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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 17-09-2021 / 10:09
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

La carta de Cristina a Alberto y las renuncias en masa

La carta de Cristina a Alberto y las renuncias en masa
El arriesgado juego de presiones y operaciones cruzadas con el cual el kirchnerismo convirtió la crisis política desatada por la derrota en las PASO en una peligrosa crisis institucional está lejos de haber terminado. El ultimátum fulminante que le dedicó Cristina a Alberto, incluso, remite al abismo que enfrentó Fernando de la Rúa cuando renunció Chacho Álvarez.
El arriesgado juego de presiones y operaciones cruzadas con el cual el kirchnerismo convirtió la crisis política desatada por la derrota en las PASO en una peligrosa crisis institucional está lejos de haber terminado. El ultimátum fulminante que le dedicó Cristina a Alberto, incluso, remite al abismo que enfrentó Fernando de la Rúa cuando renunció Chacho Álvarez.
 
Aunque el domingo votó mayoritariamente por la oposición, el empresariado más lúcido empieza a alarmarse por la gobernabilidad y por el peligro de un desborde callejero. Sabe que el voto bronca contra el oficialismo en las PASO no implica una reconciliación con la coalición que el mismo electorado desalojó en primera vuelta en 2019. Y que un colapso prematuro y desordenado del Gobierno en medio de la peor crisis social en 20 años abriría un escenario político imprevisible.
 
Los popes sindicales ya entrevén la reforma laboral que exige el Fondo Monetario y que levantan como plataforma Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau. Y los caciques provinciales también ponen en juego el 14 de noviembre sus senadores y sus legisladores. La crisis política que se insinúa es severa, el masivo voto bronca del domingo amenaza con convertirse en un rechazo más profundo hacia el sistema político justo a 20 años del estallido de 2001.
 
¿Quién podrá reconstruir la autoridad presidencial ahora que Cristina decidió demoler el dispositivo de poder que inventó al ungir a Alberto? ¿Cómo puede darse una alternancia ordenada en medio de una polarización tan brutal y sin que haya salido todavía un solo manifestante a las calles?
 
¿Qué pasa si las organizaciones sociales inician una huelga de brazos caídos en los barrios que ignoró olímpicamente el proyecto de Presupuesto que giró el miércoles a la noche al Congreso Guzmán? ¿Y si Colombia, Chile, Perú, Brasil, Ecuador y Bolivia no quedan tan lejos de la Argentina como parecía hasta hace apenas una semana?
 

 
PANORAMA SEMANAL
 
Ya nunca me verás cómo me vieras
 
El arriesgado juego de presiones y operaciones cruzadas con el cual el kirchnerismo convirtió la crisis política desatada por la derrota en las PASO en una peligrosa crisis institucional está lejos de haber terminado. El ultimátum fulminante que le dedicó anoche Cristina a Alberto, incluso, remite al abismo que enfrentó Fernando de la Rúa cuando renunció Chacho Álvarez.
 
Como en las series de Netflix que se pierden en guiones inverosímiles para exprimir hasta la última gota el éxito de su primera temporada, cada episodio supera al anterior. En este caso, también acerca un pasito más al Frente de Todos a la intemperie del poder.
 
Aunque el domingo votó mayoritariamente por la oposición, el empresariado más lúcido empieza a alarmarse por la gobernabilidad y por el peligro de un desborde callejero. Sabe que el voto bronca contra el oficialismo en las PASO no implica una reconciliación con la coalición que el mismo electorado desalojó en primera vuelta en 2019. Y que un colapso prematuro y desordenado del Gobierno en medio de la peor crisis social en 20 años abriría un escenario político imprevisible.
 
El problema es que, aunque todos sus adversarios le dieran una tregua, el Frente de Todos nunca va a volver a funcionar igual. Ni siquiera se va a poder restablecer la convivencia incómoda que ahora confiesan haber sostenido muchos en distintas reparticiones donde el loteo del poder reunió a facciones irreconciliables bajo el mismo techo.
 
El albertismo, que su líder siempre abortó y que solo aceptó alumbrar de apuro al calor de la asonada cristinista, entró en escena ataviado con la épica que rodea a toda resistencia. Y anidó justo en la mitad del gabinete menos nostálgica de las epopeyas previas a 2015, el combustible espiritual de la otra mitad.
 
 
De Cooke a Moroni
  
Ya el domingo a la noche se intuyó la ruptura en el discurso del Presidente y el desagrado con que la vice saludó a Victoria Tolosa Paz, la candidata derrotada en Buenos Aires. Mal podía el primer peronismo de coalición de la historia argentina consensuar un paquete de medidas para relanzar su gestión si no había siquiera acuerdo respecto de qué había ocurrido en las urnas. Y no lo había. Ni lo hay aún.
 
Uno de los comandantes de la resistencia albertista lo analizó el martes por la mañana ante BAE Negocios. "Lo que se nos escapó el domingo fue el plus de votos que había conseguido Alberto en 2019 y eso es lo que hay que ir a buscar. Es una cuestión de políticas pero también de tono".
 
