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“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Nacionales - 12-01-2023 / 10:01
CRIMEN CLASISTA, RACISTA Y DERECHISTA, SIN ATENUANTES

El demencial asesinato de Fernando Báez Sosa deja al desnudo algunas cuestiones

El demencial asesinato de Fernando Báez Sosa deja al desnudo algunas cuestiones
La violencia tiene nombre y apellido: Máximo Thomsen; Luciano, Ciro y Lucas Pertossi; Ayrton Viollaz; Enzo Comelli; Matías Benicelli y Blas Cinalli, todos de entre 21 y 23 años, y con domicilio conocido: son de Zárate. Son una horda de pibes bien, musculosos, jóvenes, bronceados y con las mejores pilchas, que golpea hasta matar a un muchacho al que le gritan “negro de mierda”.
El juicio por el demencial asesinato de Fernando Báez Sosa, golpeado hasta la muerte por un grupo de jugadores de rugby a la salida de un boliche de Villa Gesell, el 18 de enero de 2020, deja al descubierto algunas cuestiones. ¿Por qué lo asesinan a Fernando? Porque su piel era oscura, porque era paraguayo, porque venía de una familia trabajadora, porque su tonada era distinta. Es un crimen clasista, racista y derechista, sin atenuantes de un chico que tenía 18 años y se preparaba para estudiar abogacía.
 
La violencia tiene nombre y apellido: Máximo Thomsen; Luciano, Ciro y Lucas Pertossi; Ayrton Viollaz; Enzo Comelli; Matías Benicelli y Blas Cinalli, todos de entre 21 y 23 años, y con domicilio conocido: son de Zárate. Son una horda de pibes bien, musculosos, jóvenes, bronceados y con las mejores pilchas, que golpea hasta matar a un muchacho al que le gritan "negro de mierda".
 
Un crimen cobarde y monstruoso de esos pibes que tienen todos los privilegios sociales, culturales y de género posibles. Son chicos de clase alta o media alta, blancos, heterosexuales. La empatía yace tabicada en algún lugar recóndito de sus cabezas. "A este negro me lo voy a llevar de trofeo", le escuchó decir la testigo Tatiana Caro a uno de los Pertossi.
 
Planificaron pegar. Tomaron colectivos, viajaron cientos de kilómetros y alquilaron casas en la costa para pegar. Pegaron. Su orgullo de clase alta, el machismo de un ambiente medieval y derechista, el desprecio por lo otro, por el pobre, por la mina, por el paraguayo, los habilitó, los invitó, casi que los empujó a pegar. Y lo hacen hasta matar a Fernando. No hay atenuante alguno: lo asesinan gritando "matalo al negro". Le pegan por negro, por pobre. Son clasistas.
 
Hacen una barrera para que amigos o personas ajenas no puedan acceder y auxiliar a Fernando. Tienen saña. Filman mientras pegan y solo frenan para sumarse a "pegar al negro". Escriben, luego, "no mencionemos en el grupo de whattsapp que lo matamos". Algunos de ellos van a comer una hamburguesa. Mastican la hamburguesa mientras Fernando culmina su vida y mientras en las pantallas de los teléfonos titila el mensaje llamando a no mencionar que lo mataron. Hay una clara responsabilidad compartida: hacen un cerco para que nadie pueda defenderlo, niegan lo sucedido, buscan falsos culpables y mantienen el silencio cómplice ante lo que hicieron.
 
Los asesinos pertenecen a los sectores sociales prósperos, y han desatado todos los grados conocidos de la violencia en contra de un chico que estaba más abajo en los escalones sociales: Fernando era hijo de un portero de edificio y de una cuidadora de ancianos, que dejaron su Paraguay natal por falta de oportunidades, las cuales vinieron a buscar a la Argentina. Aquí nació Fernando. Y aquí, en un hecho tan bestialmente humano como antinatural en términos etarios, aquí murió Fernando antes que ellos.
 
