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Nacionales - 04-11-2018 / 09:11

El síndrome de Estocolmo con los empresarios amenaza la resurrección de Macri

El síndrome de Estocolmo con los empresarios amenaza la resurrección de Macri
Si sube la inflación, se licúa más rápido la competitividad ganada por la mega devaluación. Eso se llama presión sobre el tipo de cambio. Si todo esto ocurre, será menos el tiempo que tendrá la Argentina para beneficiarse por la estabilidad del dólar. Pero, además, si Macri espera que su imagen recupere algo del terreno perdido, ¿esto lo ayuda o lo perjudica? Si alguien se preocupara por el enojo social que transmiten todos los estudios de opinión, ¿esto lo acrecienta o lo serena?
El jueves por la noche, el Gobierno de Mauricio Macri anunció una medida que, en este contexto, es muy difícil de entender: subiría la nafta un siete por ciento. El precio del combustible obedece a la combinación de dos factores: el precio del barril de petróleo a nivel internacional y el tipo de cambio.
 
En los últimos dos meses ambos cayeron significativamente. Eso permitió que un sector del Gobierno se entusiasmara con bajar el precio de la nafta. Hubiera sido un buen corolario para una buena semana: que bajara el dólar, que bajaran las tasas y que, de yapa, bajaran las naftas. Sin embargo, el Presidente decidió exactamente lo contrario: ¡que subieran!
 
Cualquier principiante lo sabe: si suben los combustibles, el aumento se derrama sobre el resto de los precios de la economía. Eso se llama más inflación. Si sube la inflación, se licúa más rápido la competitividad ganada por la mega devaluación. Eso se llama presión sobre el tipo de cambio.
 
Si todo esto ocurre, será menos el tiempo que tendrá la Argentina para beneficiarse por la estabilidad del dólar. Pero, además, si Macri espera que su imagen recupere algo del terreno perdido, ¿esto lo ayuda o lo perjudica?
 
Si alguien se preocupara por el enojo social que transmiten todos los estudios de opinión, ¿esto lo acrecienta o lo serena? No es solo el Gobierno de Macri lo que está en juego, como lo reflejan las recientes elecciones en Brasil.
 
El presidente podría argumentar que es suficiente con un aumento del 65% en lo que va del año, que el precio no debe regirse por los valores internacionales sino por los costos locales, más una razonable utilidad, que debe respetar los momentos difíciles del país.
 
¿Quién puede defender seriamente que un presidente acepte que conviva un crecimiento importante de los ingresos reales de las petroleras con una caída de niveles históricos del salario real? La idea es que el paraíso está al final de un proceso donde la sociedad la pasa muy mal mientras las empresas más poderosas son intocables.
 
Es una elección de prioridades que sacrifica otras en función de un objetivo sobre cuyo nivel de realismo hay discusiones. Encima, quien toma la medida es un presidente que ya ha anunciado otros milagros sin éxito.
 
Los empresarios han tratado muy mal a Macri desde que asumió. Le han subido los precios de manera poco justificada, no le han invertido, han huido en masa hacia el dólar.
 
¿Cómo es que no impone algún sistema intermedio entre la intervención K y la no intervención suya? ¿Ha ganado algo la sociedad, o él mismo, con ese dogma? ¿Qué extraña lógica le impide pensar que parte de su trabajo es, por ejemplo, evitar que la harina suba un 20% en un mes? 

 
OPINIÓN
 
El síndrome de Estocolmo que amenaza la resurrección de Macri
 
La última semana podría haber terminado como la primera en mucho tiempo en la que el Gobierno logró un triunfo relevante. Sin embargo, no fue así. Algo ocurrió que aguó lo que podría haber sido una modesta celebración. Lo curioso del caso es que el desenlace poco feliz se debió a una decisión del más alto nivel del Gobierno.
 
Aquí los hechos. Tal vez sean muy reveladores de la manera en que sucedieron las cosas desde el 10 de diciembre del 2015.
 
Hace un mes, la Argentina estaba al borde de la hiperinflación. Dos presidentes del Banco Central habían renunciado en muy poco tiempo. El dólar volaba por el aire. Nada había logrado frenarlo: ni la suba de tasas, ni el acuerdo con el Fondo, ni la venta de 20 mil millones de dólares de reservas.
 
