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Sociedad e Interés General - 21-05-2018 / 21:05
EFEMÉRIDES POPULARES. EL 22 DE MAYO DE 1930 NACE AGUSTÍN TOSCO

Agustín el Gringo Tosco, presente en las Luchas de la Clase Trabajadora

Agustín el Gringo Tosco, presente en las Luchas de la Clase Trabajadora
Agustín "El Gringo" Tosco nace en Coronel Moldes, localidad del sur de Córdoba, el 22 de mayo de 1930. Fue un dirigente sindical democrático, antiimperialista y revolucionario, de ideas marxistas, miembro de la CGT de los Argentinos y uno de los principales impulsores y protagonistas del Cordobazo.
Agustín "El Gringo" Tosco fue un dirigente sindical democrático, antiimperialista y revolucionario, de ideas marxistas, miembro de la CGT de los Argentinos y uno de los principales protagonistas del Cordobazo.
 
Tosco es una de las figuras más importantes que ha dado el sindicalismo combativo en la Argentina, tanto por su integridad ética y su claridad conceptual, como por la firmeza de sus actitudes en defensa de la clase obrera.
 
Su nombre está indisolublemente unido a esa gran sublevación popular que fue el Cordobazo. Desde su sindicato, Luz y Fuerza de Córdoba, se proyectó sobre el escenario nacional, hasta adquirir verdadera trascendencia política, pese a que no incursionó en las actividades específicamente partidarias.
 
Para los que lo conocimos de cerca, El Gringo es, sin duda alguna, uno de los mejores exponentes del auténtico sindicalismo, por esa lucha que inició a los 24 años, y que fue inflexible hasta su prematuro fallecimiento, ocurrido a los 45 años.
 
Escribe Blas García

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Blas Garcia 


Después del golpe antiperonista de 1955, los argentinos viven en el marco de una democracia restringida de gobiernos vigilados por militares o dictaduras militares directas.
 
Ante el marginamiento y la proscripción de las mayorías, la represión y la inestabilidad política, la vía de la lucha popular se presenta como única salida a esa situación.
 
La resistencia obrera y popular irá creciendo (huelgas, sabotaje a la producción) y también la resistencia política (voto en blanco, apoyo peronista a Frondizi, etc.) En ese marco, surge Tosco, una de las figuras más importantes que ha dado el sindicalismo combativo en la Argentina.
 
 
Biografía y trayectoria sindical
  
Agustín Tosco nace en Coronel Moldes, localidad del sur de Córdoba, el 22 de mayo de 1930. Los padres poseen una pequeña finca y desde muy chico aprende las tareas rurales.
 
A los 14 años, ya es presiden­te del Centro de Estudiantes. A los 17 años, ingresa a una fábri­ca como aprendiz y a los 18, se desempeña como ayudante electricista. A los 19, ya es elegido subdelegado y a los 20, representa a sus compañeros.
 
Por entonces, "aleccionaba a la gente a favor de Perón -recuerda Tosco- pero me molestaban algunos aspectos: afiliación obligatoria, la persecución a los comunistas... El peronismo fue una instancia muy importante en el período del '45 al '55, en el cual la clase obrera recibió importantes beneficios de carácter laboral y tuvo participación política. Esta experiencia estuvo fundada en el ascenso de una política nacionalista, capitalista y burguesa de redistribución de la renta nacional y reconocimiento subsidiario de una serie de derechos, pero todo dentro del sistema".
 
A partir de 1954, milita en la Federación Nacional de Luz y Fuerza, "... pero la ortodoxia peronista pasó a enfrentarme".
 
Por haber actuado como gremialista en la época del gobier­no de Perón, sufre la inhabilitación que aplica el gobierno de Aramburu, en 1955.
 
Forma parte de "la resistencia" y participa en la creación de las "62 organizaciones". En 1957, es elegido Secretario General de Luz y Fuerza de Córdoba e integra, además, el secretariado nacional. Ya, por entonces, se ha alejado del peronismo, aunque habría partici­pado en la lucha por la defensa del Frigorífico Municipal Lisandro De La Torre, en enero de 1959, en la Capital Federal, ante la política privatizadora de gobierno de Frondizi.
 
Luego, vuelve a Córdoba y nuevamente es elegido secreta­rio general de su sindicato, desempeñándose como tal hasta 1966. En ese año, renuncia a ser postulado nuevamente en su gremio de Córdoba, aunque integra la comisión directiva como vocal y preside la comisión de la paritaria nacional.
 
