06:09 | Martes 23 de Abril de 2013 | Entre Ríos
Las claves del modelo ideológico neoliberal del gobierno de Macri
Por Carlos Andujar
Por Carlos Andujar
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 15-01-2019 / 16:01
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Anticipos de las internas políticas entrerrianas
Que Rogelio Frigerio sí, que Rogelio Frigerio no. La oposición antiperonista demora en definir las candidaturas y eso envalentona a una franja de colaboradores del gobernador. Pero nada está asegurado. Lo real es que faltan pocos meses para las elecciones y lo más notorio del escenario entrerriano es la interna de Cambiemos. Mientras tanto, Gustavo Bordet tampoco pierde de vista el escenario nacional. En Alternativa Federal le han reservado una silla con voz y voto en las decisiones. De hecho, varios recuerdan que el entrerriano fue el que propuso una gran PASO en el peronismo “con todos adentro, sin exclusiones”, como supo decir.
El oficialismo provincial no se tomó muchas vacaciones. Demasiado movimiento para un verano que parecía tranquilo. Ninguno de los conductores de la provincia, sin embargo, ha quitado su mano del celular, esa suerte de control remoto que está expectante ante cualquier jugada del rival electoral de turno.
El gobernador y líder del PJ, Gustavo Bordet, está en guardia, más preocupado en la interna peronista que en la disputa con Cambiemos. No obstante, en su búnker señalan que no saldrá a pelearle la cancha a Sergio Urribarri, actuarán como si no existiera, pero sí que intentará polarizar la elección con Cambiemos, si electoralmente es necesario.
En tanto, Urribarri aguarda que el macrismo defina sus postulaciones para dar otra vuelta de tuerca a su campaña proselitista. Dice que está preparado para competir y está convencido de que aún está arriba del camión electoral que conduce Cristina Fernández. Y además se llamó a silencio.
La estrategia de Urribarri es demasiado osada; el Partido Justicialista tiene aceitada su estructura, desde los punteros políticos, pasando por los dirigentes distritales e intendentes y llegando hasta los legisladores provinciales. Hace meses que Bordet puso a cada dependencia de su gestión provincial en estado de campaña permanente para su reelección.
De un tiempo a esta parte, el mandatario vienen pidiendo, a los funcionarios, lealtad a la causa reeleccionista del oficialismo provincial. El objetivo no ha sido otro que vaciarle el espacio a Urribarri. Éste, a su vez, se aferra a una decena de agrupaciones militantes ultra K como la fuerza electoral que montará con vistas a las elecciones.
En cuanto a las precandidaturas a vice gobernador por el peronismo, la indefinición actual sobre el tema se presta a todo tipo de conjeturas y con ella una competencia interesante con los aspirantes que tiene el oficialismo para suceder a Adán Bahl desde diciembre. Hay un intendente, dos ministras del gabinete provincial y algún posible "tapadito", en la lista.
Que Rogelio Frigerio sí, que Rogelio Frigerio no. La oposición antiperonista demora en definir las candidaturas y eso envalentona a una franja de colaboradores del gobernador. Pero nada está asegurado. Lo real es que faltan pocos meses para las elecciones y lo más notorio del escenario entrerriano es la interna de Cambiemos.
Mientras tanto, el gobernador tampoco pierde de vista el escenario nacional. En Alternativa Federal le han reservado una silla con voz y voto en las decisiones. De hecho, varios recuerdan que el entrerriano fue el que propuso una gran PASO en el peronismo "con todos adentro, sin exclusiones", como supo decir.
La interna es algo que quiere evitar Cristina, una postura similar a la que Urribarri podría asumir en Entre Ríos, al ir por fuera del PJ en las próximas elecciones. La división es el signo de estos tiempos. Es transversal a todas las fuerzas electorales. "Todos unidos triunfaremos" suena lindo en una canción, pero a veces no se transfiere a la actuación terrenal.
La Opinión Popular
El gobernador y líder del PJ, Gustavo Bordet, está en guardia, más preocupado en la interna peronista que en la disputa con Cambiemos. No obstante, en su búnker señalan que no saldrá a pelearle la cancha a Sergio Urribarri, actuarán como si no existiera, pero sí que intentará polarizar la elección con Cambiemos, si electoralmente es necesario.
