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“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Entre Ríos - 30-11-2020 / 11:11
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

Realpolitik electoral

Realpolitik electoral
Gustavo Bordet necesita ganar los comicios intermedios porque dos años después debe dejar el poder en la provincia (no tiene constitucionalmente habilitada la reelección) y debe mantener la gobernabilidad hasta ese momento, especialmente en la interna del PJ, donde hay dirigentes con diferencias, que todavía no se han hecho públicas.
Las elecciones del 2021 serán una encuesta real sobre el humor social, pero ni por asomo definen el 2023. Recuérdese que en las elecciones intermedias de 2017, Cambiemos obtuvo 437.962 votos (53,02%) y llevó a Benedetti, Fregonese y Lacoste a la Cámara Baja. Por su parte, el Frente Justicialista Somos Entre Ríos logró 313.605 votos (37,97%) y colocó a Bahillo y Mayda Cresto. Dos años después perdió la Presidencia con Mauricio Macri y no pudo ganar la Gobernación en Entre Ríos. En esta última, Gustavo Bordet sacó 436.452 (57.43 %) y Cambiemos 270.302 (35.57 %).
 
Independientemente de esto, Bordet necesita ganar los comicios intermedios porque dos años después debe dejar el poder en la provincia (no tiene constitucionalmente habilitada la reelección) y debe mantener la gobernabilidad hasta ese momento, especialmente en la interna del PJ, donde hay dirigentes con diferencias, que todavía no se han hecho públicas.
 
Un viejo dirigente peronista solía decir que, para ganar una elección, el oficialismo debía montar una campaña proselitista que asegure al gobernante un ritmo permanente de inauguración de obras, de tal manera que el electorado observe que se hace más de lo que se dice. Lo que sí se guardó como un secreto es el costo de ejecutar este plan. Sin embargo, las estimaciones estuvieron y están. Algunos mencionan que para hacer una campaña austera, se requiere el equivalente al 2% de un presupuesto; otros, en cambio, apuntaban a que el equivalente al 5% del total de gastos de la provincia garantizaba el triunfo. En resumen, se necesita una sustancial inversión en obra pública.
 
Claro que si se actualizan los montos, hoy implicaría una erogación de entre $ 4.000 millones y $ 10.000 millones, tomando como referencia el Presupuesto 2021. Demasiado dinero para hacer campaña en medio de una peste que todavía no encuentra la luz al final del túnel, porque aún no hay vacunas contra la covid-19.
 
Por eso, la pandemia encontró al mandatario provincial más atento a las cuestiones vinculadas con la política real. Fue a golpear todas las puertas posibles con varios proyectos en mano, con el fin de apuntalar una administración que, hasta ahora, no ha encontrado una obra con que se la vaya a recordar en el futuro.
 
Un plan de obras es necesario para cambiarle la cara a un mercado que necesita la inyección de fondos y, además, generar más puestos de trabajo. Incluso, iría nuevamente a la Casa Rosada a recordar que están pendientes de aprobación algunas de las iniciativas que requieren financiamiento de organismos internacionales de crédito. La lógica pragmática es que la mejor campaña es la reactivación de la economía.
 
En el marco de la realpolitik, Bordet estaría incluso dispuesto a convocar a la oposición (aunque la respuesta estará condicionada a la inminencia de la puja electoral) y a los principales referentes del sector privado. Es claro que, en tiempos de pandemia, el discurso de grieta y  barricada no sirve; no suma y no es el que espera una sociedad abrumada por el aislamiento, en el que ha empeorado la situación económica y el humor social. Estos serán los rivales que tendrán que enfrentar los políticos en el año electoral que se avecina.
 
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Realpolitik electoral

Maradona y su compromiso con la política
 
Es probable que la muerte de Diego Armando Maradona sea uno de los pocos fenómenos capaces de barrer con la grieta en este país. Por unos días, la enorme mayoría de los cincuenta millones de argentinos estaremos aunados en la pena. Eso no significa que Maradona no haya tomado partido.
 
