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Entre Ríos - 20-03-2018 / 16:03
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

El peronismo se prepara para ganar la provincia en 2019

El peronismo se prepara para ganar la provincia en 2019
URTUBEY Y BORDET, EL PERONISMO QUE VIENE. En el medio de un complejo e inestable escenario, Bordet necesita armarse de razones para acumular poder. La proyección nacional es una de ellas, le cierra o achica el margen a la discusión provincial, le hace más fácil la unificación del peronismo provincial, sacando para afuera el debate. Como consecuencia de esto, Bordet también intenta instalarse, a nivel nacional, como uno de los hombres que pueden llegar a dar batalla para integrar la fórmula del PJ para las generales del año que viene. Por ahora, ya está en la mesa chica.
A Gustavo Bordet sus relaciones permanentes con la Casa Rosada lo colocan en una situación difícil. Es el candidato natural a gobernador de la provincia por el PJ para 2019. De eso no hay duda. Pero el nivel de tensión interna del peronismo es muy grande. No está claro que los sectores cristinistas jueguen con Bordet, menos si vislumbran que no les darán lo que pretenden, en términos de armado.
 
En segundo orden, el PJ oficial está en tensión porque al riesgo de una elección provincial complicada se le suma la posibilidad cierta de perder la provincia o volver a complicarse en muchas municipalidades. La lista de diputados es la gran incógnita y todos quieren un lugar entre los 10 primeros (por las dudas si se pierde), son pocos los cargos y muchos candidatos. Todo esto en el medio de una reforma electoral que genera más dudas que certezas en la dirigencia peronista.
 
En el medio de un complejo e inestable escenario, Bordet necesita armarse de razones para acumular poder. La proyección nacional es una de ellas, le cierra o achica el margen a la discusión provincial, le hace más fácil la unificación del peronismo provincial, sacando para afuera el debate.
 
Como consecuencia de esto, Bordet también intenta instalarse, a nivel nacional, como uno de los hombres que pueden llegar a dar batalla para integrar la fórmula del PJ para las presidenciales del año que viene. Por ahora, ya está en la mesa chica.
 
Eso también explica las razones del gobernador al momento de definir el futuro institucional, político y electoral de la fórmula provincial. Su incursión nacional tiene un reto anterior: demostrar un liderazgo mayor al de su hacedor político, Sergio Urribarri.
 
Para Bordet no hay segundo semestre ni un próximo verano de diálogos electorales. Sus allegados dicen que definirá si aspirará por la formula nacional o una reelección del cargo después de dar el último mensaje de apertura del período ordinario de sesiones del año que viene.  Está claro que el objetivo central es retener el poder en la provincia, pero el objetivo nacional puede servir para facilitar el armado interno.
 
Mientras tanto, seguirá en campaña, buscando posicionarse en el mapa político nacional. En ese escenario, también tratará de mantener a la tropa propia dentro de la estructura que comanda para no sufrir el síndrome del pato rengo, es decir, la sensación de desgaste propio de los gobernantes que están próximos a cumplir su mandato y no piensan reelegirse.
 
Si hay algo que necesita Bordet, hoy, mañana y pasado, es fortalecer su liderazgo. De otra manera, todas sus aspiraciones políticas naufragarán. La cuestión, entonces, es llegar a 2019 con la cuota necesaria de poder. La experiencia dice que ningún proyecto político puede sobrevivir sin una cabeza que busque llevar al poder a todo un espacio político, y no sólo a un manojo de dirigentes personalistas.
 
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El peronismo se prepara para ganar la provincia en 2019

Hace agua el gobierno de Cambiemos y su discurso de un país donde reina la meritocracia, la economía está consolidando su piso porque "lo peor ya pasó" y la inserción en el mundo, de igual a igual, está al alcance de la mano. Las imputaciones contra funcionarios colocan sombras al primer punto. Y la inflación y el incremento de deuda, más la inestabilidad del dólar hacen surgir dudas sobre el segundo. Pero el tercero es todavía más complejo: Donald Trump le cerró las puertas en la cara.
 
En los tremendos equívocos del gobierno de Mauricio Macri muchos ven una nueva oportunidad para el peronismo, que se alimenta con el combustible de las malas noticias económicas que viene recibiendo el actual gobierno, y que esta semana se reflejaron en la difusión del índice de precios mayoristas, con un acumulado, en lo que va del año, de casi el 10%.
 
 
Todos contra el neoliberalismo
 
Al calor de las malas noticias, el frente antiperonista se va resquebrajando, porque las políticas de gobierno están perdiendo, en la sociedad, su capacidad de convencimiento.
 
El neoliberalismo de Macri es el modelo hegemónico asumido hace décadas por un capitalismo que crece poco y reparte mal, y siempre en contra de los más pobres. El frente popular debe agrupar a todas las fuerzas, sociales, políticas, económicas, que se contraponen al neoliberalismo y buscan su superación. El frente de la derecha, sea en sus expresiones más reaccionarias o en otras aparentemente más moderadas, se nuclean alrededor del modelo neoliberal.
 
