Nacionales - 30-11-2017 / 10:11
MASIVA PROTESTA DE LA CORRIENTE FEDERAL, CAMIONEROS Y LAS DOS CTA CONTRA LAS REFORMAS DEL MACRISMO
Se repite la historia: cada vez que hay un gobierno neoliberal lo que hace es ir contra los trabajadores
Un importante acto de trabajadores se desarrollaba mientras el Senado nacional comenzaba a debatir el proyecto de brutal ajuste jubilatorio y el acuerdo fiscal. En la plaza del Congreso los gremios de la Corriente Federal, las dos CTAs y Camioneros –junto a algunos otros sindicatos cegetistas convocados tras la figura del secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano- realizaba una masiva protesta contra las reformas neoliberales de Mauricio Macri. Los sindicalistas instaron a los senadores a rechazar el ajuste jubilatorio, que comenzó a tratarse en el Congreso. Marcaron la movilización como el inicio de una nueva etapa para un sector del gremialismo.
Un importante acto de trabajadores se desarrollaba mientras el Senado nacional comenzaba a debatir el proyecto de brutal ajuste jubilatorio y el acuerdo fiscal. En la plaza del Congreso los gremios de la Corriente Federal, las dos CTAs y Camioneros -junto a algunos otros sindicatos cegetistas- realizaba una masiva protesta contra las reformas neoliberales de Mauricio Macri.
En medio de la pasividad de la conducción de la CGT, el acto reflejó el malestar que hay en el pueblo trabajador con las medidas económicas del gobierno y puso en la calle a las organizaciones sindicales que en el último mes, en reacción ante la avanzada poselectoral de Cambiemos, acordaron hacer frente común contra el paquete de leyes que amenaza barrer los derechos sociales, para sostener un esquema económico incapaz de mantenerse si no es a través del endeudamiento externo.
Estuvieron los gremios de la CTA, que vienen de atravesar los últimos dos años -especialmente los docentes de la Ctera y los estatales de ATE- haciendo marchas, actos, y la batería completa de la protesta. A los docentes, el macrismo les quitó la paritaria nacional, mientras que la administración pública pasó por olas de despidos por una combinación de purgas, desguace de las áreas sociales y recorte del presupuesto.
Pero la coordinación de las CTA y la Corriente Federal entre sí, más la suma del sector de Pablo Moyano que ayer se juntó frente al Congreso reflejó un cambio de escenario: una reagrupación de fuerzas. Nueva frente al gobierno de Cambiemos; pero con raíces en la historia, ya que remite al arco sindical que, en los '90 -con el MTA de Hugo Moyano, la CTA, las CCC, la regionales de la CGT- se opusieron al gobierno del menemismo y su modelo neoliberal.
Como en el entonces ascendente MTA que conducía Hugo Moyano, ayer se movilizaron los Camioneros y otros sindicatos cegetistas: Canillitas, el sindicato del Peaje (que conduce otro de los Moyano, Facundo) y varias seccionales de la Unión Obrera Metalúrgica, entre otros. Del interior llegaron las regionales de la CGT (Rosario, Santa Fe, Mendoza, afectadas por la crisis de empleo industrial).
También fueron a la plaza los movimientos sociales de los sectores más vulnerables. La CTEP, el Frente Darío Santillán, la Corriente Clasista y Combativa; y grupos de organizaciones llegadas en su mayor parte desde el Conurbano. Finalmente, los partidos y corrientes sindicales de izquierda marcharon con una columna independiente.
La masiva movilización que realizó un conglomerado de sindicatos y organizaciones sociales para rechazar las reformas previsional, fiscal y laboral demostró que son los trabajadores los que hoy están en condiciones de salir a la calle para enfrentar las políticas antipopulares que busca imponer el gobierno de Cambiemos.
