Nacionales - 17-07-2019 / 09:07
¿DE QUÉ SE RÍE MACRI?... DE USTED
Ante el 2,7% de inflación en junio y el 55,8% en un año, Macri dice que “no es tan alta”
¿DE QUÉ SE RÍE MACRI?... DE USTED. Cambiemos frutea que la inflación se está desacelerando. Sin embargo, se mantendrá en niveles muy elevados. El FMI aumentó sus pronósticos de inflación del 32 al 40 % para este año. Tampoco se descarta nuevos saltos del dólar. El Fondo sostiene que puede aumentar la dolarización por la incertidumbre electoral, lo que impactará en los precios, pegando en los bolsillos populares.
La tasa de inflación de junio fue de 2,7 por ciento; respecto a diciembre de 2018 acumula 22,4 por ciento; y en doce meses, 55,8 por ciento. El aumento de precios fue muy significativo teniendo en cuenta que la economía está en recesión, las tarifas congeladas, tasas de interés altísimas y dólar planchado.
La inflación, si bien afecta a todos los sectores, el golpe es mucho mayor en los sectores más vulnerables. En los últimos doce meses, según el Indec los rubros que más subieron fueron equipamiento y mantenimiento del hogar (58,6 %), Alimentos y bebidas (60,8 %), Salud (61,9 %), Transporte (63,6 %), y Comunicaciones (65,3 %).
El inmenso dispositivo de propaganda pública y privada salió rápido a festejar que el ritmo de aumentos de precios se está desacelerando. Como la estrategia de la mentira planificada es la política más eficaz del macrismo, resulta necesario precisar que ese 2,7 por ciento es un índice de inflación mensual altísimo.
No es un éxito; más bien es otra marca del fracaso de la economía macrista. Presentarlo como un resultado positivo porque se está desacelerando desde picos del 6,5 por ciento de septiembre pasado, para luego navegar entre el 3 y el 4 por ciento mensual, sólo puede ser elogiado por militantes de la causa amarilla.
¿Por qué el 2,7 por ciento de aumento promedio de precios es un número muy malo? Porque se anotó con una economía en recesión, tarifas congeladas por la proximidad de las elecciones, tasas de interés altísimas, salarios y jubilaciones deprimidos y, fundamentalmente, con un dólar no sólo estable, sino en descenso, al bajar casi 6 por ciento en el mes.
Cualquier análisis desapasionado de macrismo concluirá que es una pésima cifra para un indicador económico tan sensible para la población. Más aún cuando ni los salarios ni las jubilaciones aumentan al ritmo del alza de precios, lo que provoca una pérdida en términos reales del poder adquisitivo del ingreso de la mayoría. Esto queda en evidencia en la sostenida caída del consumo privado.
Otra referencia que muestra el mal número de este junio surge de analizar una serie larga de inflación desde el 2012, tomando el IPC CABA para evitar estériles discusiones. Sólo en el primer cuatrimestre de 2014 hubo índices mensuales superiores, que fueron impulsados por la fuerte devaluación de entonces; luego, cada uno de los registros hasta diciembre de 2015, cuando asumió la presidencia Mauricio Macri, se ubicó por debajo de la tasa que hoy festeja el Gobierno.
Cambiemos frutea que la inflación se está desacelerando. Sin embargo, se mantendrá en niveles muy elevados. El FMI aumentó sus pronósticos de inflación del 32 al 40 % para este año. Tampoco se descarta nuevos saltos del dólar. El Fondo sostiene que puede aumentar la dolarización por la incertidumbre electoral, lo que impactará en los precios, pegando en los bolsillos populares.
La Opinión Popular
LOS PRECIOS MINORISTAS SUBIERON 2,7 POR CIENTO EN JUNIO Y 55,8 EN DOCE MESES
La inflación, indomable pese a la recesión
La inflación se ubicó en 2,7 por ciento en junio y acumuló un avance de 55,8 por ciento en los últimos doce meses. Así lo publicó este martes el Indec. El dato se interpretó de distintas formas entre los analistas. Los optimistas aseguraron que los precios empiezan a moderarse y que en los próximos meses habrá un descenso sostenido de la inflación.
