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Nacionales - 03-11-2012 / 08:11
CLAUDICACIÓN CRISTINISTA FRENTE AL MACRISMO

El pacto de Cristina con Macri, otro signo de un modelo que se deshilacha

El pacto de Cristina con Macri, otro signo de un modelo que se deshilacha
Cristina Kirchner ordenó a sus legisladores porteños bajar todas las banderas y votar obedientes los proyectos que le interesan al PRO. Años de retórica inflamada, decenas de marchas, festivales y otras vernisagge progresistas en defensa del Borda, quedaron sepultadas bajo el voto obediente a la venta del edificio del Mercado del Plata, que financiará la construcción de la nueva sede del gobierno porteño en la zona de ese hospital.
Cristina Kirchner ordenó a sus legisladores porteños bajar todas las banderas y votar obedientes los proyectos que le interesan al PRO.
 
La movida, casi una rendición ante Mauricio Macri después de años de retórica desafiante, estuvo signada por la necesidad conseguir recursos para el programa de viviendas Procrear, una de las últimas ideas que salió del laboratorio del voluntarista viceministro de Economía Axel Kicillof, la bala de plata del gobierno para reactivar la economía.
 
Y ese dato es toda una revelación del momento actual que vive el gobierno. De la orfandad de iniciativas de impacto real en la economía -más allá de los reiterados anuncios de mega obras que nunca se concretan-, que agobia el día a día del kirchnerismo. Para que todas las esperanzas -y el gasto político- estén cifradas en tan módica iniciativa.
 
Si en política hay que tragarse un sapo cada mañana, el kirchnerismo se dio un atracón de esos que dejan huella. Para que se entienda: el kirchnerismo votó habilitaciones para shoppings, venta de bienes públicos, autorización para tomar deuda externa y cesión de tierras del Estado para desarrollar negocios inmobiliarios. Es decir, acompañó todo aquello a lo que dice oponerse.
 
A cambio de ese container de iniciativas, los kirchneristas le pidieron a Macri que sufriera el terrible "sacrificio" de impulsar la rezonificación de terrenos ferroviarios para desarrollar negocios urbanísticos. O sea, lo forzaron a hacer lo que le gusta.
 
Se trata de un acuerdo vergonzante para el kirchnerismo que entiende que ceder ante Macri es una derrota política. Es decir, los kirchneristas fueron por lana y terminaron esquilados.
 
Lo que entra en contradicción con esta realidad es la perorata inflamada de La Cámpora, el relato anti corporación del kirchnerismo, su apelación constante a una revolución que por ahora, parece desplegarse sólo en su imaginación.
 
¿Se trata de una postal del futuro que acaso vaticina acuerdos con otros demonios que gusta agitar el kirchnerismo? ¿Una guía de los virajes que se pueden esperar en tiempos de declive? ¿Scioli, Clarín, el peronismo?

El pacto de Cristina con Macri, otro signo de un modelo que se deshilacha
 
Por Ignacio Fidanza
 
La noche del jueves en la Legislatura porteña fue uno de esos momentos que sintetizan en su dramatismo los cambios de época. La imagen de los legisladores kirchneristas arriados por un cabizbajo Juan Cabandié, para votar todos los grandes negocios inmobiliarios que diseñó la gestión de Mauricio Macri fue conmocionante.
 
Años de retórica inflamada, decenas de marchas, festivales y otras vernisagge progresistas en defensa del Borda, quedaron sepultadas bajo el voto obediente a la venta del edificio del Mercado del Plata, que financiará la construcción de la nueva sede del gobierno porteño en la zona de ese hospital.
 
Fue apenas una -acaso la más flagrante- de las tantas contradicciones con las que el kirchnerismo liderado por el joven camporista, se flageló en la larga noche del jueves. Si en política hay que tragarse un sapo cada mañana, ayer el kirchnerismo se dio un atracón de esos que dejan huella.
 