En tanto, Urribarri aguarda que el macrismo defina sus postulaciones para dar otra vuelta de tuerca a su campaña proselitista. Dice que está preparado para competir y está convencido de que aún está arriba del camión electoral que conduce Cristina Fernández. Y además se llamó a silencio.
La estrategia de Urribarri es demasiado osada; el Partido Justicialista tiene aceitada su estructura, desde los punteros políticos, pasando por los dirigentes distritales e intendentes y llegando hasta los legisladores provinciales. Hace meses que Bordet puso a cada dependencia de su gestión provincial en estado de campaña permanente para su reelección.
De un tiempo a esta parte, el mandatario vienen pidiendo, a los funcionarios, lealtad a la causa reeleccionista del oficialismo provincial. El objetivo no ha sido otro que vaciarle el espacio a Urribarri. Éste, a su vez, se aferra a una decena de agrupaciones militantes ultra K como la fuerza electoral que montará con vistas a las elecciones.
En cuanto a las precandidaturas a vice gobernador por el peronismo, la indefinición actual sobre el tema se presta a todo tipo de conjeturas y con ella una competencia interesante con los aspirantes que tiene el oficialismo para suceder a Adán Bahl desde diciembre. Hay un intendente, dos ministras del gabinete provincial y algún posible "tapadito", en la lista.
Que Rogelio Frigerio sí, que Rogelio Frigerio no. La oposición antiperonista demora en definir las candidaturas y eso envalentona a una franja de colaboradores del gobernador. Pero nada está asegurado. Lo real es que faltan pocos meses para las elecciones y lo más notorio del escenario entrerriano es la interna de Cambiemos.
Mientras tanto, el gobernador tampoco pierde de vista el escenario nacional. En Alternativa Federal le han reservado una silla con voz y voto en las decisiones. De hecho, varios recuerdan que el entrerriano fue el que propuso una gran PASO en el peronismo "con todos adentro, sin exclusiones", como supo decir.
La interna es algo que quiere evitar Cristina, una postura similar a la que Urribarri podría asumir en Entre Ríos, al ir por fuera del PJ en las próximas elecciones. La división es el signo de estos tiempos. Es transversal a todas las fuerzas electorales. "Todos unidos triunfaremos" suena lindo en una canción, pero a veces no se transfiere a la actuación terrenal.
La Opinión Popular
El vago de la Villa
Mauricio Macri transita el final de su ya largo período de descanso en la paradisíaca Villa La Angostura. En ese entorno plagado de sensaciones placenteras, el Presidente puso manos a la obra para el armado de la arquitectura electoral con la que pretende seguir por cuatro años más en el poder, aplicando la política de pobreza, precariedad laboral y ajuste impuesta por el FMI.
La tarea es por demás compleja. Requiere, en una primera etapa, de convencer a la propia dirigencia de Cambiemos de que el rumbo elegido es el adecuado. Pero hoy, tras un año plagado de desastres económicos y con un futuro incierto, ese trabajo requiere de una dosis de energía adicional.
"Pasaron cosas", simplificó Macri. En particular la corrida cambiaria a partir de abril de 2018, la estampida de precios que sobrevino, dejando obsoleta toda meta de inflación, y el brutal aumento de los servicios públicos. La imagen del Presidente cayó en correlación inversa al valor del dólar, abriendo un panorama inédito: la fortaleza del Gobierno reside en menos de la tercera parte de los votantes.
No hay dolencia grave para quien una vez se creyó muerto
El Presidente volvió a decir esta semana que cree que ganará la elección, pero que va a necesitar "ayuda y compromiso" para lograrlo. Y auguró otros meses duros. Poco para entusiasmar. En el gobierno sostienen que la imagen del presidente está mejorando de a dos puntos por mes en las encuestas. A Macri parece alcanzarle con eso.
