Paraná - 22-06-2022 / 12:06
MENEMISTA RESIDUAL, TREMENDISTA Y DESTITUYENTE
Resucitó Moine y advirtió que si Cristina sigue así, nos queda Presidente sólo para 30 o 60 días
Excedido de neoliberalismo, reapareció el ex gobernador de la provincia, Mario Moine, el autor de la polémica y criticada Ley 8706 que despidió a miles de trabajadores estatales entrerrianos, esta vez haciéndole un “mandado” al porteño macrista Rogelio Frigerio.
Excedido de neoliberalismo, reapareció el ex gobernador de la provincia, el menemista residual Mario Moine, autor de la polémica y criticada Ley 8706 que despidió a miles de trabajadores estatales entrerrianos, esta vez haciéndole un "mandado" al porteño macrista Rogelio Frigerio y a las "corporaciones" (las patronales del campo, los grandes medios porteños de comunicación, el sector financiero), actores que quieren desestabilizar al gobierno.
Le pidió al gobernador Gustavo Bordet que junto a los demás gobernadores peronistas "salgan a apoyar a este Presidente con todas las dificultades y errores; juéguense porque le falta un año y medio. No es posible que Cristina lo esté bombardeando todas las semanas, el Presidente necesita respaldo y son los gobernadores los que deben ser ese respaldo, y mandar callar a Cristina, que está con un 70% de rechazo de la sociedad argentina". "No sabe Cristina el daño que está haciendo; si ella sigue así, nos queda Presidente sólo para 30 o 60 días", fue su amenaza destituyente, donde el poder económico desafía la legitimidad de un gobierno elegido democráticamente.
Diciembre de 1992 fue el mes en que el ajuste y la política neoliberal menemista mostraron su peor cara en la provincia. Luego del anuncio hecho por el entonces gobernador Moine de que la situación del Estado había llegado a un "no va más", hizo aprobar la ley 8706, que dispuso una reducción en la planta de personal, que fue achicada arbitrariamente en 2605 cargos de la noche a la mañana.
Como resultado de la fuerte resistencia al ajuste neoliberal, Moine se tuvo que alejar de la vida política después de perder una elección interna del peronismo en la que, siendo gobernador, se presentó como precandidato en Paraná para intendente.
Colaborar con la destitución del actual gobierno, por crítico que se sea con el mismo o dividir al peronismo, no parece, en principio el mejor camino para volver. Pero, como lo definió certeramente un veterano dirigente justicialista, Carlos Vaireti: "Moine no fue peronista en la puta vida de Dios". Pero no escarmienta, a pesar de los daños y perjuicios que su actitud le ha supuesto. Vuelve a la carga, presentándose como justicialista, con las ideas fuerza del macrismo. Terco el hombre.
La Opinión Popular
El ex gobernador de la provincia, Mario Moine, analizó la realidad política y social del país, y la pelea al interior del gobierno nacional entre el Presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Moine admitió que le genera "gran tristeza" la pelea interna de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y reiteró su planteo de que el Presidente "debe sacarse de encima a Cristina, porque navega a dos aguas, permanentemente con el espejo retrovisor mirando qué dice o qué no dice ella, y Cristina está desbocada".
"Cristina no sabe de economía, cree que sabe de economía y entonces pontifica lo que se tiene que hacer, y lo que está tratando de hacer el gobierno nacional no está muy errado pero estamos en un nivel de endeudamiento que no es solo por culpa de (Mauricio) Macri sino que comenzó por 2008-2009 después de la discusión con el campo perdió ese ritmo de crecimiento que tenía con Néstor Kirchner y comenzó a navegar con el 25% de inflación".
"Desde 2009 al 2022, en 13 años el promedio de la inflación será del 38% con un endeudamiento cada año de entre 10 y 15.000 millones de dólares, de los cuales 8 los hizo Cristina. Hoy Argentina es un país sin crédito internacional y está a punto de quedarse sin crédito a nivel local, ya que los bancos no quieren seguir financiando más porque tienen el 25% de su cartera financiando el déficit del gobierno nacional", describió.
"Desde el 2026 al 2035 tenemos compromisos en dólares de 20 a 25 mil millones de dólares para pagar, así que la situación es muy dura, muy difícil", aseveró.
Y agregó que "encima con tanta crítica, a un gobernante llega un momento en que se le quema el cerebro, y hoy el Presidente tiene quemado el cerebro. Comete tanta torpezas hablando porque está quemado, y lo hemos quemado todos, empezando por los medios de comunicación".
"Es verdad que se equivoca el Presidente, pero hay una descalificación y un bombardeo tan grande. Si los propios integrantes del gobierno -especialmente La Cámpora y Cristina Kirchner- lo combaten al Presidente todas las semanas, diciéndole públicamente lo que tiene que hacer y los errores que comete, es indudable que el Presidente está en una situación psicológica y anímica de la peor, y así no puede gobernar bien", analizó.
