La Opinión Popular
                  20:24  |  Jueves 25 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 28-10-2018 / 18:10

El alegre camino hacia un Bolsonaro argentino

El alegre camino hacia un Bolsonaro argentino
Brasil, en estas horas, si las encuestas no se equivocan, elegirá como presidente a Jair Messias Bolsonaro, un hombre que reivindica la tortura; desprecia a los homosexuales, a las mujeres y a los negros; defiende el derecho de la policía a disparar contra inocentes; amenaza con violencia a la prensa independiente y advierte que a los disidentes les espera la cárcel y el exilio si no se convierten al credo de la mayoría. Si ocurre lo que parece, el clima político del continente habrá cambiado radicalmente.
El país viene de una larga decepción. Hace más de una década parecía que, definitivamente, despegaría de la mano de líderes jóvenes y transgresores que habían reparado heridas recientes y prometían un futuro próspero.
 
Desde entonces, todo se desbarrancó y sus habitantes fueron cada día un poco más pobres. El empobrecimiento duele más que la pobreza, porque le suma la frustración, la percepción de un fracaso, una esperanza rota: creíamos que el país, finalmente, tendría destino. No sucedió.
 
Esa situación incrementó un problema endémico que, en los últimos años, había cambiado dramáticamente a la sociedad: la inseguridad se instaló y ataca cada vez un poco más, de la mano del narcotráfico. En zonas de alta densidad poblacional, salir a trabajar implica un riesgo alto y cotidiano de ser, como mínimo, asaltado. El sonido de disparos se ha transformado en algo habitual.
 
Los líderes del país, mientras tanto, se echan la culpa, desde hace años, los unos a los otros, con una virulencia descarnada. No hay ninguna posibilidad de acuerdo entre ellos, entre otras razones, porque tampoco se dirigen la palabra: cada uno cree que el otro debe estar preso. Está instalada una competencia despiadada en la que ninguno de ellos se imagina que puede siquiera vivir en el país si es el otro el que gobierna.
 
A tal punto sucede así que muchas personas han comenzado a creer en lo que dicen los líderes acerca de sus enemigos: unos son ladrones, los otros hambrean al pueblo. La democracia solo ofrece esas opciones.
 
La prensa militante, de un lado o del otro, agrega cada día su granito de arena para que esta sensación se profundice. Si esta gente nos ha instalado en la pobreza y la inseguridad, si unos son ladrones que se robaron un PBI, si los otros instalaron la dictadura del capital financiero internacional, tal vez sea necesario que aparezca otro tipo de liderazgo que barra con todo, incluida la prensa que forma parte de este circo.
 
Los párrafos que preceden no se refieren a la Argentina sino al Brasil que, en estas horas, si las encuestas no se equivocan, elegirá como presidente a Jair Messias Bolsonaro, un hombre que reivindica la tortura; desprecia a los homosexuales, a las mujeres y a los negros; defiende el derecho de la policía a disparar contra inocentes; amenaza con violencia a la prensa independiente y advierte que a los disidentes les espera la cárcel y el exilio si no se convierten al credo de la mayoría. Si ocurre lo que parece, el clima político del continente habrá cambiado radicalmente.
 
Nunca los países son iguales entre sí. Brasil vive una crisis de inseguridad incomparable con la Argentina. Su última presidenta fue derrocada. El político que, hasta hace unas semanas era el más popular del país está encarcelado.
 
Pero basta con releer el comienzo de esta nota para preguntarse si en la Argentina no está preparado el caldo de cultivo para que emerja, aquí también, algún líder con los valores de Bolsonaro

 
Los procesos políticos, en ambos países, muchas veces siguieron las mismas direcciones: las democracias volvieron casi en el mismo momento, los dúos Vargas-Perón, Lula-Kirchner, Menem-Fernando Henrique, Alfonsín-Sarney compartieron visiones similares, distintas a quienes los precedieron o los sucedieron. ¿Sucederá lo mismo con la ola bolsonarista?
 
En principio, hay algunos elementos que se repiten de manera idéntica en ambos países: una crisis socioeconómica muy delicada, cierta inconsciencia de la clase dirigente sobre los riesgos que asoman y un rechazo contundente hacia las principales figuras políticas del país, con pocas excepciones.
 
Los candidatos presidenciales Mauricio Macri y Cristina Kirchner baten récords de imagen negativa, y cada uno de ellos cifra sus esperanzas para el 2019 en el rechazo que genera el otro.
 