El Presidente se ve como un sobreviviente después de haber atravesado las corridas de mayo y agosto que, reconocen hoy, estuvieron a punto de llevarse al gobierno al demonio. No puede haber dolencia grave para quien una vez se creyó muerto. Acaso esto explique la dureza que ha adquirido el ajuste que aplican.
Los mandatarios de Cambiemos quieren despegarse de Macri
La cumbre que encabezó Macri con los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Alfredo Cornejo (Mendoza) se dio en un contexto difícil. Ambos dirigentes están convencidos de que las posibilidades de retener sus administraciones crecen fuertemente si adelantan las elecciones. Es decir, si juegan su pellejo despegándose de Macri, que es un verdadero salvavidas de plomo.
Por su parte, Macri procura convencerlos de que lo mejor para el proyecto nacional de Cambiemos (y sobre todo para su reelección) es que todos vayan a las urnas el mismo día. Los mandatarios radicales dudan y siguen mirando con alta dosis de inquietud que el Presidente mida bastante por debajo de ellos.
No se trata ya de un problema exclusivo de la UCR en la alianza gobernante, más allá del ya largo reclamo de falta de diálogo, incidencia e inserción en el gobierno nacional que viene formulando el centenario partido. María Eugenia Vidal está en la misma sintonía: está convencida de que la mejor manera de ayudar a la reelección de Macri es ofrecerle un triunfo adelantado en la Provincia.
Contrapunto por las reelecciones de Macri y Vidal
La Casa Rosada resiste la idea de Vidal porque está convencida de que Macri será el mayor perjudicado por privarse del arrastre de la mandataria bonaerense, la dirigente que mejor mide en el país. Vidal es una pieza clave para Cambiemos. Tanto, como el distrito que administra. No sólo Buenos Aires reúne al 38% del electorado: es allí, con epicentro en el Conurbano, donde Cristina Fernández recoge sus mayores adhesiones.
En Cambiemos hay un sordo contrapunto sobre la mejor estrategia a utilizar para garantizar las reelecciones de Macri y Vidal, que quedó expuesto sin dobleces ante la opinión pública. Se trata de un escenario poco frecuente en el PRO, que prefiere lavar los trapos sucios en casa y rara vez dejan ventilar sus diferencias de cara a la sociedad.
El round de ablande con Vidal llegará en los próximos días. La Gobernadora ha dicho que adoptará la decisión que más ayude al Presidente, pero sus principales operadores insisten con los beneficios de una elección adelantada. "El peronismo no tiene candidato y un triunfo de María Eugenia será un empujón decisivo para Mauricio", argumentan en La Plata, para despegarse del debilitado Presidente.
En la Casa Rosada creen exactamente lo contrario. Por eso presionan para que todos los gobernadores, que miden mejor que el Presidente, empujen la boleta nacional de Cambiemos. La cuestión tiene final abierto. De hecho, Macri no aceleró a fondo con un pedido concreto a los gobernadores en la cita patagónica. La definición, así, quedó para febrero.
El desdoble priva al PJ del arrastre de Cristina
El posible desdoble privaría al PJ bonaerense del arrastre de Cristina, cuyos números son altos en el Conurbano. La conducción partidaria tiene previsto encarar dos acciones casi en simultáneo: potenciar su rechazo al posible adelantamiento de elecciones en la Provincia y enarbolar como bandera de la oposición la resistencia al nuevo aumento de tarifas de los servicios públicos anunciado por el Gobierno y que, en el caso del transporte, ya comenzó a regir.
Por otra parte, todas las aristas de la ingeniería electoral oficial reposan en la "certeza" de que Cristina será la principal antagonista. Por eso, en Cambiemos se mira con atención cómo en forma tenue, comenzó a asomar la cabeza Roberto Lavagna.
El ex ministro de Economía es, al igual que Vidal, el único dirigente con diferencial positivo en términos de imagen. Y su nombre está en boca del Peronismo Federal y de no pocos integrantes del denominado "círculo rojo" que estarían dispuestos a apoyar su hipotética carrera presidencial.
¿Será Lavagna el tercero en discordia, el hombre capaz de romper la polarización a la que parece conducir irremediablemente la pulseada entre Cambiemos y los K? Habrá que ver.