En 1968, otra vez es elegido Secretario General de "Luz y Fuerza de Córdoba", sufriendo dos detenciones. Su conducta ética así como su trabajo sindical y su carácter combativo le han gana­do ya el afecto de sus compañeros del gremio, para quienes es cariñosamente "El Gringo".
 
En marzo de 1968, participa en la gestación de la CGT de los Argentinos, liderada por Raimundo Ongaro, en oposición al vandorismo.
 
El 29 de mayo de 1969 estalla "el Cordobazo", donde Tosco cumple un  rol fundamental, tanto en los preparativos de la huel­ga general, como en las demás actividades (movilización, reu­niones populares, etc.) que signan esos días.
 
Sofocado el movi­miento por la represión del gobierno militar dictatorial, es condenado a 8 años y tres meses de prisión, siendo remitido a una cárcel del sur. Sin embargo, a finales de año, la actividad combativa de los traba­jadores le arranca al gobierno una amnistía general, que per­mite su excarcelación. Se reintegra así a la lucha de su gremio.
 
 
Tras el Cordobazo
 
En los primeros meses de 1971, es designado Secretario Adjunto de la CGT de Córdoba. Pero el 28 de abril es deteni­do y transferido nuevamente al sur, al penal de Rawson. El 17 de setiembre, desde la cárcel, Tosco gana las elecciones en Luz y Fuerza de Córdoba, hecho inusual por ser la primera vez que ocurre en la historia del sindicalismo argentino.
 
En el operativo guerrillero de fuga, del 15 de agosto de 1972, que deriva en la "Masacre de Trelew", considera inconve­niente su participación.
 
Poco después, el 23 de setiembre de 1972, el gobierno de Lanusse lo libera, sin explicar razón alguna para los 17 meses que permaneció encarcelado, informando solamente que "han desaparecido las causas que determinaron la detención". Al producirse las elecciones del '73, no acepta candidatura algu­na.
 
Al salir de prisión, Tosco regresa a Córdoba, en donde manifiesta que se aliaría sólo con los peronistas surgidos de la base, pero no con la derecha sindical, a quién seguiría denunciando, en especial, a Rucci.
 
En 1974, cuando me tocó a mí compartir "sentencias de muerte" de la Alianza Anticomunista Argentina, la Triple A, junto a Obregón Cano y otros dirigentes peronistas, Agustín Tosco fue el único dirigente gremial que salió a respaldarnos.

En esa época, se profundiza la siniestra acción de las Tres A, y Tosco pasa a la clandestinidad. A su vez, el gremio es intervenido y El Gringo sufre una enfermedad infecciosa, pero es imposible que lo internen en los hospitales, porque sería ejecutado por la Triple A, cuando se conociera en donde se encontraba.
 
Gracias a la ayuda de muchos compañeros de Luz y Fuerza y gente simpatizante con su lucha, fue durante más de un año ocultado, primero en las sierras de Córdoba y hasta fue disfrazado de mujer para poder viajar a La Plata y seguir oculto.
 
Agustín Tosco murió a los 45 años, el 5 de noviembre de 1975, y a su entierro concurrimos miles de personas, pese a las amenazas de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) de López Rega.
 
Para los que lo conocimos de cerca, Tosco es sin duda alguna, es uno de los mejores exponentes del auténtico sindicalismo, a lo largo de nuestra historia, que no sólo dejó la impronta de una conducta intachable, sino que planteó la necesidad de arti­cular la lucha sindical con la lucha por el socialismo. "El sindi­calismo de Liberación -sostiene- ha comprendido que debe ser un factor en la lucha por la Liberación nacional". "No pertene­cí, ni pertenezco, a ningún partido político", pero agrega: "Creo que hay una sola solución para nuestro pueblo, una solución que es la construcción de la patria socialista". 
 
Crítico de la burocracia sindical, no cayó por eso en posturas "gorilas". Sostenedor de que los trabajadores se organicen desde una perspectiva clasista, no menospreció la lucha por la Liberación Nacional.
 
Como señala Norberto Galasso en su libro "Los Maditos", su ejemplar militancia ha dejado un hondo recuerdo, pero raramente se pronuncia su nombre por los medios televisivos y radiales, ni tampoco aparece en los comentarios de los medios gráficos.
 
Porque, como sostiene Rodolfo Walsh: "Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de los hechos anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas".
 
Escribe Blas García

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Agustín el Gringo Tosco, presente en las Luchas de la Clase Trabajadora
Raimundo Ongaro de la CGT A y Agustín Tosco, líder de la sede cordobesa, uno de los principales artífices del Cordobazo. Circa 1968
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Tosco, con el gremio intervenido y desde la clandestinidad, impulsó el Viborazo, también denominado “El Segundo Cordobazo”. Circa 1971
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