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24-12-2025 / 11:12
ENEMIGOS ÍNTIMOS: GARBELLINI ACUSA AL ABOGADO DE MILEI Y LO SEÑALA COMO EL MANDAMÁS DE LAS IRREGULARIDADES
Corrupción libertaria en la Agencia Nacional de Discapacidad: El exnúmero dos niega todo y deja a Spagnuolo como el corrompido de las compras truchas

La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

 
COIMAS EN LA AGENCIA NACIONAL DE DISCAPACIDAD
 
Enemigos íntimos: Spagnuolo y Garbellini se acusan mutuamente
 
Primero fue el extitular de ANDIS que acusó a su segundo de ser el responsable de las irregularidades. Ahora este le respondió y aseguró que el exdirector tenía la suma del poder en la agencia.
 
"El Dr. Spagnuolo asumió la suma del poder en la ANDIS, quedándose para sí con la facultad de hacer y deshacer siguiendo su criterio en todo lo relativo al manejo de la agencia...", dice el texto que presentó Garbellini ante el fiscal Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello.
 
Como otros imputados, Garbellini se había negado a responder preguntas el día de la indagatoria, esperó a tener algunos elementos más a la vista, y a que otros hablaran, e hizo su presentación. En el escrito no hace referencia a los famosos audios que tienen como protagonista a Spagnuolo ni niega posibles hechos de corrupción.
 
Sólo intenta despegarse a sí mismo, en relación a las actividades de las que, dice, era responsable y por las que se lo incrimina. Desarrolla una teoría para justificar las "compulsas especiales" que se hacían en forma expeditiva y donde las beneficiarias eran siempre el mismo puñado de droguerías, según mostró el fiscal Picardi en el dictamen donde pidió las primeras indagatorias.
 
 
La caja
  
En las grabaciones filtradas quienes conocen la ANDIS dieron por hecho que Garbellini era la persona aludida por la que sería la voz de Spagnuolo cuando decía: "A mí me pusieron a un tipo que maneja todo lo que es la caja mía: un delincuente. Ese es un delincuente que estaba en la gestión de Macri y se fue". Agregaba que se lo había advertido a Javier Milei y que había frenado otras designaciones. Pero decía que Eduardo "Lule" Menem "me metió al más importante de todos. Por Karina. Para chorear". También aludía al reparto de porcentajes entre los que incluía a la hermana del Presidente.
 
Una curiosidad, frente a ese relato, es que Garbellini cuenta que quien lo convocó para el cargo que ocupó desde el 23 de julio de 2024 fue el propio Spagnuolo. Dijo que recibió una llamada de él. "Tras decirme que había visto mi currículum, me ofreció entrevistarme ese mismo día a las 15.30..." Según su relato el extitular del organismo le comentó que tenía buenas referencias suyas y que le interesaba su experiencia.
 
Para refutar la afirmación que le atribuye haber hecho "caja" desde su cargo, Garbellini alega que desde la creación de ANDIS fue el único director sin autorización para ordenar pagos. "Solo el Director Ejecutivo (Spagnuolo) y otras áreas dependientes", pero no la suya, "tenían la firma autorizada en el Sistema integrado de Información Financiera Internet para poder realizar pagos". Agregó que él era usuario pero que quien podía administrar el sistema era Spagnuolo, de quien dependía la Dirección de Modernización Informática que implementó el sistema en cuestión.
 
 
Ramificaciones
  
Garbellini niega haber sido el responsable del Programa Incluir Salud (destinado a personas sin cobertura médica y titulares de pensiones no contributivas, entre otros). En este punto mete en la escena al Ministerio de Salud que, aclara, recibía la información de todos los pagos cada semana. Explica que esa cartera delegó "la conducción, fiscalización y toma de decisiones" a la dirección Ejecutiva de ANDIS, otra vez, Spagnuolo.
 
No a él quien, aclara, si debía dar asistencia a beneficiarios de ese plan. Sus propias responsabilidades, dijo, incluían -por caso- garantizar la cobertura del Plan Médico Obligatorio, diseñar acciones no contempladas en él, asegurar el acceso a servicios de salud de personas con asignaciones económicas, asistir a beneficiarios en estado crítico y que requieran asistencia inmediata o urgente en todo el país.
 
En un tramo se jacta de haber trabajado para hacer el sistema más transparente. Sin embargo, no explica algunas cuestiones puntuales que le adjudica el fiscal Picardi, como haberle facilitado un usuario y clave del Sistema Integrado de Información y Administración de Prestaciones con Discapacidad (SIIPFIS), mediante el cual se gestiona la compra de las prestaciones llamadas PACBI (de alto costo y baja incidencia) a Luciana Ferrari, quien había trabajado en ANDIS en 2018-2019 pero al momento de los hechos trabajaba en el laboratorio Roche.
 