Por eso lo querían y lo odiaban. Lo odiaban porque tenía el valor que muchos no tienen de ser libre, de no ajustarse a lo que todos le reclamaban, de ser siempre él a un costo bestial. Porque estar arriba te convierte en un engranaje importante de la máquina, no podés no ser un ejemplo, no podés cagarte en ser el espejo en el que todos aspiremos a reflejarnos. Los millonarios y los famosos cumplen esas reglas de casta. Están para eso. Y Diego los mandó a pasear a todos.
 
Diego fue el chico más grande, tan grande que convirtió el futbol en un enorme campo de rebelión. Como cuando les ganó a los ingleses después de Malvinas con dos jugadas hermosas y cuando hizo que los napolitanos (los "cabecita negra" de Italia) ganaran el campeonato que era monopolio de los rubios del norte. Sacó al Napoli del fondo de la tabla y lo llevó hasta la punta. Y cuando hacía el gol se abrazaba a la tribuna haciéndoles sentir que lo habían hecho todos.
 
Y nos metemos en política, que es un tema difícil de tocar con relación a esta cuestión. Diego vivió 5 años en Cuba, que sirvió de plataforma para su compromiso con los movimientos populares en América Latina durante las últimas dos décadas de su vida. Hugo Chávez, Lula Da Silva, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Evo Morales, Pepe Mujica, Rafael Correa, Nicolás Maduro, Alberto Fernández: todos tuvieron su abrazo y su foto con el 10.
 
Maradona hizo propia la causa popular con la misma intensidad que todo en su vida: sin marco teórico ni especulaciones, sin medir riesgos ni consecuencias. Desde redes sociales dejó claro su apoyo al Frente de Todos, primero, y al gobierno de Alberto Fernández después. Con el que nunca hubo acercamiento posible fue con Mauricio Macri.
 
Lo quisimos aún cuando anduvo perdido por la droga y rodeado de seres detestables que se aprovechaban de él. Por eso, la mayoría de los argentinos lo estamos llorando y más que nadie esa tribuna colmada que llamamos Pueblo. Es que el sistema quería que el astro Diego fuera un ex pobre domesticado, para que los pobres quisieran imitarlo. Y el espejo que hizo Diego reflejaba su esencia que es la del pibe de Villa Fiorito luchando con sus ángeles y sus demonios.
 
En ese espejo, el Pueblo se veía Pueblo. Es como el Peronismo: es como es. No como quisieran verlo o verse. Por eso en este país van de la mano. "Mi viejo fue peronista, mi vieja adoraba a Evita, y yo fui, soy, y seré siempre peronista. Y esto no debería ser un problema. El problema es la intolerancia que nos plantaron", sentenció el Diego.
 

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Caótica despedida al ídolo
 
El peronismo tiene una larga tradición de movilizaciones desbordadas. Está en su génesis. La despedida del Diego fue otra muestra de la irremediable tendencia al desborde que caracteriza a nuestra sociedad, rasgo maradoniano que nos atraviesa. Del velorio del jueves 26 hay que subrayar que fue multitudinario, por quién era el convocante. Ahí no pudieron decir, los grandes medios porteños, lo del choripan y el colectivo con que estigmatizan a piqueteros y organizaciones sociales.
 
Hinchas del fútbol vestidos con camisetas antagónicas e incluso personas que se confesaban ajenas al deporte más lindo del mundo olvidaron por un rato sus diferencias, se confundieron en largos abrazos y dejaron testimonios que conmovieron al mundo. Pero el descontrol no tardó en aparecer, potenciado por la imprevisión dirigencial, y el funeral terminó en una batalla campal seguida por un cruce de facturas entre el Gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires.
 
La gente reunida en masa y amparada en un inexplicable recreo del distanciamiento social pandémico, volvió a dar muestras de incapacidad para compartir momentos de felicidad o de tristeza sin causar desmanes. Las autoridades no supieron organizar, no consiguieron disuadir y terminaron reprimiendo, como suele ocurrir, de manera desorganizada y desmedida.
 
Sucede los balazos de goma, gases y palos de la Policía de la Ciudad, que responde a la dupla Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, ambos del PRO, que conformaron una represión que motivó un amplio repudio.
 