El nuevo presidente del Banco Central anunciaba un plan monetario muy restrictivo. Nadie creía que podría funcionar. Los operadores de la City apostaban: ¿A cuánto llegará el dólar? ¿A 45? ¿A 50? ¿A 70? ¿Y la inflación? ¿En cuánto tiempo llegaría a dos dígitos en un mes? En ese contexto, preguntarse si Mauricio Macri sería reelecto era una estupidez. La pregunta correcta era si llegaría al final de su mandato.
 
Un mes después está claro que esas catástrofes no sucedieron. Desde esas horas agónicas, el dólar se hundió. En los últimos días, ese descenso convivió además con una baja importante en las tasas de interés. Además, eso se logró sin vender un dólar de las reservas.
 
El precio del dólar organiza o destruye la vida de la mayoría de los argentinos y, por lo tanto, define también la estabilidad política del país. La disparada del último semestre produjo la inflación más alta desde 1991. Su estabilización, naturalmente, está destinada a producir su desaceleración. Si, como todo parece indicar, la nueva situación se mantiene, Macri podrá tener alguna chance de reelección.
 
No será sencillo porque la corrida dejó tierra arrasada. Los datos de la economía real de la última semana son escalofriantes. La venta de libros cayó un 30%; la de autos, más de un 40%; el promedio de inflación calculado por las consultoras para octubre es del 6%; en solo nueve meses el salario real cayó un 12 por ciento.
 
Y todavía faltan los datos de empleo y pobreza, que llegan más espaciados en el tiempo. Para colmo, las tasas de interés empiezan a complicar la vida de las empresas: marcas muy poderosas como Tres Arroyos o Persico acaban de pedir ser incorporadas al procedimiento preventivo de crisis.
 
O sea que, para Macri, será todo muy difícil. Si el dólar se queda quieto, tendrá una chance, en medio de una sociedad muy lastimada. Peor será lo que va a ocurrir si se disparara el dólar. En esa situación tan delicada, Macri ha decidido una vez más no colaborar con Macri.
 
El jueves por la noche, el Gobierno anunció una medida que, en este contexto, es muy difícil de entender: subiría la nafta un siete por ciento. El precio del combustible obedece a la combinación de dos factores: el precio del barril de petróleo a nivel internacional y el tipo de cambio.
 
En los últimos dos meses ambos cayeron significativamente. Eso permitió que un sector del Gobierno se entusiasmara con bajar el precio de la nafta. Hubiera sido un buen corolario para una buena semana: que bajara el dólar, que bajaran las tasas y que, de yapa, bajaran las naftas. Sin embargo, el Presidente decidió exactamente lo contrario: ¡que subieran!
 
Cualquier principiante lo sabe: si suben los combustibles, el aumento se derrama sobre el resto de los precios de la economía. Eso se llama más inflación. Si sube la inflación, se licúa más rápido la competitividad ganada por la megadevaluación. Eso se llama presión sobre el tipo de cambio.
 
Si todo esto ocurre, será menos el tiempo que tendrá la Argentina para beneficiarse por la estabilidad del dólar. Pero, además, si Macri espera que su imagen recupere algo del terreno perdido, ¿esto lo ayuda o lo perjudica?
 
Si alguien se preocupara por el enojo social que transmiten todos los estudios de opinión, ¿esto lo acrecienta o lo serena? No es solo el Gobierno de Macri lo que está en juego, como lo reflejan las recientes elecciones en Brasil.
 
Naturalmente, las petroleras tienen sus argumentos para reclamar aumentos y más aumentos. Básicamente, sostienen que aun con la baja del dólar y del precio del barril, los precios de los combustibles siguen atrasados. Hay empresas que piden un 15% extra de aumentos de aquí a diciembre.
 
Aunque hay economistas que se resisten a aceptarlo, muchas veces el precio es resultado de una cuestión técnica pero otras, de una decisión política.
 