Un ejemplo de lo que ocurre se pudo ver esta semana. El Gobierno envió al Congreso un presupuesto donde se recortan gastos muy sensibles para pagar una deuda que el mismo Gobierno contrajo, sin que eso signifique ningún beneficio para los perjudicados ahora.
 
La Cámara de Diputados lo aprobó en medio de un espectáculo triste que solo puede alejar más a la sociedad de su dirigencia. Todo empezó con un brote de violencia contra las fuerzas de seguridad que fue respondido con una represión inexplicable, a kilómetros de los hechos, contra personas que no habían hecho nada.
 
Los principales diputados de la oposición no repudiaron el estallido, seguramente porque algunos de los suyos estaban implicados. Funcionarios oficiales distribuyeron información falsa para justificar que habían detenido a dirigentes sociales o instalaron el absurdo debate sobre la necesidad de expulsar extranjeros sin poder demostrar que algún inmigrante estuvo involucrado en los disturbios.
 
Mientras esto ocurría, algunos diputados se desafiaban a agarrarse a trompadas. Otros distribuían a los gritos información falsa para demostrar que la policía había iniciado la agresión. Y todo eso frente a una sociedad agobiada por una crisis social en la que ninguno de los gritones es inocente.
 
¿Qué podría salir de ese baile en las cubiertas del Titanic, donde las personas sensatas son desbordadas por aquellos que lucran con los gestos aparatosos y extremos?
 
En las semanas previas, otros integrantes de la dirigencia se sumaron al ágape. En la ciudad de Luján, tres sectores se reunieron para plantear una alternativa al Gobierno actual.
 
Por un lado, la Iglesia Católica Argentina: una organización que en las últimas décadas se opuso a los mejores avances de la democracia, como el divorcio, el juicio a los militares de la dictadura, el matrimonio igualitario y, además, está implicada en un escándalo por el encubrimiento de la jerarquía a cientos de casos de abuso sexual.
 
En ese mismo acto estuvo gran parte del sindicalismo argentino. Su principal referente es investigado por su ostensible vínculo con barras bravas repletas de delincuentes. Para defenderse, pegó afiches contra un periodista y su mujer, desparramó amenazas personales, insultos homofóbicos y llamados a derrocar al Gobierno. El tercer sector eran los intendentes del Conurbano bonaerense, una zona destruida por sus propias gestiones.
 
En paralelo, los empresarios se reunieron en el Coloquio de IDEA. Solo se les ocurrieron tres recomendaciones: bajar los sueldos, reducir los derechos de los trabajadores y pagar menos impuestos.
 
En los días en que se realizaba ese coloquio, el diario La Nación contó que en Francia, durante el 2010, las principales empresas del país decidieron aportar el 2% de sus ganancias para aplicarlo en proyectos sociales. ¿Se darán cuenta los ricos empresarios de IDEA lo que se ve de ellos cuando lo único que piden son más y más ventajas? Esos empresarios ovacionaron al Presidente de la Nación.
 
Unos días antes, uno de los sectores del peronismo se reunió en Tucumán para celebrar el Día de la Lealtad: gran parte de los dirigentes viajaron hasta allí en carísimos aviones privados. Ese mismo día, el máximo dirigente de una poderosa organización juvenil, el dirigente supera ya los 40 años, visitó en la cárcel a un ex ministro condenado por hechos de corrupción que causaron decenas de muertos.
 
Y todo eso apenas en una quincena.
 
Brasil está ofreciendo en estos días una solución fantasiosa a tantos problemas. La dirigencia argentina procede como la brasileña, antes de Bolsonaro, como si el riesgo de Bolsonaro no existiera.
 
Un prestigioso consultor analiza: "La Argentina tiene que agradecer a la grieta que Bolsonaro no exista. Con todos sus defectos, Macri y Cristina concentran dos tercios del electorado. Pero en los focus group de los desencantados, emergen los valores de Baby Etchecopar. Unos son ladrones, los otros ricos e ineptos. Están enojados. Probablemente, la mayor parte de ellos voten con bronca a Macri. Pero quieren otra cosa. Y, sobre todo, están hastiados de todo lo que ven. Sería tonto no ver allí una advertencia muy concreta".
 
Pero en la Argentina, seguro, eso no va a ocurrir. Nosotros somos distintos.
 
Brasil, decime qué se siente.
 
Por Ernesto Tenembaum
 
Fuente: Infobae
 

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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