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“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Entre Ríos - 21-11-2017 / 06:11
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL. MACRI RECLAMÓ A GOBERNADORES QUE "CONTROLEN" AUMENTO A ESTATALES

Pacto fiscal de Macri con Provincias: Nada para celebrar

Pacto fiscal de Macri con Provincias: Nada para celebrar
Tras haber logrado, con presiones y arduas negociaciones, rubricar el pacto fiscal entre el presidente Macri y los gobernadores, ahora continúa camino con el fin de convertirse en ley. En ese sentido, en los próximos 30 días, deberá recibir el aval de las legislaturas provinciales para ser tratado en sesiones extraordinarias, que es el objetivo del Ejecutivo nacional. Habrá resistencia sindical de estatales y docentes.
Estos son días de gloria para la alianza Cambiemos"La conquista del poder está terminada". Con estas palabras, Marcos Peña, Mario Quintana Gustavo Lopetegui, que "son yo", como alguna vez dijo Mauricio Macri, definían lo sucedido. En menos de 24 horas, después de muchas presiones y negociaciones, el Gobierno logró acordar con los gobernadores las reformas: fiscal y previsional, y con la cúpula de la CGT, la laboral, que incluye todo tipo de recortes a las conquistas que los trabajadores han conseguido en años de lucha.
 
Nada más y nada menos que los tres objetivos que al día siguiente de las elecciones legislativas colocó el Presidente al tope de la agenda de los "consensos básicos" a alcanzar para llegar a 2019. No requirió de más de tres semanas para lograr que el 42% de los votos pesaran más que el restante 58%, diseminado en una oposición atomizada. Así alineó a gobernadores y a jefes sindicales peronistas.
 
Terminada "la conquista del poder", resta ahora ponerle la frutilla al postre: la aprobación de las reformas por parte del Congreso. Nada hace sospechar que no se logrará en los plazos que impuso la Casa Rosada. La puerta está abierta de la mano del jefe del bloque FPV-PJ en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, administrador legislativo del consorcial peronismo de los gobernadores y de los jefes de la CGT.
 
El pacto firmado incluye de modo implícito el apoyo a las reformas impositiva, laboral y previsional que propondrá el Poder Ejecutivo, aunque persisten incógnitas sobre esos proyectos. Las provincias se comprometen a reducir los impuestos sobre los Ingresos Brutos y de Sellos, en tanto para los municipios se incluyó la apelación de que sólo cobren por servicios efectivamente prestados.
 
El más irritativo es el cambio del cálculo del aumento del haber de jubilados y pensionados, que se actualiza por la Ley de Movilidad Jubilatoria. Esta norma fija dos incrementos anuales con base en un índice que surge de combinar el aumento de la recaudación con el incremento de los salarios de los trabajadores registrados. En los últimos años, ese porcentaje estuvo por encima de la inflación, que es el indicador que propone Macri, con el objetivo de ahorrar unos 100 mil millones de pesos anuales, a costa del bolsillo de los jubilados.
 
Adherir al Pacto Fiscal implica el congelamiento del gasto público; en la economía real, con una inflación que se mantiene, esto significa un recorte y ajuste real sobre las partidas más sentidas por el pueblo trabajador: las de salud, educación, vivienda o asistencia social.
 
Desde el oficialismo provincial rebuscan argumentos para explicar que el acuerdo podría haber sido peor para la provincia, pero no sólo Buenos Aires se llevó de la mesa de negociación los mejores beneficios, sino que los gobernadores se quedaron sin espacio para la crítica frente a un macrismo antiperonista que impone las reglas de juego.
 
Todo este engranaje extorsivo se da en una la difícil coyuntura económica para las provincias y frente a la tríada de reformas tributarias y tarifazos en los servicios público impulsadas por el gobierno de Macri luego de las elecciones legislativas que ganó Cambiemos.

 
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Gobernadores firmando a las apuradas
 
"Sometieron a los gobernadores a firmar a las apuradas; sólo San Luis, la única que tiene algo de autonomía, se abstuvo de hacerlo y pidió tiempo", disparó el legislador Eduardo Fuentes (Frente Neuquino). En Santa Fe, en tanto, el justicialista Luis Rubeo envió un proyecto para convocar al recinto al ministro de Economía, Gonzalo Saglione"Necesitamos saber cuáles son las implicancias, qué es lo que cedió Santa Fe y cómo se la va a compensar", dijo.
 