Para que se entienda: el kirchnerismo votó habilitaciones para shoppings, venta de bienes públicos, autorización para tomar deuda externa y cesión de tierras del Estado para desarrollar negocios inmobiliarios. Es decir, acompañó todo aquello a lo que dice oponerse.
 
A cambio de ese container de iniciativas, los kirchneristas le pidieron a Macri que sufriera el terrible "sacrificio" de impulsar la rezonificación de terrenos ferroviarios para desarrollar negocios urbanísticos. O sea, lo forzaron a hacer lo que le gusta.
 
¿Pero qué fue lo que motivó el giro? Según explicaron a este medio protagonistas de la negociación -que en su fase más visible encabezaron el macrista Cristian Ritondo y los kirchneristas Cabandié, Axel Kicillof y Diego Bossio-, Cristina Kirchner cifra grandes esperanzas en el impacto positivo sobre la economía que tendrá el plan de viviendas Procrear, una de las últimas criaturas que salió del laboratorio del voluntarista viceministro de Economía.
 
Como es muy difícil hacer keynesianismo en un gobierno que se está quedando sin plata, Kicillof ideó un programa genial: se venden los terrenos del ferrocarril y con esa plata se hacen viviendas por arriba y el soterramiento del Sarmiento por abajo. Claro que para construir viviendas es necesario rezonificar los terrenos y esto obliga a pasar por la Legislatura porteña, que domina el macrismo.
 
Y ese dato acaso sea toda una revelación del momento actual que vive el gobierno. De la orfandad de iniciativas de impacto real en la economía -más allá de los reiterados anuncios de mega obras que nunca se concretan-, que agobia el día a día del kirchnerismo. Para que todas las esperanzas -y el gasto político- estén cifradas en tan módica iniciativa.
 
Las mismas fuentes revelaron que además, Cristina estaría harta que le sigan recordando que el famoso soterramiento ya fue anunciado unas cinco veces en sus dos mandatos y pese a las fotos que se saca el ministro Florencio Randazzo con las tuneladoras, sigue durmiendo el sueño de los justos.
 
 
Coincidencias
 
Que la obra del Soterramiento este a cargo de Iecsa-Ghella de Angelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri, es una coincidencia. Misma coincidencia que ubica a Eduardo Elsztain, dueño de Irsa, en el centro de la mayoría de las iniciativas urbanas que ayer votaron juntos macristas y kirchneristas.
 
Sin embargo, que se unan gobernantes y grandes magnates de la construcción para desarrollar proyectos que movilizan miles de millones, no debería alarmar a nadie. Es política habitual en una sociedad capitalista. Genera empleo y riqueza -mas a unos que a otros, es verdad-.
 
Lo que entra en contradicción con esta realidad es la perorata inflamada de La Cámpora, el relato anti corporación del kirchnerismo, su apelación constante a una revolución que por ahora, parece desplegarse sólo en su imaginación. "Andá a militar con Elsztain", mortificaban ayer en la madrugada a Cabandié desde las tribunas, cuando masculló la apelación a una difusa "política real" para explicar el giro de su bancada.
 
 
Ganadores y perdedores
 
Lo cierto es que lo que ocurrió anoche no fue otra cosa que lo que venía reclamando hace años Macri -y en menor medida Cristina-. El diálogo civilizado entre ambas administraciones para acordar iniciativas estratégicas para la Ciudad.
 
Nada de lo votado es oprobioso per se y posiblemente si se concretan algunas de esas iniciativas, ayuden a cambiar para bien muchas zonas de la Capital ¿Entonces porqué el secretismo? ¿Por qué no se anunció el acuerdo con un gran acto en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada en el que Cristina y Macri ofrecieran un ejemplo de civismo?
 
La explicación es sencilla: Se trata de un acuerdo vergonzante para el kirchnerismo que entiende que ceder ante Macri es una derrota política. Mejor que todo quede entonces a nivel de "la Legislatura". Forzando la ficción de una autonomía extravagante de Ritondo y Cabandié, que por su cuenta sellaron una negociación que a sus líderes les fue imposible conseguir, o mejor, que ni siquiera les interesa.
 
