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Entre Ríos - 08-05-2018 / 17:05
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

Las dificultades de Macri afectan la gestión de Bordet, pero mejoran electoralmente al PJ

Las dificultades de Macri afectan la gestión de Bordet, pero mejoran electoralmente al PJ
El contexto económico siembra incertidumbres en la marcha de la gestión provincial. Las consecuencias de la crisis económica del gobierno de Macri golpearán a los entrerrianos. Pero si bien abundan incertidumbres en lo económico y la gestión, comienzan a construirse certezas en lo político. Macri comienza a caer considerablemente en la opinión pública y de su caída hay único y real beneficiado en la provincia: el peronismo.
La Argentina no es un país para estar distraído. Los resultados de la elección de octubre pasado fueron interpretados como un fuerte espaldarazo al proyecto personal de Mauricio Macri. Incluso para la oposición peronista, donde se asistía a un auténtico drama ante la aparición de una nueva hegemonía política de derecha, inédita, en la Argentina.
 
En el Gobierno creyeron que la reelección de Macri estaba a la vuelta de la esquina y era lo único innegociable. Esto puede ser una buena idea en un país ordenado. Pero en una Argentina que arrastra inconsistencias de compleja resolución, supeditar la acción de Gobierno, su discurso y su organización al objetivo electoral, fragiliza porque posterga la resolución de los problemas reales.
 
Creyeron también que habían inventado la fórmula mágica: en año electoral se apela a un populismo de emergencia y en los años pares se ajusta. Fallaron los cálculos. Si además, uno se juzga que es parte de una generación que encontró las respuestas simples que nadie vio, la situación se agrava porque dificulta la necesaria corrección.
 
Acaso por eso, el gobierno nacional empezó a hacer cualquier cosa. Impuso de inmediato un pacto fiscal con las provincias y aceleró su programa de innovaciones bajo el concepto de "reformismo permanente". Logró aprobar en diciembre una polémica ley que modificó la fórmula de aumento de las jubilaciones, pero a un alto precio: perdió el control de la calle y empezó a caer en picada en las encuestas.
 
Además, perdió con la inflación, por goleada. Mientras el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, garantizaba que "la inflación está bajando", en poco tiempo la ubican en 10%, la suben a 15%, luego a 20% y, con la mejor buena voluntad, quizás la cierren unas décimas debajo de la del año pasado. Si pueden.
 
Cuando creían que tenían todas las respuestas, forzaron un cambio de metas de inflación para provocar una baja de la tasa de interés, que potenciara los "brotes verdes", un crecimiento que ya habría empezado. ¿Cómo resultó este experimento? Apenas cuatro meses después la tasa terminó en un absurdo 40%, las expectativas de inflación superando el 22% y las proyecciones de crecimiento cayendo al 2% y aun más abajo. Un fracaso en toda la línea.
 
La pérdida de confianza se trasladó a su propio electorado y a los mercados. El camino se empezó a angostar: tironeado por izquierda y derecha, no conformó a nadie. La percepción de que el ajuste era gradual, si existió, se desmoronó con el anuncio del aumento desmedido de las tarifas de los servicios públicos en abril y la incapacidad para doblegar la inflación.
 
La contradicción se expresó con sus propios aliados de la UCR y de Elisa Carrió por el impacto de las subas en los sectores medios. Ese debate se instaló en el Congreso y es hoy el pegamento con el que se reconstruye una oposición peronista sobre la que se posarán esta semana los ojos de todos en la Cámara de Diputados.
 
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Las dificultades de Macri afectan la gestión de Bordet, pero mejoran electoralmente al PJ
 
La corrida del dólar desnuda la carencia de un programa económico
 
El gobierno de Macri ha sido atacado por los ricos, los especuladores de la bicicleta financiera, aquellos a los que sin ninguna duda ha beneficiado de manera intensa y desproporcionada, desde el día mismo de su asunción. Los ricos y poderosos son los actores centrales del drama de estas horas.
 
Antes de la corrida del dólar, se acumularon llamadas de fondos extranjeros que avisaban: "nos vamos". Y, tal como corresponde, a los "amigos" se les cumple: en el término de 5 días, el Banco Central regala a $ 20.26 la histórica suma de US$ 5.000 millones a los especuladores financieros. Luego de haber regalado los US$ 5.000 millones a $ 20.26, lo dejan subir hasta los $ 22.40 en un solo día.
 
