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El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 30-09-2018 / 10:09
EL ÚNICO RECURSO QUE LE QUEDA ES REZAR Y APENAS UN POCO MÁS

Mauricio Macri tiene las manos atadas por el FMI

Mauricio Macri tiene las manos atadas por el FMI
Para que Macri triunfe en 2019, se tienen que producir varios milagros al mismo tiempo. Uno es que un plan de estabilización del Fondo Monetario funcione. Sería un giro copernicano en la historia de la humanidad. La otra es que el pueblo argentino se entusiasme con los resultados de ese plan: es más fácil conseguir que se enamore de la señora Lagarde.
En el comienzo de esta semana, un periodista de la agencia Bloomberg le preguntó a Mauricio Macri si competiría por la reelección el próximo año. "I am ready to run" respondió el Presidente. Un par de días después, se produjo una evidencia muy clara de lo difícil que le será triunfar en esa carrera.
 
El prestigioso Índice de Confianza en el Gobierno de la Universidad Di Tella reflejó que, por primera vez desde su asunción, la sociedad le tiene menos confianza a Macri de la que le tenía a Cristina Kirchner en noviembre de 2015, el último mes de su segundo mandato.
 
Los desafíos difíciles no son nuevos para Macri. Su equipo recuerda que, ya bien entrada la campaña de 2015, era una quimera pensar que podría ganar, y que, pocas semanas antes de las elecciones del año pasado, las encuestas anticipaban un triunfo holgado de Cristina.
 
Sin embargo, esta vez hay un elemento nuevo: Macri tiene las manos atadas, no puede decidir sobre algunos de los aspectos centrales que definirán su destino.
 
La política siempre depende del estado de la economía. En la Argentina dolarizada depende de un aspecto mucho más puntual: el tipo de cambio. La ecuación es sencilla. Si el dólar sigue subiendo, descontrolado, Macri perderá las elecciones.
 
No solo eso: tal vez ni siquiera tenga posibilidades de presentarse. En cambio, si se serena, el desempeño de la economía será débil, habrá caído el producto, crecido la pobreza, pero él tendrá una chance.
 
Se supone que, en este contexto, el Presidente intentará hacer lo que pueda para que el dólar se calme. Gran parte de su destino, y de la tranquilidad de las personas que habitan este país, depende de eso.
 
Sin embargo, no puede hacer nada. O puede hacer muy poco porque, como quedó claro en los anuncios del miércoles por la tarde, el Fondo Monetario Internacional (FMI) impuso que prácticamente no se vendan reservas para evitar que el dólar siga subiendo.
 
Y cuando pasa eso, el dólar sube. Así ocurrió entre jueves y viernes. Por eso, otra vez, la sociedad argentina atraviesa en vilo el fin de semana.
 
Habitualmente, los gobiernos, cuando se acercan las elecciones, gastan más. Aceleran la obra pública, permiten que aumenten los salarios, estimulan el consumo, crean mecanismos de créditos blandos. Así sucedió, por ejemplo, en 2016. Macri no podrá hacer nada de eso porque el Fondo le impuso una política monetaria extremadamente exigente.

 
En el último mes y medio, el periplo del dólar obedece a un patrón bastante lineal que permite hacer proyecciones hacia el futuro. A mediados de agosto, el FMI había transmitido un ultimátum al Gobierno: si seguía vendiendo reservas para fijar el tipo de cambio, se retiraría de la Argentina.
 
Los técnicos del Fondo indicaron que el Banco Central (BCRA) debía subir los encajes y las tasas y dejar flotar la divisa. A partir de allí, las semanas de calma e intranquilidad se alternaron. La última de agosto fue terrible: el dólar trepó a 40.
 
La semana siguiente, el BCRA apeló a intervenciones sorpresivas y anunció que ese sería su método de allí en más. El dólar frenó. Luego el Central se retiró tras un nuevo planteo del Fondo. La divisa volvió a escalar.
 
La tercera semana de septiembre vencían las Lebac. El Central intervino y evitó otro salto. El martes, Luis Caputo renunció. El miércoles, el nuevo titular del Banco Central, Guido Sandleris, anunció que se retiraba del mercado hasta que el dólar tocara los 44 pesos y solo intervendría con una pequeña suma diaria para intentar frenarlo. Así estamos.
 
Naturalmente, el FMI tiene argumentos para sostener su posición: en los últimos meses, la Argentina perdió cerca de 25 mil millones de dólares de reservas y, pese a ello, no logró frenar la suba del dólar. Está claro que ese recurso no es eterno.
 
