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Entre Ríos - 16-01-2018 / 09:01
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

¿El 2018 será un año de reconstrucción política en el PJ provincial?

¿El 2018 será un año de reconstrucción política en el PJ provincial?
El 2018 tiene que ser un año de reconstrucción política en el PJ. No hay que ser un mago del análisis político para darse cuenta de que la única salida del laberinto peronista es un acuerdo entre todos los caciques, pero eso se demora más que los "brotes verdes" del gobierno nacional. A esta altura no tiene mucho sentido que tensen todo el tiempo la cuerda: si no se dan la mano, estarán pujando para ver quién sostiene la manija más grande del cajón del PJ rumbo al cementerio. En la imagen: Gustavo Bordet y Jorge Busti.
Sin elecciones durante todo el 2018, podría parecer un remanso para los partidos, agrupaciones y sellos políticos que se acumulan en la provincia. Pero no es así. Las elecciones de 2019 serán desdobladas, por lo que se definirá todo, se elegirán los nuevos formatos del poder. Y ya nada será como es ahora.
 
La política provincial se ordenará a partir de las decisiones que tomen los que hoy son las cabezas de los diferentes frentes: Gustavo Bordet y Rogelio Frigerio. No es que se descarte la presencia de otro actor provincial o nacional, en absoluto, pero esas son las referencias que hoy pesan en la provincia.
 
Ya no hay tiempo para coquetear con los silencios o acudir a las muletillas del tipo "falta una eternidad". No falta casi nada. Un año en política es tan volátil como una pluma en el aire, pero en los meses por venir se definirán las estrategias, los nombres, las probables listas, los escenarios tentativos.
 
El tránsito del PJ hacia una nueva construcción para intentar derrotar a Cambiemos amerita un frente más que amplio: amplísimo. Los resultados electorales de octubre dejaron muy atrás al PJ. "Hay que enfrentarse ya con Cambiemos", dicen muchos peronistas, con ganas de mostrarle los dientes al macrismo.
 
Quienes confían en la intuición política de Bordet consideran que se trata de un dirigente práctico que no se va a oponer inútilmente a una medida del gobierno nacional si no está convencido de ello, o si no tiene los argumentos suficientes como para presentar un planteo y esperar reacciones. De todos modos, las opiniones por ahora tienden a relativizar cualquier posibilidad de conflicto y limitan las disidencias.
 
En Cambiemos se vienen tiempos clave, aunque a diferencia del resto navega aún con los resultados favorables de las últimas elecciones. La buena sintonía entre la UCR y Frigerio, hace creer a algunos que está sellada la candidatura a gobernador del Ministro. Pero esto es política.
 
Por su parte, el ex gobernador de la provincia y líder del Frente Entrerriano Federal, Jorge Busti, apuntó a unir a todos los sectores del peronismo: "Si nos partimos somos funcionales al PRO". Si los dirigentes peronistas no se dan la mano, estarán compitiendo para ver quién sostiene la manija más grande del cajón del PJ rumbo al cementerio.
 
La Opinión Popular

 
Hace más de 2000 años, el genio de Aristóteles, uno de los grandes filósofos de la historia, estableció en sus libros (agrupados bajo el nombre Política) categorías fundamentales para entender la realidad. Definió que la política tiene dos fases: la agonal y la arquitectónica.
 
En la faz agonal se da la lucha para conquistar el poder y conservarlo, como en 2017. El disenso y el conflicto son el presupuesto básico de esa etapa. Lo que se realiza en ejercicio del gobierno es la faz arquitectónica, la construcción de las políticas públicas, según los problemas coyunturales. Es la acción de construir, conducir e integrar un orden político. ¿Este 2018 será, para la política, una etapa de construcción y siembra?
 
 
 
En la Provincia no habrá sorpresas en enero
 
El gobernador Bordet se reincorporó a la actividad, después de las fiestas. En los próximos días, terminará de darle forma al mensaje que dará en la Legislatura. En su entorno aseguran que no habrá sorpresas. En el Presupuesto 2018 está explicitado el plan de trabajo para el año previo a los comicios, en los que, de no mediar un imprevisto, buscará su segundo mandato consecutivo.
 