Los más críticos plantearon que los precios siguen arrojando aumentos muy elevados en la comparación con otras economías de la región e incluso con los años anteriores previos a la corrida de 2018. Los rubros con las mayores subas interanuales son lo que más impacto generan en los sectores de menores ingresos. Se destacó la suba del 60,8 por ciento de alimentos en los últimos doce meses.
La economía se encuentra estancada desde mitad del año pasado y llegó a caer cerca del 7 por ciento mensual. El Banco Central aplica una política ultra conservadora limitando a cero la emisión monetaria y ofreciendo pisos de tasas de interés por arriba del 58 por ciento. El dólar hace varios meses dejó de aumentar e incluso registró un proceso de apreciación del peso tanto en términos nominales como reales. El Gobierno planchó los aumentos de las tarifas de servicios públicos a partir de mayo.
Ninguno de estos elementos parece suficiente para contener el proceso inflacionario del mercado interno. En un mes, en la Argentina los precios suben lo mismo que en todo un año en Chile o Uruguay. La inercia inflacionaria es el principal problema para frenar las remarcaciones de los empresarios locales.
Principales subas
El informe mensual del Indec detalló que la inflación en lo que va de este año ya subió un 22,4 por ciento. La cifra se encuentra lejos de los pronósticos del equipo económico, que a principios de 2018 afirmaban que 2019 iba a terminar con inflación de un dígito. En junio la suba mensual de los precios fue del 2,7 por ciento para el promedio nacional. En regiones como el noroeste se registraron aumentos mayores (2,9 por ciento). Los datos del centro de estadísticas evidencian la reticencia de la inflación para alejarse del 3 por ciento mensual.
Los rubros que más subieron el mes pasado fueron comunicaciones (7,1 por ciento), recreación y cultura (3,7 por ciento), salud (3,6 por ciento), equipamiento y mantenimiento del hogar (3,4 por ciento), alimentos (2,6) y prendas de vestir (1,9). En el último año los rubros que anotaron las subas más importantes fueron comunicaciones (65,3 por ciento), transporte (63,9 por ciento), salud (61,9 por ciento), alimentos (60,8) y vivienda (55,6).
El documento del Indec registró también el aumento de algunos productos elementales para la canasta de consumo de la población. Sobresalieron las subas del 82,1 por ciento de la leche fresca entera de sachet, del 108,5 por ciento del detergente, del 87,5 de la lavandina, del 80,7 del pollo fresco, del 79,9 de los fideos secos y del 74,5 del arroz blanco. Otras subas relevantes fueron las de 70,8 por ciento del jabón de tocador, del 63,4 por ciento de la harina de trigo, del 58,5 del pan francés y del 51,9 de la carne picada común.
Pronósticos 2019 y riesgos
Los consultores proyectan la inflación de este año por encima del 40 por ciento interanual. El propio FMI estimó en esos valores la inflación 2019. En el último informe de LatinFocus se precisó que los economistas de la consultora Econviews, de Miguel Kiguel, calculan una inflación para este año en 43,5 por ciento, mientras que OJF & Asociados, de Orlando Ferreres, la ubicó en 41,3 por ciento y EcoGo, de Marina Dal Poggetto, en 43,3.
Los grandes fondos de inversión no se alejan de estos valores. El JP Morgan, por ejemplo, estima para el acumulado de este año un incremento de precios de 39,1 por ciento.
Estos cálculos no tienen en cuenta la posibilidad de una nueva ronda de devaluaciones en los próximos meses. Hasta fin de año hay suficientes pesos en el mercado para fugar el equivalente a 20 mil millones de dólares y provocar un nuevo salto de la cotización y del proceso inflacionario.
Fuente: Página12