En la situación en se encuentra sumido el peronismo, la posibilidad de alcanzar el triunfo tiene una condición sine qua non: la unidad. Y esa unidad hoy se ve lejana. Pero lejana no es lo mismo que imposible.
De eso habló Alberto Fernández en la semana. "Cristina y Massa tienen una misma visión sobre lo que hay que hacer en la Argentina", dijo el ex jefe de Gabinete. Y esto no es casual: tiene que ver con un cambio de actitud del ex intendente de Tigre que desde hace ya varios meses dejó de lanzar sus dardos contra la ex presidenta para apuntarlos directamente contra Macri.
¿Cómo impacta el desdoblamiento en Entre Ríos?
Esa es la pregunta que en estos días mantiene a todo el mundo político haciendo cuentas y análisis. El efecto sobre la oposición local equivalió a patear un hormiguero. A contrarreloj se tendrían que definir armados que en varios frentes llevaría a la búsqueda de una síntesis de representación de espacios de lo más compleja.
Por supuesto que la opinión en varios sectores de Cambiemos es opuesta a la modificación del cronograma electoral. Porque los principales espacios de la provincia estarían cerrando sus listas de candidatos en febrero y se enfrentarían a una campaña tan corta como atípica.
Y en ese contexto las fuerzas políticas de cada distrito entrerriano deberían seleccionar como candidatos a sus dirigentes más instalados con un poquísimo margen de tiempo para que otros crezcan en conocimiento.
En consonancia con los agrupamientos políticos nacionales y provinciales, ese será el principal desafío de la oposición local, cuyos multiplicados espacios y sectores internos también tendrán su vertiginosa y complicada negociación para la conformación de los armados territoriales.
A esta enredada situación se enfrentan el macrismo, el radicalismo y el kirchnerismo. También el oficialismo peronista, aunque la lectura que hacen quienes se encuentran dentro de ese sector es que, a pesar de apresurar las negociaciones de armados de listas y la campaña con algunas propuestas aún inconclusas, el PJ será el más beneficiado de ese corrimiento de calendario.
Los que piensan en este escenario creen que el adelantamiento les jugará a favor porque significará menos erogación para mover el aparato partidario.
Entre los intendentes oficialistas hay algunos que esperan que antes de la finalización de enero se pueda concretar una nueva reunión con la militancia para seguir planteando la estrategia electoral, como ya se hizo en la primera y masiva convocatoria realizada en el Club Echague en diciembre.
Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias ya habrán dado su último paso. Quienes están en esta postura argumentan que el oficialismo no tendrá grandes contratiempos para renovar el mandato, en junio de este año.
¿Quiénes podrían ser precandidatos a vice gobernador?
Importantes funcionarios del oficialismo provincial confían el siguiente análisis: "hoy el gran referente es Gustavo, es él quien tiene los votos. Cuadriplica a cualquier candidato en un mano a mano. Es el gran elector. No tiene que hacer olas porque va primero en todas las encuestas, el adelantamiento lo beneficia porque deja sin tiempo a los otros que no tienen candidatos. El gobernador mide muy bien en todas las grandes ciudades. La estrategia está definida a continuos análisis de opinión y sondeos hechos por un encuestador de primera línea nacional que siempre acompaña al peronismo".
Respecto al compañero o compañera de fórmula de Bordet, hay varias alternativas en el tablero. Por un lado está el esquema territorial clásico en el cual ven a un intendente o referente territorial como compañero de fórmula, siendo el concepcionero José Eduardo Lauritto quien más suena como candidato a vicegobernador.
Nada de esto fue confirmado por los interesados, pero se sostiene en los pasillos del poder que el intendente de Concepción del Uruguay es el hombre ideal por varios motivos. Primero porque tiene una buena imagen en una localidad importante. Segundo porque es conocido en toda la provincia.
Y tercero porque de ser vicegobernador no podría ser gobernador porque ya ocupó el cargo en dos ocasiones, cabiéndole la cláusula constitucional de dos mandatos para los integrantes de la formula y a tu casa. Algunos dicen que esta certeza y previsibilidad de una formula tipo "pato rengo" les da tranquilidad a quienes aspiran ser gobernadores en el 2023, intendentes y futuros intendentes incluidos.
