04:59 | Sabado 20 de Abril de 2013 | Entre Ríos
Las claves del modelo ideológico neoliberal del gobierno de Macri
Por Carlos Andujar
Por Carlos Andujar
“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Entre Ríos - 25-05-2020 / 20:05
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Coincidencias que se retribuyen con inversiones
Mientras Bordet gobierna, destraba fondos, consigue obras y espera anuncios importantes en materia de infraestructura de la mano de la Nación; también carga con el compromiso de administrar cada fase del aislamiento. Su alineamiento total con la Presidencia incluye una elaboración de protocolos para ir liberando actividades que contaron hasta ahora con la venia de la Jefatura de Gabinete.
Gustavo Bordet fue de los más activos en la campaña electoral pasada y fue el que arrimó, alentó y animó a varios de sus pares para que se sumen a la fórmula Fernández-Fernández. Ese rol, después de una victoria, es inestimable, no tiene precio. ¿O sí?
No hay mejor forma de expresar reconocimiento desde una gestión Peronista que la obra pública para apostar al crecimiento, ya que en este rubro manda la decisión política, en cuanto a determinar a quién se adjudica y a quién no. Hay que hacer mérito para ganarse el respaldo del que tiene la lapicera. Siempre.
Bordet recibió al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, que vino con anuncios favorables, señal palmaria que Alberto Fernández lo tiene anotado en la hoja destacada de sus afectos. Luego, el gobernador se reunió con el Jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero. Avanzaron en las gestiones del financiamiento internacional para "obras estratégicas para la provincia" ante organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el Gobierno provincial estiman que, con la ayuda nacional prometida, en seis meses se estarían viendo los resultados de la ejecución de los primeros trabajos, convencidos de no hay otro camino para la reactivación que destinar recursos a la obra pública: un new deal criollo. Es impresionante como eso mueve la economía, apuntaron para ratificar esa visión.
Por su parte, Alberto necesita demostrar que su gestión no se agota en el coronavirus, que es la imagen que brinda a la sociedad cada vez que aparece con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta para extender los plazos de la cuarentena. Y la que por cierto lo potenció positivamente ante la opinión pública.
Ahora, nada será más útil que salir a recorrer el país y anunciar inversiones poderosas en obras ajenas a la pandemia para exponer que su gobierno no está encorsetado por lo sanitario, y que el traje de Presidente le da para más que eso.
Era un paso inevitable, ya sea por consejo o por intuición política, para evitar que se siga imponiendo la sensación que está cómodo en medio de la pandemia y que se olvidó de que sus responsabilidades ejecutivas van más allá, como atender y preocuparse por los efectos económicos negativos de la covid-19.
El avance atroz de la peste revaloriza el rol del Estado de Bienestar keynesiano como organizador social frente a la catástrofe; hasta los exacerbados neoliberales reclaman por un Estado que actúe en forma expeditiva. Esa idea del welfare state, de la intervención del Estado, el respeto por lo público, el pensamiento que la salvación no puede ser individual, la sensación de formar parte de una comunidad, es hoy un sentido común cada vez predominante.
La Opinión Popular
No hay mejor forma de expresar reconocimiento desde una gestión Peronista que la obra pública para apostar al crecimiento, ya que en este rubro manda la decisión política, en cuanto a determinar a quién se adjudica y a quién no. Hay que hacer mérito para ganarse el respaldo del que tiene la lapicera. Siempre.
Bordet recibió al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, que vino con anuncios favorables, señal palmaria que Alberto Fernández lo tiene anotado en la hoja destacada de sus afectos. Luego, el gobernador se reunió con el Jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero. Avanzaron en las gestiones del financiamiento internacional para "obras estratégicas para la provincia" ante organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el Gobierno provincial estiman que, con la ayuda nacional prometida, en seis meses se estarían viendo los resultados de la ejecución de los primeros trabajos, convencidos de no hay otro camino para la reactivación que destinar recursos a la obra pública: un new deal criollo. Es impresionante como eso mueve la economía, apuntaron para ratificar esa visión.
Por su parte, Alberto necesita demostrar que su gestión no se agota en el coronavirus, que es la imagen que brinda a la sociedad cada vez que aparece con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta para extender los plazos de la cuarentena. Y la que por cierto lo potenció positivamente ante la opinión pública.
