Nacionales - 07-09-2018 / 09:09
El plan neoliberal de Macri ha fracasado
Macri ha fracasado, como fracasan todos los gobiernos neoliberales, porque ese modelo no tiene capacidad de generar amplios apoyos sociales de carácter popular. Porque promueven los intereses del capital especulativo, que no genera expansión económica sino que vive del endeudamiento de gobiernos, empresas y personas, reproduciendo los mecanismos de la recesión económica.
El gobierno de Mauricio Macri es neoliberal. Su relato es sencillo: superar al modelo populista que había hecho gastar al país más de lo que podía -"Vivir por encima de sus posibilidades", como les gusta repetir-, restablecer el equilibrio en las cuentas públicas, controlar la inflación. Y listo, la economía retomaría su cauce normal, orientadas por los equilibrios mágicos del mercado.
Para crear las condiciones para que la gente aceptara los inconvenientes que las medidas de ajuste traerían, estaba el arsenal de acusaciones en contra del modelo populista, tanto en los gastos excesivos en políticas sociales, como en los casos de corrupción, lo cual daría tiempo a la transición entre la "herencia recibida" y el porvenir glorioso de la economía liberada de las trabas estatales.
Bastaba retomar los ajustes fiscales como eje de las políticas económicas, para que las inversiones de adentro y de afuera llegaran ansiosas por obtener pingües ganancias en los procesos de privatización y la expansión económica. Asimismo, los éxitos permitirían sepultar definitivamente al peronismo nefasto, responsables de todos los males habidos y por haber.
Pero, de repente, factores extraños e incluso desde adentro del país ("pasan cosa"), hacen que el gobierno de Macri tenga que hacer una intervención televisiva patética, depresiva, desesperanzada, para anunciar que lo peor estaba todavía por delante para los argentinos, que la situación de los pobres empeoraría todavía más. Y ningún resultado económico positivo para mostrar.
Macri naufraga junto a las esperanzas del gobierno de los Estados Unidos, abrazado al modelo neoliberal. Llevando a la debacle al país, que se había recuperado de los efectos de la anterior experiencia neoliberal, la de Fernando de la Rua, y volvimos a sufrir sus consecuencias desastrosas. La esperanza blanca del Imperio cae estrepitosamente. Pasará a la historia como un breve intento desesperado por recuperar un modelo fracasado.
Macri intentó borrar de la historia al peronismo y todo lo que habían vivido los trabajadores en los años anteriores de este siglo y de la memoria de las personas lo que había mejorado sus vidas. Se han valido de todo: acusaciones, apelaciones al olvido, recuerdos falsos, pero la realidad no se deja llevar por esas trampas.
Macri está derrotado. Es un personaje grotesco, ridículo, mediático, cuyo discurso se ha agotado rápidamente. Sus políticas han fracasado. Su gobierno se cae en pedazos. Los sectores populares están indignados y rebelados en su contra. Será solo un breve intervalo borrable de nuestra historia.
Ha fracasado, como fracasan todos los gobiernos neoliberales, porque ese modelo no tiene capacidad de generar amplios apoyos sociales y menos de carácter popular. Porque promueven los intereses del capital especulativo, que no genera expansión económica sino que vive del endeudamiento de gobiernos, empresas y personas, reproduciendo los mecanismos del atraso económico.
La Opinión Popular
UNA SEMANA DESPUÉS DE LA ESTAMPIDA CAMBIARIA NO HAY PRECIOS PARA OPERAR Y SE CORTA LA CADENA DE PAGOS
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Retención de mercadería, entrega a remito abierto, llamados para frenar el movimiento de cheques y pago de los sueldos en cuotas son algunas de las situaciones por las que transcurre el universo de las pequeñas y medianas empresas en los días de incertidumbre cambiaria, caída del poder adquisitivo y contracción de las ventas.
El deterioro de los ingresos en manos de la inflación se potencia por el empeoramiento de las condiciones laborales en las pymes, que explican el 70 por ciento del empleo. "Con tasas arriba del 60 por ciento y la cadena de pagos destruida, no hay precios", admitió ayer el presidente de la UIA, Miguel Acevedo (ver nota aparte).
"En distintos rubros de la economía, como autopartismo, artículos sanitarios u artículos para la construcción prácticamente no hay precios. Los mayoristas llaman al fabricante y les dicen que no hay precios. Si para ellos no hay precio de compra, tampoco hay de venta, con lo cual hay riesgo de descapitalización, si la remarcación que aplican termina siendo inferior al aumento de los proveedores. Otra opción en algunos casos es la entrega a remito abierto, con el precio a definir más adelante", explicó a este diario el consultor pyme Vicente Lourenzo.
"Hay fabricantes y comerciantes que se la juegan y venden, otros que prefieren sentarse sobre la mercadería. También hay llamados de empresas para evitar que sus cheques sean depositados porque no hay fondos disponibles. Está costando mucho el pago de sueldos en el sector comercial. Hay negocios que pagan una parte y hacen firmar el recibo a los empleados para sortear las inspecciones", describe Lourenzo.
Alberto Sellaro, de la Cámara del Calzado, indicó que "las fábricas tienen en la calle mucho dinero de la temporada de invierno que los clientes (los comercios) no pueden pagar porque no hay ventas, apenas les alcanza, con suerte, para el alquiler y los sueldos. Es muy complicado cobrar y en este contexto esa demora implica un grave perjuicio financiero".
Desde Afac, la entidad que agrupa a las empresas autopartistas, dijeron a este diario que "la situación del sector en algunos casos es dramática. El proveedor de piezas y partes no puede dejar de hacer las entregas a las terminales automotrices, pero los contratos se confeccionaron con el dólar de hace meses y las negociaciones son muy difíciles. Financieramente, los autopartistas están hechos pomada. El peor caso es Renault, que paga en muchos casos costos de materias primas dolarizadas a un dólar de poco más de 20 pesos, cuando se produce con el dólar de 40 pesos".
Los metalúrgicos en general que lidian con Acindar, líder en aluminios, enfrentan insumos dolarizados. La empresa ofreció en septiembre un descuento del 10 por ciento por pago al contado. Las empresas más audaces cambian cheques con las tasas actuales de casi el 60 por ciento anual y compran contado. La mayoría, espera hasta que el panorama aclare.
"En los aserraderos y la industria del mueble hay problemas en la cadena de pago. Empieza a haber prorrateos y pedidos de negociación con proveedores en el principal núcleo de Cañada de Gómez (Santa Fe). Hoy el gran problema es el flujo de liquidez de corto plazo. A esto se suma una crisis de rentabilidad, se espera para este año una caída de las ventas superior al 10 por ciento. Hay una situación muy delicada en donde nadie invierte", explicó a este diario Leandro Mora Alfonsín, director ejecutivo de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima).
El martes pasado se celebró el encuentro de la UIA por el Día de la Industria, que contó con la presencia de Mauricio Macri para el cierre. El clima durante la jornada fue bastante light, con exposiciones vinculadas a la industria en el largo plazo. Sin embargo, hay una fuerte sensación de malestar entre los industriales que no gozan de una posición dominante.
"Fueron dos días intensos, desde el lunes, después del discurso de Macri; ya se percibía una sensación de que están todos muy preocupados por la incertidumbre, y los empresarios no sabemos para dónde agarrar", admitió ayer Raúl Colombo, presidente de la UIA-Catamarca en declaraciones a Radio Ancasti. "Las pymes estamos con la cadena de pagos cortada, sin poder vender, con incremento de tarifas, sin crédito porque hay tasas altísimas", lamentó.
Por Javier Lewkowicz
Por Emir Sader
Fuente: Página 12