Nacionales - 28-05-2025 / 10:05
PARA FINANCIAR LA FUGA DE CAPITALES GENERAN UN DÓLAR BARATO QUE DEMUELE LA ECONOMÍA REAL ARGENTINA
La nefasta bicicleta financiera de Milei y Caputo: un saqueo que hunde al país y destruye al peso
La administración a-narco capitalista de Javier “el Loco” Milei perfeccionó la bicicleta financiera y los “Hedge Funds” (fondos de inversión) ya no pasarán más zozobras y podrán facturar la rentabilidad que les prometió el ministro de Economía, el endeudador serial Luis Caputo, por prestar dólares que se usan para financiar la fuga de capitales y que generan la apreciación cambiaria que destruye la economía real argentina.
La gestión económica neoliberal de Javier "El Loco" Milei, liderada por el ministro Luis "Toto" Caputo, desde hace un tiempo viene implementando una bicicleta financiera que beneficia exclusivamente a los especuladores financieros de los grandes fondos de inversión internacionales. El esquema de Milei y Caputo entrega ganancias en dólares a fondos extranjeros, fomenta la fuga de capitales y asfixia la producción local con una apreciación cambiaria con dólar bajo que dificulta las exportaciones y facilita las importaciones, que destruyen la industria nacional y el empleo.
Este mecanismo, perfeccionado tras los errores del endeudador Caputo en el gobierno de Mauricio Macri, garantiza a los "Hedge Funds" altas rentabilidades en dólares mediante la compra de bonos en pesos, mientras financia la fuga de capitales y deteriora la economía real argentina al provocar una apreciación cambiaria que afecta la competitividad.
En este contexto, el Gobierno a-narco capitalista facilitó el acceso al mercado de cambios para los fondos que participen en la licitación del Bono del Tesoro Nacional (BONTE) a 2030. Los inversores pueden ingresar dólares, liquidarlos al tipo de cambio oficial mayorista (Comunicación A 3500), adquirir bonos en pesos y venderlos desde el primer día para recomprar dólares y repatriar su capital con intereses.
¿Cómo? Así, con un fondo que ingrese, por ejemplo, con 200 millones de dólares podría estructurar una salida antes de las elecciones legislativas de este año, aprovechando el acceso inmediato al mercado de cambios y un precio garantizado por la cobertura. Alternativamente, podría optar por una liquidación escalonada, vendiendo bonos en el mercado secundario por 20 o 30 millones de dólares mensuales, un volumen que inversores locales podrían absorber sin desplomar el precio del bono. Así, se eliminan riesgos de pérdidas por fluctuaciones en el mercado secundario, como caídas en el valor del bono, asegurando una salida rápida y lucrativa.
Por ello, el esquema está diseñado para proteger a los fondos especulativos de cualquier incertidumbre. Pueden liquidar los bonos inmediatamente o esperar al vencimiento, respaldados por la intervención del Banco Central, que vende divisas en los mercados oficial, financiero y de futuros para estabilizar el tipo de cambio. Además, una garantía "PUT" permite vender el BONTE antes de las elecciones de 2027 a un precio superior al de mercado, incluso en escenarios de inestabilidad política o social.
Asimismo, el mecanismo asegura un tipo de cambio ventajoso. Sin intervención, una sobreoferta de dólares reduciría el tipo de cambio, afectando los pesos recibidos. Con el sistema de bandas, el Banco Central interviene solo en el piso (unos 990 pesos por dólar), protegiendo a los fondos. También pueden asegurarse en el mercado de dólar futuro, donde el Banco Central garantiza la rentabilidad en dólares.
La nefasta bicicleta financiera de Milei y Caputo prioriza a un puñado de fondos internacionales, acordados con Caputo, que participarán en la licitación del BONTE 2030 con rentabilidades pactadas. Este esquema permite salidas flexibles, como ventas escalonadas o liquidaciones previas a eventos políticos, pero agrava la fuga de capitales y la apreciación cambiaria, hundiendo aún más la producción y el empleo en el país.
La Opinión Popular
El Gobierno armó la bicicleta financiera perfecta a medida de los fondos de inversión
Los fondos de inversión foráneos tendrán todo simplificado para hacer carry trade y obtener una rentabilidad garantizada, a prueba de saltos cambiarios, conflictos sociales o crisis políticas. Caputo aprendió de su experiencia con el macrismo y perfeccionó la bicicleta.