Ahora, nada será más útil que salir a recorrer el país y anunciar inversiones poderosas en obras ajenas a la pandemia para exponer que su gobierno no está encorsetado por lo sanitario, y que el traje de Presidente le da para más que eso.
Era un paso inevitable, ya sea por consejo o por intuición política, para evitar que se siga imponiendo la sensación que está cómodo en medio de la pandemia y que se olvidó de que sus responsabilidades ejecutivas van más allá, como atender y preocuparse por los efectos económicos negativos de la covid-19.
El avance atroz de la peste revaloriza el rol del Estado de Bienestar keynesiano como organizador social frente a la catástrofe; hasta los exacerbados neoliberales reclaman por un Estado que actúe en forma expeditiva. Esa idea del welfare state, de la intervención del Estado, el respeto por lo público, el pensamiento que la salvación no puede ser individual, la sensación de formar parte de una comunidad, es hoy un sentido común cada vez predominante.
La Opinión Popular
Cuarentena focalizada
La Argentina tuvo, de alguna forma, un diario del lunes de otros países y un Presidente que supo leer correctamente la tormenta que se avecinaba. Con solo ver lo que pasa hoy en Brasil, Ecuador, Chile o Perú, lo hecho aquí no necesita más argumentos.
Esos cuatro países gobernados por una derecha neoliberal bien "sudaca" tiene como ideólogo al peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, que salió a militar contra la cuarentena y acusó a los "populismos" de aprovechar la pandemia para coartar libertades.
Como un chirolita del escritor, nuestro ex presidente Macri salió a repetir esas imprudentes palabras. Ni uno ni otro se hacen cargo ahora de las decenas de miles de muertos y contagiados ni del colapso de los sistemas sanitarios que sus consejos irresponsables y prejuiciosos causaron.
En Argentina, la aplicación de una política sanitaria mucho más acorde al riesgo que implica la pandemia permitió tener mucho más control sobre la propagación del virus. El mapa de muestra situaciones muy diferentes entre provincias que no registran nuevos contagios hace más de una semana y núcleos urbanos como la Cuidad de Buenos Aires que registró 400 nuevos casos solamente el sábado.
La enfermedad tiene un claro punto de entrada en la Ciudad Puerto y en una clase social acomodada que fue la portadora del virus y la vía de acceso a la sociedad argentina. Como siempre, su manejo de los medios y del discurso dominante eludió su propia estigmatización. Los grandes medios: Clarín, La Nación e Infobae, eludieron identificar a la clase social y su pasión por los viajes a países "desarrollados", que permitió la introducción y propagación del coronavirus en el país.
El 87,5% de los casos confirmados en las últimas dos semanas corresponden al AMBA, conformado por Ciudad de Buenos Aires y 40 municipios de la provincia de Buenos Aires que circundan a la ciudad. En oposición, el 84% de los departamentos donde vive el 42% de la población del país no ha tenido casos en los últimos 14 días.
En 19 provincias el viernes no hubo ningún nuevo caso y 10 de ellas no registran nuevos contagios hace más de una semana. En Entre Ríos no hay que lamentar nuevos positivos de coronavirus desde hace 12 días, y hay confirmados: 29, en estudio: 1, y descartados: 941.
La pandemia demuestra que las ciudades altamente pobladas son peligrosas por los contagios. En especial lo sufren barrios populares y villas urbanas, muy vulnerables. Los últimos registros en esos sectores en CABA y similares del conurbano indican que allí están los focos de contagios numéricamente mayoritarios del país.
Claramente hoy el coronavirus está centrado en Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, lo que llevó al presidente Alberto Fernández a encarar la quinta etapa de la cuarentena, anunciada el sábado, con un abordaje focalizado que endurecerá las medidas de confinamiento solamente en esos territorios.
"Sabemos dónde está el virus ahora la idea que tenemos es abordar el problema allí donde está. Tenemos una concentración del conflicto muy clara en los barrios populares que viven en situaciones difíciles, mucha gente en muy poco espacio", dijo.
Anticipó que en esos lugares se aumentará la cantidad de testeos. "Los casos van a subir porque ahora hemos detectado dónde está el virus. Y no sabemos dentro del espacio geográfico a cuántos ha infectado. Los resultados positivos serán muchos más porque vamos testear mucho más donde sabemos que está el virus", indicó.