Según Picardi eso le permitía a ella tener información anticipada sobre las compulsas de compras y compartía información sobre las droguerías con Garbellini.
 
Ambos se vinculaban con Pablo Atchabahian (quien había ocupado el lugar del Garbellini en el macrismo) y está imputado por la fiscalía como parte del mismo armado. Entre ellos hay mensajes donde Atchabahian, por ejemplo, sin ser funcionario, le decía a Garbellini: "Frená y dormí los pagos de Dhiemo. Están jugando mal". Y la respuesta era: "comprendido". El día que salieron los audios de Spagnuolo a la luz tuvieron una conversación de 12 minutos.
 
Garbellini había sido el creador del grupo de Whatsapp llamado "Grupo Museo" en febrero de 2022, en el que estaban Atchabahian y otros hombres vinculados a Miguel Angel Calvete, clave en la causa, y un grupo de droguerías. Allí Atchabahian había escrito en diciembre de 2022: "Muchachos se nos viene un 2023 con mucho trabajo y es el trampolín para el 2024 en la gestión todos juntos. Gracias a todos por estar juntos y construir lo que todos queremos. 4 años más de gestión. Después todos a Tenerife".
 
La imputación de la fiscalía contra Garbellini afirma que "recibía órdenes y las ejecutaba -o hacía ejecutar a través de los empleados del organismo bajo su dependencia- sobre el direccionamiento de compulsas de precios y sobreprecios, a cambio de beneficios económicos indebidos".
 
 
¿Controles?
  
Garbellini reconoce que él participaba en el comienzo de los procesos de pago, enviado una "providencia administrativa", pero insiste en que no podía ordenarlos ni firmarlos, algo que además de Spagnuolo aclara que tenían atribuciones para hacer la Directora de Contabilidad, Mercedes Copandegui y la subdirectora Ejecutiva, Romina Nuñez.
 
A la vez explica que los fondos eran solicitados a través de la cartera de Salud, en este caso de la secretaría de Gestión Administrativa que estaba a cargo de Cecilia Loccisano (exviceministra, esposa de Jorge Triaca) a la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía.
 
Así multiplica nombres y dependencias y pide pruebas, algo que -más allá de que pudiera haber otras responsabilidades ciertas- parece apuntar a extender los plazos, cuando pronto podría haber una resolución sobre las situaciones procesales de quienes fueron indagados. A la vez sugiere que Spagnuolo "no abrió las contrataciones de ANDIS al control y acceso público, pudiendo hacerlo". Aun así, sostiene, al auditoría interna de la agencia "nunca observó irregularidades" ni lo hizo el Ministerio de Salud.
 
Una de las medidas que pide es que se releven las medidas cautelares contra ANDIS porque, según su argumento, las "compulsas especiales" que se hacían con un trámite veloz estaban destinadas a cumplir con órdenes judiciales y otras a satisfacer la entrega urgente de medicamentos o prestaciones. La versión de Garbellini es que donde el fiscal ve un direccionamiento -que reconstruye de conversaciones, encuentros, laboratorios repetidos y sumas siderales- lo que hay es "una adquisición urgente".
 
Alega que en estos casos no se puede hacer un procedimiento de compra común, que se hace una "compulsa abreviada" donde se invita a proveedores en el corto plazo, que no son comparables los precios con las adquisiciones en forma mayorista y que hay que agregar la logística de reparto en todo el país. Cuestiona, con esa postura, que se hable de sobreprecios.
 
 
Nervioso, desconfiado y amigo de Milei
  
"Con respecto al trato que yo mantenía con Spagnuolo debo manifestar que siempre fue laboral y cordial, aun cuando se mostrara siempre ocupado, nervioso y apurado", describe Garbellini. "Nunca me manifestó ni personalmente, ni informalmente, ni formalmente la existencia de algún tipo de problema o disconformidad con las tareas que llevaba adelante. Por el contrario, siempre elogió los avances y logros alcanzados. Tampoco me pidió que hiciera nada fuera de lugar o contrario a derecho", sigue el descargo.
 
"Lo que sí puedo referir -agrega- es que siempre manifestaba su temor a que lo estuvieran operando para perjudicarlo en su relación personal con el presidente de la Nación, a raíz de lo que pedía constantemente informes con el objeto de mostrarse en los medios de comunicación. Su inseguridad lo llevaba a formular comentarios acerca de sentirse fuera de la gestión o, diametralmente opuesto, a decir que estaba para seis años más".
 
Garbellini dice que se lamenta por no haberle dado importancia a esos "cambios de humor". "Se jactaba de concurrir con asiduidad a Olivos a escuchar ópera (...) hacía sentir que tenía mucho poder y resultaba evidente que desconfiaba de todos".
 
Por Irina Hauser
 
Fuente: Página 12
 




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