La Opinión Popular
                  18:54  |  Jueves 25 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
Recomendar Imprimir
Entre Ríos - 31-05-2010 / 10:05
LAS ENCUESTAS SE DIFUNDEN, LAS ELECCIONES ENTRERRIANAS MARCHAN CON LAS NACIONALES Y LAS ELECCIONES DE LOS VIALES NO SON LAS ELECCIONES GENERALES DE LA PROVINCIA

Urribarri, tercero cómodo detrás de Busti y Benedetti

Urribarri, tercero cómodo detrás de Busti y Benedetti
Urribarri, tercero en discordia. Fotomontaje de La Opinión Popular
Ya en marcha al 2011 y luego de lanzar oficialmente su candidatura, el gobernador Sergio Urribarri no despega en las encuestas. En un cómodo tercer lugar, detrás de Jorge Busti y Atilio Benedetti, el mandatario no puede desplegar las alas de su proyecto reeleccionista. Las encuestas que empiezan a circular le son claramente adversas.
 
En una jugada mediática inteligente, el oficialismo dilata la fijación de la fecha electoral para dar marcha atrás de su proyecto "marzo 2011" y cumplir con el mandato kirchnerista de unificar las elecciones con las nacionales. Todo un hábil en el duro arte de arrugar, el urribarrismo compra tiempo en reuniones con la oposición para que la fecha de octubre se imponga sola.
 
En el medio, el oficialismo se impuso en las elecciones del sindicato de los empleados viales de la provincia. Algunos operadores políticos y mediáticos quisieron hacer de esos comicios una previa de la madre de todas las batallas del PJ: Busti vs. Urribarri. Pero alcanza un vistazo para comprender que lo que pasó en el Soever no tiene nada que ver con una elección para gobernador y que aferrarse a esas señales es comprar falsas esperanzas.
 
De la redacción de La Opinión Popular

 
Urribarri sigue tercero en las encuestas
 
Durante la semana se dieron a conocer una serie de encuestas, tres de ellas con mayor difusión pública que el resto. De las tres más divulgadas, dos son encuestas locales, de Paraná y Gualeguaychú; la otra es una encuesta provincial de Horacio Robustelli.
 
Como parte de una disputa política, las encuestas comienzan a jugar su papel en la interna del PJ de cara al 2011. Apartando la paja del trigo, es bueno analizar por separado cada una de ellas para extraer algunas conclusiones útiles que dicen mucho de las posibilidades reales que tiene el gobernador de la provincia de consumar sus ambiciones reeleccionistas.
 
 
Robustelli y los números K
 
La encuesta de Robustelli parece una transcripción al papel de los sueños del kirchnerismo y del urrikirchnerismo provincial.
 
Para el encuestador, la presidente tiene una imagen superior al 40%, lo justo para ganar sin ballotage. Sin reparar en gastos de números, para la encuesta, el gobierno provincial supera el 50% de aceptación de los encuestados.
 
"El gobernador me da 51% de imagen, que se compone en parte de la imagen personal de él, y por otro lado por la gestión, y 14% de imagen negativa, bajando 3 puntos. Es una muy buena imagen", sentencio Robustelli en una entrevista radial. Por si era poco, añadió que "se podría sumar un 9% de imagen neutra, lo cual no es poca cosa, llegando al 61%".
 
Que números, ¿no? Parece oportuno recordar que el oficialismo alcanzó un poco más del 30% en las últimas elecciones el 28 de junio, hace menos de un año.
 
El cuestionamiento a estos confortadores números para el oficialismo no tardó en llegar. Fue el senador del Peronismo Federal por el departamento Diamante, Raúl Taleb, quien salió al cruce de la misma denunciando su falta de seriedad, apuntando que la misma estaba plagada de vaguedades e imprecisiones, sin dejar de señalar que "hay encuestadores muy serios, y otros que son payasescos. Y en la última elección, muchos encuestadores le erraron feo, porque algunas veces está la encuesta real, que las recibe el que las paga, y otra la que se publica".
 
 
¿Crecimiento geométrico de Urribarri?
 
Hace poco más de un mes, el mismísimo Robustelli difundió encuestas en las que le daba a Urribarri una intención de voto como candidato a gobernador del 10%, sin proyecciones de indecisos.
 
Si bien en la última encuesta que se publicó se midió la imagen personal y de gestión y no la intención de voto (cosa que muy difícil de hacer con un tiempo de antelación tan grande a las elecciones) es obvio el contraste de las encuestas, independientemente que una encuesta sea en Paraná y la otra en toda la provincia.
 
