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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 20-03-2012 / 09:03
EFEMÉRIDES POPULARES. EL 20 DE MARZO DE 1962 SE INTERVIENE LAS PROVINCIAS DE BUENOS AIRES, CHACO, RÍO NEGRO, SANTIAGO DEL ESTERO Y TUCUMÁN

Frondizi decreta la intervención federal en las provincias donde triunfó el peronismo

Frondizi decreta la intervención federal en las provincias donde triunfó el peronismo
El Presidente, Arturo Frondizi, hablando con su ministro de Economía Álvaro Alsogaray (derecha), en 1959.
En las elecciones del 18 de marzo de 1962 el peronismo proscripto ganó la gobernación de diez de las catorce provincias, incluida la Provincia de Buenos Aires, donde triunfó el combativo dirigente sindical textil Andrés Framini.
 
Los militares gorilas querían que el Presidente Arturo Frondizi anulara las elecciones para que el peronismo no tuviera así ningún diputado ni senador en el Congreso; para evitar esto, Frondizi intentó realizar una maniobra e intervino en ocho provincias, con la idea de quitar los gobernadores peronistas electos, pero no anular las elecciones, como le exigían los militares.
 
El 20 de marzo de 1962 Frondizi decreta la intervención federal de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Río Negro, Santiago del Estero y Tucumán.
 
De todos modos, no pudo evitar el golpe militar que lo derrocó pocos días después. El 29 de marzo fue detenido por miembros de las Fuerzas Armadas y fue recluido en la Isla Martín García.
 
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07-09-2025 / 11:09
El resultado de las elecciones bonaerenses definirá mucho más que un reparto de bancas: marcará si el peronismo puede quebrar dos décadas de derrotas en medio término o si La Libertad Avanza logra sostener, aunque sea por un voto, un experimento de gobierno corroído por la crisis económica, las internas y los escándalos de corrupción. En cualquiera de los dos escenarios -triunfo oficialista o derrota- se abre un horizonte de ingobernabilidad con consecuencias inmediatas para la estabilidad política y el futuro del ciclo libertario.
 
El peronismo ganó por última vez una elección de medio término en la provincia de Buenos Aires hace veinte años. Luego no pudo hacerlo aunque llevó como candidatos a Néstor Kirchner (en 2009 fue derrotado por Francisco De Narváez) y a Cristina Fernández de Kirchner (en 2017 terminó perdiendo contra Esteban Bullrich); ni como oficialismo (en 2009, 2013 y 2021) ni como oposición (en 2017).
 
Una nueva derrota, esta vez bajo el nombre de Fuerza Patria, que no puede descartarse, aunque la mayoría de los sondeos le asignen cierto favoritismo, estaría lejos de ser una sorpresa o un evento excepcional. El recuerdo de la experiencia fallida del Frente de Todos aún es reciente y, para peor, la oferta política de este año no difiere demasiado de aquella.
 
El acceso de más dirigentes, como Axel Kicillof y Juan Grabois, a la mesa de decisiones, ganado con pulso político y apoyo en las bases, es un camino en la dirección correcta pero no ha sido suficiente hasta ahora para darle al espacio una nueva identidad que pueda atender una demanda que vas más allá de la trinchera contra los avances de la topadora anarcocapitalista.
 
Las internas, lejos de haber amainado, sólo están contenidas por mérito de los propios hermanos Milei. En ese contexto, haber llegado al día de las elecciones bonaerenses en condiciones competitivas es un mérito que comparten algunos aciertos propios con muchos errores y horrores ajenos. Nadie sabe qué va a pasar.
 
Pero si el peronismo tiene chances de hacer un papel decoroso es exclusivamente porque se llega al día de la elección con un oficialismo que se está cayendo a pedazos en todos los frentes: la macro, la micro, sus alianzas en el Congreso, en las provincias, en el empresariado local y hasta con el gobierno de Estados Unidos, los escándalos de corrupción y las internas que en las horas previas a los comicios escalaron a velocidad vertiginosa.
 
Si La Libertad Avanza gana, todos esos problemas seguirán allí el lunes por la mañana. Un triunfo puede darle un poco de aire, pero el premio no se paga en efectivo y el problema del gobierno nacional es que no hay plata. Dólares, para ser más específicos.
 
Ya se fumaron una megadevaluación, un blanqueo histórico, un acuerdo con el Fondo, un espaldarazo del Tesoro yanqui, ya intervino en las cotizaciones paralelas, en el mercado de futuros y finalmente esta semana reventó 500 palos para sostener la cotización por debajo de los 1400 pesos. A este ritmo tienen plata para aguantar una semana o diez días más, tope.
 