El crimen brutal de Fernando debería cortar una racha de impunidad y desinterés social frente a hechos similares, que siempre nacen acompañados por comunicados anodinos y cómplices de clubes de rugby que avalan o encubren el derecho al desprecio social de los que son dueños de todo, de los bienes materiales o de las opiniones. Esta vez los rugbiers fueron demasiado lejos y el crimen brutal no quedará impune. La bronca frente al crimen tiene algo de conciencia: no se considera ni deseable, ni normal, ni tolerable que estos rugbiers golpeen y maten, por el solo hecho de ser violentos con plata, a un pibe por el solo hecho de ser pobre y morocho.
 
La Opinión Popular

EL SÍNTOMA QUE EXPRESA LA ACUSACIÓN UNIVERSAL EN EL CASO DEL ASESINATO DE LOS RUGBIERS
 

Crimen de Fernando Báez Sosa: no todos somos culpables
 

Por Sebastián Plut 

Más allá de lo judicial, las preguntas no interrogan sobre el porqué de la violencia, el porqué de la muerte, sino cómo sostener la vida, singular y colectiva.
 
No tengo pretensión alguna de colocarme en el altar de las almas bellas, pero lo cierto es que no logro sentirme incluido en la frase "todos somos culpables" cuando, en estos días, se habla del asesinato de Fernando Báez Sosa.
 
Aquella sentencia, creo, no posee ningún valor explicativo, ni jurídico, ni sociológico, ni psicológico. Que en el universo de las hipótesis cualquiera pueda ser víctima de un crimen e, incluso, que todos abriguemos impulsos hostiles en nuestra intimidad, no autoriza a realizar tal afirmación.
 
La cocina de las causas siempre es compleja y la escala para medir responsabilidades no puede diluirse en una "salsa criolla" o en un Cambalache. Por caso, aun cuando la práctica del rugby haya tenido alguna participación, y de allí que si decimos "los rugbiers" de inmediato hoy pensamos en los acusados, tampoco seremos justos si enviamos a todos sus practicantes al banquillo.
 
Tampoco resulta verosímil, y carecería de toda utilidad argumentativa, sostener que todos somos culpables del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner. Y en un terreno más banal, que hasta ha sido motivo de memes, tampoco es cierto que todos hayamos ganado el Mundial de fútbol.
 
Algo de todo esto ya expuse hace unos tres años en estas mismas páginas. En efecto, si bien es pertinente presentar algunas razones genéricas (alcohol, odio de clase, machismo, adolescencia, rugby), las circunstancias delimitadas por quiénes lo hicieron, cuándo, dónde, qué, cómo y por qué, no pueden ser despojadas de su singularidad.
 
En todo caso, propongo analizar la frase "todos somos culpables" como expresión de un síntoma. ¿Síntoma de qué? Pues bien, tamaña acusación universal es expresión de que en una sociedad ha sido perturbado el establecimiento de responsabilidades singulares, éticas y jurídicas.
 
Dicho de otro modo, el análisis se bifurca y va hacia un lado si buscamos responder la pregunta ¿por qué lo mataron?, mientras se dirige en otro sentido si el interrogante es ¿por qué pensamos que todos somos culpables?
 
Supongamos que el juicio concluye con una condena máxima, la que recibe el nombre de perpetua. E imaginemos, entonces, el saldo que dejará. Desde luego, no habrá condena (ni puede haberla) que resuelva el infinito dolor de los padres de Fernando. Pero aquí el problema que nos planteamos es otro: ¿aquel desenlace judicial logrará apaciguar las pulsiones vengativas que irremediablemente se encienden ante una injusticia así? Y también, ¿tendrá algún efecto en el sentido de la ejemplaridad de la pena?
 
¿Cuánto dolor y lucha hubo y hay para llevar a cabo los juicios por delitos de lesa humanidad de la última dictadura cívico-militar?; ¿cuántas deficiencias y defecciones se esconden tras la causa AMIA? ¿Cuántas omisiones y tergiversaciones hay en la investigación por el atentado contra la actual vicepresidenta?
 
Quiero, entonces, insistir: decir "todos somos culpables" es la expresión que da cuenta de cuánto fracasa la respuesta de la justicia, por acción u omisión, por complicidad o negligencia.
 
"Todos somos culpables" es, además, un derivado de otra historia: la de una sociedad en la que se ha buscado instalar la teoría de los dos demonios para justificar la tortura, las desapariciones y la apropiación de niños y niñas.
 