El operativo represivo fue ejecutado por la policía de la Ciudad de Buenos Aires y cuestionado por el Gobierno nacional incluso mientras se estaba desarrollando, al punto que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación terminó presentado una denuncia penal contra la fuerza del gobierno que conduce Rodríguez Larreta.
 
¿Por qué en pandemia Fernández organizó el velorio en la Casa Rosada y pensó que un millón de personas podía ingresar bien desde la mañana hasta las 16 horas? ¿Por qué, si fue un velorio a cargo del Estado, permitió que la ex esposa del difunto decidiera sobre inicio y cierre?
 
Diego fue un ídolo mundial, pero no estuvo bien que en su velorio se permitiera el amontonamiento de cientos de miles de personas, en pandemia, y a tantos argentinos de a pie no les permitieron una ceremonia con poco público y a veces ni despedirse de quien moría.
 
¿Hubo un cálculo oportunista del gobierno nacional, de permitir ese velorio masivo para congraciarse con el fútbol, mayoría del tablón y del padrón? Es muy posible. Alberto salió aplazado en política, organización y cuidado sanitario. Pero no hay que ser injustos y reducirlo al gobierno: se pareció al desorden del país.
 
Ahora bien, los mismos que hicieron blanco de críticas la negligencia de Casa Rosada, son los que ya acumulan ocho marchas con amontonamientos en contra del gobierno nacional. Y no en Plaza de Mayo, sino en las principales plazas del país.
 
Mejor habría sido una breve ceremonia en Congreso, con familiares e invitados. Y una salida en caravana, con un trayecto predeterminado hacia el cementerio, para que el público despidiera a Diego a su paso, conservando la distancia.
 
Pero aún entre tanta tristeza, desaciertos, mezquindades y violencia, la muerte del número 10 sirvió para recordar que los argentinos  también podemos ser desmesurados en la genialidad, en el talento, tanto como para llevar a un simple mortal desde el barro de Villa Fiorito a la cima del mundo y a la gloria eterna.
 

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Cuestión de mayorías
 
El Senado le dio media sanción al proyecto de ley de Ministerio Público Fiscal, que entre otras cuestiones pretende que se pueda designar al Procurador General de la Nación y al Defensor General con mayoría simple de la Cámara alta y no con el acuerdo de dos tercios de ese cuerpo.
 
También establece que el Procurador o Procuradora General de la Nación durará en sus funciones cinco años, pudiendo ser nuevamente designado en forma consecutiva por un único período a propuesta del Poder Ejecutivo Nacional y con nuevo acuerdo del Senado.
 
De convertirse en ley, le daría al Ejecutivo la posibilidad de designar Procurador y Defensor General sin necesidad de acordar con la oposición. Además, el hecho de ponerle un límite de 5 años al mandato del Procurador -que hasta ahora es un cargo vitalicio- le otorgaría a cada presidente, salvo que asumieran con un Procurador recientemente designado, la posibilidad de proponer a su propio candidato en algún momento de su gestión.
 

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Signos positivos en economía
 
El dólar volvió a darle respiro al ministro de Economía Martín Guzmán. La cotización paralela de la divisa cayó el viernes por sexta jornada consecutiva en cuevas de la city porteña por una caída en la demanda, lo que llevó al blue a acumular una baja de 16 pesos en dos semanas para ubicarse en la marca de los 156 pesos el viernes.
 
La brecha con el tipo de cambio oficial, que llegó a ser de 150% en octubre, ahora está apenas por encima del 92%, el nivel más bajo desde el 10 de noviembre.
 
Por otra parte, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) arrojó en septiembre una caída interanual de 6,9%. A pesar del signo negativo de la variación, el dato conocido en los últimos días fue interpretado como un índice positivo por los analistas.
 
Para entender qué puede tener de positiva una caída de 6,9% hay que tener en cuenta que el mismo indicador acumuló una baja de 11,9% en los primeros nueve meses del año y que en agosto registró una baja de 11,8%. Al poner en contexto la situación, la retracción de 6,9% de septiembre marca una reducción a la mitad de la tasa de caída de la actividad.
 