Latiguillo opositor
Durante la semana que concluye, el latiguillo de moda en los medios opositores fue que el país, a partir de esta nueva prórroga, "tiene la cuarentena más larga del mundo". Según el mensaje, repetido por comunicadores variopintos en canales de distintos dueños pero con una línea editorial curiosamente uniforme, la medida fue exitosa pero ya se agotó y es hora por reemplazarla por otra. Hasta ahora ninguno sugirió esa alternativa superadora.
La premisa ignora que las restricciones se flexibilizaron de manera significativa durante estos dos meses, pero sobre todo parte de un dato falso: ni siquiera tenemos la más extensa del continente. Perú comenzó el 16 de marzo, cuatro días antes, y el presidente Martín Vizcarra acaba de prorrogarla hasta el 30 de junio. A pesar de eso, es el segundo país más afectado en la región, después de Brasil. Tiene más de 115 mil casos y 3300 muertes.
No es conveniente medir las cuarentenas por su extensión sino por sus resultados. En ese sentido, resulta evidente que durante las primeras semanas de aislamiento social en Argentina, la medida tuvo éxito en todo el país, y que luego algo falló en CABA. El repunte de la curva de contagios coincidió con los cortes de agua en varias manzanas del barrio Padre Mugica, más conocido como Villa 31 de Retiro. La responsabilidad del gobierno porteño es ineludible.
¿Por qué seguimos en cuarentena?
Si hacia afuera, el ejemplo de Argentina contrastó rápidamente con los desastres sanitarios de la mayor parte de la región devastada por la enfermedad, fronteras hacia dentro el liderazgo que el presidente ejerció desde un primer momento puso la vara alta y tuvo, políticamente, un "efecto contagio" en los gobernadores e intendentes.
Estos asumieron, con rara e histórica uniformidad, una actitud que no puede menos que reconocerse como uno de los ejemplos más claros de madurez y responsabilidad política. La oposición y el oficialismo, que están gobernando, no se distinguen mucho en sus acciones.
Este "éxito" hace cada vez más dificultoso el consenso social en torno de la cuarentena y sus consecuencias económicas, lo que genera abiertos desafíos en el sector privado, que está pagando sueldos con plata de la Nación. Y la pobreza está carcomiendo la tolerancia de un sector cada vez más alto de la población, lo puede ser una amenaza concreta a la estrategia oficial.
En tiempos de pandemia afloran las contradicciones, las confusiones, los miedos y las dudas sobre lo que sucede y sobre las decisiones del Estado. En la búsqueda de proteger a los ciudadanos del virus, a través de la cuarentena, la forma en que se la va administrando genera preguntas incómodas.
El área de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de Entre Ríos, confirmó que este viernes, por décimo día consecutivo, no se registraron nuevos casos de coronavirus en Entre Ríos. Gustavo Bordet, que puede mostrar con satisfacción que hizo bien los deberes en lo referente a estrategia sanitaria contra el coronavirus, no puede evitar interrogarse sobre: ¿Cuánto tiempo más deberán esperar los entrerrianos para normalizar sus actividades alteradas por la cuarentena?
La pregunta la formulan hoy los opositores que, sin mando en provincias o municipios, se convierten cada vez más en fuertes críticos del gobierno. Pero también la replican un número creciente de vecinos luego del confinamiento y tantos días sin casos nuevos de coronavirus. Y es también el dilema que desvela a las autoridades sanitarias y políticas.
¿Es necesario administrar con cuentagotas?
¿Es necesario seguir limitando y administrando con cuentagotas el regreso a las actividades o ya es hora de abrir la mayoría de ellas y, con un protocolo de cuidados sanitarios, tender a la normalidad? Y a este escenario le falta todavía despejar la incertidumbre sobre el pago de los sueldos de mayo.
¿Por qué se permite la actividad comercial, que muestra a cientos de personas casi amontonadas, y se prohíben otras profesionales o industriales que a veces se limitan a un trato cara a cara entre dos personas? ¿Por qué se veda la posibilidad de correr o andar en bicicleta al aire libre si esas actividades per se impiden el contacto directo con otras personas?