Únicamente en un plano abstracto y ahistórico podemos decir que "todas las violencias son iguales". La abstracción y la ausencia de historicidad no anula el valor que tenga esta última afirmación, sino que le da el lugar que debe tener.
 
Sin embargo, en contexto, las violencias no son todas iguales, pues si igualamos lo que es diferente cometemos otro acto de violencia. Las diferencias son múltiples: a) los motivos; b) la frecuencia e intensidad y c) por último, que en ciertos sectores la violencia le es intrínseca, está en su naturaleza: Trelew, bombardeo de Plaza de Mayo, dictadura, violencia policial, exilios, desempleo, "meter bala", "ellos o nosotros", bolsas mortuorias, guillotinas, y un largo etcétera.
 
No es lo mismo, además, la violencia de quien tiene poder que la violencia del oprimido. No es lo mismo la violencia de quien está siempre protegido por la ley (y por el Poder Judicial) que la violencia de quien está desamparado y excluido de todo orden de protección legal.
 
Que "la violencia es mala, venga de donde venga" no quiere decir que todas las violencias sean iguales. Freud puso en cuestión esto mismo cuando indicó que la "libertad" no es un ideal, a menos que se trate de una rebelión que busca justicia.
 
Recordemos algo más que sostuvo Freud: "lo imperativo del mandamiento «No matarás» nos da la certeza de que somos del linaje de una serie interminable de generaciones de asesinos que llevaban en la sangre el gusto de matar, como quizá lo llevemos todavía nosotros. Las aspiraciones éticas de la humanidad son una conquista de la historia humana; y han devenido después, en medida por desdicha muy variable, en el patrimonio heredado de la humanidad que hoy vive".
 
Coincido plenamente con esta reflexión de Freud, pero será un error, nuevamente, aplicarla como fundamento del "todos somos culpables". Tal como él lo señala, es variable la medida en que cada quien asume el mandamiento, en que cada quien sostiene los imperativos éticos.
 
Pero aquí hay algo más: si bien el proceso judicial específico debe preguntarse por qué mataron a Fernando, las preguntas sociológicas y psicológicas pueden dirigirse en otro sentido: no tanto a plantearse el interrogante por la causa de la violencia sino sobre aquello que le hace de freno: los imperativos.
 
Tal es la propuesta freudiana, la de indagar por qué ocurre algo diverso de la inmediata extinción de lo vivo y, por extensión, por qué en los vínculos puede aparecer una legalidad diferente de la aniquilación del prójimo. Nos preguntamos, espantados, por qué ocurren determinadas atrocidades, pero la teoría freudiana jerarquiza el interrogante inverso: cómo puede crearse un universo complejo en que predominan la ética, la solidaridad y la ternura.
 
La noche del asesinato uno de los acusados, en lugar de decir "se murió" dijo "caducó", expresión que evidencia no solo la deshumanización de la que fue víctima Fernando, sino que también nos interroga por el estado psíquico de quien se expresa así. Si bien se habló de la conducta en masa de los acusados, el rasgo de estas violencias no está en el tándem masa-pérdida de individualidad sino en la desubjetivación. Otro de los acusados afirmó: "La vida nos jugó una mala pasada", así como también hablaron de llevarse un "trofeo" y de que para que una noche sea memorable debe haber golpes.
 
En suma, la justicia debe hacer su tarea, debe definir quiénes son los culpables, su grado de participación, por qué lo hicieron, etc. En cambio, en el más allá del caso singular, las preguntas serán otras, ya no sobre el porqué de la violencia, el porqué de la muerte, sino cómo sostener la vida, singular y colectiva. Si no, el riesgo no será que todos seamos culpables, sino que todos seamos víctimas.
 
Por Sebastián Plut. Es doctor en Psicología. Psicoanalista.