La encuesta de mediados de abril daba los siguientes números: Busti 18%, Benedetti 14%, Urribarri 10%. La encuesta de la semana pasada del propio Robustelli le da a Urribarri una potencial imagen positiva del 60%.
 
Más allá de qué la primera haya sido exclusivamente en Paraná, la capital provincial es aproximadamente el 30% del padrón electoral y sus preferencias electorales no son tan disímiles del interior de la provincia como lo pueden ser las de la Ciudad de Buenos Aires con relación al interior del país.
 
¿Cómo se puede explicar que alguien que medía 10%  en Paraná hace un poco más de un mes hoy tenga una imagen del 60% ? O al revés si se quiere, ¿cómo alguien que tiene una imagen de gestión de gobierno del 60% sólo cosecha una intención de voto del 10%?
 
Son interrogantes muy gruesos que únicamente podrían responder un análisis muy detallado y una explicación realmente convincente del trabajo de Robustelli.
 
 
En Paraná, Busti reafirma su liderazgo electoral
 
Según otra encuesta realizada en la capital provincial, difundida por propio Jorge Busti, el ex mandatario provincial reafirma su liderazgo electoral con una contundentemente performance en las encuestas.
 
Para quienes, con alguna razón, puedan dudar de una encuesta que le da a Busti un holgado triunfo, la cual es difundida por el mismo ganador, se debe tener presente que los números no son muy diferentes a los que el encuestador Remedi publicará hace un mes, hasta son un poco más generosos con Urribarri.
 
Según la información recolectada en los 500 casos tomados de todos los rincones de Paraná: Busti trepa al 47%; Benedetti llega al 18, 5%, tercero Urribarri con el 16,5%, Maya se arrima al 3%, entre indecisos y otros candidatos se redondea un 15%.
 
Busti casi triplica a Urribarri según los sondeos que manejan Adrián Remedi y el propio Peronismo Federal del ex mandatario. El mandatario está muy lejos de Busti pero tiene otro gran problema en su carrera reeleccionista: va detrás de Benedetti también.
 
Hasta para las encuestas que difunden desde el urrikirchnerismo, Paraná es un territorio muy adverso para el proyecto Urribarri 2011y la capital provincial es estratégica para cualquier elección provincial.
 
Es cierto que en muchas ocasiones el PJ no tuvo buenos desempeños, perdiendo en varias ocasiones, pero imponiéndose provincialmente igual. Pero nunca fueron con un margen de votos a cuesta tan grande como el que las encuestas proyectan para una elección en el 2011. Es muy difícil revertir un "carro" de 30 puntos como el que el urribarrismo "se comería" en Paraná. Jamás nadie ganó una elección provincial con una elección tan mala en la capital.
 
Consultado por La Opinión Popular acerca de la encuesta difundida por el bustismo, un hombre del círculo íntimo de Jorge Busti se envalentona y analiza "la imagen de Busti en Concordia está intacta, en cuanto Jorge resuelva el asunto de la intendencia vamos camino a culminar un gran armado. En Paraná también le estamos dando una paliza a Urribarri. Gualeguaychú, Gualeguay y Paraná Campaña harán su aporte también y con estos departamentos ya lo dejamos a Urribarri fuera de carrera. Lo que nos queda ahora es recuperar los votos que el kirchnerismo nos hizo perder en el interior y con eso le ganamos a Benedetti también. Jorge ya está bien posicionado como anti K como para empezar a recuperar lo que el conflicto con el campo nos quitó. Vamos bien, muy bien", concluyó entusiasmado.
 
 
Gualeguaychú, cementerio electoral del urrikirchnerismo
 
El complejo distrito electoral de Gualeguaychú encierra una de los principales problemas a resolver por el gobierno provincial en su marcha al 2011. Ya lo hemos afirmados en otras editoriales de La Opinión Popular, una derrota en Gualeguaychú como la que sufrió el oficialismo el 28 de junio puede por sí sola complicar cualquier proyecto electoral.
 
Los números de una encuesta difundida provincialmente, para la futura elección de gobernador, son: Jorge Busti 29%, segundo Atilio Benedetti con el 28%, tercero, cómodo, Urribarri con el 10%.
 