Un presidente podría argumentar que es suficiente con un aumento del 65% en lo que va del año, que el precio no debe regirse por los valores internacionales sino por los costos locales, más una razonable utilidad, que debe respetar los momentos difíciles del país.
 
¿Quién puede defender seriamente que un presidente acepte que conviva un crecimiento importante de los ingresos reales de las petroleras con una caída de niveles históricos del salario real?
 
Esta no es una historia nueva. El equipo de Nicolás Dujovne está convencido de que durante los tarifazos impuestos en 2016 por el ex ministro Juan José Aranguren primó la necesidad de otorgarles ganancias extraordinarias a las empresas antes que la de reducir los subsidios heredados del kirchnerismo.
 
Ahora, hay sectores del Gobierno que pretendían que la nafta bajara. Pero el Presidente intercedió. Una vez más venció la idea de que el paraíso está al final de un proceso donde la sociedad la pasa muy mal mientras las empresas más poderosas son intocables.
 
En el fondo de esta historia anida un objetivo con el que sueña Mauricio Macri: el desarrollo de Vaca Muerta. Si esa quimera se transformara en realidad, la macroeconomía argentina podría tal vez resolver su problema estructural de falta de dólares.
 
Como en todas las áreas de la economía, de todos modos, los números, los tiempos, la manera en que se reparte la riqueza, permiten moverse dentro de ciertos márgenes. O sea: aumentar en este momento la nafta es una elección de prioridades que sacrifica otras en función de un objetivo sobre cuyo nivel de realismo hay discusiones. Encima, quien toma la medida es un presidente que ya ha anunciado otros milagros sin éxito.
 
En la relación con esas empresas, y con casi todas las otras, el Presidente parece atrapado en una especie de síndrome. Gran parte de los economistas que advirtieron sobre el estallido de la crisis cambiaria desde el mismo 10 de diciembre del 2015, y por eso deberían ser escuchados, recomiendan en estos días dos cosas: que se implemente algún tipo de control de cambios para que la fuga de divisas, que siempre es muy fuerte en años electorales, no derribe la estabilidad cambiaria, y que se articule algún tipo de acuerdo de precios en los sectores monopólicos de la economía para que la inflación tenga allí algún dique de contención. Pero el Gobierno se niega a escuchar esas recomendaciones.
 
Los empresarios han tratado muy mal a Macri desde que asumió. Le han subido los precios de manera poco justificada, no le han invertido, han huido en masa hacia el dólar.
 
¿Cómo es que no impone algún sistema intermedio entre la intervención kirchnerista y la no intervención suya? ¿Ha ganado algo la sociedad, o él mismo, con ese dogma? ¿Qué extraña lógica le impide pensar que parte de su trabajo es, por ejemplo, evitar que la harina suba un 20% en un mes?
 
El Presidente construyó gran parte de su carrera hacia la Casa Rosada argumentando que era necesario abandonar la ideología y concentrarse en la resolución práctica de los problemas. Sin embargo, el país parece haber cambiado un sistema ideológico por otro. A juzgar por los resultados, el nuevo sistema es, al menos, tan poco práctico como el anterior.
 
Hace un mes, el país estaba al borde de la hiperinflación. La estabilidad cambiaria le da ahora una chance más a Macri. En los próximos meses se conocerá cuál es la magnitud de esa oportunidad. En parte, dependerá de estas pequeñas decisiones que, en cadena, han generado la peor percepción social del estado de la economía desde la crisis del 2001. Una semana es, apenas, una semana. Pero no quedan demasiadas.
 
Por Ernesto Tenembaum
El autor es periodista y escritor.
 
Fuente: Infobae
 

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18-04-2024 / 12:04
Internaron a la diputada nacional Marcela Pagano, que entró en crisis después de llamados libertarios amenazantes para que renuncie a la Comisión de Juicio Político. La diputada, luego de la pelea con Karina "el Jefe" Milei y Martín Menem, colapsó con vómitos y tiene una úlcera sangrante. Su familia le pide que directamente abandone La Libertad Avanza y sus práctica antidemocráticas y patoteras.
 