Además si se compara con agosto, el indicador de septiembre representó un incremento de 1,9%, lo que está demostrando un atisbo de recuperación de la economía. Hasta ahora nada para festejar, pero todo indica que lo peor ya pasó, siempre y cuando ninguna variable salga de control.
 

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El virus no descansa
 
Las imágenes del caos multitudinario que generaron los funerales de Maradona en Buenos Aires dejan una peligrosa evidencia que indica que para una buena parte de la población, al menos de esa ciudad, el coronavirus sería un problema superado.
 
Los números de contagios, no solo del país sino del mundo, desmienten de plano esa interpretación y plantean la necesidad de redoblar los esfuerzos para no perder todo lo ganado durante los últimos ocho meses.
 
Con esa convicción, el gobierno de Gustavo Bordet viene insistiendo en no disminuir los cuidados y preparó una estrategia para minimizar los riesgos durante las vacaciones. El objetivo central será promocionar el turismo interno, mediante programas e inversiones orientadas a mejorar la oferta turística provincial de playas.
 
Que las fronteras continúen cerradas, es otro elemento fundamental para que Entre Ríos siga siendo una provincia con estatus sanitario privilegiado a pesar de estar rodeada de provincias que cuentan sus contagios por decenas de miles.

 
La vuelta a clases presenciales sigue mostrando buenos resultados, En Entre Ríos los 17 departamentos ya se encuentran transitando la quinta semana con estudiantes en las aulas. A través de estrictas acciones de infraestructura, logística y monitoreo por parte del gobierno provincial, 4.621 alumnos volvieron a las aulas.
 
Con el mismo objetivo de no bajar la guardia en el control del virus sin que ello implique paralizar actividades, se planifica el operativo de vuelta a clases para los últimos años de los niveles primario y secundario.
 
A pesar de dudas planteadas desde algunos sectores, los resultados demostraron que el enfoque adoptado fue el correcto y el trabajo se ha desarrollado en forma exitosa. Los alumnos que concurrirán en todos los colegios lo harán con barbijo, respetando la distancia social, lo mismo en los colectivos, con lo cual se transmitirá tranquilidad a sus familias y al resto de la comunidad educativa.
 
Paso a paso, igual que con la economía y con el turismo, las actividades irán tomando el rumbo a su normalidad. Tan necesarias cuando las arcas del Estado están exhaustas. La pandemia de coronavirus, que está cediendo aunque sigue latente la amenaza de una segunda oleada, las terminó de agotar. El aumento de la presión fiscal asoma, en este contexto, tan previsible como dañino para la imprescindible reactivación económica.
 
Y 2021 no será la excepción a la regla. Bordet está entre la disyuntiva de la radicalización del discurso o el pragmatismo de sus decisiones para coparticipar anuncios junto con el sector privado. Durante su primera gestión, el gobernador había mostrado ese rol, cercano a los que invierten en territorio provincial y más alejado de las cuestiones que dividen, como la grieta política. 
 

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El 2021, año electoral
 
El año electoral que comenzará dentro de poco obligará a los gobernantes a aferrarse a los recursos concretos que les permitan emprender o finalizar obras. Mientras tanto, siguen tejiendo alianzas con la dirigencia del PJ y de los aliados, pensando en los comicios de medio turno.
 
Para ello, Bordet no deja de golpear en los despachos nacionales para gestionar recursos que hacen falta para los compromisos ineludibles, como el pago de los sueldos y aguinaldos, tema de gran preocupación oficial.
 
Es real que falta que lleguen envíos pendientes, que en el gobierno entrerriano no dudan de que arriben, pero pese a ello la administración local necesita pedir un poco más. No es bueno el momento, realmente, y hay que reconocer que la Nación también enfrenta dificultades para poder llegar a todas las provincias que piden asistencia. Aunque el tema de las prioridades e inequidades en el reparto de fondos siempre genera especulaciones y suspicacias.
 
Lo destacable es que ha sido un año atípico en el que las provincias sintieron en mayor o menor medida la abrupta caída de la recaudación por la extensa parálisis económica, entre otros aspectos. Desde esa perspectiva, está claro que la administración provincial requiere de un último envión para cubrir sus exigencias. Como el bidoncito con nafta para poder llegar a la meta.
 