"Socialmente la gente se hartó de la pandemia y nos castigó por cómo la gestionamos. Económicamente prometimos poner plata en bolsillo de la gente y no lo hicimos. Y políticamente nos pegó que la gente haya visto mimetizarse a Alberto con Cristina. Por eso para revertir este desastre hay que hacer anuncios que podrían parecer kirchneristas pero sin la retórica del kirchnerismo", soltó.
 
Ese diagnóstico, opuesto por el vértice al que desglosó anoche CFK en su carta y que vomitó más crudamente Fernanda Vallejos en el audio donde tacha de "mequetrefe" al jefe de Estado, es compartido por los gobernadores que decidieron respaldar al Presidente y por la CGT, que también lo hizo por escrito. Todos en defensa propia.
 
Los popes sindicales ya entrevén la reforma laboral que exige el Fondo Monetario y que levantan como plataforma Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau. Y los caciques provinciales también ponen en juego el 14 de noviembre sus senadores y sus legisladores.
 
 
Remember Prat-Gay
  
El miércoles, inmediatamente después de la presentación de la Ley de Hidrocarburos, donde se dejaron ver los poderosos Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Alejandro Bulgheroni (Panamerican Energy) y Carlos Ormachea (Tecpetrol), la resistencia albertista se encerró en el despacho de Santiago Cafiero en la Rosada.
 
Además del anfitrión estaban Martín Guzmán, Matías Kulfas, Claudio Moroni y Cecilia Todesca. Mientras pulían las medidas que pensaban anunciar el jueves (y que ya nadie sabe si se anunciarán) empezaron a llegarles las capturas de pantalla de TV por WhatsApp: había presentado su renuncia Wado de Pedro y sus colegas se enteraban por los medios. Alberto también, pero desde el auto: se había ido a almorzar con Mario Ishii mientras les pedía a otros intendentes que lo respaldaran.
 
En la Rosada surgió rápido una anécdota de la que justo se cumplen 17 años por estos días. Cuando Alfonso Prat-Gay fue a verlo a Néstor Kirchner, ya enfrentado con Roberto Lavagna, y le pidió que apurara la designación de los directores que le había reclamado en el Banco Central.
 
"Yo le dejo acá mi renuncia, Presidente, para que usted defina". Kirchner se la aceptó de inmediato. Después contó que Prat-Gay lo estaba convenciendo, pero que cuando se dio cuenta de que también lo estaba condicionando decidió desalojarlo. "Es lo que siempre hicimos con Cristina en el sur cuando alguien amagaba con renunciarnos", explicó.
 
Aquella máxima nestorista confirma que la confianza entre el Presidente y su ministro del Interior -más allá de si es reemplazado hoy, la semana próxima o en noviembre- nunca va a restablecerse. Pero después de la carta de anoche ya casi no importa.
 
¿Tiene retorno acaso la relación entre la inventora del Frente de Todos y la persona que ella misma eligió para que lo condujera? Su misiva parece sugerir que no: "Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el Presidente no solamente va a relanzar su gobierno sino que se va a sentar con su ministro de Economía para mirar los números del presupuesto". Su ministro. Su gobierno.
 
 
Amigos son los amigos
  
Aquel ejercicio implacable del poder de Néstor Kirchner podía ser acusado de prepotente pero nadie podía negarle lo eficaz. Si el amague coordinado de renuncias buscó emular aquella severidad, falló, porque terminó en esta fractura expuesta. La pregunta que se hace ahora el establishment es si Cristina busca asumir el mando personalmente, si apunta a volver en 2023 libre de lastres o si permanecerá a un costado mientras todo de desangra.
 
La resistencia barajaba anoche un relanzamiento sin Cristina, con los cambios de nombres y los anuncios que ella pidió pero con reemplazantes que no sean suyos. ¿Un ejemplo? Daniel Scioli o Agustín Rossi a la Jefatura de Gabinete. El nombre de Sergio Massa para ese rol lo echó a rodar La Cámpora, pero el jefe de Diputados no quiere. La fractura le reservó apenas la función de correveidile, aun cuando se haya vendido como réferi gracias a su enorme y lubricado ascendente sobre los grandes medios de comunicación.
 
¿Y Rodríguez Larreta? Amigo de Massa, ganador en su espacio aunque escorado por el millón de votos para Facundo Manes en la provincia, intuye que todavía no es su turno. Ni siquiera terminó de resolver su interna y la crisis política que se insinúa es severa. Como escribió Mario Santucho en la revista Crisis, el masivo voto bronca del domingo amenaza con convertirse en un rechazo más profundo hacia el sistema político justo a 20 años del estallido de 2001.
 
¿Quién podrá reconstruir la autoridad presidencial ahora que Cristina decidió demoler el dispositivo de poder que inventó al ungir a Alberto? ¿Cómo puede darse una alternancia ordenada en medio de una polarización tan brutal y sin que haya salido todavía un solo manifestante a las calles? ¿Qué pasa si las organizaciones sociales inician una huelga de brazos caídos en los barrios que ignoró olímpicamente el proyecto de Presupuesto que giró el miércoles a la noche al Congreso Guzmán? ¿Y si Colombia, Chile, Perú, Brasil, Ecuador y Bolivia no quedan tan lejos de la Argentina como parecía hasta hace apenas una semana?
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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