Nacionales - 16-11-2018 / 09:11
La inflación del 2018 será del 47% y es la más alta desde la salida de la híper
Los precios se dispararon 5,4 % en octubre y acumulan 45,9 % en el último año. Alimentos y bebidas, gas, transporte y prepagas son los rubros con más aumentos. La suba del costo de vida de este año será la más alta desde 1991. La política monetaria de Macri profundizó la recesión. El año cerrará con una caída del 3 % o más en la actividad económica. La consecuencia es el derrumbe del consumo popular y despidos que están ejecutando muchas empresas, principalmente pequeñas y medianas.
Ayer quedó en claro, una vez más, el fracaso de la política económica neoliberal de Mauricio Macri. El índice de precios al consumidor del Indec registró en octubre un alza del 5,4% a nivel nacional, empujado por alimentos y bebidas, las tarifas del gas, el transporte y las prepagas. En la comparación anual, la inflación de octubre se ubica en el 45,9%.
En diez meses, la inflación asciende al 39,5% y puntualmente los rubros esenciales de la canasta básica muestran en promedio un incremento del 43,7%, cuya contracara es el grave deterioro del poder adquisitivo de los sectores trabajadores y jubilados.
El año cerraría con una inflación del orden del 48%, la más alta desde 1991, y se calcula que el año que viene, si las variables financieras no se vuelven a disparar, la inflación no bajaría de del 30%. Los números de inflación se dan en el marco de una dura caída de la producción, inversión y empleo, tasas de interés siderales y aumento record de la deuda externa, de la pobreza y la indigencia.
Los precios en el promedio de toda la economía se multiplicaron por 2,5 en apenas tres años de gestión Cambiemos, lo cual está bastante alejado del slogan de campaña de Macri acerca de que "en mi gobierno la inflación no va a ser un problema". Una mentira más para engañar a los votantes y llegar al poder.
El Gobierno preparó los ingredientes para el caldo ideal de inflación: brutal devaluación, violenta suba de tarifas y tasas de interés siderales. Así, en octubre los precios de alimentos y bebidas avanzaron un 5,9% a nivel nacional, acumulan un 43,7 en diez meses y el 46,4% en la comparación interanual. El traslado de la suba del dólar de fines de agosto y septiembre a bienes de consumo masivo, como por ejemplo la harina y panificados, aceites, carnes y lácteos, fue letal.
Según los datos del Indec, en el último año el kilo de pan francés subió un 84% y los fideos guiseros lo hicieron en un 80%, ambos empujados por la harina, que avanzó un 173%. El arroz subió un 66% y el aceite de girasol lo hizo en un 79%. Entre los lácteos, la leche en sachet subió un 40% y el queso cremoso, un 31%. La sal fina creció un 60%.
Los incrementos de precios de alimentos y bebidas, el colectivo, tren y subte, naftas y los servicios esenciales para el funcionamiento del hogar fue muy fuerte en el último año, lo cual, conjugado con un escenario de caída del empleo, paritarias a la baja, recorte de horas extra, suspensiones, caída del poder adquisitivo de jubilaciones y asignaciones familiares, configura un delicado escenario social.
Los creadores de "pobreza cero", "en mi gobierno la inflación no va a ser un problema", "el segundo semestre", "no vamos a ajustar", " se viene la lluvia de inversiones"... ahora dicen que "después de la próxima cosecha todo va a cambiar" y "en noviembre la inflación se va a reducir a menos del 3 % mensual". Para diciembre frutean con un guarismo similar. Se trata del nivel más elevado desde 2002.
La Opinión Popular
EL INDEC PUBLICÓ EL IPC DE OCTUBRE, QUE REGISTRÓ UN INCREMENTO DE 5,4%
La inflación del 2018 tendrá un piso de 47% y será la más alta desde la salida de la híper
La inflación de octubre fue de 5,4%. Si bien un dato positivo fue que hubo desaceleración contra los niveles registrados en septiembre, el número ayudó a marcar un par de récords. Por un lado, el bimestre septiembre-octubre fue el más inflado desde el 2002 y por el otro, ya definitivamente el IPC del 2018 será el más alto desde 1991.
El traspaso a precios de la devaluación, la suba en las tarifas del gas, los incrementos en las naftas y el aumento en las prepagas explicaron el 5,4% del último mes.
Para noviembre la expectativa es que la inflación desacelerará un poco más pero que cerrará en torno a 3%. Número similar al que se espera para diciembre, que es un mes con estacionalidad alcista. Si se dan esos dos números, el año cerraría en 48%.
"Pese a la estabilización del dólar, el endurecimiento del esquema monetario y la consecuente recesión, la inercia propia del proceso inflacionario hará que los precios suban en el último bimestre del año a un ritmo del 3% mensual, la mitad respecto del bimestre septiembre-octubre, que estuvo en torno al 6% mensual. Como resultado, proyectamos que la inflación cierre 2018 en 48%", señalaron desde la consultora Ecolatina.
Coincidió con esa lectura la consultora ACM, que señaló: "Durante los próximos meses esperamos que la inflación converja hacia niveles promedio del 3% Si bien no hay un objetivo de inflación para 2018, el FMI prevé en sus proyecciones que la misma se encuentre en 40%, algo que parece de difícil cumplimiento dado el acumulado anual de 39,5%, según nuestras proyecciones cerrará entre 48% y 49% aún en un escenario de desaceleración".
Desde LCG son algo más optimistas y consideran que noviembre-diciembre pueden llegar a estar un escalón por debajo de 3%: "Octubre sería el último mes con precios subiendo a tasas desorbitantes. Entendemos que la caída de la demanda no convalidará mayores traslados de la devaluación y esperamos una desaceleración de los aumentos a tasas del 2,5%-3% mensual para los últimos dos meses del año, consistentes con una inflación de 47%".
De cualquier forma, tanto en niveles de 47% como de 48%, el equipo económico ya no podrá evitar que el 2018 sea el año de mayor inflación desde 1991, a la salida de la híper, cuando la entrada en la convertibilidad comenzó a pisar el freno sobre los precios.
Los años que tuvieron los niveles más cercanos fueron el 2016, también del actual Gobierno, y el 2002, que registraron 41%. El otro récord lo marcó el bimestre septiembre-octubre, cuya inflación fue de 12,2%. Ese nivel fue el más alto desde abril-mayo de 2002, que registró 14,8%.
En octubre lo que más presionó a los precios a subir en la comparación intermensual fue el traspaso de la devaluación, que arrancó a fines de agosto y siguió en septiembre. Por eso los alimentos y bebidas aumentaron 5,9% y por su mayor ponderación fueron los que más le agregaron al número del mes.
En segundo lugar tuvo fuerte incidencia el incremento en las tarifas del gas, con lo cal Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registraron un aumento de 8,8%. El tercer puesto se lo llevó la suba en naftas, que marcó una suba de 7,6% en Transporte.
Además ayer se publicó el IPC CABA, que marcó una inflación de 5,3% y redondeó una interanual de 44,6% y una núcleo de 4,5%.
Por Mariano Cuparo Ortiz
Fuente: BAE Negocios