Si a esto alguien le ve coordinación, un plan a mediano plazo, objetivos claros y reglas para generar, ya no 'brotes verdes', ya no calmar expectativas de inflación, sino tan solo un mínimo de credibilidad; es porque tiene la necesidad angustiante de creer en Cambiemos, cueste lo que cueste.
 
Sin planes, sin rigor, sin ejemplos de austeridad, estar en el gobierno solamente les sirve a los grandes empresarios, para enriquecerse individual y familiarmente, pero no a los sectores populares. Hoy no hay ningún plan sino solo desesperación por conseguir que no se les vayan reservas, que realmente no superan los US$ 20.000 millones, el resto es deuda, son papeles de colores. Lo que se ha hecho esta semana nos encamina hacia más estanflación, inflación con recesión.
 
 Las dificultades de Macri afectan la gestión de Bordet, pero mejoran electoralmente al PJ

 
El plan real del Gobierno
 
Macri se aferró a un par de conceptos básicos para su acción de gobierno. No se tolera superministro de encomia que opaque o discuta, el ajuste será gradual y la meta es reelegirlo. Ese es el plan real del Gobierno. Y ese plan es el que está en crisis. La corrida del dólar, como unas semanas atrás la embestida opositora por tarifas, encuentra al Gobierno fuera de estado. Aferrado a sus ideas fuerza, sin más reacción que soportar la tormenta hasta que pase.
 
El Presidente siempre ha creído que el mundo no había recuperado plenamente la confianza en la Argentina. Pero supuso que la garantía ante los mercados la encarnaba él mismo. Para su gobierno de minorías parlamentarias, la opción por un plan de reformas gradual significaba tanto gobernabilidad como reelección. Hoy todo ese diseño está en duda. Pero si él no cambia de enfoque y de equipo de colaboradores, la situación puede complicarse aún más.
 
 Las dificultades de Macri afectan la gestión de Bordet, pero mejoran electoralmente al PJ

¿Cómo repercute la crisis en las provincias?
 
Tanto Gustavo Bordet como el resto de los gobernadores estuvieron inevitablemente atentos a la agitada semana que soportó el gobierno de Macri, por la suba del dólar y los vaivenes de una economía que pareciera querer complicarle su derrotero al gobierno nacional.
 
Es que a pesar de todas las dificultades que se presentaron en las últimas semanas, en el gobierno provincial esperan que "Macri logre enderezar el barco" en medio de la tempestad autogenerada. El convencimiento se transmite hacia las áreas de gobierno provinciales y es así como los funcionarios bordetistas expresan la misma expectativa, sobre una mejora general de la economía y la confianza en que tengan idoneidad política suficiente los que gobiernan la Nación.
 
Es natural el deseo de que mejore la gestión del gobierno nacional ya que se basa en la necesaria similitud de problemas que tendrá la provincia si se profundiza el descalabro económico del gobierno de Macri, lo que en definitiva no es otra cosa que el deseo ingenuo de que al gobierno nacional le vaya bien para que a todos nos vaya bien. Pero más allá de las buenas intenciones, no hay señales objetivas que alimenten la esperanza en una recuperación rápida del macrismo.
 
Bordet es el presidente del PJ provincial, opositor a Cambiemos, y desde que está al frente del partido no ha faltado oportunidad para que su protagonismo encontrara argumentos para marcar diferencias, aunque sin llegar a generar fisuras visibles con el oficialismo nacional.
 
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El ajuste siembra dudas sobre la continuidad del plan de obras en las provincias
 
La combinación entre agitación cambiaria y reajuste tarifario despierta una contenida algarabía peronista, con los errores de Cambiemos frente a la repercusión de esos eventos. Pero, ¿estarán en condiciones de salir indemnes las provincias de la guadaña del recorte de gastos por casi 30 mil millones de pesos que dispuso el gobierno nacional y que afectará principalmente a la ejecución de obras públicas?
 