Por supuesto, un triunfo del oficialismo, aunque sea por un voto, será esgrimido por Milei como patente de corso para profundizar el saqueo de las arcas públicas, el ajuste en beneficio de los más adinerados y sobre todo la violencia, la represión y el autoritarismo. Lo usará como excusa para escalar su conflicto con otros poderes, la persecución a la prensa y la criminalización de cualquier forma de disidencia política. 
 

07-09-2025 / 09:09
Javier Milei y Luis Caputo, entre CEOS tiburones que huelen sangre. Cualquiera sea el resultado electoral de hoy en la provincia de Buenos Aires, la gran mayoría del establishment no espera ninguna mejora en el panorama económico. Para ellos, Milei va dejando de ser "el loco que ilusiona" para convertirse en un inútil que no controla las variables básicas. Caputo está "cansado" y dice que "la estabilización está cumplida y ahora tiene que hacerse cargo la política".
 
Por primera vez en casi dos años, el establishment empezó a sentarse con la oposición a charlar de política. La crisis económica y, sobre todo, el coima-gate apuraron los plazos de interacciones con el bloque de gobernadores, dirigentes del PJ y Mauricio Macri. El diagnóstico es que, pase lo que pase en las elecciones, la interna libertaria y el ajuste llevaron a Milei del "loco" que ilusionaba a un mandatario que no controla las variables.
 
La política es cíclica y repite situaciones cada vez con mayor velocidad. A fines del segundo año de "el Gato" Macri en el Gobierno, incluso luego del triunfo en las legislativas del 2017, los empresarios más importantes del país empezaron a retomar los contactos con sectores opositores.
 
En aquel entonces, apareció esa inquietud, propia de los que observan que los proyectos llegan a un cuello de botella que, en general, tiene que ver con una economía que empieza a mostrar falencias serias o, directamente, se frena sin más. Se había empezado a terminar el amor entre el poder económico y el presidente amarillo.
 
Hoy, a un año y ocho meses de haber asumido, a Milei parece estar pasándole lo mismo. Las conversaciones del poder real, el establishment, con diferentes terminales de la oposición, se dan luego de un tiempo prudencial de paciencia (para los empresarios), en el que observan que el programa de ajuste no evolucionó a un escenario virtuoso de crecimiento. Más bien se estancó. Este proceso nada tiene que ver, incluso, con resultados electorales. Es una muestra de desgaste.
 
A diferencia de Macri, a Milei le estalló un grave escándalo de corrupción en el camino. Aquellos que hasta no hace tanto comparaban al Macri del 17 con el Milei actual, ahora aseveran que el libertario está mucho más debilitado que el ex presidente. Cuenta con menos espalda política y focos ígneos en casi todos los frentes.
 
El Presidente tiene, además, otra contra, que se comentó en estos días en encuentros de banqueros e industriales: pase lo que pase en las votaciones, el desgaste de la gestión política y económica augura un futuro corto muy malo. Y ese futuro convulsionado incluye el debate interno sobre cambios de fondo en la gestión del Ministerio de Hacienda.
 
Por lo antes mencionado, los empresarios hablan con los gobernadores que hicieron rancho aparte luego de haber bancado a Milei, en el inicio; con tres dirigentes muy importantes del espacio del peronismo y afines; y con todo aquel que ofrezca una lectura alternativa. Los más conservadores volvieron a acercarse a Mauricio Macri, y otro tanto al ex alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Muy requerido.
 
Ni siquiera les exigen un plan de Gobierno, sino más bien un simple espacio catártico, un oasis para descargar lo que no se puede hablar con Milei. Casi una instancia colaborativa de búsqueda de una transición a algún lugar que, definitivamente para ellos, no es este. Tampoco saben aún cuál es. 
 

06-09-2025 / 11:09
Cuatro meses después de que Javier "el Loco" Milei anunciara que había llegado "la hora del crecimiento", con la inflación que ya tenía "fecha de defunción", la realidad se presenta invertida. La inflación va para arriba, igual que el dólar, las tasas, los encajes y el riesgo país. La producción, el crédito y el consumo se sumergen en la recesión. Y el Gobierno avisa que el programa no resiste una derrota electoral.
 
La salud mental del prescindente Milei se convirtió en un tema de creciente preocupación en el ámbito político y social, especialmente ante las decisiones erráticas y la incapacidad de su Gobierno para resolver los problemas que económicos y sociales. Expertos y analistas han comenzado a cuestionar si estos comportamientos reflejan un estado psicológico que trasciende lo meramente político, impactando directamente la estabilidad del Ejecutivo.
 
En este marco, el periodista y médico Nelson Castro realizó un diagnóstico contundente: "Estamos frente a un presidente de la República, con un problema psíquico importante de comportamiento en cuanto a conducta". Estas conductas, según Castro, no solo afectan la gestión presidencial, sino que generan una "fragilidad" estructural en el Gobierno, poniendo en jaque su estabilidad política y económica.
 