Por de pronto, el pacto sostiene que Nación, las provincias y CABA tienen 30 días para elevar a "sus Poderes Legislativos proyectos para aprobar este Consenso, modificar las leyes necesarias para cumplirlo y autorizar a los Ejecutivos para dictar normas a tal fin". "El Consenso producirá efectos sólo respecto de las jurisdicciones que lo aprueben por sus Legislaturas y a partir de esa fecha", advierte.
 
Frente a este escenario, el Fiscal de Estado de Entre Ríos, Julio Rodríguez Signes precisó que "ese es un plazo para los Poderes Ejecutivos, no para los Legislativos". "No establece, ni podría establecer, plazos para que las Legislaturas provinciales lo aprueben", aclaró.
 
 
Fondo del Conurbano
 
El Fondo del Conurbano que pretendía la provincia de Buenos Aires será retribuido con dos pagos -uno por 21 mil millones de pesos este año y otro por 44 mil millones en 2018. A partir de 2019, ese distrito recibirá 65 mil millones de pesos más las actualizaciones, lo que será cubierto por el Tesoro nacional.
 
En rigor, no está tan claro que el distrito gobernado por Vidal tuviese en ese ítem una carta necesariamente ganadora -el tema se estaba discutiendo en la Corte Suprema, y la pretendida y millonaria "deuda histórica" era en realidad un concepto a determinar-, pero bastó para sustentar todo este acuerdo.
 
"Hubo una clara ganadora: la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. El resto, al menos, no fuimos grandes perdedores. Algo nos compensaron", se consolaban en una de las gobernaciones. En definitiva, Entre Ríos logró una salida elegante para sumarse a un esquema que parecía ineludible. Pero, a priori y en la caja, no tiene nada más de lo que ya tenía la semana pasada.
 
 
¿Cómo se compensará la reducción del principal impuesto provincial?
 
"En todos los pactos fiscales que hubo, siempre las provincias resignaban recursos. Esta vez no estamos resignando recursos, estamos ordenando, dando previsibilidad y por sobre todas las cosas estamos pensando en intereses comunes que tenemos todas las provincias, superando los intereses particulares que pueda tener cada una de nuestras provincias, en función de objetivos que son superiores", destacó el gobernador Gustavo Bordet.
 
Pero, la recaudación provincial comenzará a sentir el impacto de la reducción del impuesto a los Ingresos Brutos que operará esencialmente a partir de 2019. ¿Cómo se compensará la reducción del principal impuesto provincial? No lo hará el gobierno de Macri, sino una presión fiscal mayor sobre el comercio, cuyo aporte al Tesoro provincial podrá aumentar de acuerdo con las metas del Pacto Fiscal que las provincias firmaron esta semana con Nación.
 
El trabajo que tiene por delante el ministro de Economía de Entre Ríos, Hugo Ballay, es crear en laboratorio un esquema que permita cumplir con las exigencias nacionales de desgravar con impuestos provinciales la producción primaria y la industria, pero sin dañar la recaudación. El comercio será seguramente el que aportará lo que el resto de los sectores económicos dejarán de tributar. Y probablemente habrá una fuerte suba del revalúo inmobiliario urbano y rural.
 
En el gobierno provincial creen que no hay resignación de recursos; ello, claro, siempre y cuando la economía crezca y el consumo no caiga. Los intendentes no están ajenos a la incertidumbre. Una parte importante de lo que se recauda por Ingresos Brutos se coparticipa a los municipios.
 
Lo cierto es que Bordet no desentonó con el contexto de los gobernadores peronistas que, en su conjunto, cedieron a las pretensiones de Macri. ¿Podría haber tomado más distancia? Tal vez. Ahora bien, ¿tiene margen Bordet para cruzadas políticas cuando heredó una provincia complicada por Sergio Urribarri? Esa es la pregunta cuando se debate el tema con la Nación.
 
