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Internacionales - 13-08-2018 / 20:08
EFEMÉRIDES POPULARES

Resistencia al imperialismo en China: Rebelión de los bóxers de 1900

Resistencia al imperialismo en China: Rebelión de los bóxers de 1900
El 14 de agosto de 1900, en Pekín, las tropas del almirante Edward Seymour liberan a las legaciones europeas, asediadas durante 55 días por los bóxers. Cerca de 230 extranjeros, miles de chinos cristianos, un número desconocido (entre 50.000 y 100.000) de rebeldes, sus simpatizantes y otros chinos habían muerto en la revuelta y su represión. En la imagen: Represión a la rebelión de los bóxers.
La rebelión de los bóxers fue la expresión del descontento chino frente a las injerencias económicas y políticas de las potencias europeas, que querían dividir y repartirse China, evidenciadas a través de las "guerras del opio" contra G. Bretaña (1839-1842 y 1856-1860) y contra Japón (1894-1895).
 
El levantamiento de los bóxers, conocido en China como el «Levantamiento Yihétuán», fue un movimiento, iniciado en noviembre de 1899 y finalizado el 07 de septiembre de 1901, surgido en China contra la influencia foránea en el comercio, la política, la religión y la tecnología de los últimos años del siglo XIX. Tratados desiguales, descontento ante las continuas invasiones occidentales y japonesa en la China de la débil Dinastía Qing fueron las causas del enfrentamiento.
 
La revuelta fue reprimida por la acción militar combinada de diversas potencias: británica, francesa, japonesa, rusa, alemana y estadounidense. Los bóxers (a los que se habían sumado soldados imperiales) atacaron los destacamentos de occidentales en Tianjin y Pekín. Las embajadas extranjeras en la capital fueron los refugios a las que habían huido sus ciudadanos residentes en Pekín.
 
El 14 de agosto de 1900, en Pekín, las tropas del almirante Edward Seymour liberan a las legaciones europeas, asediadas durante 55 días por los bóxers. Cerca de 230 extranjeros, miles de chinos cristianos, un número desconocido (entre 50.000 y 100.000) de rebeldes, sus simpatizantes y otros chinos habían muerto en la revuelta y su represión.
 
La Opinión Popular

Los bóxers ("boxeador", "púgil") constituían una sociedad secreta con connotaciones políticas, practicantes de artes marciales. Su objetivo era expulsar a los extranjeros de China. En 1899 emprendieron una campaña de terror por el norte del país que, inicialmente, se dirigió contra misioneros cristianos.
 
En 1900 estalló la rebelión en Pekín contra los extranjeros y las legaciones internacionales. La revuelta fue atajada por la acción militar combinada de diversas potencias: británica, francesa, japonesa, rusa, alemana y estadounidense.
 
Los bóxers (a los que se habían sumado soldados imperiales) atacaron destacamentos de occidentales en Tianjin y Pekín. Las embajadas extranjeras en la capital, a las que habían huido sus ciudadanos residentes en Pekín, se convirtieron pronto en objetivo de los bóxers, aunque la mayoría de las delegaciones, agrupadas en su propio barrio (Barrio de las Delegaciones de Pekín), se encontraban bien protegidas por sus propias murallas y la cercanía a la Ciudad Prohibida, donde, paradójicamente, habían sido construidas por orden del emperador con el fin de tenerlas bajo vigilancia permanente.
 
Las delegaciones de Reino Unido, Francia, los Países Bajos, Estados Unidos, Italia, Imperio ruso y el Japón de hecho compartían el mismo complejo defensivo, y a sólo unas calles de distancia se encontraban las de Bélgica y España, desde donde llegaron sus representantes para ponerse a salvo.
 
El tratado de paz que se firmó establecía el compromiso del gobierno chino de ejecutar a 10 oficiales implicados en la revuelta, pagar 333 millones de dólares a los vencedores en concepto de reparaciones de guerra a lo largo de 40 años, conceder aún más ventajas comerciales a los extranjeros y permitir el estacionamiento de tropas por parte de éstos entre Pekín y el Mar Amarillo, con el fin de garantizar la seguridad de las embajadas extranjeras en la capital.
 
La Corona China, en manos de la emperatriz Ci Xi, alentó encubiertamente a los rebeldes; la derrota puso en tela de juicio el papel ejercido por la dinastía manchú y precipitó su caída en 1911, siendo proclamada la República China.
 
Fuente: Wikipedia

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