Allegados a la diputada libertaria confirmaron que luego del llamado comenzó con un episodio de vómitos que obligó a internarla. Según estas fuentes los médicos le diagnosticaron "ulcera sangrante" y luego de sedarla ordenaron sacarle el celular para tratar de bajarle los niveles de estrés. Pobrecita, se pensaba que era un juego esto de la ultra derecha, y no sabía donde se metía.
 
En una conversación Pagano le ofreció a su interlocutor, que habría sido Martín Menem, renunciar a todas las comisiones que integra, incluida la de Juicio Político, pero pidió a cambio "una salida digna" y advirtió su preocupación por no hacer algo ilegal, ya que su nombramiento fue votado por todos los diputados de la comisión.
 
Debe ser escalofriante que te amenace un Menem. El problema de Pagano es que los Menem y Karina Milei pretenden que desconozca el acta de su designación y la periodista no está dispuesta a dar ese paso y ofrece la renuncia, solución que hasta esta crisis no le aceptaba.
 
La desesperación de Menem para que Pagano desconozca su designación se debe a que el PRO le había avisado que este jueves no iban a acompañar el intento de desplazar a la periodista de la presidencia de la comisión de Juicio Político.
 
Como se adelantó, ni siquiera el PRO iba a acompañar al riojano en su embestida contra la periodista, dejándolo sin el quórum necesario para abrir la reunión paralela. El creciente malhumor del bloque macrista con el gobierno de Melei quedó en evidencia este martes cuando no acompañaron a los libertarios en el dictamen que pretendían imponer sobre la nueva fórmula jubilatoria. En ese contexto, los diputados de la "Armada Brancaleone" que respaldaron a Menem en su pelea contra Oscar Zago culparon a Pagano por el fracaso político de su propia jugada.
 
Sin el apoyo del macrismo, el radicalismo, el pichettismo y el peronismo, los libertarios se arriesgaban a presentarse a la reunión convocada por el presidente de la Cámara Baja sin alcanzar el número suficiente para sesionar. "A lo sumo juntan seis", un diputado macrista. Asimismo, otra de las maniobras que evaluaba Menem en medio de la desesperación, era forzar una reunión de la comisión de Presupuesto, presidida por José Luis Espert, para tratar el paquete fiscal, cuyo expediente protocolizado ingresó en las últimas horas.
 
"Busca tapar el vacío que le hizo el PRO y la derrota que eso implica convocando a una comisión que concentra la atención", analizó un diputado peronista. Los libertarios no son diferentes, no son lo nuevo, no son liberales, no son moral, ni estéticamente superiores, la única batalla que están ganando es en la que luchan contra jubilados indefensos, los enfermos de cáncer, los universitarios y los trabajadores. Son hasta ahora, lo peor de la vida política del país.
 
La Opinión Popular
 

18-04-2024 / 11:04
A pesar de la fuerte concentración que existía (sólo 10 empresas concentran el 83,4% del "mercado") el DNU 70/23 del anarco capitalista Javier "el Loco" Milei habilitó subas sin tope beneficiando a las prepagas. Las cuotas se dispararon, se volvieron impagables para miles de afiliados. Ahora recularon en chancletas y anuncian una marcha atrás en las subas, pero permanecerán ajustadas a la inflación. La medida involucra a un grupo de siete prepagas que subieron sus cuotas por encima de la inflación, Osde, Swiss Medical, Galeno, Omint, Medife, el Hospital Alemán y el Británico. La decisión exige que estas empresas retrotraigan las cuotas a los montos de diciembre y que vuelvan a calcular su valor ajustándolo por inflación (IPC). 

Mientras siguen pregonando las bondades del libre mercado, a casi 4 meses de haber asumido, el libertario Milei quedó rendido ante el poder y la influencia de un mercado que el mismo gobierno liberó: el de la medicina prepaga. Tras el malestar social que generaron los aumentos récord del sector y luego de haberle dado vía libre para que suban a voluntad, el Ministerio de Economía incineró la bibliografía libertaria y se vio obligado a intervenir y fijar cómo y cuánto deben aumentar las tarifas de la salud privada.