Durante su columna radial, el periodista aseveró con firmeza: "Estamos frente a un presidente de la República, digo con toda responsabilidad, con un problema psíquico importante de comportamiento en cuanto a conducta". Castro señaló que la obstinada negativa de Milei a buscar acuerdos políticos, a pesar de liderar un gobierno en minoría, es una muestra clara de estas conductas "ilógicas".
 
Esta actitud, según explicó, tiene un impacto directo en la gobernabilidad: "Un gobierno que vive peleándose todo el tiempo y no tiene ninguna mayoría, es un gobierno con una fragilidad y una pérdida de poder político fenomenal". Además, apuntó a la relación entre Milei y su hermana, Karina Milei, como un factor adicional que agrava la situación.
 
Según el periodista, existe una "relación patológica" que influye negativamente en las decisiones del Ejecutivo, consolidando un entorno de gestión marcado por la desconfianza y la confrontación. El conductor evocó la figura de Winston Churchill, recordando cómo las revelaciones póstumas de su médico expusieron las vulnerabilidades de su liderazgo.
 
En este sentido, Castro advirtió que la sociedad argentina podría llegar a preguntarse en el futuro: "¿En manos de quién estuvimos?". Esta preocupación, aseguró, ya comienza a resonar con fuerza en los círculos de poder económico: "En el mundo de los negocios y en el mundo de las finanzas, esto ya se está instalando".
 
El diagnóstico médico coincide con lo que en octubre de 2023 advirtió un ex profesor del presindente. "Es terrible. El problema de Milei es que dice que es liberal. Fue mi alumno en Buenos Aires. En primer lugar, es un loco, y solo en segundo plano es liberal", describió en su momento el economista francés Guy Sorman.
 
Ahora, los dichos de Castro llegan en un momento crítico para el desgobierno de Milei, con las inminentes elecciones en la provincia de Buenos Aires y en octubre a nivel nacional. Además, enfrenta crecientes cuestionamientos por su gestión económica y escándalos de corrupción, como los relacionados con su hermana y presuntas irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad.
 
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05-09-2025 / 09:09
El Senado de la Nación volteó el veto a la Emergencia en Discapacidad por amplísima mayoría, dejando expuesta la crueldad del ajuste que implementa Javier "el Loco" Milei. Es la primera vez en la era libertaria, justo en medio del escándalo por las coimas de Karina "la Recaudadora" Milei en la Andis. No fue el único golpe al Gobierno. También dieron media sanción a la reforma de la ley que regula los DNU, lo que amenaza aún más su estilo autoritario de gestión y su experimento anarco capitalista.
 
Con una nueva multitudinaria concentración frente al Congreso del colectivo de personas con discapacidad, el cruel Gobierno libertario sufrió una nueva derrota, producto de la lucha. Haber logrado que se voltee el veto presidencial constituye un hecho histórico y solo es explicable por la persistente pelea que dieron los colectivos del área junto a diversas organizaciones políticas y sociales.
 
En el Congreso, hasta su propio bloque libertario hace agua: la Ley de Emergencia en Discapacidad le tiró por la borda el veto presidencial, un cachetazo político que deja claro que ni los legisladores se compran el verso. Pero Milei insiste: si los números macros cierran, que la realidad reviente. El presidente muestra porcentajes como si fueran estampitas, y espera que la fe alcance para calmar al dólar, al riesgo país y a los aliados que le votan en contra. El problema es que nadie cree en milagros contables.
 
Mientras tanto, el FMI le suelta un desembolso de 2 mil millones de dólares, no por amor a las reformas, sino porque cualquier incendio en Argentina les salpica a ellos también. Es decir: te pagan para que no te quemes la casa... aunque el humo ya se ve desde la esquina. En Wall Street los mercados celebran, acá se hunden: dólar más 2 por ciento, riesgo país más 20 por ciento y MERVAL menos 5 por ciento en apenas días. Pero Milei repite que todo es culpa de "la casta" y de los "traidores" que no entienden su plan maestro de convertir los LECAPs en estampitas coleccionables.
 
La "política anti-volatilidad" del Gobierno es como apagar un incendio tirando nafta: suben tasas al 75 por ciento TEA para que nadie se escape del peso, pero el costo son intereses que ya devoran 1,7 por ciento del PBI y familias con la misma morosidad que en pandemia. La bicicleta se llama "estabilidad", aunque tenga las ruedas pinchadas.
 