 
Por Octavio Crivaro

Fuentes: Página 12 y La Izquierda Diario
 

 

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28-03-2024 / 08:03
Una nueva, polémica, cruel e insensible decisión del gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei que perfecciona el desgobierno. Las marchas y contramarchas con la nueva movilidad jubilatoria por DNU, eludiendo al Congreso, sumadas al desbarajuste causado por los despidos indiscriminados en la Anses, terminaron impactando de lleno en los jubilados: se anunció oficialmente que la liquidación de abril se pagará en dos cuotas y ni siquiera se comunicaron las fechas en que se efectivizarán. La libertad avanza en el saqueo: jubilaciones licuadas y en dos cuotas.

Siempre contra los más débiles y en medio de despidos en Anses, por primera vez las jubilaciones se pagarán desdobladas. La primera parte corresponderá al mismo monto de la jubilación de marzo y el segundo tramo a la diferencia por el bono y el aumento por inflación. Milei y Luis "Toto" Caputo siguen golpeando a los adultos mayores bajo el pretexto de demoras en los cálculos para aplicar los ajustes por inflación y el bono de $70.000.

El mismo día que se conoció el dato de pobreza, confirmando que casi 20 millones de personas están alcanzadas; y mientras avanzan con despidos masivos en Anses y otras dependencias estatales, el gobierno aplica un nuevo golpe a los jubilados. En el primer tramo se pagará el mismo monto que se cobró en marzo y la fecha es la correspondiente al calendario. Mientras en segundo tramo se liquidará la diferencia correspondiente al aumento y el bono de $70.000 y aún no hay fecha determinada de pago. 
Se le fue la mano.


Este ataque se suma a la estafa de la nueva movilidad por DNU anunciada este lunes. En la misma se establece que las jubilaciones y pensiones aumentarán en abril un 27,35 %, que es la suma de un 12,5 % de "compensación" por lo "perdido" en enero, cuando en realidad la inflación fue de 20,6 % que el gobierno se negó a dar completo. Y se adiciona un "adelanto de la movilidad" del 13,2 % por la inflación de febrero, "correspondiente al mes de junio de 2024".

A su vez, en mayo se otorgará un aumento "a cuenta" de la movilidad de junio, también basado en la inflación de dos meses previos, es decir la de marzo. Y en junio se aplicará la diferencia por la movilidad actual, es decir, descontando los aumentos a cuenta. El ajuste por IPC entrará en vigencia desde el mes de julio. Otro robo, dando una dádiva que apenas supera la cuarta parte del daño causado. 

Además del robo del empalme el DNU 274/2024 de Milei busca consolidar haberes de miseria y licuar el impacto del bono anunciado. El gobierno de LLA viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional, y lograr el superávit fiscal para cumplir con el FMI. El plan motosierra y licuadora no se detiene, hay que enfrentarlos.

Milei tiene una alta dosis de insensibilidad y no entiende lo que le pasa a un jubilado que cobra 200 lucas. Se ha caracterizado desde que asumió por estar muy lejos de combatir a "la casta", todas las medidas van en contra de los sectores más débiles de la sociedad. Con las jubilaciones por el piso, la Argentina firmó una carta de intención para adquirir 24 aviones obsoletos F-16 a Dinamarca. Cerca de US$ 340 millones irían a la compra de aviones en desuso en un gesto cipayo hacia EE.UU. en su disputa con China. El relato de "no hay plata" se resquebraja tras las necesidades de Milei y Caputo por hacer los deberes con EE.UU. en busca de financiamiento del FMI para su delirante aventura dolarizadora.

La Opinión Popular

 

27-03-2024 / 10:03
El ministro de Defensa, Luis Petri, cerró un acuerdo con su par  de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, por la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. Poulsen firmó y posó para la foto con Petri en el Edificio Libertador, pero detrás de cámara estaban también presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
 
Con la firma del acuerdo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei reafirma su alineamiento cipayo total con Estados Unidos, al concluir una reequipamiento que había quedado abierto desde la gestión de Alberto Fernández y que tenía como alternativa la compra de aviones de última generación  J-17 a China.
 
El ministro Petri no dejó dudas sobre el movimiento geopolítico al compartir en sus redes primero la comunicación oficial del Ministerio y luego una nota de Infobae con el título: "Con el apoyo de Estados Unidos, Argentina firmó una carta de intención con Dinamarca para comprar 24 aviones de combate F16".
 
El acuerdo se cerrará cuando Petri viaje a Copenhague a mediados de abril, donde se sellará el contrato para la adquisición de los 24 aviones F16, que el país aliado de la OTAN ya tiene en desuso para sus operaciones militares. Las naves fueron fabricadas por la empresa norteamericana Lockheed Martin y llegarían a la Argentina recién en diciembre, debido a que Dinamarca las entregará sin equipamiento ni armamento.
 
El reequipamiento de las naves quedará a cargo de Estados Unidos por un contrato de 40 millones de dólares, que será una donación de la administración Biden, según informaron desde Casa Rosada. Los aviones valen 300 millones y el armamento y la parte electrónica otros 300 millones, aunque Estados Unidos regala más o menos un 15 por ciento.
 
El acuerdo terminó de sellarse con la reciente visita del actual director de la CIA, William Burns, quien aterrizó en Buenos Aires la semana pasada para visitar la Casa Rosada y reunirse con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete. "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China", dijo Burns en la reunión de la semana pasada.
 
Antes de ese reciente encuentro, el presidente Milei recibió al secretario de Estado Antony Blinken en la Casa Rosada y poco después logró un breve encuentro con el candidato republicano y ex presidente Donald Trump.
 
La alineación sistémica de la Casa Rosada con Estados Unidos queda marcada con este acuerdo que cierra las puertas a la propuesta hecha por China para la adquisición de 34 aviones de guerra F17, mucho más modernos y más baratos. De esta manera, las Fuerzas Aéreas adquirirán los aviones F-16 dinamarqueses que están camino al desuso, al punto de que Bélgica se negó a venderle los F-16 a su aliado, Ucrania, porque no los consideró aptos.
 
La Opinión Popular
 

26-03-2024 / 08:03
En medio de confusiones, que obligaron a sacar un decreto correctivo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo estableció la nueva fórmula de movilidad de las jubilaciones por decreto sin pasar por el Congreso. Se actualizarán por la inflación de dos meses atrás, pero en el empalme quedará fijada la pérdida que provocó la mega devaluación de Milei, entre 25 y 30%, y seguirá congelada en ese piso histórico hacia el futuro. Con la jubilación mínima reducida a la mitad debido a la inflación (en febrero, comparada con el mismo mes del 2023 sin contar el bono), el Gobierno busca impedir cualquier tipo de recomposición limitando los aumentos solamente al índice de la inflación. Además la nueva fórmula de actualización no se aplicará a los bonos, dejando abierta la posibilidad de licuar aún más los magros ingresos de los jubilados.
 
Desde que asumió como presidente, Milei, viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional y reducir el déficit fiscal, pero ahora busca dejar asentado que los jubilados serán los garantes de su plan de ajuste. Este lunes el gobierno publicó un nuevo DNU cambiando la fórmula previsional para atar a los haberes a la inflación. El problema es que, en la actualidad, la jubilación mínima (que cobran la mayoría de los jubilados) no llega a cubrir ni el 30 % de la canasta básica de los adultos mayores y sin ningún mecanismo de recomposición no habría forma de revertirlo.
 
La modificación de la fórmula previsional era parte de la Ley Ómnibus, pero habiendo sido rechazada en el Congreso, desde el oficialismo decidieron realizarla por un nuevo DNU. La "urgencia" del gobierno se debe a que habiendo pasado el pico inflacionario de diciembre y enero, la fórmula vigente generaría aumentos mayores de los que están dispuestos a otorgar. Caputo, desde el Ministerio de Economía, viene aprovechando el método de actualización trimestral actual para licuar las jubilaciones y ahora pretende mantener el robo realizado con el cambio de la fórmula.
 
En medio de la polémica que se generó por el nuevo DNU, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, criticó al Gobierno de Milei, y a la medida. Según dijo el dirigente peronista, "es impresionante, la decisión de Milei es que el ajuste no recaiga en la casta sino en los jubilados" y agregó: "Es un atraco a los jubilados... Es consolidar una baja que ya se produjo, y ahora ir ajustándola en base a los precios cuando ya el guadañazo se lo dieron al bolsillo de ellos".
 
