“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
El 23 de mayo de 1934, en una carretera secundaria cerca de Bienville Parish (Luisiana), fueron abatidos Bonnie Parker y Clyde Barrow, dos famosos fugitivos, ladrones y criminales de Estados Unidos. Bonnie y Clyde captaron la atención de la prensa yanqui y fueron considerados como "enemigos públicos" entre 1931 y 1934. Aunque la banda fue conocida por los robos a bancos, Clyde Barrow prefirió el robo a pequeños comercios y gasolineras.
En ese momento Bonnie y Clyde llegaron a representar a muchos de los trabajadores desocupados y parte de la sociedad desencantada con los Estados Unidos de la Gran Depresión, que vio en la pareja a un dúo igual a Robín Hood, el antiguo héroe que se enfrentó a un gobierno corrupto.
En su artículo "Bonnie and Clyde: Romeo and Juliet in a Getaway Car", el escritor Joseph Geringer explica que Bonnie y Clyde gozaron de la simpatía de parte de la sociedad estadounidense, comparándolos con héroes y que, gracias a su muerte trágica, los encuadró en la leyenda.