Pero también es cierto que pensar en el 2023 cuando no se ganó el 2019 puede ser una reflexión de largo plazo, pero que estas cosas en política existen no hay dudas.
Dos compañeras en la lista
La ministra de Gobierno, Rosario Romero, es otra que suena como posible candidata. Seria y solemne no ha se manifestado nunca en forma expresa en pos de su candidatura, dejando en manos del gobernador esa decisión. Su aporte en el plano institucional en el gobierno es bien valorado en el oficialismo.
Desde su asunción a mitad de mandato la ministra ha tenido un rol preponderante en el gobierno, siendo una interlocutora central entre el gobierno y la Justicia y el Poder Legislativo, al igual que un aceitado vínculo con los actores de la sociedad civil.
La ministra de Desarrollo Social, Laura Stratta, es la otra figura que muchos ven como posible compañera de fórmula de Bordet. En tiempos neoliberales de macrismo el rol social de su cartera y su intensa agenda de actividades son un contrapunto político al modelo de miseria y exclusión que implementa Macri. La ministra es una de las figuras del gabinete de más confianza del gobernador y se destaca en términos políticos por la nutrida y permanente agenda propia que tiene, con gran presencia territorial y contacto natural con los sectores más humildes.
Tanto Romero como Stratta tienen el "plus" de ser mujeres, en tiempos donde la causa por la equidad de género es parte fundamental de la agenda pública del país. Tener una vicegobernadora mujer es también una buena forma de coronar un proceso de empoderamiento político de la mujer que ha efectuado Bordet en su gestión, en la cual la mayoría de los ministres son mujeres. De cinco ministerios, tres lo conducen mujeres (Sonia Velazquez en Salud es el restante). Urribarri tenía 10 ministerios, ninguno estaba encabezado por una mujer. Una lectura del cambio de época que puede dar buenos resultados electorales también.
Y algún "tapadito", tal vez pueda surgir
Pero independientemente de los pros y contras de cada candidato, tanto de estos nombres como de otros que puedan salir, no se debe perder de perspectiva que la fortaleza electoral del gobernador hacia dentro del oficialismo le da un natural margen de maniobra. Es posible que a la hora de definir una formula pese el perfil del vice, su complementariedad electoral y el diseño de la campaña. También afirman, quienes están cerca del mandatario, que buscan un vice propio, de confianza del mandatario, que sea parte de su equipo.
Del mismo modo puede depender de la seriedad del armado interno del kirchnerismo que obligue a hacer acuerdos o redefinir estrategias. Como todos sabemos, en política pueda pasar cualquier cosa, por lo que por ahora no hay número puesto para la candidatura a vice de Bordet.
Inconsistencia del armado provincial urricristinista
Por otro lado, comienzan a verse grietas en el montado del urricristinismo. En primer lugar preocupan a muchos de los militantes K de la provincia la inconsistencia del armado provincial, en el cual prácticamente no existen candidatos a intendentes y algunos armados departamentales no pasan de una foto de un puñado de militantes.
Si bien es cierto que parece que a muchos intendentes le preocupa la división del peronismo por el impacto que puede tener en sus territorios, igual de cierto es que Unidad Ciudadana no tiene candidatos consolidados en los municipios, no siendo más que la amenaza de un supuesto arrastre lo que tendrían como caudal electoral en cada localidad.
También parece hacer ruido en el espacio, sobre todo en los dirigentes más expuestos como Julio Solanas, los crecientes rumores que ponen a Urribarri como muy inclinado a cualquier tipo de acuerdo con el oficialismo provincial, dejando en el imaginario la idea de que no es seria la vocación de enfrentar a Bordet en las urnas, o que por lo menos puede ser sólo un proceso de negociación para llegar a un acuerdo.
Si bien un acuerdo no es imposible en un proceso de armado electoral, lo concreto es que del lado de Bordet, no han dado señales aun de querer acordar con Urribarri.