Para terminar de graficar el escenario, resalta el hecho de que Cobos duplica a Kirchner para las presidenciales y que los dos posibles candidatos del ex Nuevo Espacio, Emilio Martínez Garbino y Luis Leissa -hoy coqueteando con el bustismo según hombres cercanos al ex gobernador-, son los principales elegidos para la intendencia de la localidad. Un panorama negro para el urrikirchnerismo.
 
Ahí se destacan dos cosas. La primera es la paridad entre Busti y Benedetti, con lecturas reservadas y disímiles. Una afirma que el actual diputado de la UCR puede crecer un poco más; y otras que señalan que la localidad del sur provincial es su patria chica electoral y que será difícil que el empresario sojero repita esos guarismos en otras latitudes de la provincia.  
 
La otra lectura es la pésima performance de Urribarri. Como un mandatario que -según Robustelli- tiene una imagen del 60% puede tener una intención del 10% en la localidad. Según la información de la encuesta, "la gestión del gobernador Sergio Urribarri, tiene en Gualeguaychú un 11 por ciento de imagen positiva, un 31 de negativa, un 41 de regular y un 17 no sabe". ¿Cómo es posible compatibilizar estos datos? Parece casi imposible.
 
Con el conflicto de Botnia aún no resuelto (casi el 30% de los 400 encuestados afirmó que Botnia es el principal problema de la ciudad), con las "ambiguas" posiciones del kirchnerismo con respecto a la empresa y al gobierno de Uruguay y con una imagen por el piso que debe terminar con un año de gestión muy cuesta arriba, al oficialismo nada parece alcanzarle para revertir un escenario muy contrario a sus ambiciones.
 
A quien está en el poder como Urribarri no le cabe la variable de que su candidatura no está instalada, su imagen es probablemente la más conocida y su campaña se cierra casi estrictamente a la aprobación o rechazo de su gestión, dejando muy poco margen al marketing político o las estrategias propagandísticas. Gualeguaychú puede ser una tumba del proyecto reeleccionista del mandatario provincial.
 
 
Todos los caminos llevan a octubre de 2011
 
Más allá de las reuniones y las disputas por la iniciativa mediática que mantienen la legislatura provincial con el ejecutivo en torno a la búsqueda de "consensos" para fijar la fecha de elecciones, todo indica, tal como lo afirmaramos hace más de un mes que el urribarrismo archiva la estrategia del adelantamiento de las elecciones provinciales. Ya marzo como fecha ni siquiera es planteado por los sectores "gurkas" del gobierno provincial.
 
Parece que la nueva táctica oficial es la de dilatar la fecha y el debate en torno al tema. Envolviendo la discusión en planteos en torno a una reforma política que no pasa ni siquiera de esbozo u ocupando el centro de la escena política con reuniones bilaterales con la UCR u otros partidos de oposición, el urribarrismo compra tiempo y deja que el calendario se acerque cada día más a octubre.
 
 
Es marzo u octubre
 
Conforme a la legislación electoral vigente, las elecciones pueden ser el tercer domingo de marzo o junto con las nacionales. Cualquier otra fecha debe ser el fruto de una ley provincial, tal como lo prevé la nueva constitución provincial. Para sacar una ley, hoy, es impresindible el apoyo de Jorge Busti que controla la Cámara de Diputados y casi la mitad de los senadores provinciales. Y un acuerdo con Busti parece algo improbable a esta altura de la interna.
 
Por lo que, toda la jugada de Urribarri radica en dejar pasar el tiempo y que su transcurso haga imposible efectuar la convocatoria para marzo por lo que sólo se podrá votar cuando se vote para elegir presidente de la nación.
 
 
Opositores quieren desdoblar, el kirchnerismo no
 
En el medio de su pelea por mostrar quien pone las reglas de juego, si Busti o Urribarri, el oficialismo avanzó en consultas con los partidos de oposición. Lo curioso del caso es que casi la totalidad de los partidos quieren elecciones desdobladas, tal como lo pretendió inicialmente el urribarrismo, lo que mete al gobierno provincial en nuevo embrete ya que, conforme a los "pedidos" del kirchnerismo, marzo se descarta y se va a "matar o morir" con Néstor en octubre.
 
Lo que fue una jugada mediática para correr de la escena a Busti posiblemente terminará siendo otro motivo de cruces con la UCR, el PRO y todos los consultados.
 