Un esquema que, por seis meses, no será libre sino que se volverá al precio de diciembre y, desde allí, se aplicarán subas en base a la inflación mensual. Esto redundaría, vía intervención del Estado que Milei desprecia, en un aumento un 30 por ciento menor que el que se dio en el esquema de precios libres. En pocas palabras, como el mercado de la medicina prepaga no se moderó ni compitió por precios a la baja, sino que hizo todo lo contrario, el Presidente decidió volver a regular al sector para evitar un descontrol de precios.

Lo hizo, además, en medio de una confusión total a nivel gestión y posición ideológica: Economía avanzó en regular cuando hace menos de 24 horas había presentado un amparo judicial para frenar los aumentos; todo mientras rige el DNU que, entre otros puntos, liberó las tarifas de las prepagas. Todo ese ida y vuelta siendo el Gobierno quien tiene la potestad de controlar, sin ir a la Justicia.

Y un dato más: tan afectado quedó el relato del libre mercado que Milei no se animó a avanzar en una acusación directa por cartelización de prepagas, asunto denunciado por la Coalición Cívica y sobre el que sobra evidencia. Si lo hacía, podía dejar fluir el libre mercado pero imponiendo multas y sanciones por conductas anti competitivas, que es lo que todos los países que ostentan el libre mercado hacen. Pero eligió, por el temor al escándalo y la crisis social, regular antes que multar vía Comercio, cartera denostada por los libertarios.

Dato de color: con el mismo DNU que desreguló a las prepagas, también eliminó el Gobierno el esquema de información de costos que regía en la Ley sectorial. Sin eso, hoy no tiene forma de lograr, en la práctica, que las empresas les devuelvan a los usuarios el dinero mal cobrado en estos meses. Es decir, la capitulación política fue total y, además, desordenada.

¿Milei se hizo comunista?
 Lo real es que no son tan libertarios: se la vieron negra en las encuestas y retrotrajeron el aumento. De esta manera, comienza a desinflarse poco a poco la idea delirante de libre mercado a rajatabla que plantea el Ejecutivo nacional. Milei plagió al "marxista" Groucho Marx, quien afirmó: "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros".


La Opinión Popular

17-04-2024 / 10:04
Las asociaciones que nuclean a los pacientes con cáncer y patologías graves presentaron un amparo para que vuelva a funcionar la Dirección de Asistencia, el organismo del Estado encargado de proveerles la medicación que los mantiene con vida, paralizado desde que asumió el gobierno de Javier Milei. "Nunca como ahora existió la voluntad de que la gente se muriera", aseguran sus dirigentes. Otra crueldad más de un Gobierno que desde que asumió no para de generar políticas a favor de los grandes empresarios y perjudicar al pueblo, como queda en claro en estos casos.
 
"La palabra es mistanasia: la muerte por abandono indigno de personas. Para que no haya más mistanasia es que presentamos este amparo, queremos que la gente reciba los medicamentos ya. ¡No nos mientan más! Mil veces tuvimos conflicto con los gobiernos, pero nunca como ahora existió la voluntad de que la gente se muriera".
 
La que habla con vehemencia y se le quiebra la voz cuando golpea el puño sobre la mesa hasta contagiar las lágrimas es Florencia Braga Menéndez, directora de proyectos de la Alianza Argentina de Pacientes (Alapa).
 
Es una de las seis organizaciones que presentaron un amparo colectivo que reclama el funcionamiento de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse), en el sistema de protección de la salud, cuya paralización provocó que cientos de personas (que carecen de cobertura de salud o subsidios) dejaran de recibir la medicación para el tratamiento del cáncer y otras patologías severas o enfermedades raras.
 
En el salón del bloque de Unión por la Patria, donde las asociaciones de familiares y pacientes habían convocado a una conferencia, empezó resonar el grito de los presentes al escuchar a Florencia: "¡Ni un paso atrás!".
 
Desde la llegada de Javier Milei al gobierno nacional, la Dadse casi no provee medicamentos ni resuelve expedientes y reclamos. No tiene autoridades ni organigrama administrativo, dice el amparo. En la sede habían puesto un cartel que decía: "La Dadse permanecerá momentáneamente cerrada por readecuación en los sistemas y procedimientos".
 
