficiar solo a los más ricos, la oligarquía terrateniente, y fundir a los sectores populares.
 
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31-07-2025 / 11:07
Un video grabado con cámara oculta en Nueva York muestra al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, ofreciendo su influencia política a Tim Ballard, exagente acusado de abuso y trata. El ministro le promete contactos con jueces, legisladores y periodistas para limpiar su imagen en Argentina. La oposición reaccionó con dureza. "Debe renunciar o enfrentar juicio político", exigieron Esteban Paulón, Mónica Fein y Maximiliano Ferraro. "Un escándalo que exhibe tráfico de influencias y violación de la Ley de Ética Pública", señaló este último. El Gobierno de Javier "el Loco" Milei aún no emitió respuesta oficial.
 
El video generó un fuerte impacto político. En las imágenes se escucha al ministro asegurar que puede "armarle algo lindo" a Ballard con ayuda de periodistas y que está dispuesto a revisar un proyecto de ley "a medida" antes de enviarlo al Congreso. También menciona la posibilidad de conseguirle reuniones con jueces y legisladores, comprometiendo la institucionalidad del Ministerio de Justicia. ¿A qué se refería el ministro de Justicia? Posiblemente a que Patricia Bullrich había bloqueado un encuentro con Milei después de denunciar que Ballard -que se presenta como un exagente de inteligencia que se dedica a perseguir la trata de personas- es, en realidad, "un abusador" con 23 denuncias en su contra.
 
El 22 de febrero pasado, Milei, de traje y corbata azul, se paró frente al auditorio de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) y dijo que ese día estaban haciendo historia. Habló de los males del Estado omnipresente y de la civilización. Cuando terminó su discurso, posó para una foto con Ballard. "Tuve una gran conversación con Javier Milei de Argentina. Regresaré a la Argentina esta semana con él y su equipo", escribió en su Instagram. Aparentemente, ese regreso no fue tal como lo había planeado Ballard, y la responsable fue la ministra de Seguridad.
 
Milei y La Libertad Avanza (LLA) conocen hace tiempo la historia de Ballard. Gran parte de esta trama está narrada en El arca de Milei, el libro de Valeria Di Croce. En 2023, después de las PASO, Milei y Victoria Villarruel se reunieron con Eduardo Verástegui, que acababa de estrenar la película Sound of Freedom (Sonido de libertad), que cuenta la historia de Ballard y es considerada una pieza de propaganda de la extrema derecha. La dupla presidencial firmó entonces un acta compromiso para erradicar la trata sexual infantil y el tráfico de órganos de niños y adolescentes. Ya la habían firmado Donald Trump (Estados Unidos) y Nayib Bukele (El Salvador).
 
Ballard ya había caído en desgracia. En junio de 2023, la ONG que él mismo había creado, Operation Underground Railroad (OUR), informó que ya no pertenecía a la entidad. En ese momento se habló de que siete mujeres lo denunciaban por abusos. También fue expulsado de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Ballard siguió impulsando otros grupos que le sirvieron como carta de presentación. Es parte de la fundación Aerial Recovery, que en marzo de este año firmó un convenio marco con el procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, lo que le habría dado la posibilidad de inmiscuirse en algunos operativos.
 
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30-07-2025 / 10:07
En la demanda colectiva por la criptoestafa que tramita en los tribunales de Nueva York, Javier "el Loco" Milei fue acusado de haber realizado "una declaración promocional altamente engañosa" que fue "estratégicamente planificada para dar a $LIBRA una falsa apariencia de legitimación en el momento del lanzamiento del token", en la que cayeron "decenas de miles de consumidores razonables".
 
El texto señala que "el proyecto de inversión" que el tuit del presidente del 14 de febrero asociaba a la criptomoneda "era falso". El posteo decía que el propósito era fondear y así impulsar pequeños emprendimientos. Involucran así a Milei en la denuncia colectiva que se tramita en EE.UU. por el caso $LIBRA.
 
El expediente civil que tramita en el juzgado de Jennifer Rochon apunta a Hayden Davis, creador de $LIBRA, y a su empresa Kelsier Ventures; a Julian Peh y su firma Kip Protocol, que participaban del desarrollo del supuesto proyecto; y a Benjamin Chow, exCEO de Meteora, la plataforma utilizada.
 
Milei no figura entre los demandados por el momento porque mientras sea jefe de Estado goza en Estados Unidos de inmunidad. Pero a largo plazo podría extenderse el reclamo hacia a él. El hecho de que el mandatario sea mencionado en el escrito parece ser un mensaje del estilo de: "alguien, sea Davis o Milei, u otro, nos tiene que devolver lo perdido".
 
La afirmación que compromete al Presidente es parte de un planteo donde los estudios que representan a los demandantes, Burwick Law y Hoppin Grinsell, piden que se mantenga el congelamiento de 57,654,371 millones de USDC (dólar cripto, que equivale al dólar billete) "junto con cualquier otro producto de $LIBRA retenido en dos billeteras de criptomonedas específicamente identificadas" que son "LIBRA Wallet 1 y LIBRA Wallet 2".
 
Le solicitan específicamente una medida cautelar que inmovilice los activos hasta el final del juicio, para garantizar la eventual restitución de lo que alegan haber perdido. "Cuando decenas de miles de inversores perdieron más de 280 millones de dólares en un fraude coordinado de criptomonedas", solicitaron las facultades de este Tribunal para preservar el producto de dicho fraude.
 
Los demandados (por Davis y Chow, que se presentaron en la causa) ahora piden a este Tribunal que mire hacia otro lado y "que trate los activos digitales que se mueven con solo pulsar un botón a través de redes anónimas, como si fueran dinero en efectivo guardado a salvo en una bóveda de un banco", dice el escrito.
 
La denuncia en Nueva York refuerza la hipótesis de que la promoción de LIBRA por parte de Milei no fue inocente. Según los demandantes, el presidente habría utilizado su investidura para legitimar LIBRA, participando en la estafa.
 
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