¿Por qué hay que "esconderse" para ver a un familiar, pero se puede estar a la par de gente desconocida en una cola de banco? ¿Por qué algunos disfrutan de plazas y espacios públicos a la vista de policías mientras la mayoría cumple con lo que se pide?
Nadie tiene el diario del lunes para saber la respuesta y esa incertidumbre sobre las consecuencias de errar en uno de los pasos justifica la prudencia oficial. Pero no mengua la presión que de manera individual o corporativa obra como disparador de conversación obligada en cada encuentro, reunión o grupo virtual en estos días de pandemia.
Circulación del virus en Entre Ríos
La circulación del virus es, teóricamente, nula en Entre Ríos y eso, dicen los que son partidarios de una apertura que tienda a la normalidad, es suficiente prueba de que es posible hacerlo sin riesgos. Es fácil decirlo desde la irresponsabilidad de la oposición, replican desde los ámbitos donde las decisiones se traducen en políticas que afectan a toda la sociedad en cuarentena.
Entre Ríos tuvo una mezcla de suerte, buenas decisiones político-sanitarias y disciplina social, pero eso no garantiza que en el futuro la suerte mengüe y alguna errada decisión fomente una mayor movilidad social y que no pueda hacerse frente a la multiplicación de casos.
La respuesta a la presión que desde lo social, lo económico o lo político pugna retornar más temprano que tarde a la normalización de todas las actividades es, ciertamente, una visión simplista de un problema complejo.
La tensión entre la inevitable caída económica y la salud pública no admite una salida reduccionista ni la sola apelación a los prejuicios. El abordaje racional es una tarea de recolección de información y reflexión.
Los pronósticos de carácter empírico de la gente común, basados sus experiencias vivenciales, son dudosos o indeterminados, y en las condiciones que impone una pandemia son absolutamente insatisfactorios y pueden ser malos consejeros, señalando con más frecuencia el camino equivocado y no el correcto.
En análisis de lo que pueda pasar, partiendo de la sencilla analogía entre presente y futuro, trasladando mecánicamente hacia el futuro las experiencias vividas, sin conocimientos científicos, es un modo de pensar ingenuo y primitivo.
En base al conocimiento científico de la pandemia y las informaciones recogidas, que suministran científicos, infestologos y sanitaristas, el gobernante prevé cuales son las medidas necesarias a tomar y sus consecuencias.
Cualquier estrategia ante la pandemia tendrá un costo. Pero será menos costosa, social y económicamente hablando, aquélla que apueste a considerar todas las variables en juego y, sin omitir los riesgos, tome luego las decisiones.
La peste no es el único asunto urgente en la agenda provincial
Mientras Bordet gobierna, destraba fondos, consigue obras y espera anuncios importantes en materia de infraestructura de la mano de la Nación; también carga con el compromiso de administrar cada fase del aislamiento. Su alineamiento total con la Presidencia incluye una elaboración de protocolos para ir liberando actividades que contaron hasta ahora con la venia de la Jefatura de Gabinete.
Pero también carga con la crisis económica potenciada por la emergencia y con la necesidad de responder a tiempo con los compromisos de pago o refinanciar en términos razonables. Demasiado como para estar pensando en peleas políticas.
Los efectos que produce la pandemia en la vida cotidiana de la gente y su impacto en las decisiones del Gobierno, apenas si dejan rendijas por donde mirar otras cuestiones de fondo que se cocinan en la Provincia. Es lógico que el principal tema de gestión acapare la atención y el esfuerzo del Estado.
Pero, hace exactamente un mes alertábamos sobre la posibilidad de que los empleados públicos no cobraran en término los sueldos a partir de la liquidación de mayo debido a la difícil situación generada por la caída de la recaudación provincial y otros ingresos. Efectos de la falta de actividades por la emergencia de la pandemia.
Verdaderamente, lo de los salarios era solo una parte del complejo panorama que debe afrontar la Provincia. La otra es la estrategia del gobierno para la tramitación de una renegociación de las deudas que el Estado provincial tiene con sus acreedores.
Vale recordar que también la conducción económica nacional venía reclamando desde hace más de 30 días a los encargados de Hacienda provinciales la negociación con sus respectivos acreedores para no engrosar el riesgo de default. En el gobierno local se mantienen atentos a los pasos que da la conducción económica nacional, ya que los compromisos adquiridos por las provincias están en línea con los de la Nación.