La administración de Javier Milei perfeccionó la bicicleta financiera y los "Hedge Funds" (fondos de inversión) ya no pasarán más zozobras y podrán facturar la rentabilidad que les prometió el ministro de Economía, Luis Caputo, por prestar dólares que se usan para financiar la fuga de capitales y que generan la apreciación cambiaria que destruye la economía real argentina.
Los fondos internacionales que participen de la licitación de la nueva emisión del Bono del Tesoro (BONTE) a 2030 tendrán acceso al mercado de cambios para repatriar el capital y los intereses desde el mismo día de la operación lo que facilita ir desarmando posiciones contra operaciones en el mercado de futuro, sin generar pérdidas de mercado por, por ejemplo, una caída del valor del bono en el mercado secundario por ventas masivas. Entre los operadores financieros hay coincidencias de que la "licitación para inversores internacionales del Bono del Tesoro Nacional en pesos a tasa fija vencimiento 2030 a suscribir en dólares estadounidenses" convocada por la Secretaría de Finanzas fue acordada con grandes fondos del exterior.
Caputo aprendió de la anterior experiencia, cuando como ministro de Finanzas de la administración de Mauricio Macri le vendió un bono en pesos a diez años y tasa fija al fondo Franklin Templeton para que haga carry trade pero sin garantizarle una puerta de salida. La presión de Templeton fue tan grande sobre el gobierno de Alberto Fernández que el ministro Martín Guzmán le armó dos licitaciones de bonos en dólares para suscribir en pesos y darle salida asumiendo las pérdidas de apostar endeudador de Caputo.
En este nuevo ciclo, los fondos deben ingresar los dólares al país, liquidarlos en el mercado de cambios y con los pesos obtenidos comprar los bonos que emite el Tesoro, y después vender el bono antes de tiempo o esperar a su vencimiento para hacerse de los pesos, volver al mercado de cambios y comprar los dólares para sacarlos del país.
Caputo, un hombre con experiencia
Para evitar una nueva crisis a lo Templeton, el BCRA jugó fuerte para garantizar el carry en los distintos momentos, tanto vendiendo divisas en el mercado oficial, como en los financieros o en el mercado a futuro. Toda esa operación ahora se simplifica: el fondo del exterior compra con los dólares directamente al Tesoro el bono en pesos al tipo de cambio oficial mayorista, conocido como Comunicación A 3500, y después puede venderlo desde el mismo día para ir al mercado oficial a recomprar los dólares cuando decida salir del país.
Este mecanismo le garantiza primero un mejor tipo de cambio, ya que si por ejemplo ingresaran 1.000 millones de dólares para participar de esta primera licitación, el tipo de cambio caería al piso de la banda de flotación por la sobreoferta y recibirían menos pesos.
Ese riesgo antes del acuerdo con el FMI no existía, porque el Banco Central fijaba el valor diario del tipo de cambio y absorbía todo el excedente que no demandaba el mercado para defender el precio. En cambio, con el nuevo sistema de bandas, una sobreoferta de dólares bajaría más el tipo de cambio y el BCRA recién lo podría defender en el piso de la banda, actualmente en el orden de los 990 pesos por dólar.
Además de este mejor tipo de cambio, también le dan una garantía "PUT" para desprenderse del BONTE antes de las elecciones presidenciales de 2027 a un precio preferencial superior al valor de mercado, que seguramente se ejecutará si el oficialismo llega con pocas chances de reelección o en un clima convulsionado política o socialmente. En la licitación se sabrá la tasa que pagará el BONTE 2030, un título largo comparado con la duración del resto de la deuda emitida por el Tesoro, y a partir de ahí la rentabilidad que tendrán en dólares la inversión, que podrán garantizar inmediatamente comprando cobertura en el mercado del dólar futuro, donde opera el Banco Central.
Así, un fondo que ingrese con por ejemplo 200 millones de dólares podría armar un esquema de salida antes de las elecciones legislativas de este año, ya que tendrá acceso inmediato al mercado de cambios y precio garantizado por la cobertura. O podría armar un esquema de salida escalonada, disponiendo la liquidación del bono en el mercado secundario por el equivalente a 20 o 30 millones de dólares mensuales, lo que podría ser absorbido por inversores locales sin que se desplome el precio.
Habrá que ver cuál es la tasa de cierre, que es la variable que se licita, pero en principio nadie espera que participen más de tres o cinco Hedge Funds que ya tengan acordado con Caputo la rentabilidad y el esquema de salida.
Por Fernando Alonso
Fuente: El Destape