 
La negociación
 
Las conversaciones comenzaron semanas atrás piloteadas por Ritondo quien avanzó bastante con sus amigos Cabandié y Dante Gullo, hasta que al llegar la hora de las definiciones la Casa Rosada sumó a Kicillof y Bossio. Mientras que desde el macrismo subieron a las conversaciones al ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain. También hubo intervenciones puntuales de otros funcionarios.
 
Lo interesante de esta experiencia es que también sirvió para medir la eficacia de los hombres que Cristina eligió como sus primeras espadas políticas en este segundo mandato. Y el balance no parece del todo satisfactorio para la Casa Rosada. Si en años pasados la distancia política entre los funcionarios del gobierno nacional y los de Macri era aplastante, hoy esto ya no es tan evidente y por momentos la gente del PRO casi parece más experimentada.
 
En una de las primeras reuniones, luego de soportar una larga perorata de Kicillof, Ritondo y Chain escucharon a un sobrador Cabandié que les dijo: "Si ustedes nos votan lo de los terrenos ferroviarios, nosotros les votamos lo de Santa María del Plata", fue una referencia chicanera al proyecto de Elsztain en la Costanera Sur. Una manera de decirles "les votamos el negocio que es lo único que a ustedes les interesa".
 
Imperturbale, Chain les contestó: "Ese proyecto no es una prioridad para nosotros". Y los papeles se les quemaron a los jóvenes funcionarios de Cristina. Fue en ese preciso momento que el PRO logró meter por la ventana todo un container de proyectos congelados, algunos incluso redactados de apuro la noche previa a la sesión, como el endeudamiento de 250 millones de dólares para el arroyo Vega.
 
Y además se aseguraron la aprobación del proyecto de Elsztain que desplazaron en el tiempo, pero tuvieron el cuidado de anudar a la aprobación del Polo Audiovisual de la Isla de Marchi, otra de las obsesiones de Cristina. Es decir, los kirchneristas fueron por lana y terminaron esquilados.
 
La negociación incluso tuvo momentos ingratos para jóvenes acostumbrados a mandar sin mayores explicaciones. Paciente, Chain les explicó a sus interlocutores todos los flancos que tiene el proyecto de Cristina, siendo uno no menor la posibilidad de que lo trabe un amparo judicial: "Como los que todo el tiempo nos mete a nosotros Lubertino", advirtió.
 
"De controlar a Lubertino me encargó yo", sacó pecho Cabandié. Ayer por la noche la ex titular del Inadi votó en contra de todas las iniciativas, pese a los denodados esfuerzos de Cabandié y Kicillof por hacerla cambiar de opinión.
 
 
Zozobras
 
El acuerdo estuvo a punto de caerse el lunes pasado cuando la jueza kirchnerista Patricia López Vergara dictó un amparo que trabó el proyecto de traslado del gobierno porteño al sur de la Ciudad. Decisión que fue ampliamente difundida en los medios kirchneristas, a los que acaso les llegó tarde la notificación del cambio de rumbo.
 
"Así no hay acuerdo posible", le advirtió Chaín a sus interlocutores, que se apresuraron a tranquilizarlo y todo volvió a su cauce.
 
En el medio, los jóvenes camporistas recibieron una lección implacable de real politik que abre no pocos interrogantes ¿Se trata de una postal del futuro que acaso vaticina futuros acuerdos con otros demonios que gusta agitar el kirchnerismo? ¿Una guía de los virajes que se pueden esperar en tiempos de declive? ¿Scioli, Clarín, el peronismo?
 
Son interrogantes que empiezan a recorrer la estructura de un poder, donde las miradas empiezan a abrirse hacia los costados y casi nadie quiere tener el honor de ser el héroe que libre la última batalla.
 
Fuente: La Política Online

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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