Nacionales - 26-05-2018 / 09:05
EL COLONIALISMO NEOLIBERAL MACRISTA SOLO PUEDE OFRECERLE AL PUEBLO ARGENTINO UN FUTURO MISERABLE
¡Patria SÍ, Colonia NO!: Una inmensa multitud contra Macri y el FMI
Cientos de miles de personas se reunieron para celebrar el aniversario de la Revolución de Mayo y repudiar el ajuste del Gobierno y el FMI, el aumento de la violencia institucional y defender las políticas de memoria, verdad y justicia. "Una vez más la patria está en peligro", con esta frase la actriz Paola Barrientos inició la lectura de un documento muy crítico al Gobierno de Macri y al inicio de la negociación con el FMI en la movilización en la cual los sindicatos más combativos de la CGT, la CTA de los Trabajadores, el sector de la CTA-Autónoma que encabeza Pablo Micheli, organismos de derechos humanos, movimientos sociales y artistas realizaron frente al Obelisco. En el documento, en el que pidieron también "la inmediata liberación de los presos políticos de la Argentina", afirmaron que "el colonialismo neoliberal solo puede ofrecer un futuro miserable".
Mauricio Macri no juró por la Patria cuando asumió y no es adepto a las fiestas patrias, se lo ve incómodo, en los festejos oficiales se toman severas medidas de seguridad, no hay participación ciudadana y el presidente evita mostrarse "patriótico". En el bicentenario de la declaración de Independencia, el único invitado relevante fue el Rey de España, a quien le pidió disculpas por el Congreso de Tucumán que habría actuado con "angustia" cuando declaró la Independencia.
Este gobierno abandonó la noción de Patria o Nación. Son palabras que casi no pronuncia. Ese repliegue hace más notoria la necesidad popular de recuperarlas como identidad comunitaria. Y no es solamente una recuperación simbólica, sino que se produce desde una profunda actitud política.
Para el millón y medio de personas que se congregaron ayer en el Obelisco hay una continuidad lógica entre la fecha patria y el rechazo a la dependencia del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Presidente, mientras tanto, encabezaba una fiesta cerrada para funcionarios millonarios y un puñado reducido de vecinos en la quinta de Olivos.
Pero ayer se prendieron cuatro luces rojas para Macri. La impresionante multitud que asistió a al acto a pesar de que la convocatoria fue absolutamente tapada y distorsionada por los grandes medios macristas, un acto con muy poco despliegue de aparato y con gran cantidad de personas que asistieron sin estar integradas en columnas o agrupaciones, tiene que hacer pensar a la Casa Rosada. No puede gobernar atropellando a esa multitud que representa a una gran parte de la sociedad. Las encuestas indican que solamente un 35% respalda las medidas del gobierno.
Segunda advertencia: el FMI le subrayó que está obligado a buscar formas de resolver el déficit sin depender tanto del endeudamiento y el gobierno se resiste a volver a las retenciones al campo. Tercera luz roja: las grandes patronales rurales salieron con los tapones de punta ante el rumor y se quejaron por la situación económica: no lo van a apoyar solamente por lealtad. Y la cuarta fue la homilía en la Catedral.
El cardenal Mario Poli le habló a Macri de "Zaqueo", un recaudador de impuestos que aparece en la Biblia. El de Zaqueo "era un oficio despreciable porque la mayor parte del dinero que recaudaban iba a parar a las arcas romanas no sin retener una buena parte de los impuestos, de modo que se enriquecían notablemente", le explicó a la tropa de funcionarios en el templo. "Eran indiferentes al patriotismo de sus conciudadanos que luchaban por obtener la libertad de su pueblo humillado. Estas y otras actitudes les valieron el desprecio popular y eran considerados grandes pecadores", enfatizó.
El macrismo ha gobernado despreciando esta realidad y tratando de esconderla con la complicidad de los medios corporativos, como Clarín, La Nación e Infobae, y de los periodistas oficialistas que insisten en ridiculizar a los sectores populares y difamar a sus dirigentes. La 9 de Julio, la avenida más ancha del mundo, le respondió al presidente. Llenarla requiere una multitud como la de ayer a la tarde.
La Opinión Popular
UNA INMENSA MULTITUD COLMÓ LA 9 DE JULIO EN RECHAZO A LA POLÍTICA ECONÓMICA DE MAURICIO MACRI
Un grito popular contra el Fondo Monetario
Bajo el sol tibio del mediodía, organizaciones sociales, gremiales y políticas y ciudadanos autoconvocados comenzaron a colmar la avenida 9 de Julio. Una marea kilométrica y compacta, celeste, blanca y de todos los colores se movilizó desde distintos puntos del país para unir la celebración del 25 de Mayo con la crítica a las negociaciones del gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional.
"El 25 de Mayo de 1810 las mujeres y los hombres que habitaban este suelo fueron protagonistas de la gesta revolucionaria que marcaría a fuego los destinos de nuestra historia. Se trataba de defender y organizar un pueblo ansioso de construir un destino común de Patria. Pero, 208 años después, una vez más, la Patria está en peligro", aseguraron desde el escenario emplazado en el Obelisco, donde además se realizó un festival musical. El Presidente, mientras tanto, encabezaba una fiesta cerrada para funcionarios y un puñado de vecinos en la quinta de Olivos.