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Bendiciones y postulantes
 
En ese marco, la interna peronista en el oficialismo se cuela en todo trámite político. Justamente, un oficialismo que querrá cerrar rápido filas antes de que entrar en los tiempos de la carrera electoral, para cuya largada ya falta poco; aunque hay quienes ya comenzaron el precalentamiento para las candidaturas.
 
Esto pese a que hay que esperar las "bendiciones" que llegarán desde la Nación, cual órdenes para integrar las listas. En el PJ entrerriano hay un cierto convencimiento respecto de los comicios intermedios: Cristina elegirá candidatos, básicamente porque querrá seguir hegemonizando el funcionamiento y el control de la Cámara Baja, lo que sólo puede hacer teniendo gente de su confianza y con el mismo número de congresistas que maneja hoy, no menos.
 
Todavía no se han tirado al ruedo nombres de mujeres para el primer puesto, pero serán cristinistas de la primera hora, como Stefania Cora o Carolina Gaillard, todas leales. No vale la pena hacer nombres, en el oficialismo se sabe perfectamente bien de quiénes se trata, tanto como que se deberán aguardar las señales de la ex presidenta para la nómina.
 
¿La consensuará con Bordet? ¿Le dará un lugar al mandatario? Es decir, que el gobernador ponga a un hombre de su mayor confianza en el segundo lugar. Es una probabilidad. Como lo es que quiera ser candidato a gobernador en el 2023, y que apure una reforma constitucional para establecer la reelección indefinida, o que quiebre lanzas y fracture al peronismo. Esto último es totalmente improbable, todos saben que una división los saca del Gobierno.
 
Es decir, Bordet tiene un abanico de cartas para jugar el año próximo, algunas de las cuales dirán mucho de lo que pretende para su carrera política: si la quiere continuar en la provincia o si bien aspira a los planos nacionales. Se habla de que muchos funcionarios de Alberto pueden ser candidatos el año próximo, incluyendo al jefe de gabinete, Santiago Cafiero. Alguien debería sustituirlo en ese lugar. Cargo apetecible.
 
Si Cristina elegirá o consensuará los eventuales postulantes, ¿eso quiere decir que Sergio Massa también meterá manos en la nómina de diputados entrerrianos? No. En los ámbitos oficialistas circuló el rumor que en su última visita a la provincia el tigrense deslizó el nombre de un legislador para la boleta. El comentario sacudió al Frente Renovador de la provincia. Muchos están atentos, y en guardia, esperando señales o aventando las de humo.
 

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Frente común opositor
 
Por el lado de la oposición, hay que prestarle atención a los intendentes Darío Schneider, de Crespo; y Pedro Galimberti, de Chajarí, que han decidido armar un frente común en la vida partidaria radical.
 
El miércoles pasado protagonizaron una reunión presencial para darle forma a esa voluntad. Había otros intendentes que son de la partida, el de Nogoyá, Rafael Cavagna; de La Paz, Bruno Sarubi; de Hernandarias, Carlos Lencina; y el exintendente de Maciá, Román Troncoso. Se sumaron dos diputados provinciales, Julián Maneiro y Ariel Brupbacher.
 
Schneider y Pedro Galimberti hablan con todos los referentes opositores, no se privan de conversar con nadie; su estrategia, más allá de que apunta fuerte al 2023, también está dirigida a alterar el tablero para el año entrante. Sueñan con una gran alianza opositora para enfrentar al peronismo. Pero son demasiados para pactar. En el oficialismo, en tanto, sueñan con dividirlos.
 
El año que se acerca es electoral, con lo que es difícil pensar en políticas de consenso. No la tuvieron desde el día de asunción de Bordet y mucho menos durante este año de gestión peronista. La ley de leyes fue la exención. Le espera a la provincia un tiempo político de tensión y acusaciones.
 
Todo tránsito tiene su mojón. En la política entrerriana se sabrá si será en las primarias de agosto o en las generales de octubre. Esa definición deberá llegar en los próximos meses. Todos los escenarios están abiertos.
 
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