Desde el área de Hacienda destacan, en ese sentido, que la intención de la Provincia será siempre la de cumplir con las obligaciones pero siempre enmarcadas en las capacidades de la Provincia para afrontar dichos compromisos. Esa es una de las premisas para la negociación.
Se ve comprometido al Gobernador en la continuidad de una relación más que cordial con el Ejecutivo nacional desde que la estrategia contra el coronavirus puso al Presidente y los jefes de provincias en un mismo camino. La asistencia nacional ante la emergencia sanitaria es vital para el mantenimiento del sistema de salud y para sostener otros servicios básicos de cualquier gestión estatal.
Hay otra cuestión sobrevolando el horizonte: el pago de los subsidios al transporte. Son cifras millonarias. Por estas horas se produce una derivación de este asunto espinoso: la paralización del servicio de micros urbanos por falta de pago de esos aportes estatales.
La pandemia y sus efectos devastadores no son los únicos asuntos urgentes en la agenda provincial oficial.
Oposición provincial sin brújula
A todo esto, la oposición provincial está sin brújula, parece seguir en el aislamiento social obligatorio. No comparte ni un zoom organizador. Cada integrante de lo que otrora fuera una fuerza inter partidaria prometedora se va convirtiendo en espasmos aislados con reclamos puntuales a viva voz.
El gobernador subió su imagen y su poder cuando tomó las riendas en esta cuarentena. Nadie se maneja mejor en tiempos de aislamiento que los que gobiernan. Hasta los opositores bailan a su alrededor.
Solo los integrantes del Foro de Intendentes de Cambiemos de Entre Ríos: Pedro Galimberti, de Chajarí; Darío Schneider, de Crespo; Gustavo Vergara; de Ramírez; Rafael Cavagna, de Nogoyá; y Bruno Sarubi, de La Paz, mantuvieron una reunión con la vicegobernadora Laura Stratta (en representación del gobernador que estaba en CABA) y ministros provinciales. A la salida cuestionaron el encuentro al que calificaron de "intrascendente".
La senadora Claudia Gieco los escrachó: "Parece ser que la calificación del encuentro hubiera estado decidida de antemano, y que lo más importante para los presidentes municipales de Cambiemos es lo que después se pueda manifestar en los medios de comunicación. Esa parece ser la parte trascendente de la actividad. Poco o nada han informado de lo tratado en el encuentro, que es lo que podría interesarle a los vecinos de sus ciudades". Otro mal ejemplo para la democracia.
Cabe decir que la tregua política entre oficialismo y oposición no implica que también valga para que algunos laderos librepensadores frenen sus ímpetus y no sigan apostando a la fractura desde las sombras, y por sus propias conveniencias. Cada lado tiene su grupo de calentadores de oreja, y que juegan a la de ellos. Estos muchachos son incorregibles.
El éxito de la cuarentena y la salida gradual muestra un feroz clima interno en Cambiemos. Son muchos en la Alianza que creen que Macri sigue siendo el jefecito, pero que su etapa como dirigente de peso electoral se terminó. Al menos para ensayar un regreso a la Presidencia. Consideran que el anti peronismo tiene que construir otra cosa.
Cada vez se desvanece más la palabra "juntos" y se fortalece la de "cambio", uno para pasarse de bando o romper lo que se había armado. Al final, parece cumplirse la profecía peronista que anticipaba que apenas representaban un rejunte electoral de dirigentes o partidos en busca de proteger pequeños espacios de poder.
La Opinión Popular
Entre Ríos está entre las provincias con más actividades habilitadas. Lo dijo el gobernador Bordet al referirse al nuevo período de aislamiento social obligatorio y a la posibilidad de habilitar más actividades. Informó que en la provincia está trabajando más del 90 por ciento de la actividad industrial y productiva.
El gobernador Gustavo Bordet dirigió un mensaje a los entrerrianos con motivo del 210 aniversario de la revolución de mayo. Convocó a sostener el espíritu de los patriotas que llevaron a cabo el 25 de mayo y afirmó que “juntos vamos a transitar caminos de recuperación de nuestra Patria”.
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