Otros protagonistas de esta historia sostienen que el Fondo fue un elemento muy disruptivo en todo este proceso: desde que aterrizó en la Argentina, impuso un doble comando que transformó en errática cualquier estrategia para intervenir en medio de la evidente corrida. Sea quien fuera el culpable, lo cierto es que finalmente se impuso el criterio de no intervenir.
 
Por eso, el único recurso que le queda a Macri es rezar y apenas un poco más.
 
La receta impuesta por el Fondo para frenar el dólar consiste en secar de pesos a la Argentina. O sea que, si triunfa, el costo será alto en términos de salario real y de crecimiento.
 
Los argentinos, es decir, los votantes, tendrán menos dinero en el bolsillo, habrá menos obra pública, menos trabajo, más pobreza, todos esos elementos que ayudan a que un presidente gane o, cuando las cosas van mal, a que sea reemplazado.
 
Habitualmente, los gobiernos, cuando se acercan las elecciones, gastan más. Aceleran la obra pública, permiten que aumenten los salarios, estimulan el consumo, crean mecanismos de créditos blandos. Así sucedió, por ejemplo, en 2016. Macri no podrá hacer nada de eso porque el Fondo le impuso una política monetaria extremadamente exigente.
 
O sea, en ese orden, deberá lidiar contra: el dólar, el conflicto social, el malestar económico, la escasez. Y el punto de partida de la carrera es esa encuesta amiga según la cual su Gobierno genera menos confianza que el de Cristina en el último mes de su mandato.
 
Para que Macri triunfe, se tienen que producir varios milagros al mismo tiempo. Uno es que un plan de estabilización del Fondo Monetario funcione. Sería un giro copernicano en la historia de la humanidad. La otra es que el pueblo argentino se entusiasme con los resultados de ese plan: es más fácil conseguir que se enamore de la señora Lagarde.
 
En el mundo de los economistas hay dos teorías sobre lo que está a punto de suceder. La pesimista es explosiva. Si no hay oferta de dólar oficial, se producirá una corrida muy dura y el dólar tardará en encontrar su techo.
 
Eso producirá mayores fugas de reservas y de depósitos y la Argentina estará al borde de una crisis sistémica mucho más grave que la actual. En ese caso, Macri no solo no tendrá chances electorales: le será difícil llegar al final del mandato.
 
La variante optimista recuerda un episodio del 2002. Cuando el Gobierno decretó el final de la convertibilidad, sugirió que el dólar debía subir de 1 peso a 1,40. No lo pudo controlar. Rápidamente, se puso a 3 pesos y luego a 4. Cuando parecía imparable, finalmente frenó y volvió a los 3 pesos.
 
El Banco Central no lo podría parar con reservas porque no tenía. Sin embargo, se serenó. La tasa de interés era mucho más alta que ahora. Cuando frenó, la economía empezó a reaccionar por el impulso de la devaluación.
 
Los defensores de esta perspectiva sostienen que finalmente se impondrá el hecho objetivo de que el dólar ya tiene un precio carísimo. Los detractores argumentan que eso es lo que vienen diciendo hace seis meses y que el elemento psicológico será determinante en la magnitud de la corrida que viene.
 
Aun si ocurre lo que prometen los optimistas, habrá recesión, inflación muy alta, deuda nueva de corto plazo que presionará al dólar, altísima incertidumbre.
 
Y el candidato está obligado a mirar, pasivamente, desde la quinta de Olivos, lo que ocurre en el país que lo rodea.
 
Estas peripecias han producido, entre otras cosas, la foto de esta semana entre Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti y Miguel Pichetto, los cuatro jinetes del peronismo no kirchnerista.
 
La estrategia de este sector es clara: entre los problemas que los dólares le generan, por distintas razones, a Cristina y a Macri, el otro peronismo aspira a conseguir un candidato que logre un segundo puesto en la primera vuelta del año que viene.
 
Si eso ocurre, podrá ganar la elección: en el ballotage, los votantes de Cristina los apoyarán contra Macri, o los de Macri contra Cristina. Lo que está ocurriendo estos días en Brasil debilita esa esperanza. Los tiempos de crisis parecen potenciar las posiciones extremas.
 
Así las cosas, y aun en este contexto, Mauricio Macri y Cristina Kirchner siguen siendo los líderes más importantes de la Argentina.
 
País extraño.
 
Por Ernesto Tenembaum
 
Fuente: Infobae
 

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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