La Opinión Popular
                  19:27  |  Jueves 25 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 24-04-2018 / 16:04
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

En Entre Ríos, Cambiemos todavía no tiene definido el escenario electoral

En Entre Ríos, Cambiemos todavía no tiene definido el escenario electoral
Cambiemos no tiene definido el escenario provincial para una parada electoral. Hoy por hoy, sólo el radicalismo parece tener en pie dos contrincantes. Uno es el diputado nacional Atilio Benedetti y el otro es el intendente de Paraná, Sergio Varisco. En el PRO, todos esperan que Rogelio Frigerio defina si va a ser el candidato a gobernador, de lo contrario empezarán a cobrar más peso otros nombres, por ejemplo el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Algunos, incluso, comenzaron a mencionar al Senador Nacional Alfredo De Angeli.
Justo cuando estaba convencido de su reelección, cuando programó la campaña electoral con 22 meses de anticipación, cuando creía conservar la clase media y sumar pobres a su causa, cuando se halagaba escuchando que era mejor político que ingeniero, a Mauricio Macri se le desploma el telón de las tarifas, clave en su política económica.
 
El macrismo se ha demostrado pícaro para ganar elecciones, pero gobernando se embrolla, se mete goles en contra, sobre todo cuando atenta contra intereses de millones de argentinos, de clase media hacia abajo. La novedad es que en ese entramado incluye no sólo a sectores de la oposición, sino también a algunos aliados radicales en Cambiemos.
 
Ajenos a los problemas nacionales, en Entre Ríos y en lo que refiere a la fase electoral, empiezan a proliferar las pre candidaturas. Por el momento, todos quieren ser postulantes. Después del Mundial de Rusia vendrán las confirmaciones.
 
Cambiemos no tiene definido el escenario provincial para una parada electoral. Hoy por hoy, sólo el radicalismo parece tener en pie dos contrincantes. Uno es el diputado nacional Atilio Benedetti y el otro es el intendente de Paraná, Sergio Varisco.
 
En el PRO, todos esperan que Rogelio Frigerio defina si va a ser el candidato a gobernador, de lo contrario empezarán a cobrar más peso otros nombres, por ejemplo el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Algunos, incluso, comenzaron a mencionar al Senador Nacional Alfredo De Angeli.
 
En lo que están todos de acuerdo los cambietistas es en reclamar la unificación del las elecciones provinciales con las nacionales, al igual que esos boxeadores groggys que se aferran de las cuerdas como si fueran las polleras de su madre.
 
Pero tienen un problema, que surge de la diferencia entre lo que el Presidente prometió en 2015 y 2017 versus lo poco que ha cumplido hasta el 2018. Lo que refleja las limitaciones en la gestión Macri, de cara a su reclamo de reelección 2019, mientras el país sigue atravesando momentos difíciles.
 
El crecimiento de la pobreza y la inseguridad; una democracia de baja intensidad; un déficit comercial récord, con el consumo a la baja y la inflación en alza; tarifazos impagables, endeudamiento y fuga de capitales; casos alarmantes de corrupción, le quitan credibilidad al slogan  gubernamental: "Lo peor ya pasó". El gobierno de Macri está muy complicado y eso podría jugarles en contra en la provincia.
 
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Presionado desde afuera, pero también desde adentro
 
Así se siente en la Casa Rosada a raíz de la discusión pública por los fuertes ajustes tarifarios, que someten al Gobierno a un debate más amplio sobre el rumbo económico neoliberal del país, lo que lleva al Presidente a enfrentar la situación endureciéndose.
 
La cuestión agrega otro elemento: el costo político de mantener latente una discusión que impacta de lleno sobre la base electoral de Cambiemos. Y que hace unos días tuvo su expresión más concreta en las protestas que se registraron en muchas ciudades. Fuera de timming, el macrismo empezó a percatarse tarde de esa realidad.
 
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Macri y Cornejo.
 
Solo con los fieles
 
No obstante el fastidio, Macri atendió durante la semana las prevenciones de la UCR y la Coalición Cívica por el impacto que los aumentos tendrán sobre la clase media, que es la franja social que le da volumen político a la alianza gubernamental de radicales y conservadores. Un sector social que, pese al paulatino encogimiento del poder adquisitivo, sigue teniendo algunas expectativas en una reactivación en el segundo semestre.
 
Portavoz de las quejas, el gobernador de Mendoza y líder del radicalismo, Alfredo Cornejo, aunque fue escuchado, se topó contra un murallón defensivo del macrismo. Cornejo solo se llevó la promesa de que el gas del invierno se podrá pagar en cuotas, en los meses de menos consumo (verano), aunque con los intereses correspondientes. Para la Casa Rosada, el conato de motín dentro de Cambiemos estaba así resuelto. Parece un chiste... pero no lo es. Solo confirma el mensaje peronista: Macri es un insensible.
 
No hubo ni siquiera un amague del Presidente y sus colaboradores -entre ellos el ministro de Energía, Juan José Aranguren- sobre la posibilidad de reconsiderar el ritmo brutal del ajuste tarifario, que no sólo afecta a las familias de los trabajadores sino también a los comerciantes y los industriales. La falta de inversiones y el deficitario servicio que ofrecen las empresas del sector energético tampoco colabora con el humor social.
 
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Movida de la oposición
 
El martes sesionará en la Cámara de Diputados un plenario de las comisiones de Obras Públicas y Defensa de los Consumidores, en la búsqueda de emitir un dictamen favorable a los proyectos de los bloques del PJ Federal, el Frente Renovador y el cristinismo, que van desde la morigeración del ajuste a su eliminación directa.
 
La intención de la oposición es poner de manifiesto la insensibilidad social del Presidente al ratificar los aumentos tarifarios, que no sólo provocaron las advertencias de la UCR y de Elisa Carrió, sino también -en forma solapada- de macristas como el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó. Por lo tanto, el gobierno hoy está frente a un problema.
 
Macri no es De la Rúa, aunque su verdadera talla debe atravesar pruebas de fuego. La primordial: el efecto de las políticas públicas neoliberales, crecientemente impopulares. Otra, los vaivenes de la veleidosa opinión pública que le reportó tantas satisfacciones pero que ahora, emite señales de cansancio, descontenta con el devenir de la economía.
 
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Macri quiere despegarse del reclamo y desfinanciar las provincias
 
El Gobierno de Macri intentará que las provincias asuman los costos políticos y se hagan cargo de una porción del precio adicional, derivados de la quita de subsidios. En este momento, las provincias no están en condiciones de realizar ningún tipo de aporte a una responsabilidad que es nacional, anticiparon sotto voce algunos gobernadores. Mientras tanto, el macrismo sufre el costo de mantener latente la discusión de las tarifas.
 
Macri quiere sacarse de encima el reclamo y pide que las provincias subsidien el 50% de la tarifa social. Para que eso ocurra, como gesto de autoridad, Macri le encomendó al mendocino Cornejo que deberá convencer a sus colegas gobernadores -en una reunión del Consejo Federal de Energía- que las provincias se hagan cargo del empalme que posibilitaría la división en cuotas del aumento del gas en sus distritos y la postergación, por un bimestre, de la aplicación de la tarifa social.
 
Por su parte, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, ya inició el contacto con los gobernadores para avanzar con la iniciativa. De esta manera, Cambiemos busca bajar la presión en el Congreso, donde quedó pendiente la embestida opositora contra el brutal tarifazo.
 
Esta ofensiva macrista contra los gobernadores no tiene en cuenta que quienes viven en la ciudad de Buenos Aires tienen todavía las tarifas más bajas del país. Un usuario promedio de Edenor o de Edesur con un consumo mensual de 150 KWh pagó en diciembre pasado 8,84 milésimos de dólar por KWh (antes de la última tanda de aumentos), según el último informe de la consultora Montamat & Asociados. Al mismo tiempo, un santafesino debía desembolsar por la misma cantidad de electricidad US$141,6 milésimos y un cordobés, US$148,7 milésimos.
 
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Gobernadores.
 
Macri se pasó de rosca y polariza mal
 
Frente a estos temas, los gobernadores peronistas están en una encrucijada. Una cosa es negociar o transigir en las pulseadas diarias por recursos con el Gobierno nacional, siendo la parte menos poderosa. Otra dejarse pasar por arriba.
 
La avanzada procesal contra el tucumano Juan Manzur y las denuncias contra el chaqueño Domingo Peppo, porque no son tan dóciles con la Casa Rosada, trasgreden un límite infranqueable: el de la supervivencia de cada gobernador. La veloz excarcelación de Fellner pudo ser consecuencia de su bronca, una marcha atrás. Pero todos entienden que las campanas siguen doblando por cada uno de ellos.
 
 
Reforma electoral a la entrerriana
 
Los políticos viven en campaña permanente, circunstancia que tratan de disimular para no distanciarse de la ciudadanía. Pero, a casi un año de las elecciones provinciales de 2019, la política entrerriana está en veremos respecto de candidatos seguros.
 
El oficialismo lo tiene a Bordet y la oposición no tiene candidatos instalados, algo que no tiene demasiados antecedentes en Entre Ríos. Ante una elección que reconocen que puede estar disputada, el objetivo será provincializar la elección.
 
Sobre la buena imagen del Presidente en el distrito, en el entorno del gobernador responden: "Macri ya no es el de antes, por primera vez tiene la imagen negativa más alta que la positiva".
 
En otros tiempos, no tan lejanos, se sabía cómo sería la sucesión en el peronismo, pero también qué camino tomaría el radicalismo, lo que hoy implicaría saber cómo acomodaría el macrismo su política electoral. Hoy, nada de eso ofrece garantías, salvo que el gran elector que hay en el PJ es el gobernador.
 
La Casa Gris ha puesto como primer mojón la tan meneada cuestión de la reforma electoral que, a esta altura, se convierte en clave para saber quién es quién. Bordet hizo lo que tenía que hacer, envió el proyecto a la legislatura y, ahora, son los legisladores los que tienen la palabra final. Después, o acompañando todo esto, está la política con sus intereses, sus especulaciones, sus estrategias de poder y sus habituales zancadillas.
 
En Entre Ríos, Cambiemos todavía no tiene definido el escenario electoral

 
Proyecto de Bordet
 
El Gobernador envió un proyecto que propone la Boleta Única de Papel (BUP), la paridad de género, la reafirmación del Tribunal Electoral como autoridad de los comicios, el sistema de primarias abiertas y obligatorias para la elección de los candidatos de los partidos (PASO), la integración de las minorías para los partidos con un nivel de participación mayor de las mismas de los que existen en el sistema actual, entre otros puntos, que forman parte de un nuevo Código Electoral provincial que viene a unificar la dispersa legislación electoral entrerriana.
 
En líneas generales, el proyecto del mandatario provincial no encontró resistencias políticas significativas. Pero tampoco hubo apoyos expresos más allá del oficialismo duro. Lo que se dice, por ahora, se dice en voz baja.
 
 
Si hay normas claramente egoístas, esas son las electorales
 
Nunca se puede esperar que una reforma política, en particular una de cara  al 2019, venga redactada con generosidad democrática. Muy por el contrario, habrá que observar y analizar -y con lupa hasta en las entrelíneas-, qué es lo que saldrá finalmente de las propuestas legislativas que van apareciendo; hasta ahora muy pocas por cierto.
 
Las críticas públicas, todas debatibles, al proyecto oficial son pocas. Jurídicamente son detalles, que se solucionan con pequeñas reformas: contar o no los votos nulos y en blanco, fecha de elecciones y otros pocos puntos más.
 
 
Cuestionamientos al proyecto
 
En términos generales, en cuanto al cuestionamientos del proyecto, algunos refieren a que el sistema de las PASO y la BUP debilitan los partidos políticos, así se expresó el titular del PJ de Paraná, Gustavo Guzmán y el senador de la UCR, Raymundo Kisser.
 
Otros ponen de relieve la necesidad de regular exhaustivamente el régimen patrimonial y el financiamiento de los partidos y campañas, pese a que el proyecto del oficialismo dispone que la normativa nacional sea de aplicación subsidiaria en la materia.
 
El senador Canali (Colón) planteó la necesidad de financiamiento y mayor reconocimiento institucional a los partidos vecinales, de los cuales él proviene. Si bien han expresados objeciones, las mismas no se han materializado en ningún proyecto alternativo hoy.
 
El nivel de debate y cuestionamiento tiene que ver con el sencillo impulso de poder que significa imponer las normas del juego, toda una tentación, máxime si terminan beneficiando al inspirador. Esa intención se advierte en las iniciativas que van apareciendo, destinadas a arreglar las propias internas y a obtener ventajas territoriales en la elección general.
 
Pero como no está en claro quiénes serán los candidatos, sobre todo en Cambiemos, no está claro el discurso opositor. El PRO duro parece decir una cosa, más cercana al proyecto de Bordet, mientras que la UCR hace cuestionamientos más substanciales.
 
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Debate dentro del PJ
 
El intenso debate dentro del peronismo tiene que ver con la interna. El urribarrismo especula con el armado de un proyecto propio, algo parecido a una ley de lemas con Boleta Única de Papel (BUP). Sostienen que es la mejor manera de mantener a todos los peronistas "adentro".
 
A ello añaden que se debe bajar, casi al mínimo, el piso de participación de las minorías. Algunos miran con recelo el cupo femenino del 50% (entienden que complica el armado territorial del PJ para la lista de diputados) pero son conscientes de que no pueden hacerlo público.
 
Detrás de este proyecto, que aun es solo un planteo político no materializado en un papel, está lo que algunos sostienen que sería la presión del urribarrismo para que Bordet haga público un acuerdo con Sergio Urribarri, garantizando a este último una candidatura a legislador nacional para el año que viene y otros lugares en las listas provinciales.
 
Nadie lo hará público pero en off de record un importante dirigente del PJ dice: "el Pato quiere que Gustavo blanqueé un acuerdo político, que lo haga expreso. Y el momento para sacar estos acuerdos es justo antes de aprobar el paquete de leyes que Bordet pretende. La relación no es mala pero está creciendo cierta incertidumbre en los espacios".
 
"Un sector del bordetismo dice que Urribarri es piantavotos y que lo mejor que le puede pasar a Bordet es que no figure en ninguna lista o sea candidato de la oposición. Gustavo es más moderado, pero cada día parece que toma más distancia del Pato, sobre todo desde que avanzan las causas judiciales. En fin, hoy están negociando, y no se sabe cómo terminará esto".
 
También se cruzan dos lógicas de armado dentro del PJ. Por un lado los que entienden que el PJ debe ir todo unido, la unidad en la diversidad de cristinistas y el PJ oficial. Y la otra lectura que dice que el cristinismo nunca votaría los candidatos de Bordet, como se mostró con los votos de Barreto y las listas K de las PASO de 2017, por lo cual es mejor dejar que jueguen por fuera y que se vayan, lo que facilitaría que Bordet junte votos de otros sectores aprovechando su buena imagen. De estas miradas surge el esquema de ley de lemas o de una PASO general previa.
 
Siempre fue así en el peronismo. Sin embargo, los proyectos electorales no sólo se reducen a superar los internismos propios del oficialismo, sino también los de la oposición. Nadie toma agua bendita. Un descuido en el trámite reformista se pagará caro: no es un juego para ingenuos.
 
Otro tema real es que las banderas de transparencia, paridad de género y modernización electoral de Bordet, tienen mucho consenso en la sociedad pese a ser resistidas por algunos sectores internos de los partidos.
 
Los que no adviertan o sospechen que las movidas legales estarán direccionadas, van a desaparecer del mapa o verán fracasar sus pretensiones políticas por una palabra de más o por una de menos, en la redacción definitiva. El diseño final afectará intereses concretos.
 
Clima político enrarecido
 
El clima político enrarecido influirá también en todo el proceso reformista. En Entre Ríos ahora hay más enfrentados coyunturales que aliados circunstanciales, donde todos sospechan de todos, se recelan y se miran de reojo.
 
La puerta que encerraba las dudas se abrió de par en par y la normativa electoral quedó atrapada en medio de tanta sigilosa pelea, de ambiciones disimuladas, de amenazas de engaños y de falsas promesas de lealtades. La legislación va a salir beneficiando a unos y perjudicando a otros. Siempre ocurrió. No se puede esperar que las conductas se modifiquen.
 
Se reacciona frente a una iniciativa, porque los afecta o bien porque no los beneficiaba tanto. Ninguno apuesta a perder con una reforma electoral, sino a fortalecerse en la interna o en su propio territorio.
 
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