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, había anunciado una auditoría sobre el procedimiento para la adquisición de medicamentos; lo invalidó e hizo una denuncia pero no reemplazó el sistema por otro. En febrero, la Dadse pasó al Ministerio de Salud en medio del ajuste y la disparada de precios de los medicamentos en un 110 por ciento. El Gobierno, además, anunció este martes el recorte a esa cartera de 140 mil millones de pesos.
 
El texto del amparo colectivo, que quedó a cargo del juez contencioso Walter Lara Correa, explica que desde que comenzaron a hacerse públicas algunas historias de quienes dejaron de recibir medicamentos, Salud subió a la página web dos llamados a cotizar medicación para 15 expedientes y otro para 83. El segundo incluye casos judicializados individuales que obtuvieron cautelares que obligan a proveer la medicación. El procedimiento todavía no terminó. 
 

15-04-2024 / 09:04
El sábado por la noche, la República Islámica de Irán envió varios centenares de drones y misiles contra Israel en respuesta al ataque israelí contra Damasco en el que murieron varios comandantes iraníes, señalando que la escalada guerrerista es principalmente responsabilidad de Israel. El presidente Javier "Mambrú" Milei, a contramano de la mayoría de sus pares de la región, sobreactuó su respaldo a Israel con un abrazo con el embajador Eyal Sela, al que le cedió todo el protagonismo de un extravagante "comité de crisis" argentino por la guerra en Medio Oriente, en un nivel de cipayismo inaudito.

Antes, en una entrevista, Milei había reiterado su apoyo "irrestricto" a cualquier decisión que tome el primer ministro Benjamín Netanyahu en medio del conflicto. El Gobierno anarco capitalista profundizó así su intromisión, abandonando la tradicional posición de no-alineamiento de la Argentina y su búsqueda de la paz. Hubo duras críticas opositoras al ideologismo libertario y los riesgos que entraña para el país desembarcar en un conflicto donde nadie lo llamó
, aliándose con un país que siempre vota en contra de la Argentina en el tema Malvinas.


El sábado por la noche, Irán lanzó una represalia sin precedentes contra Israel, disparando más de 300 proyectiles, incluidos 170 drones, 30 misiles de crucero y 120 misiles balísticos. También se dispararon cohetes, drones y misiles desde Líbano, Irak y Yemen. Tras el ataque a un edificio diplomático iraní en Damasco y la muerte de varios comandantes de la Guardia Revolucionaria, Irán se enfrentó a un dilema: responder, y con un grado de intensidad sin precedentes, pero limitando el peligro de desencadenar una guerra total que sería devastadora.

En este contexto, Irán optó por una respuesta graduada, llevando a cabo un ataque importante, en cuanto al número de misiles y drones lanzados, pero limitado desde el punto de vista estratégico. Al optar por no delegar su defensa como en el pasado en sus aliados libaneses, yemeníes o iraquíes, Irán rompe con su política histórica de "disuasión". Sin embargo, al lanzar su ataque desde su propio suelo, en lugar de desde posiciones más cercanas a Israel, la República Islámica se ha asegurado de que los proyectiles tarden varias horas en alcanzar su objetivo, dando tiempo a Tel Aviv y a sus aliados imperialistas para preparar una defensa. Según los primeros informes israelíes, casi todos los disparos fueron interceptados.
 
Las potencias occidentales han mostrado un fuerte apoyo a Israel, en línea con su apoyo al genocidio de Gaza, denunciando el ataque iraní mientras ignoraban el ataque israelí a la que era una respuesta. Sin embargo, Estados Unidos y Francia intentan evitar represalias que puedan desencadenar una conflagración regional. Al parecer, Joe Biden le dijo a Netanyahu que Estados Unidos se negaría a participar en operaciones ofensivas contra Irán y no apoyaría tales operaciones. Netanyahu se enfrenta a una enorme crisis interna en la que su supervivencia política dependerá de la continuación de la guerra genocida en Gaza y de la satisfacción de las exigencias de sus socios de extrema derecha.
 