"Este es un gobierno para los ricos que va a aceptar todo lo que le imponga el Fondo, que siempre va a ser a costa de nuestros bolsillos, deteriorando la educación pública y los hospitales y bajando nuestras jubilaciones, pero nunca volviendo a imponer retenciones a las empresas mineras o al campo, o volviendo a ponerles el impuesto a las ganancias a los jueces", dijo Guillermo, afiliado al sindicato docente bonaerense Suteba, mientras sostenía un cartel con la frase "Soberanía o FMI" escrita a mano.
El docente de 50 años, que llegó con su familia desde la localidad bonaerense de Tigre, no dudó al afirmar que "la plata que nos va a dar el FMI no va a venir para ninguno de nosotros, sino que va a terminar financiando a los especuladores".
En la misma línea, Amparo, explicó que fue la sensación de "estar como sociedad y como país, en peligro de nuevo y bajo el poder de los Estados Unidos y del FMI" lo que la llevó a formar parte de la movilización. "Tenemos un gobierno autoritario y represor, que atenta contra los derechos de los trabajadores, de las mujeres y de los más débiles de la sociedad", aseveró la joven de 25 años.
El aire frío, sigiloso, obligaba a abrazarse, a tomarse de la mano, a envolverse en banderas. La bronca y la tristeza parecieron devenir, de pronto, en un grito unánime para dar paso a la celebración.
"Aunque hoy la consigna es otra, porque cambió el contexto político y cambiaron las condiciones, creo que lo más importante es venir a festejar este día", afirmó Sebastián, que llegó al Obelisco con la familia de su novia para "defender la Patria y a mostrar nuestro inconformismo con todo lo que está pasando".
Como él, son muchos los que se sintieron parte de una jornada histórica: "No venimos por nosotros, sino por nuestros hijos y nuestros nietos. Quiero que ellos sepan que cuando el gobierno vendía el país, nosotros estábamos acá, movilizándonos", señaló Diana, una mujer de 70 años con los ojos achinados por el sol.
Por su parte, Silvia, una canillita, se mostró orgullosa de compartir el momento con sus hijas. "Allá lejos, hace tiempo, estuve en otras marchas en contra del FMI. Ahora les dije a mis hijas que tenían que venir", aseguró, y sentenció: "Hay que estar siempre que se pueda para no ceder el lugar a los otros"
"Rechazamos los acuerdos de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional, su modelo de dependencia política y económica con las grandes potencias extranjeras que se están reeditando en nuestro continente, un plan sistemático que sólo ofrece a las mayorías populares un destino de miseria planificada. Rechazamos el endeudamiento externo que significa una cadena de dependencia sobre nuestro pueblo", exclamaron los actores Osmar Núñez y Paola Barrientos al leer el documento que, a modo de manifiesto popular, reunió el conjunto de reivindicaciones planteados desde diversos espacios políticos y sociales.
La lectura, interrumpida de a ratos con cantos y aplausos, continuó trazando un mapa de reclamos específicos contra la gestión de Cambiemos, entre los que se mencionaron "el salvaje tarifazo impuesto sobre los servicios públicos esenciales", "la reforma previsional que ha licuado los ingresos de jubilados y pensionados", "el desfinanciamiento educativo, el disciplinamiento del salario docente, el ataque a sus organizaciones gremiales y la persecución a la organización estudiantil", "el proceso de flexibilización laboral iniciado al hacer crecer los niveles de desocupación", "la radicalización de la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad" y "el ataque a las comunidades de nuestros pueblos originarios y el avasallamiento de sus derechos sobre tierras y cultura ancestrales".
Uno de los puntos más álgidos de la proclama llegó con el pronunciamiento en defensa de "las políticas públicas de memoria y lo conquistado en más de 40 años de lucha": "Reafirmamos que el único lugar para los genocidas es la cárcel común. Seguimos exigiendo justicia para Santiago Maldonado y Rafael Nahuel", consignó uno de los pasajes del texto.
En el cierre, se exhortó a los presentes a "enfrentar al gobierno de Macri por el camino de la democracia, en las calles y en las urnas". "En ese camino, y con estas reivindicaciones y desde estos principios, nos disponemos a forjar la unidad necesaria para construir definitivamente la Patria que soñamos", enfatizaron los oradores ante el millón y medio de personas encolumnadas con los organismos de derechos humanos, partidos políticos y sindicatos de la Corriente Federal de la CGT y la CTA, entre otros.
El final del acto estuvo signado por la entonación del Himno Nacional, que cantaron, con la misma intensidad, militantes políticos y sociales, chicas con el pañuelo verde de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, grupos de señoras, adolescentes con la cara llena de acné, metaleros solitarios y familias enteras, con la mano en el pecho, el puño levantado o los dedos en forma de V.
Con las últimas estrofas, empezó la desconcentración que se transformó, de a poco, en una marcha espontánea -como si se tratara de un acto reflejo- hacia una excesivamente vallada Casa Rosada. Allí, el grito "¡La Plaza es nuestra!" resonó como un eco disperso y terminó de delinear la postal de una jornada histórica que dejó en claro que hay un pueblo que no está dispuesto a resignar su soberanía y que, como hace poco más de 200 años, se hace cargo de su destino.
Entre locro, baile y música, cientos de miles de personas se reunieron para celebrar el aniversario de la Revolución de Mayo y repudiar el ajuste del Gobierno, el aumento de la violencia institucional y defender las políticas de memoria, verdad y justicia.
Fuente: Página 12