Hoy, más que nunca, el bloque nacional y popular debe agrupar a todos los sectores políticos, gremiales y sociales que se oponen al modelo neoliberal. Un frente que se oponga al saqueo al Estado, a las privatizaciones del patrimonio público, al aumento desorbitado de la deuda externa, a la reducción de los salarios y jubilaciones, al debilitamiento de los sindicatos, a la retracción de las políticas sociales, a la subordinación a los Estados Unidos.
 
Los mejores años del país, el primer gobierno de Juan Perón y el de Néstor Kirchner, fueron con independencia económica y justicia social, pero también con cuentas públicas ordenadas y superávit comercial y fiscal. Un ejemplo a seguir.
 

El peronismo se prepara para ganar la provincia en 2019

Por un frente popular anti neoliberal
 
Hay sectores que proponen las alianzas solamente dentro del PJ, solo con quienes tienen trayectorias y propuestas similares. Sería condenar al peronismo al aislamiento y a la derrota, porque las contraofensivas de la derecha ya han aislado al peronismo, le ha quitado aliados, lo ha puesto en situación de minoría en la sociedad.
 
Para romper este cerco, hay que ganar a sectores políticos y sociales con los cuales no hay trayectoria en común en el pasado, con los cuales no se comparte todas las posiciones programáticas. Agrupar fuerzas alrededor de un programa de transformaciones de carácter nacional. Primero se plantean las propuestas de gobierno, y habrá alianzas con quienes estén de acuerdo con esas propuestas.
 
 
El peronismo pone en marcha la unidad
 
En la semana pasada, el peronismo en su conjunto comenzó a poner en marcha los intentos, por ahora descoordinados, de reconstrucción, en la búsqueda no sólo ya de candidatos sino de nuevos liderazgos.
 
En el Conurbano, sesionó el Congreso del PJ bonaerense en una jugada con el sello del nuevo conductor de la fuerza, el intendente Gustavo Menéndez. La elección como congresal de Felipe Solá, de las filas del massismo, fue uno de los primeros gestos en el camino de reconstrucción del PJ provincial. "Unidad con todos, sin restricciones", es el mensaje que repitieron para allanar el camino de retorno a quienes fueron candidatos por otras fuerzas.
 
Mientras tanto, la semana pasada se produjo otra reunión. Florencio Randazzo recibió el jueves a Sergio Massa. Fue un reencuentro tras años de distanciamiento entre quienes fueron compañeros del gabinete K, quienes el año pasado se tiraron con munición gruesa en medio de la campaña electoral.
 
Randazzo y Massa hablaron de la necesidad de concentrarse en las coincidencias. El ex ministro del Interior y el líder del Frente Renovador hablaron básicamente de la necesidad de avanzar hacia algún tipo de frente de unidad para 2019 que pueda, eventualmente, dirimir diferencias por candidaturas o armado de listas en las Primarias. ¿Se viene la unidad de los legisladores bonaerenses del massismo y el randazzismo?
 
 El peronismo se prepara para ganar la provincia en 2019

¿Hay 2019?
 
El slogan con el que dirigentes K reciclados se reunieron el jueves y viernes pasado en San Luis puede funcionar también como una pista sobre el dilema central que atraviesa a la principal fuerza opositora por estos meses. ¿Habrá 2019 o las elecciones del año próximo serán otras vez torturados espectadores del baile triunfal de Cambiemos?
 
Aunque se propongan inyectar algo de la mística perdida, por ahora los intentos K por ponerse al frente de la pelea de cara a 2019 son fallidos. La imagen que dejó el cierre del "Encuentro de la Militancia Peronista" en La Pedrera, con Hugo Moyano y Amado Boudou en primera fila, lo redujo a un mitin de la nueva y forzada alianza con el líder camionero y poco más.
 
 
Hubo muchas ausencias
 
Como era previsible los ex funcionarios K acapararon todos los titulares en los medios pero faltaron los dirigentes con peso territorial. En San Luis, de la liga de gobernadores, sólo estuvo Alberto Rodríguez Saá como anfitrión e incluso entró en disputa con su hermano, el Adolfo, quien se negó a participar de la cumbre y abrió una grieta entre ambos.
 
Los cordobeses, Juan Schiaretti y Juan Manuel de la Sota, no fueron de la partida, así como tampoco Florencio Randazzo y los dirigentes del Movimiento Evita. Demasiado poco para un evento que pretendía lograr la unidad del PJ.
 
Los intendentes bonaerenses que participaron de la cumbre puntana se quedaron furiosos. Además de tener que compartir escenario con los líderes de La Cámpora, ni siquiera pudieron hacer uso de la palabra.
 