El foco estará puesto en dejar a punto caramelo las principales obras que están en marcha. Desean que el corte de cintas sea una constante en 2019. Algunos creen que el gobierno nacional enviará poco y nada a la provincia y complicará este objetivo. Esto se verá más temprano que tarde.
 
En el plano político, hay quienes ya imaginan meses de mayor incomodidad para el gobernador dentro del PJ nacional. Si comienza a encauzarse el amague de reorganización del peronismo nacional, Bordet podría tener menos margen para seguir ejerciendo el rol de amigo institucional del Presidente.
 
Y el endurecimiento de posiciones contra Macri puede reavivar a los sectores cristinistas en la provincia y el Gobernador verse obligado a una política más activa con estos sectores.
 
Entre Ríos tiene una fuerte presión de su deuda y como toda provincia del interior la partida de personal tiene una influencia central en las finanzas públicas. La sorpresa estaría en que el presidente Macri -apuntalado por Frigerio- arrincone al gobernador con exigencias de reformas estatales y retaceo de fondos. Si bien no es lo que vaticinan los hombres del PRO, es casi de manual hacer eso si se busca conquistar una provincia.
 
La Nación garantiza mensualmente un adelanto de coparticipación que sirve al inicio del pago de salarios y la Provincia requiere de instrumentos para sus vencimientos de pasivos. Hay poco espacio para rebeldías en principio, pero está claro que Bordet competirá contra Cambiemos y necesita diferenciarse y efectuar las críticas que el electorado peronista demanda. Complejo, sin dudas, pero no hay otra.
 
Otra sorpresa sería el reconocimiento público de Bordet de la presión de Nación. Y utilizar esa situación para blanquearla con los gremialistas estatales y docentes. Frente al gobierno nacional, Bordet asumió junto con los mandatarios provinciales justicialistas el cometido de controlar el costo salarial.
 
Parte de la charla reincidió en las paritarias y los aumentos "posibles" para el 2018. Las paritarias que se avecinan serán complejas y no sería conveniente que el gobierno provincial se haga cargo del costo político en soledad. La reforma previsional ya mostró lo que el humor social hace pagar a las gestiones con estos ajustes.
 
En la alianza Cambiemos, en tanto, tampoco habrá grandes novedades. Lo que sí, el objetivo nacional de conquistar una decena de provincias en 2019 -hoy comanda cinco- empezará a desnudar estrategias confrontativas antiperonistas en varios distritos.
 
 
En 2019 estará en juego el poder provincial
 
Sin elecciones durante todo el 2018, podría parecer un remanso para los partidos, agrupaciones y sellos que se acumulan en la provincia. Pero no es así. Las elecciones de 2019 serán desdobladas, por lo que se definirá todo, se elegirán los nuevos formatos del poder. Y ya nada será como es ahora.
 
La política provincial se ordenará a partir de las decisiones que tomen los que hoy son las cabezas de los diferentes frentes: Gustavo Bordet y Rogelio Frigerio. No es que se descarte la presencia de otro actor provincial o nacional, en absoluto, pero esas son las referencias que hoy pesan en la provincia.
 
Ya no hay tiempo para coquetear con los silencios o acudir a las muletillas del tipo "falta una eternidad". No falta casi nada. Un año en política es tan volátil como una pluma en el aire, pero en los meses por venir se definirán las estrategias, los nombres, las probables listas, los escenarios tentativos.
 
El tránsito del PJ hacia una nueva construcción para intentar derrotar a Cambiemos amerita un frente más que amplio: amplísimo. Los resultados electorales de octubre dejaron muy atrás al PJ. "Hay que salir a enfrentarse ya con Cambiemos", dicen muchos peronistas, con ganas de mostrarle los dientes al macrismo.
 
Quienes confían en la intuición política de Bordet consideran que se trata de un dirigente práctico que no se va a oponer inútilmente a una medida del gobierno nacional si no está convencido de ello, o si no tiene los elementos suficientes como para presentar un planteo y esperar reacciones. De todos modos, las opiniones por ahora tienden a relativizar cualquier posibilidad de conflicto y limitan las disidencias.
 