 
"No hay que darle la razón a Busti"
 
Parte de los chispazos de la interna que vive el partido de gobierno tiene que ver con el hecho de que Busti es un político con iniciativa permanente que apuesta siempre a imponer la agenda que a hacer seguidismo detrás de los hechos; y Urribarri, por su parte, debe pensar que como gobernador tiene que mostrarse claramente como quien tiene la última palabra y que la cancha la elige él y no que juega en campo y con la pelota que dispone el ex gobernador provincial. En la pelea por la fecha de las elecciones existe algo de eso.
 
Un dirigente de alto protagonismo y referente del urribarrismo "paladar negro" le confiaba a esta página que "es casi seguro que las elecciones provinciales sean juntas a las nacionales. El kirchnerismo se puso muy duro con este pedido, nuestro proyecto nacional está en juego y tenemos que sumar todos los esfuerzos para ganar en el país en el 2011. Por más que no nos guste, la prioridad en la Nación es la profundización del modelo. En eso podemos coincidir, pero de allí a darle la razón a Busti hay un largo trecho. No hay que darle la razón a Busti. Jamás. Las elecciones se harán el día que Urribarri disponga, porque él es el gobernador y quien tiene la autoridad para disponer eso. Vamos a terminar que esa idea de que acá se hace lo que Busti quiere. El pato tiene la iniciativa política ahora y Busti tendrá que ir detrás y jugar con las reglas partidarias que nosotros fijemos y en la fecha que Urribarri acuerde con la UCR y los otros partidos". Queda claro que nadie quiere mostrar que le cede espacio al otro dentro del peronismo.
 
 
Las elecciones de los trabajadores viales
 
Otro peculiar capítulo de las desavenencias internas del peronismo se dio con motivo de celebrarse una nueva elección de autoridades provinciales Sindicato de Obreros y Empleados Viales de Entre Ríos (Soever).
 
El condimento que metía de lleno la elección en la lógica de la interna Busti vs. Urribarri era la presencia del senador provincial Santiago Gaitán, ex titular del gremio y actualmente enrolado en el Peronismo Federal que conduce Busti en la provincia enfrentando a Juan Carlos Lallana, actual titular del gremio (reelecto) y cercano -como toda vez que gobernó un peronista la provincia- a la actual conducción de Vialidad provincial, hoy obviamente urribarrista. Hubo una tercera lista.
 
Las elecciones arrojaron una contundente victoria del oficialismo encabezado por Lallana, que dobló en votos a Gaitán (61% contra 28%), quien afirmó que realizará una presentación judicial denunciando irregularidades en los comicios como la imposibilidad de fiscalizar las elecciones.
 
 
Lallana no es Urribarri, ni Gaitán es Busti
 
Ni lerdos ni perezosos, con la victoria ya en el bolso del oficialismo de los Viales, desde el urribarrismo pretendieron hacer de la elección del gremio una batalla ganada de la interna Busti-Urribarri, endilgándole al zigzagueante y picaresco Santiago Gaitán el rol de Busti y al triunfador Lallana el papel de Urribarri.
 
Hay cosas ciertas en parte. Gaitán está claramente enfrentado al titular de Vialidad provincial, Jorge Rodríguez y este jugó fuerte en la interna contra Gaitán. Rodríguez es también uno de los funcionarios que se muestra como más cercanos a Urribarri. También es cierto que Jorge Busti hizo público su apoyo a Santiago Gaitán.
 
El actual -y reelecto- titular del gremio hizo lo que la inmensidad de los titulares de gremios hacen: reelegirse. Son muy pocos los casos en los que los oficialismos pierden una elección gremial. Gaitán no era el aparato ni el poder aunque así se lo haya presentado. Al contrario, peleaba contra la estructura del gobierno y contra el aparato del sindicato en una elección donde eso suele ser determinante. 
 
Lallana tal vez no sea urribarrista. El mismo dijo que esto no era una elección de Busti vs. Urribarri. Es probable que Lallana sea un hombre de gremio, que cuando el peronismo está en el gobierno es oficialista. Como Moyano o cualquier otro. Si Busti vuelve a ser gobernador de la provincia, Lallana posiblemente sea bustista.
 