Para muchos de los hombres del peronismo, esta fue una foto del pasado. El gobernador de Córdoba, Schiaretti, expresó: "Creo que el peronismo tiene posibilidades de ganar el país el año que viene" y remarcó "nosotros podemos ganar en 2019 como peronismo, pero para eso tenemos que dejar atrás el kirchnerismo porque es una etapa totalmente agotada en términos políticos".
 
El peronismo se prepara para ganar la provincia en 2019

Busti y un frente contra "la derecha nacional"
 
El ex mandatario provincial Jorge Busti instó a los peronistas a "tener una mirada amplia y aperturista para ir construyendo un espacio que contenga a todas las expresiones opositoras del campo popular para la conformación de un frente, para darle pelea con esperanza de triunfo a la derecha nacional, encabezada por el PRO, que gobierna en función de sus propios intereses sectoriales".
 
Además, se diferenció de los sectores que piensan "que quienes gobiernan hoy, se tienen que ir en helicóptero. Se tienen que ir de la misma forma que llegaron, con los votos en contra de la gente, que no quiere seguir perdiendo su fuente de trabajo o su salario producto de una inflación que se comprometieron a bajarla y no lo hicieron", lanzó el jefe del Frente Entrerriano Federal.
 
 
Legisladores y gobernadores del PJ armarán propia su cumbre
 
Por su parte, el Peronismo Federal formalizará en dos semanas un espacio que agrupa a los gobernadores, diputados y senadores del PJ, liderado por Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, lo que acentúa la división con el cristinismo.
 
El senador nacional por Entre Ríos Pedro Guastavino, será el anfitrión de la cumbre que se realizará en Gualeguaychú. Para el encuentro ya son un hecho las presencias de Urtubey y Pichetto, pero en el PJ prefirieron no confirmar si estarán el mandatario sanjuanino Sergio Uñac y su par tucumano José Manzur, dos de los dirigentes de mayor peso en el peronismo. Va de cajón que el local Gustavo Bordet también se contará entre los asistentes.
 

El peronismo se prepara para ganar la provincia en 2019

 
El radicalismo entrerriano se le subleva a Frigerio
 
El sector del radical Atilio Benedetti se retobó a Rogelio Frigerio, el jefe del macrismo en el distrito, en un hecho prácticamente inédito en la coalición que gobierna el país. Benedetti quiere ser gobernador pese a que en la Casa Rosada quieren un candidato del macrismo y lanzó duras críticas al PRO ante el Congreso Radical de la provincia que se reunió este sábado. Todo el mitin fue un largo pase de facturas, con destinatarios específicos.
 
En el Congreso de la UCR se aprobó la conformación de un bloque radical en la Legislatura, que funcione como un interbloque de Cambiemos con los legisladores de PRO. Se trata de un desafío al macrismo que responde al ministro del Interior de la Nación, a quien en Entre Ríos bautizaron como "El Cardenal".
 
Benedetti advirtió que "es el tiempo de revisar nuestro funcionamiento dentro de Cambiemos"."No estamos haciendo nada", se quejó el diputado nacional. "Hoy tenemos que mejorar los mecanismos de participación de la UCR en Cambiemos y fundamentalmente en Entre Ríos", disparó.
 
Fuentes provinciales del PRO respondieron con dureza sobre la rebelión radical. "Los únicos discursos duros fueron del 'runflaje' que no tiene dónde caerse muertos, no tienen cargos, no tienen poder territorial", chicanearon. Según el PRO, Benedetti enfureció cuando le quitaron el control del bloque radical en Diputados, que estaba en manos de Sergio Kneeteman.
 
 
Oposición a la parrilla
 
En la UCR temen un acuerdo, por debajo de la mesa, del PRO con el PJ de Gustavo Bordet, que quiere adelantar las elecciones para enero de 2019. El acuerdo consistiría en dejar ganar a Bordet para que el gobernador juegue a media máquina en las elecciones nacionales de octubre, en las que Macri buscará su reelección.
 
En el macrismo aseguran que esa idea es un disparate y que buscarán ganar la provincia. En ese sentido, impulsan a Gustavo Hein, el intendente de Basavilbaso, como candidato del PRO tras el dictamen lapidario de la Oficina Anticorrupción contra Luis Miguel Etchevehere por el bono de 500 mil pesos de la Sociedad Rural. Además, Alfredo De Ángeli siempre está en la gatera para ser candidato. Y Frigerio es el que tiene más chances y está en campaña permanente.
 
Con semejante interna, gana fuerza la sospecha que el bordetismo, que no es ningún prodigio de gobierno, puede lograr el batacazo político de continuar gobernando, alumbrado por una oposición que le tiene alergia al poder. Y porque la diferencia frente a los problemas de ambos, PJ y UCR, es que en Entre Ríos el poder es del peronismo.
 
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