Por otra parte, Moine sostuvo que "la situación social tiene una cobertura que aún en el empobrecimiento la gente la está llevando, aunque no es lo razonable. Pobres hemos tenido siempre con mayor o menor porcentaje, pero hoy del 50% de clase media que tenemos, la mitad pasó a ser clase media baja porque hoy ser clase media implica tener un ingreso de 250 mil pesos aproximadamente, y la realidad es que una familia con dos sueldos no llega a los 160 o 170 mil; un profesional no creo que esté sacando más de 160 mil pesos".
Además, señaló que "como consecuencia de tantos años de inflación de los argentinos, cada uno se arregla como puede -el que tiene mercadería, la remarca; el que tiene sueldo, compra anticipado- y hay actividad económica. No es verdad que estamos en el peor de los infiernos desde el punto de vista económico, la economía está funcionando".
Entre todo lo mal que vemos en lo político, donde todos critican todo, la economía está marchando medianamente bien; nuestra provincia está marchando medianamente bien. De todas formas, si en Argentina no paramos un poco la moto y no le hacemos caso al ex Presidente (de Uruguay, José) Mujica de querernos más, creo que en los próximos meses vamos a caer en problemas sociales más intensos, que hasta ahora los programas sociales han sostenido", resumió.
Respecto de la polémica por los planes sociales, opinó que "los programas deben tener un límite; sin dudas hay que generar trabajo pero son demasiados años y hoy hay gente que cree que su trabajo es movilizarse dos veces al mes, y el mayor problema es en Buenos Aires y Capital Federal donde tenemos un millón y medio de personas que no trabaja más desde hace 15 años, a partir de los programas; y ellos no se sienten haraganes, sienten que el Estado está obligado a ayudarlos".
"Es necesario ayudarlos, pero con programas específicos, con seguimiento de cada familia, con cursos de capacitación a los padres y madres, terminar con los comedores escolares porque hace 30 años que los chicos comen en la escuela. Hay que volver a la familia, es uno de los grandes errores de la clase política y los gobiernos; que las ONG, la Iglesia o una comisión vecinal tenga un comedor, estoy de acuerdo pero que el Estado no haya terminado con los comedores escolares es un error gravísimo. El Estado en estos últimos 30 años se ha sacado de encima a los pobres tirándoles plata y nada más", especificó.
"Hay que descentralizar todos los programas sociales en los municipios, que son los que conocen el territorio, con programas de cuatro o cinco años para cada familia hasta que puedan mejorar su situación. Hoy existen 161 programa sociales del gobierno nacional porque creen que generando cada pocos meses un programa con título grandilocuente, solucionan la pobreza", explicitó.
En paralelo, consideró que "hay que terminar de acosar al empresariado argentino, que es el que genera trabajo, y la administración pública debe dejar de ser una agencia de empleo. De los 45 mil empleados que dejé en 1995 hoy hay 90.000; mientras la población creció un 40%, la administración pública creció algo así como el 100% y en los últimos 20 años se auto-privilegió la administración pública".
Es chocante el capricho neoliberal que manifiesta el exgobernador, Moine, con terquedad casi infantil. Está convencido, desde el año 1992, que las reparticiones públicas de Entre Ríos tienen muchos empleados y que no verían resentidos sus servicios si se prescindiera de una gran parte de ellos.
En este marco, le pidió al gobernador Gustavo Bordet que junto a los demás gobernadores peronistas "salgan a apoyar a este Presidente con todas las dificultades y errores; juéguense porque le falta un año y medio. No es posible que Cristina lo esté bombardeando todas las semanas, el Presidente necesita respaldo y son los gobernadores los que deben ser ese respaldo, y mandar callar a Cristina, que está con un 70% de rechazo de la sociedad argentina". "No sabe Cristina el daño que está haciendo; si ella sigue así, nos queda Presidente sólo para 30 o 60 días", advirtió.
"No se puede seguir así en el país, sino nos vamos a quedar sin Presidente, y eso no beneficia a nadie. Y la oposición también debe jugar su rol", reclamó.
Su futuro político
Consultado por su posicionamiento político, Moine definió: "Acompañamos el proceso donde (Rogelio) Frigerio ganó como diputado nacional, este sábado cerramos la primera etapa del proyecto para la provincia de Entre Ríos con 30 profesionales y lo vamos a brindar como primer aporte, y luego seguirán gente del radicalismo y el PRO que están trabajando también. Políticamente no sé cómo vamos a seguir, pero veo que falta unificar criterios para decir que somos una coalición".
"Una coalición tiene bases morales y un proyecto político para la provincia donde tenemos que coincidir en qué creemos a partir de lo que está haciendo el gobernador Bordet. Nosotros vamos a ser la continuidad del gobierno de Bordet y vamos a ver en qué podemos mejorar", especificó.
Fuente: Análisis Digital