 
Busti siempre en el medio
 
Sobre las razones que tuvo Busti para apoyar a Gaitán nada mejor sintetiza los motivos que la opinión que nos dio un viejo y actual compañero de ruta del tres veces gobernador de la provincia: "que otra cosa podía hacer Jorge. Sabemos que muchos van y vuelven muchas veces, pero Santiago jugó bien con el proyecto de las fecha de elecciones y Jorge paga políticamente los gestos de lealtad. Y después no hay mucho margen, hoy estamos afuera del gobierno y armamos con lo que se acerca y quiera jugar. Estamos lejos de las elecciones y no es tiempo de cierre de listas, Busti avanza y hace política con lo que está dando vueltas. Jorge tiene una paciencia envidiable, atiende a todos y escucha a los compañeros. Se acercan muchos compañeros valiosos. Hay algunos medios impresentables con los que yo no perdería ni cinco minutos, pero Busti se junta con todos y va armando. Esto es el peronismo, no queda otra. Y Busti lo comprende mejor que nadie. La elección de los Viales estaba en el medio y teníamos que tomar posición porque había muchos compañeros metidos. Salió como salió, pero ya pasó, a otra cosa ahora".   
 
 
El Soever no es la provincia
 
No hay forma de trazar con racionalidad una analogía entra la elección de los Viales con lo que podría pasar en una elección interna o una general que enfrente a Busti con Urribarri en un mano a mano por la gobernación.
 
La lógica de una elección gremial de un sindicato pequeño y encorsetado como el de los Viales, donde el triunfador llega al poder de la mano de 800 votos, que emanan de espacios laborales reducidos y cuyos integrantes son todos divisables y sus necesidades y planteos pueden ser bien atendidos por toda una capa burocrática de funcionarios abocados a una elección gremial no tiene nada que ver con una elección donde votan cientos de miles de entrerrianos, donde la masividad hace imposible el diálogo mano a mano con las candidatos y los intereses divergentes imposibilitan propuestas integrales que atiendan las disímiles visiones e intereses.
 
Pensar eso es como creer que los gremios kirchneirstas de la Capital Federal reflejan un anticipo de la futura victoria K en la ciudad gobernada por Macri. O que Moyano es un buen candidato para la gobernación de Buenos Aires.
 
La elección de Soever fue sólo una elección de los empleados que optaron por la continuidad de su conducción gremial en contra de senador -que hace un par de años en un acto de "generosidad" no muy usual le cedió el gremio a quien le impedirá luego volver- que "pegó" la imagen de Busti a su candidatura para tratar de enfrentar el aparato. Nada más.
 
 
Muchos números y pocas esperanzas
 
Si alguien en el Urribarrismo se aferra a esa elección como un rayo de esperanza se está abrazando a una mentira que lo llevará a un resultado tan catastrófico como el que le preanuncian casi todas las encuestas.
 
Porque queda un año para las elecciones y Urribarri no despega en las encuestas. Ya lanzó su candidatura y sus números oscilan entre el 10% y el 15%. Demasiado poco para alguien que aspira a tanto.
 
Días pasados, en Tucumán, Kirchner evocó su pelea en soledad contra Carlos Menem y la puso de ejemplo ante todo el auditorio justicialista. Les quedó claro a todos que Kirchner no quiere fuga de votos por escisiones partidarias, que lo expongan a una peligrosa segunda vuelta.  
 
Pero, la unificación de calendarios puede terminar en un salto al vacío para el oficialismo provincial. El debate se extiende en todas direcciones. Los peronistas que disienten con Urribarri y con el matrimonio K discuten con distintos tonos qué hacer.
 
La reflexión se entiende por la atmósfera de tensión que envuelve al urribarrismo, en medio de las conjeturas por el diseño electoral de 2011. La cuestión de la sucesión gubernamental no involucra sólo a Urribarri, sino también a todo el oficialismo, a un enjambre de legisladores, intendentes y concejales.
 
Prevalece la idea de que el santacruceño chocará contra un límite infranqueable impuesto por su torpe decisión de romper con la clase media que colaboró con su consolidación en el poder.
 
"Urribarri sobreactuó su lealtad K sin tener en cuenta las consecuencias", advertían algunos que miran con cautela el flujo y el reflujo de la marea peronista. Y aferrado a la pésima imagen del matrimonio Kirchner en la provincia se apresta a jugar a todo o nada contra el hombre más importante de la política entrerriana de los últimos 25 años y contra el radical que le ganó en las últimas elecciones.
 
Es una partida muy difícil. Habrá que esperar para ver como evoluciona su proyecto reeleccionista. Pero lo cierto es que hoy marcha tercero, cómodo, detrás de Busti y Benedetti.
 
De la redacción de La Opinión Popular

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar