La Opinión Popular
                  11:31  |  Martes 23 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 16-09-2018 / 09:09
MURIÓ JOSÉ MANUEL DE LA SOTA EN UN ACCIDENTE DE TRÁNSITO

¡Hasta siempre, Gallego!

¡Hasta siempre, Gallego!
El día que Jorge Busti asumió su tercer mandato como gobernador vino José Manuel De la Sota hasta Paraná para acompañarlo. Después cruzaron el túnel y estuvieron en la jura de otro gran compañero: Jorge Obeid. En la imagen: Jorge Busti, José Manuel De la Sota, Gonzalo García, Atilio Martinez y Jorge Obeid. Foto: Blas García para La Opinión Popular
Mi amistad con José Manuel De la Sota viene de larga data. En el camino, compartimos momentos muy complicados, de lucha y batallas perdidas. Luego, el tiempo y el retorno de la democracia, nos recompensó. Hoy, con su inesperada partida, me embarga una profunda tristeza.
 
Lo conocí promediando la década del sesenta en los pasillos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. En aquellos difíciles años, sobre todo a partir del golpe de Onganía, en los que repartíamos nuestro tiempo entre los libros y la militancia, el "Gallego" inexorablemente ya se destacaba.
 
Nunca olvido el deslumbramiento que nos causó a todos los que presenciamos su exposición en un examen final de Derecho Político en la cátedra del Dr. Alfredo Rossetti. La descosió; ya entonces parecía un docente más que un alumno.
 
Después de graduarnos, integramos la Agrupación de Abogados Peronistas, desde la que -con humildad e inexperiencia- intentábamos desafiar los atropellos que la dictadura militar de aquel entonces cometía con compañeros militantes. 
 
En 1976 a José Manuel lo secuestraron y desaparecieron. Fue torturado por orden de Luciano Benjamín Menéndez y hasta sufrió un simulacro de fusilamiento. Luego lo blanquearon como preso político. En todos los años que pasaron desde la vuelta de la democracia jamás lo escuché utilizar esa terrible experiencia para victimizarse o sacar algún rédito político. Tampoco nunca advertí en él siquiera una pizca de rencor.
 
Con Antonio Cafiero fue uno de los jóvenes baluartes de la llamada Renovación Peronista, que acompañé, con mucho entusiasmo, desde Entre Ríos. Allí también compartimos los mismos sueños.
 
Sin lugar a dudas, se trató de uno de los dirigentes más lúcidos de mi generación. Siempre fue un hombre del diálogo y la tolerancia; un luchador contra los pensamientos únicos. Como a Lincoln, como a Lula, le tocó perder muchas veces en su querida tierra cordobesa. Lejos de amedrentarse, aprendió de esas caídas, y llegó a ser tres veces gobernador, entre muchos otros honores.
 
"En política nunca hay derrotas ni victorias permanentes", solía decir con absoluta razón. La vida lo había golpeado de un modo indescriptible y sabía distinguir lo verdaderamente importante.
 
El día que asumí mi tercer mandato como gobernador vino hasta Paraná para acompañarme. Después cruzamos el túnel y estuvimos en la jura de otro gran compañero: Jorge Obeid. En esos cuatro años, desde el 2003 al 2007, logramos cumplir uno de los objetivos que siempre habíamos anhelado: potenciar el federalismo fortaleciendo la Región Centro como un gran legado a las futuras generaciones de cordobeses, santafesinos y entrerrianos.
 
Se nos va un político de raza y un estadista. De los que desafortunadamente no abundan. Un hombre que deja una huella imborrable en una generación de cordobeses y en millones de peronistas. ¡Hasta siempre, querido Gallego! ¡Se te va a extrañar!
 
Por Jorge Busti

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La Argentina atraviesa la epidemia de dengue más importante de su historia. Más de 333.000 personas contrajeron la enfermedad en esta temporada; mientras que las muertes por dengue fueron 238. Entre Ríos suma miles de casos confirmados de dengue en lo que va del año. ¿Qué están haciendo Javier Milei y Rogelio Frigerio frente a una enfermedad grave y potencialmente mortal que se refleja en los hechos en la incertidumbre y los temores de la sociedad?

El Presidente, inhumano e insensible a todo lo que tenga que ver con el pueblo, inspirado en un fanatismo liberal libertario y anarco capitalista, de la insolidaria Escuela austriaca del siglo XIX, experimento que nunca se aplicó en ningún lugar del mundo, decidió borrarse por completo en el tema. A tontas y a locas como lo hace casi siempre, Milei rechazó la aplicación de vacunas. "En tres meses los mosquitos habrán desaparecido", consideró. Pero, cambio climático mediante, en muchas provincias argentinas hay Aedes Aegypti todo el año, en continuado. Frigerio, si bien no corea las burradas de Milei sobre el tema, su lineamiento se asemeja al del libertario: no hacer nada.

Es política oficial de Milei y Frigerio dejar que todo lo resuelva el mercado
, sin intervención del Estado, lo que llevó a un festival de especulación con los precios de los repelentes. El concepto más básico de cualquier política sanitaria, la prevención para evitar males mayores, no estuvo nunca contemplada. Sí se habilitó la importación "puerta a puerta" del cotizado mejunje espanta-mosquitos. En la ley libertaria del sálvese quien pueda, el que tiene plata compra y el que no, reza.


Lo único que hacen, Milei y Frigerio, es repartir culpas a la administración anterior y emitir comunicados en los que no se da ninguna señal que calme la incertidumbre de la población, que precisa saber qué hacer, cuando ir al médico, como acceder a repelentes seguros, efectivos y baratos, confiar en una vacuna que, aunque no es perfecta, registra una alta efectividad hasta el momento. No es tiempo de sembrar dudas sobre la vacuna, sino de ponerse los pantalones largos y tomar las riendas de la situación.
 
Hablando sin saber, Milei afirmó que: "La vacuna contra el dengue recién se está probando en humanos". Eso es totalmente falso. La vacuna contra el dengue ya ha sido probada en seres humanos desde el comienzo, en las fases 1, 2 y 3 de los ensayos clínicos y demostró ser segura y efectiva en la prevención del dengue sintomático y la reducción de las hospitalizaciones por dicha enfermedad. Fue autorizada por la ANMAT en abril de 2023.
 
Está demostrado que la vacuna es excelente, pero es cara y debiera ser provista por el Estado. Pero, con Milei no existe el Estado. Con argumento falaz, y pese a la epidemia histórica de dengue, Milei descartó incluir la vacuna en el sistema nacional que la haría gratuita y obligatoria al cuestionar su efectividad, cuando el país alcanza récord de fallecidos en ocho meses de epidemia. Es que este virus no sólo enferma. Si no se atiende a tiempo, mata. ¿Y Milei no la ve?
 
La incidencia del dengue en Entre Ríos aumentó notablemente en los últimos años, caracterizado por un incremento en el número, la escala y la aparición de múltiples brotes que se propagan en regiones que antes no estaban afectadas por el dengue. De manera que ni Frigerio, ni nadie vinculado con la salud pública provincial, debería asombrarse por lo que está pasando en Entre Ríos, que enfrenta una de las peores epidemias de dengue de su historia.

Algunos gobiernos provinciales ya destinan recursos para realizar campañas de vacunación sectorizadas (Misiones, Corrientes, Tucumán y Salta) y otros impulsan la fabricación de repelentes en laboratorios públicos provinciales (Buenos Aires, Santa Fe y Formosa) que se distribuyen de manera gratuita. Carente de gestión, Frigerio no está haciendo nada de lo que hacen otros mandatarios provinciales.

 

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