Y claro, el ajuste selectivo: jubilaciones indexadas para no perder votos, recorte en planes sociales y sueldos públicos para que la foto cierre. Milei lo vende como cirugía mayor, pero parece más bien un cirujano que opera con serrucho en una guardia de hospital público. Pero por amplia mayoría, el Senado le devolvió al colectivo más afectado por el ajuste y las coimas la ley por la que tanto empujó. Hacía 22 años que el Congreso no rechazaba un veto presidencial.
 
También se avanzó en la limitación a los DNU. Actualmente, si los decretos no se tratan en el Congreso, quedan firmes. La iniciativa que impulsa la oposición establece que los DNU deben tratarse en un plazo de 90 días en ambas cámaras, o de lo contrario caerán.
 
En su peor momento político, el gobierno de Milei va a las elecciones del domingo con temor por el impacto de su crisis en las urnas y tomando medidas desesperadas para intentar gestionar el cortísimo plazo, mientras que a partir del lunes el país puede adentrarse en terreno desconocido dependiendo de cómo sea el resultado. El tema es que empiece un fin de ciclo acelerado para La Libertad Avanza.
 
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04-09-2025 / 10:09
Terminó en papelón el intento oficial de Javier "el Loco" Milei de tapar el escándalo de la coima de su hermana y el creciente malestar económico con una supuesta y ridícula conspiración contra su vida. Con más gendarmes que simpatizantes, en un acto semivacío, la convocatoria en tono de guerra se disolvió en un desangelado cierre de campaña en Moreno, donde los pocos asistentes quedaron superados por el ridículo despliegue de fuerzas de seguridad. El único agredido fue un periodista.
 
En el club Villa Ángela de Moreno, "el Loco" Milei no cerró una campaña: abrió un reality. Micrófono en mano, disfrazó de "discurso político" lo que fue un maratón de gritos, insultos y metáforas violentas. No hubo una sola propuesta concreta: solo un inventario de conspiraciones donde conviven ñoquis, presos, adoquines asesinos, boletas truchas y un kirchnerismo convertido en villano.
 
Arrancó agradeciendo a Karina Milei, "la alta coimera", como si el partido libertario fuera una pyme familiar con sucursal en Balcarce 50. También se deshizo en elogios al ex kirchnerista Sebastián Pareja y a sus candidatos amigos. Y ahí apareció la perlita: la presentación de Luis "Timba" Caputo y de "Tronco", el ex panelista de Fantino que ahora es parte del elenco oficial.
 
Después, Milei se puso en modo mártir. Recordó cuando "le tiraron un adoquín en Lomas de Zamora", y que era un coliflor, y lo comparó con la muerte del fiscal Alberto Nisman, una mezcla tan irresponsable como brutal. En su mundo, todo es una operación K: desde el escrache en la Facultad de Derecho hasta el golpe que recibió un periodista de América esa misma noche, mientras él hablaba de "los violentos son ellos".
 
La sección de insultos fue un show aparte. Alberto Fernández pasó a ser "la morsa impresentable", Axel Kicillof fue "el enano soviético con traje de totalitario" y José Luis Espert remató con su clásico "inútil esférico". La paranoia electoral ocupó buena parte del monólogo. "Nos van a hacer fraude", "nos roban las boletas", "van a votar los presos", "40 mil policías sin voto", repitió con tono de profeta del fin del mundo.
 
Su conclusión fue tan insólita como reveladora: que cada bonaerense consiga "un auto, un remis o algo para ir a votar", porque si no "ellos ganan". La desesperación es total. Pero el momento más delirante llegó cuando habló de la provincia. Pintó un Buenos Aires distópico: vecinos encerrados tras rejas, colectivos como zonas de guerra, barrios tomados por narcos y bonaerenses rezando para no ser "una gota más en el baño de sangre".
 
Una postal catastrófica servida como diagnóstico político. Lo curioso es que, tras describir semejante infierno, la única salida que ofreció fue votar por él y gritar "¡Kirchnerismo nunca más!". El discurso se repitió en forma cíclica: la casta, los ñoquis, los parásitos, la estafa, los chorros, que voten... o voten. Un rosario de enemigos abstractos, sin un plan concreto para seguridad, salud o educación. Todo reducido a un "ellos son el mal, yo soy la libertad".
 
Las imágenes del acto mostraron la crisis del gobierno libertario: muy pocos asistentes, un barrio popular militarizado y un mega operativo de seguridad. Milei aprovechó para victimizarse y se lo vio preocupado por el ausentismo. El cierre expone la crisis que atraviesa Milei, sacudido por escándalos de corrupción y un repudio popular que viene creciendo. El desquiciado no cerró campaña: abrió un show conspiranoico donde confundió a la política con la catarsis personal. Y si este es su mensaje final antes de las elecciones, lo que queda claro es que su verdadera propuesta no es gobernar: es gritar.
 
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