Adán Bahl y Paraná
El vice Adán Bahl no afirma que es candidato a intendente de la ciudad capital hoy, pero anticipa que lo será -los motivos por los que no se oficializa esa postulación son ininteligibles por el momento-, y antes de lanzarse lidera casi todas las encuestas. A fines de diciembre, en una reunión con funcionarios provinciales en una repartición provincial en calle Alameda de la Federación de la capital provincial, Bahl habló como si fuera candidato a intendente.
El PJ confía en que, una fórmula municipal encabezada por el Beto, que además sume una presencia K, será poco menos que invencible. Hasta ahora, el solanismo parece que es el único cabo suelto de esa construcción en el terreno municipal (muchos ya descartan la posibilidad de un acuerdo con Blanca Osuna y los sectores K más intransigentes), como el kirchnerismo lo es a nivel provincial: son los dos imponderables de la estrategia peronista.
El mecanismo ideado por la Casa Gris para incubar fórmulas electorales que desvíen el voto opositor también comienza a mostrar sus progresos: se encaminan a pavimentar una colectora que también podría sumar al Partido Socialista, para facilitar el tránsito de los radicales más progresistas.
La interna radical le aporta un plus que ninguno de los escenarios analizados por el PJ pudo anticipar en su magnitud real: hoy, a tres meses exactos del 12 de abril, las energías de Cambiemos se consumen íntegras en una contienda interna del radicalismo que no encuentra ningún dique de contención.
De ahí, siguen sin emerger ideas, discursos o propuestas que puedan preocupar al peronismo. Cuando Cambiemos tenga un candidato, ¿tendrá tiempo para generar una alternativa capaz de doblegar la ingeniería peronista? ¿Bastará la idea del "cambio"? Esa pregunta es la que comienza a alterar a la Casa Rosada.
La interna de Cambiemos en Paraná
En Paraná, la interna cambietista se ocupa de cuestiones más importantes: las que muestran a Sergio Varisco atrincherado en la Municipalidad, también en la estructura radical capitalina y buscando otros aliados en el PRO. El intento de aislar a Varisco es el que terminó de volver completamente imprevisible el escenario opositor.
Ninguno de los bandos encontró en la Casa Rosada ni un atisbo de certidumbre. Hasta ahora, la instrucción desatendida fue "pónganse de acuerdo". Los dirigentes provinciales cambietistas parecen acatar de mejor talante las pretensiones de Marcos Peña, que sigue exigiendo que los contendientes lleguen a un acuerdo y eviten la instancia de una elección interna.
Pero abroquelarse e intentar clausurarle todas las alternativas a Varisco en Paraná difícilmente pueda ser la base de un acuerdo sustentable en Cambiemos. Por el contrario, ese camino conduce directo a la interna.
Varisco y el radicalismo partidario que le obedece ratifican a cada momento una postura en abierto desafío a esa supuesta indicación presidencial: el intendente parece haber asumido que él no será el candidato del consenso y actúa en consecuencia.
A pesar de sus serios problemas con la Justicia, en los hechos, es el único candidato puesto a intendente de Paraná. Y hasta ahora, quedó al margen de los que postulan el trabajo en equipo. Situaciones que hacen imposible cualquier acuerdo.
Interna radical al fin y al cabo, una de las opciones que desliza el macrismo es que sea la UCR nacional la que interceda ante Varisco. En ese caso, la pieza clave sería el gobernador mendocino Cornejo. Pero es una gestión de resultados inciertos, máxime cuando en Mendoza la interna entre la UCR y el PRO por la sucesión de Cornejo es tan intensa como la puja paranaense.
La postulación de Varisco a la intendencia convulsiona aún más el desacuerdo. Si para la gobernación los candidatos de Cambiemos son varios, para la intendencia serán al menos tres los contendientes principales.
El varisquismo considera que haber ganado la Capital le da derecho a definir al candidato; el ex presidente de la DAIA local, el macrista Diego Dlugovitzky, reitera que algunas encuestas lo ubican como el candidato más competitivo, y el concejal Emanuel Gainza (PRO) después de ser sobreseído en el caso que investiga todo un entramado de vinculaciones entre el gobierno municipal con un jefe narco de la zona, imagina la posibilidad de lanzarse.
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