Dirigentes locales de la oposición, peronistas y figuras que integraron el cuerpo diplomático del macrismo cuestionaron la decisión de Milei de abandonar la tradicional estrategia geopolítica de no alineamiento o neutralidad del Estado argentino para posicionarlo abiertamente a favor de Israel y los Estados Unidos en el conflicto de Medio Oriente. Las críticas advierten que el Presidente actúa sin tener en cuenta los intereses del país, al que expone de manera irresponsable y peligrosa. Milei pone sus prejuicios ideológicos y afinidades religiosas por encima del interés nacional. Cual moderno "Mambrú" pretende traer las consecuencias de una guerra entre potencias a la Argentina.
 
La Opinión Popular

14-04-2024 / 09:04
El estallido del bloque oficialista en la cámara de diputados llegó en un momento inoportuno, a pocas horas de que el Poder Ejecutivo hiciera circular el nuevo proyecto de ley de Bases entre algunos legisladores con los que busca complicidad. Existe una máxima parlamentaria: "no podés salir a buscar votos afuera antes de tener ordenada la tropa propia". La genuflexión de los de siempre pone a prueba la sabiduría popular, veremos si alcanza.
 
El fin de semana pasado Javier Milei recibió en Olivos al entonces jefe del bloque oficialista Oscar Zago y a la diputada Marcela Pagano, y dio el visto bueno para que ella ocupe la presidencia de la comisión de Juicio Político. El trámite se concretó el martes en una reunión que el presidente de la cámara, Martín Menem, intentó evitar y sólo pudo interrumpir cuando el nombramiento de autoridades ya estaba terminado. Menem desconoce el resultado de esa sesión.
 
Horas más tarde, por orden de Karina Milei, se desplazó a Zago de la conducción del bloque. Aunque en un primer momento parecía que el daño había sido encapsulado, Zago se negó a dejar su despacho y Pagano tampoco quiere renunciar a la presidencia de la comisión. De los 41 diputados de La Libertad Avanza, sólo 36 votaron a favor de que el cordobés Gabriel Bornorini, también cercano a Karina, presida la bancada. En Casa Rosada asumen que puede haber nuevas deserciones.
 
En una entrevista el exjefe de bloque dio a entender que la secretaria general toma decisiones que corrigen o desautorizan lo que decide el presidente. En el caso de Zago, ella espera que el acepte desarmar su partido, el MID, para fundirse con LLA en las elecciones de medio término, no ya como aliados en un frente común sino dentro de un nuevo partido en el que los Milei concentren el poder. Bornoroni aceptó las condiciones y se convirtió en un alfil de Karina.
 
En el Senado también empieza a crujir la estructura. Esta semana Victoria Villarruel no pudo repetir la mayoría que había articulado en diciembre, porque perdió el apoyo de los senadores que responden a los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilnek, y de Santa Cruz, Claudio Vidal. Si las chances de que el gobierno logre aprobar la ley de Bases son dudosas en la cámara de diputados, en la cámara alta directamente hoy parecería una hazaña.
 
A fines de la semana anterior, el jueves 4 de abril, renunció a su asiento en la comisión de Trámite Legislativo, que debe evaluar los DNU, el salteño Juan Carlos Romero. Sin ser de la LLA (tiene su propio bloque) fue el más hábil operador en la fallida defensa del DNU. Tiene contactos muy fluidos con la vicepresidenta y con Mauricio Macri. Su movimiento, inusual, genera suspicacias en el gobierno. Karina no confía en ninguno de los tres.
 
¿Quién toma las decisiones en el gobierno? Es una pregunta que todavía no encuentra respuesta. Lo cierto es que lo que se acuerda en reuniones con funcionarios de primera línea, e incluso con el propio presidente, usualmente no llega a concretarse. Todo choca contra una red invisible: un problema que se encuentran desde Villarruel hasta Bullrich, empresarios, gobernadores, sindicalistas, dueños de medios y hasta embajadores extranjeros. ¿Es el Jefe?
 
Eso sospechan los gobernadores que dieron crédito a Milei y quedaron pagando. Hoy son la principal amenaza contra el gobierno porque tienen la llave que puede pulverizar el DNU y la ley de Bases. 
 

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