"Nunca nos imaginamos que la provincia estaba con este nivel de deterioro financiero. Cuando llegamos la excluyente prioridad era ver como pagábamos los sueldos. A Gustavo (Bordet) no le gustan muchas posiciones de Macri, ya lo ha manifestado públicamente, pero con una provincia en rojo es difícil tomar distancia irresponsablemente. Muchos de los que hablan de que hay que endurecer el discurso como Cristina serían los primeros en criticar al gobierno provincial cuando tenga sobresaltos financieros. Esto ya pasó, Santa Cruz es el mejor ejemplo de que eso no se puede hacer con la ingenuidad e infantilismo que lo plantean", confió en su análisis un referente del oficialismo provincial.
 
  
Empleados públicos y sus salarios
 
En el documento firmado por los gobernadores no se hace referencia a los empleados públicos y sus salarios, tema que quedó para tratarse en futuras reuniones, excepto por un artículo que propone iniciar retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas para reducir la planta: el documento propone "financiar, con líneas de crédito especiales, programas de retiro y/o jubilación anticipada para empleados públicos provinciales y municipales. Mientras tanto, Macri ya les indicó por dónde deben comenzar: por los salarios estatales.
 
Durante el encuentro mantenido con los gobernadores en la Casa Rosada, Macri sostuvo que los salarios de los empleados públicos son muy altos e impiden las inversiones en el sector privado. "Necesitamos crear todas las condiciones para que se genere trabajo en el sector privado y pero si competimos con salarios más altos, el sector privado no va a poder generar la mano de obra que necesita para su crecimiento", argumentó.
 
Es decir, Macri les exigió a los gobernadores que busquen la manera de bajar los sueldos de los empleados estatales, para que los empresarios puedan pagar salarios más bajos todavía."Tenemos una paritaria por delante, que siempre nos da una oportunidad", les dijo con un guiño el mandatario.
 
Muchos trabajadores en nuestra provincia votaron a los representantes de Cambiemos en las pasadas elecciones, más para rechazar a Cristina Fernández que a favor del gobierno de Macri. Ahora tendrán que hacer malabares para explicar cómo estas "reformas" macristas permitirán combatir "la pobreza". Es por eso que cerca del 63 % de los argentinos dice que las "reformas" propuestas por el Gobierno favorecerán a las grandes empresas y perjudicará a los sectores sociales más humildes.
 
 
Habrá resistencia
 
El espaldarazo recibido por el Gobierno de Macri en las urnas pretende ser utilizado para aplicar estas reformas que significarán una transferencia de recursos del bolsillo del pueblo trabajador al de los empresarios amigos.
 
Pero, desde que llegó al poder en diciembre de 2015, Macri enfrenta masivas protestas anti gubernamentales por sus polémicas medidas, como el despido de trabajadores, el aumento en las tarifas de los servicios públicos y una inflación que ronda el 40 %.
 
Ahora, los trabajadores se preparan para salir a las calles de todo el país y decirles no a las medidas neoliberales del Gobierno nacional y defender sus derechos laborales ante los altos beneficios que se pretenden concederles a los patrones.
 
A la vuelta de la esquina, las administraciones provinciales tendrán una parada brava. Las paritarias salariales comenzaran antes de fin de año con los docentes y con los gremios estatales.
 
 
¿Y el peronismo?
 
El conjunto del peronismo, sobre todo aquel que tiene responsabilidades institucionales (gobernadores, intendentes, legisladores), carga consigo la culpa del papel desestabilizador de otras épocas, lo que lo lleva a asumir un rol pro oficialista, más que opositor.
 
La consecuencia más notoria de la victoria macrista es haber disciplinado a los gobernadores peronistas al punto de que acepten, sin chistar, que se le otorguen 65 mil millones de pesos más a la gobernadora antiperonista Vidal, y a ellos ni chauchas ni palitos.
 
Jamás de los jamases, un peronismo de pie, con gobernadores peronistas en serio, hubiera aceptado semejante situación que, de hecho, puede condenar al PJ a no gobernar nunca más la provincia más importante del país.
 