La propuesta es que las jubilaciones aumenten mensualmente por el IPC de dos meses atrás. Si bien a priori parecería superadora, el empalme provocará una profundización de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de, por lo menos, 25 por ciento. La verdadera trampa se encuentra en el empalme es decir en los meses de transición entre una fórmula a otra. Desde abril, el gobierno decidió comenzar a dar aumentos por IPC "a cuenta" del resultado de la próxima fórmula de movilidad vigente en junio.
 
Con la nueva fórmula jubilatoria, Milei sumó resistencias en la oposición dialoguista. Varios legisladores de ese sector se expresaron contra la nueva fórmula de movilidad, que se suponía que discutirían en el Congreso. El Ejecutivo suma contratiempos en la negociación por la nueva ley Bases que el ministro Guillermo Francos buscará recomponer en un encuentro con mandatarios del Norte Grande.
 
La Opinión Popular
 

25-03-2024 / 07:03
Con una movilización histórica, organismos de DDHH reivindicaron la cifra de 30.000 desaparecidos. La marcha del 24M, que congregó a una multitud en la Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país, al cumplirse 48 años del último golpe cívico militar genocida, se convirtió en la tercera gran manifestación callejera contra el gobierno neoliberal anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. El Presidente fue principal blanco de críticas de los organismos de Derechos Humanos, el peronismo, movimientos sociales y la CGT.
 
Como en la huelga general del 24 de enero, y la movilización del 8M, numerosas columnas de organizaciones y miles de personas auto convocadas se volcaron a las calles para repudiar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar y reafirmar la consigna del Nunca Más. También ratificaron la cifra de 30 mil personas desaparecidas, número que el gobierno libertario puso en duda. En el documento final de la marcha, que leyó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los organismos de derechos humanos reclamaron una ley contra el negacionismo de los crímenes de la dictadura.
 
Junto a esas consignas vinculadas a derechos humanos, la marcha estuvo atravesada por consignas contra las políticas del gobierno libertario y su siniestro plan de ajuste neoliberal. El 24M fue el tercer gran hito callejero contra el gobierno de ultraderecha. "Milei, basura, vos sos la dictadura", "El que no salta votó a Milei", "No se vende, la patria no se vende" y "Fueron 30 mil de verdad", concurrieron los canticos y las consignas que más se repitieron en la Plaza, donde además se colgaron banderas contra Victoria Villarruel, por su cercanía con los represores condenados por lesa humanidad.
 
El peronismo mostró un gran despliegue de movilización. Por Diagonal Sur, los gremios de la CGT y el Movimiento Evita coparon varias cuadras junto a la UTEP y apenas pudieron ingresar a la Plaza. Por Diagonal Norte, y después de caminar 13 kilómetros desde la ex ESMA, La Cámpora llegó pasado el mediodía en una columna encabezada por Máximo Kirchner. En tanto, el gobernador Axel Kicillof llegó junto a su gabinete y los intendentes del conurbano.
 
Fue una gran convocatoria que los medios hegemónicos tratarán de ignorar, y que respondió a la provocación del gobierno, que unió a la CGT, al peronismo, los movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles y al movimiento de derechos humanos. La idea de derechos humanos encaja con la idea de justicia social, de país solidario, de trabajo y retribuciones justas, de protección a los niños, a los enfermos y a los ancianos, de hazañas científicas y culturales.
 
No encaja con la justificación de la dictadura, con el intento de que los jubilados crean que ganan poco por culpa de los de la moratoria y que los trabajadores se enfurezcan con los desocupados porque reciben un aporte sin trabajar. No encaja con el país donde los únicos que ganan son los ricos, como procuran las políticas de Milei. Los ricos son "héroes" para Milei y los beneficiarios de sus políticas.
 
Los cientos de miles que desbordaron la Plaza de Mayo, las diagonales y la Avenida de Mayo están enlazados, hermanados, con los miles que se movilizaron en otras ciudades del país, y con los miles y miles que desde sus casas confluyen en la angustia de la pobreza, la amenaza del desempleo y el hambre o la destrucción de comercios y empresas. Hay vías comunicantes por las que fluye una energía que alimenta resistencias, rebeldías y esperanzas.
 
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24-03-2024 / 08:03
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

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