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Internacionales - 04-05-2021 / 18:05

El rey Luis XVI de Francia convoca a una Asamblea en la cual, la casual ubicación de los representantes, define lo que es la izquierda y la derecha

El rey Luis XVI de Francia convoca a una Asamblea en la cual, la casual ubicación de los representantes, define lo que es la izquierda y la derecha
Inauguración de los Estados Generales de 1789 en la sala de los Menus-Plaisirs, en Versalles.
 
A fines de la Edad Media, las nuevas fuerzas productivas que se desarrollaban en el seno de la sociedad feudal chocaban cada vez más con las relaciones de servidumbre propias del feudalismo, sus leyes, sus instituciones, su filosofía, su moral, su arte y su ideología política. Los campesinos, los artesanos y los obreros de las manufacturas, encabezados por la burguesía, peleaban contra el orden feudal, su filosofía, sus ideas, sus instituciones, sus leyes y los privilegios de la clase dominante, es decir, la nobleza hereditaria.
 
Entre las causas directas que desencadenaron la Revolución francesa se encuentra la gran crisis financiera causada por la enorme deuda de Francia, la falta de alimentos con la subida imparable de los precios, el gasto suntuoso del Gobierno, y un sistema impositivo que recaía exclusivamente sobre los miembros del Tercer Estado, debido a las exenciones que tenían el clero y la nobleza; esta carga impositiva, en la práctica se limitaba a la burguesía.
 
Frente a la crisis, el rey Luis XVI de Francia tuvo que convocar a los Estados Generales, una asamblea general extraordinaria, que comenzó el 05 de mayo de 1789, compuesta de representantes de todos los segmentos de la sociedad francesa (salvo los más pobres) repartidos en tres estamentos: el clero o Primer Estado, la nobleza o Segundo Estado, y el pueblo llano o Tercer Estado.
 
En ella participan, la nobleza y el clero, defensores de la monarquía absoluta, que se sentaron a la derecha del rey, y los representantes del pueblo, como Robespierre, Danton Marat, que abogaban por la abolición de los privilegios aristocráticos, tomaron lugar a la izquierda. Se definen así y por una casual ubicación los dos conceptos políticos más difundidos del mundo: la derecha y la izquierda.
 
La independencia que demostraron los diputados del Tercer Estado con respecto a los dos primeros estamentos y a la Corona, marcó el verdadero inicio de la Revolución francesa.
 
La Opinión Popular

 
La asamblea tuvo lugar en una sala acondicionada para la ocasión en el palacete de los Menus-Plaisirs (Placeres Menudos), que servía de almacén para decorados de teatro, instrumentos de música y accesorios de deportes de la Corte de Versalles. Estuvieron presentes 1.139 diputados: 291 pertenecen al clero, 270 a la nobleza, y 578 al Tercer Estado (este último representaba al 97% de la población). La sesión inaugural, el 5 de mayo de 1789, fue presidida por el rey Luis XVI, el clero se sentó a la derecha del trono, la nobleza a su izquierda, y el Tercer Estado enfrente.
 
Ni el clero ni la nobleza formaban bloques homogéneos, ya que también comportaban estratos de ingresos modestos, cuyos intereses y forma de vida se aproximaban a los del Tercer Estado. La nobleza contaba con un buen número de pequeños nobles campesinos (llamados hobereaux), que poco compartían con la gran nobleza próxima a la Corte. Y entre el clero, los simples curas (bas-clergé) se sentían más cercanos a las reivindicaciones de sus feligreses que de sus superiores eclesiásticos.
 
La nobleza y el clero reclamaban el voto por estamento, que les aseguraba la mayoría sin necesidad de lograr un consenso. El Tercer Estado pedía el voto por cabeza, que permitía más igualdad en la votación, y debates abiertos. Ante la negativa de los dos primeros estados y el consecuente bloqueo de toda votación, el Tercer Estado, aconsejado por el sacerdote Sieyès (diputado del Tercer Estado), invitó a los diputados de la nobleza y del clero a que se unieran a ellos. Dos nobles y 149 miembros del clero lo hicieron.
 
Se produjo por lo tanto una revolución de carácter jurídico: se desmantelaron los estamentos tradicionales del reino, los que fueron sustituidos por una asamblea única en representación de todo el pueblo. A propuesta de Sieyès, tomó el nombre de Asamblea Nacional el 17 de junio de 1789. Ante este acto revolucionario, el rey Luis XVI mandó cerrar la sala y prohibió su entrada a los representantes del Tercer Estado.
 
El 27 de junio de ese mismo año, el rey cedió e invitó a la nobleza y al clero a que se unieran a la nueva asamblea. El 9 de julio de 1789, la asamblea adoptó el nombre de Asamblea Constituyente. Esta revolución jurídica y pacífica acababa de poner fin a siglos de absolutismo monárquico, sustituyendo el sistema de gobierno por una monarquía parlamentaria.
 
Fuente: Wikipedia

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