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Internacionales - 25-09-2018 / 19:09
EFEMÉRIDES POPULARES

Se lleva a cabo el primer debate televisado de la historia, entre los candidatos presidenciales Richard Nixon y John F. Kennedy

Se lleva a cabo el primer debate televisado de la historia, entre los candidatos presidenciales Richard Nixon y John F. Kennedy
El punto de inflexión de la campaña fueron los cuatro debates entre Kennedy y Nixon, que fueron los primeros debates presidenciales que tuvieron lugar en la televisión, y por lo tanto atrajo un enorme interés. El primero se llevó a cabo el 26 de septiembre de 1960, en Chicago (EEUU).
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 1960 marcaron el final de la administración de Dwight D. Eisenhower. Su vicepresidente, Richard Nixon, que había transformado su oficina en una base política nacional, fue el candidato republicano, mientras que los demócratas nominaron al senador de Massachusetts, John F. Kennedy.
 
El punto de inflexión de la campaña fueron los cuatro debates entre Kennedy y Nixon, que fueron los primeros debates presidenciales que tuvieron lugar en la televisión, y por lo tanto atrajo un enorme interés. El primero se llevó a cabo el 26 de septiembre de 1960, en Chicago (EEUU).
 
Nixon no se había recuperado completamente de su estancia en el hospital y por lo tanto estaba pálido, enfermizo, bajo de peso y cansado. También se negó a ponerse maquillaje para el primer debate, y como resultado, su barba incipiente mostró un lugar destacado en las pantallas de la era de la TV de blanco y negro. La pobre apariencia de Nixon en la televisión en el primer debate se reflejó en el hecho de que su madre lo llamó inmediatamente después del debate para preguntarle si estaba enfermo.
 
Kennedy, por el contrario, parecía curtido, confiado y relajado. Se estima que 80 millones de espectadores vieron el primer debate. La mayoría de las personas que vieron el debate en la televisión creyeron que Kennedy había ganado, mientras que los oyentes de radio (un público más pequeño) creyó que Nixon había ganado.
 
Después de que se había terminado, las encuestas mostraron Kennedy pasando de un ligero déficit en una ligera ventaja sobre Nixon. Para los otros tres debates Nixon recuperó el peso perdido, se maquillaba antes de salir en televisión, y apareció con más fuerza que su aspecto inicial.
 
La Opinión Popular

En Chicago, Estados Unidos, se llevaba a cabo el primer debate televisado de la historia, entre los candidatos presidenciales Richard Nixon y John F. Kennedy. El suceso tuvo lugar en los estudios de la cadena CBS y aún hoy continúa siendo un hito significativo para las campañas políticas modernas.
 
Sería el primero de una serie de cuatro debates que los tendrían como protagonistas. Sin embargo, este enfrentamiento sería determinante para el resto de las rondas de discusión.
 
Setenta millones de norteamericanos se sentaron frente a la tevé en sus casas para oír cada una de las propuestas. Pero no sólo se trataba de escuchar, sino también de observar. Esto último fue lo que captó a la perfección el equipo de campaña del candidato demócrata y sobre lo que trabajó.
 
A los 43 años, Kennedy debía convencer a la audiencia de que podría ser el comandante en jefe. Fue así que decidió lucir en perfectas condiciones para la contienda. Junto a su equipo de confianza, recopiló información como pocas veces antes. Practicó posibles preguntas incómodas y hasta qué gestos poner ante cada situación.
 
Pero no sólo eso. Sabía que debía permanecer "fresco" para esa noche y por eso durmió una siesta reparadora horas antes de pararse en el set de CBS.
 
Era la contracara de Nixon: el candidato republicano transmitía nervios, estaba pálido y su frente presentaba sudor. Su mirada esquiva y su boca reseca tampoco le jugaron a favor: su rostro no transmitió la confianza necesaria.
 
La situación del por entonces vicepresidente era completamente diferente. La campaña era agotadora para él y días antes del debate había estado internado. Incluso, el día de la primera ronda tenía unas líneas de fiebre, que le jugaron muy en contra.
 
La contienda oral no fue agresiva, pero Kennedy se mostró ante el público como un político mucho más resuelto que su rival. A pesar de los esfuerzos, el daño hecho en el primero de los debates había sido suficiente para el senador demócrata.
 
El 8 de noviembre se impondría Kennedy sobre su rival en las elecciones generales por tan solo 100 mil votos, uno de los márgenes más estrechos de los comicios de los Estados Unidos.
 
Fuente: Wikipedia

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