Sin dudas la crisis también se sentirá en las provincias. En el equipo de Bordet por ahora impera la cautela. Creen que las decisiones de macroeconomía adoptadas por la Casa Rosada no van a impactar fuertemente sobre la marcha de la gestión provincial. Tampoco sobre el plan de obras públicas propio, uno de los caballitos de batalla del mandatario.
 
Es altamente probable, en cambio, que los trabajos previstos con fondos nacionales, para el territorio entrerriano, se vean frenados. No están determinados cuáles serán, pero el hachazo seguramente pasará por aquellos proyectos que esperaban el trámite de licitación.
 
¿Podría utilizar Bordet el sistema de Participación Público Privada (PPP) para financiar con fondos privados ciertas obras? Algunos funcionarios no estarían del todo convencidos por una cuestión central: el costo final de las obras ejecutadas por esa modalidad suele resultar mucho más gravoso para el Estado.
 
En medio de la volatilidad de la economía, las voces oficiales buscan bajar la ansiedad que invade a sectores del propio gobierno provincial, que ven con inquietud las dificultades de la administración de Macri para contener el dólar. También, que ese aumento de la cotización del billete verde engorde aún más a una inflación que ya muestra sobrepeso, incluso, para las propias expectativas del equipo económico nacional.
 
El aumento de las tasas dispuesto por el Banco Central, en procura de aplacar el dólar, es otra de las variables que amplifica las desconfianzas. Incluso dirigentes del propio macrismo juzgan como altamente nocivo mantener en el tiempo una tasa del 40% que, claramente, desalienta cualquier tipo de inversión. "Así no hay actividad económica que aguante", dicen.
 
Empieza a rondar el fantasma que el crecimiento de la economía, en este contexto, será menor al esperado. Y lo que es peor aún, que se torne directamente imperceptible para la gente. Hay otra cuestión en danza: la menor actividad podría empezar a pegar sobre Ingresos Brutos, un impuesto que representa cerca del 70% de la recaudación propia de la Provincia y que se mueve en línea, justamente, con esa actividad.
 
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La inflación desbordada complica acuerdos salariales
 
El escenario de incertidumbre dificulta avanzar con los acuerdos salariales en las provincias. También da vueltas en el horizonte la idea de que el "segundo semestre" del año no será tan venturoso como lo esperaban con ansias los funcionarios macristas empeñados en brindar buenas noticias.
 
Así es más dificultoso para la Provincia avanzar con las negociaciones salariales que le restan con los docentes y estatales. Mucho más, si la insistencia oficial ronda cercana al techo del 15% anual, totalmente perforado por la realidad inflacionaria.
 
La estimación inflacionaria para 2018, de las consultoras que conforman el Relevamiento de Expectativas de Mercado que difunde el Banco Central, subió al 22% en el último informe. El dato más inquietante es que ese pronóstico sigue ascendiendo mes a mes. Economistas de la oposición empezaron a hablar incluso de una inflación superior al 24,8%, que se registró el año pasado.
 
 En Entre Ríos, Cambiemos todavía no tiene definido el escenario electoral

Crisis y perspectiva electoral
 
El contexto económico siembra incertidumbres en la marcha de la gestión provincial. Las consecuencias de la crisis económica del gobierno de Macri golpearán a los entrerrianos. Pero si bien abundan incertidumbres en lo económico y la gestión, comienzan a construirse certezas en lo político. Macri comienza a caer considerablemente en la opinión pública y de su caída hay único y real beneficiado en la provincia: el peronismo.
 
La fortaleza electoral de Cambiemos en la provincia se debe la buena imagen de Macri en el plano electoral. Instalada como una marca conforme al plan de Durán Barba, Cambiemos es el sello de Macri que por sí solo ganó una elección en el 2017 por una paliza histórica casi sin reparar en quien eran sus candidatos. Eso ya no existe más.
 
Una elección para gobernador tiene una lógica política diferente que la de una para cargos legislativos, en la cuales el peronismo siempre es más competitivo, lo que comienza a vislumbrarse es que el 2019 muestra a un Macri en declive y un peronismo, que desdoblando elecciones, será más competitivo aun.
 
Lo que Bordet pierde en términos de gestión debido al descalabro macrista de la economía, lo gana el PJ en términos de competitividad política de cara al 2019. Falta aun, pero esta declive económico y electoral del gobierno nacional no parece que pueda revertirse rápidamente.
 
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