La Opinión Popular
La Corriente Federal, impulsora de la marcha de ayer, dio en el ámbito del empleo privado los conflictos más fuertes en defensa del salario. Como línea interna de la CGT, la Corriente se posicionó en ese lugar prácticamente desde la asunción a la presidencia de Macri, cuando la policía estrenó contra la cabeza de los bancarios el protocolo de seguridad de Patricia Bullrich, al reprimir una manifestación con que La Bancaria objetó el discurso del Presidente al inaugurar las primeras sesiones legislativas de su mandato.
En el escenario montado contra las escalinatas del Congreso fue colgada una gigantografía con la consigna "No es reforma, es ajuste. Basta!". Hubo un orador por sector. Abrió Yasky, secretario de la CTA de los Trabajadores, quien denunció que el gobierno "quiere un país sin sindicatos". "No va a haber sindicatos que desaparezcan, lo que va a haber es organización sindical. Vamos a construir unidad junto a los movimiento sociales y defensa al estado de derecho. Vamos por más unidad", dijo.
"Venimos a la puerta del Parlamento a decirles sin eufemismos que rechazamos la reforma laboral, la tributaria y la previsional. Venimos a decirle que repudiamos la quita de derechos a los trabajadores, la desfinanciación de la seguridad social y, por supuesto, la insensible e inhumana actitud que tienen de bajarle el poder adquisitivo a los jubilados. Sepan que cuando levanten la mano, con la otra van a estar sacándolo el plato de comida a muchos compañeros que llegan a gatas a fin de mes, para ponérselo a los ricos en impuestos que no van a pagar", dijo a los senadores Sergio Palazzo, el titular de la Corriente Federal, desde el escenario que compartió con Moyano, Hugo Yasky y Pablo Micheli.
Palazzo se encargó del tramo más pedagógico, al explicar la reforma, confrontando con los argumentos de la conducción de la CGT. "Si algún compañero dice que no se ha tocado el núcleo duro de los derechos de los trabajadores se equivoca y confunde al resto", planteó. "Sí se afectan cuando se fijan indemnizaciones sean más baratas. Sí se afectan derechos e intereses de los trabajadores cuando se resigna la irrenunciabilidad de los derechos. Sí se afectan derechos cuando antes se le pagaba a los trabajadores una indemnización por haberlos tenido en negro y ahora solamente una multa al Anses. Se los afecta con los programas de pasantías que precarizan el empleo, y como contrapeso o contrapartida lo único que nos dan es un blanqueo escandaloso que le da impunidad a aquellos que sometieron a los trabajadores a la indignidad de no tener seguridad social".
Antes que él, Moyano había equiparado las reformas del macrismo a las del menemismo en los '90 y a ley Banelco con que en la presidencia de De la Rúa avanzó en la flexibilizació. Moyano cruzó al triunvirato de la CGT desde ese lugar. "Decían que no teníamos legitimidad para convocar", apuntó.
Los dirigentes buscaron un tono fundacional. "No hay destino para los trabajadores si no hay unidad", señaló Micheli. Yasky habló del comienzo de "una etapa distinta". "Esto tiene que ser la cuenta regresiva contra el ajuste. Si no alcanza, seremos capaces de ir a una CGT como fue la CGT de los Argentinos que luchó y no se entregó".
La masiva movilización que realizó un conglomerado de sindicatos y organizaciones sociales frente al Congreso para rechazar las reformas previsional, fiscal y laboral demostró que son las organizaciones gremiales las que hoy están en condiciones de sacar a la calle sus afiliados para enfrentar las políticas neoliberales que busca imponer el gobierno de Cambiemos. La marcha, policromática por donde se la mire, fue necesaria para que comience la construcción de un "frontón", como lo definió el bancario Sergio Palazzo, contra el macrismo y aquellos opositores que se muestran demasiado amigables con el Gobierno.
Tal vez, y sólo por ahora, no logre modificar la estrategia de la conducción de la CGT, más proclive al diálogo y la negociación pero encendió una luz de alerta. Los que manejan los hilos de la central obrera consideran que lo de ayer tiene un condimento épico pero que no es suficiente ya que lo que está faltando es un correlato partidario o frentista que estos repudios y rechazos se trasladen, por caso, a la arena legislativa.
Fuente: Página12