Por otra parte, las cuentas pendientes en el peronismo provincial se fueron acumulando en el tiempo y han generado tensión y cierta inestabilidad. El gobernador Bordet tiene que concluir pronto el reacomodamiento de su equipo de colaboradores. Mucho dirá sobre ganadores y perdedores, en la interna del PJ entrerriano, el resultado de esta reorganización.
 
Ya se vislumbra un nuevo panorama pero falta consolidarlo. Dentro de los dirigentes con poder, no abundan los valientes en el PJ entrerriano. Lo único parecido a una certeza es que Bordet puede ir por una reelección. En menor medida Enrique Cresto podría intentar repetir en Concordia, con la sombra de una oposición que le ganó por primera vez en la historia su ciudad.
 
José Eduardo Lauritto dijo que no irá por una reelección en la Intendencia de Concepción del Uruguay. Y Gualeguaychú se debate en una interna feroz, que tiene como telón de fondo una paliza terrible en la última elección, que dejó al PJ más de 25 puntos abajo. En la mayoría de los departamentos el panorama es similar. Los lugares con certezas son dos o tres.
 
Paraná, por su parte, muestra un PJ sin liderazgo, en un proceso de crisis orgánica, en donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer. Muchos miran al vicegobernador y lo ven el futuro y natural candidato a intendente de Paraná por el PJ, pero Adán Bahl aun no fue claro respecto a quiere hacer de cara al 2019. Además, en este contexto, querer no es sinónimo de poder, y esta ecuación se toma en cuenta para definir candidaturas.
 
Es deber de Bordet ordenar todo esto desquicio en constante ebullición que es el peronismo entrerriano. Tarea para la cual ya está corriendo la cuenta regresiva para la próxima elección.
 
 
Un pasado para olvidar
 
Además, y no es para nada irrelevante, peronismo está enfrascado en las contradicciones de un pasado que intenta olvidar. El problema es que lleva un ancla tan pesada que no pueden salir de las tenebrosas profundidades. Después de las elecciones nacionales, no hubo ningún pedido de reuniones de cuerpos partidarios para iniciar una revisión de lo ocurrido en las urnas. Es probable que antes de finalizar el año haya un encuentro para analizar los motivos de la derrota y reacomodar la tropa para iniciar 2018 con ideas más claras.
 
¿Qué hacer, entonces? No resulta nada sencillo. ¿Cómo diferenciarse del Gobierno nacional sin caer en los lugares comunes del cristinismo? ¿Cómo profesar una fe republicana sin acercarse demasiado al Gobierno de Macri?
 
La versión cristinista apunta a transformarse en un grupo de izquierda, más que a ser una opción real de poder en el peronismo, capaz de representar al conjunto. Desde el poder, se mostraba robusta y viable, pero ahora su horizonte se reduce de modo vertiginoso.
 
Pero, en Entre Ríos, como en todo el país, un eventual armado de Unidad Ciudadana por fuera del PJ podrá colaborar a una derrota del oficialismo. En este contexto de sequía, aunque saquen 5 puntos en las próximas elecciones, pueden hacer perder al peronismo. "Si Bordet no nos da nada, seguramente amararemos algo propio, Unidad Ciudadana de Entre Ríos, para tener diputados y concejales nuestros", repite un dirigente ultra cristinista de Paraná.
 
La aventura ultra K deberá medirse en la realidad, que le pedirá un caudal robusto de votos para entrar en el reparto y "mojar cargos". Puede tener un mejor desempeño, pero se encuentra con la incertidumbre del futuro de la propia Cristina, golpeada por la derrota en las urnas y asediada judicialmente. En conclusión, lo que puede hacer un armado K en la provincia es complicar una victoria del peronismo.
 
Lo ideal, para el justicialismo, será sumarlos pero transitando una delgada línea en la cual se le hará difícil a Bordet encontrar un posicionamiento que lo diferencie de Macri sin convertir al PJ entrerriano en sospechoso de añorar un retorno del cristinismo.
 

Lógicamente, esto comienza por mantener, sin dividir ni dispersar, las fuerzas propias frente al revés electoral; pero tiene que culminar recuperando la iniciativa política si se quiere alcanzar la victoria. 

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