En Cambiemos se vienen tiempos clave, aunque a diferencia del resto navega aún con los resultados favorables de las últimas elecciones. La buena sintonía entre la UCR y Frigerio, hace pensar a algunos que está sellada la candidatura a gobernador del Ministro. Pero esto es política.
 
Desde adentro de la UCR, una autoridad partidaria sostuvo que sería suicida para Cambiemos no llevar un candidato paranaense a gobernador, teniendo en cuenta que se trata de la ciudad infinitamente más importante. Y apuntó a Sergio Varisco.
 
Ayuda a Frigerio también el accidentado arribo de Etchevehere al Ministerio de Agroindustria. No fue feliz el desembarco desde la Sociedad Rural al gabinete y hoy no parece que pueda "juntar los votos" que el PRO necesita en Entre Ríos para un mano a mano de una elección anticipada.
 
 
En el PJ se vienen tiempos para "alquilar balcones"
 
Por su parte, el ex gobernador de la provincia y líder del Frente Entrerriano Federal, Jorge Busti, apuntó a unir a todos los sectores del peronismo: "Si nos partimos somos funcionales al PRO". Lo que viene ensayando Busti es una postura firme a cambio de ganarse el respeto dentro del PJ. Sabe es que él es hombre más fuerte del peronismo por fuera del PJ y que, si Bordet quiere repetir como gobernador, es un socio imprescindible.
 
El 2018 tiene que ser un año de reconstrucción política en el PJ. No hay que ser un mago del análisis político para darse cuenta de que la única salida del laberinto peronista es un acuerdo entre todos los caciques, pero eso se demora más que los "brotes verdes" del gobierno nacional. A esta altura no tiene mucho sentido que tensen todo el tiempo la cuerda: si no se dan la mano, estarán pujando para ver quién sostiene la manija más grande del cajón del PJ rumbo al cementerio.
 
 
¿Cómo sigue esto?
 
Si, ni Busti ni Urribarri, conocen cómo seguirá la historia del poder entrerriano es porque Bordet mismo lo ignora tanto como ellos. No es para menos: las certezas del gobernador vienen siendo en extremo precarias. Durante el electoralísimo 2017, él jugó a convertirse en el hombre fuerte del peronismo local. Entusiasmado por dirigentes del interior y por los desaciertos nacionales del macrismo, se convirtió en un crítico de la Casa Rosada y en un impulsor de la Liga de Gobernadores.
 
Hasta que llegó octubre. Los comicios de ese mes, a los efectos entrerrianos, fue una elección de magnitudes. Y a Bordet le sacaron uno en el reparto de bancas nacionales. Después, volvió el acuerdo de gobernabilidad con el macrismo, hasta el punto de prometer para la reforma previsional el apoyo de diputados con los que ni siquiera contaba, pagando altos costos políticos.
 
Lo que Bordet sí sabe, es en todo caso, que nadie tiene más recursos que el Estado entrerriano que él administra. Y conoce, también (y tan bien...), que el sistema electoral vigente en la provincia está diseñado para que su combustible sean los recursos. El que más recursos reúna más chances tendrá de colectar votos.
 
Tampoco en la oposición, por arriba de la UCR y del PRO que reúne radicales, macristas y algunos peronistas, hay certezas acerca de lo que vendrá. ¿Qué va a pasar con las desinteligencias radicales cuando el PJ logre la unidad, 'desentierre el hacha' y decida dar pelea para ganar la Municipalidad de Paraná en 2019?
 
En Cambiemos tampoco saben cómo seguirá la novela política provincial. Pero hay una convicción: sea quien venga, el próximo referente electoral opositor no puede ser de un sector sino "de todos". Un "todos" que abarque a la mayor cantidad de macristas y de radicales enfrentados con el PJ de la Casa de Gobierno.
 
Que no haya certeza en las cumbres del poder provincial es una situación aciaga para sus protagonistas, pero es una buena noticia en el terreno de lo público. Tanta incertidumbre indica que 2018 es un año para la Política con mayúsculas. Un año para la construcción de poder. La convicción de quiénes gobernarán en 2019 empieza a construirse ahora. Y la política entrerriana ingresará en un tiempo apasionante para el análisis político.
 
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