Nacionales - 23-10-2017 / 10:10
CAMBIEMOS ARRASÓ Y DERROTÓ AL PERONISMO
Avalado por los resultados, Macri va a profundizar su plan de ajuste y recorte de derechos
Debido al resultado electoral no hay ninguna posibilidad de que el gobierno de Mauricio Macri tome un camino diferente al ajuste neoliberal con el consecuente impacto depresivo que tendrá sobre el trabajo, los salarios, el consumo, la industria, el comercio y la actividad económica en general. Habrá intentos de neutralizar esos efectos con obra pública y manteniendo el endeudamiento aunque en un nivel más atenuado, pero el golpe será muy fuerte en el bolsillo de la mayoría de la sociedad, que no verá los famosos beneficios que le han prometido y por los cuales Cambiemos logró que lo favorecieran con sus votos.
El gobierno de Cambiemos redondeó ayer un gran triunfo electoral nacional que incluyó a los cinco principales distritos del país, lo que le permite ampliar su representación en el Congreso aunque sin conseguir mayoría propia en ninguna de las dos cámaras.
Es histórico: las primeras elecciones de medio término son favorables a los oficialismos. Hace menos de dos años, que ese electorado llevó al gobierno a los representantes de Cambiemos y sería muy extraño y hasta poco razonable, que cambiara de sentido en tan poco tiempo.
Desde la recuperación de la democracia, hace 33 años, el único que perdió las elecciones de medio término fue el radical Fernando de la Rúa. Es difícil que un mandato se cambie a los dos años de haberlo otorgado y en general el electorado lo entiende de esa manera, más allá de los odios y grietas con que se presentan estas elecciones.
Contra todas las evidencias de un modelo económico neoliberal que no tiene sustentabilidad posible de largo y hasta mediano plazo; con un fuerte endeudamiento; con un déficit de cuenta corriente pavoroso; con una caída de las exportaciones que remiten al ingreso especulativo de divisas como única posibilidad de financiamiento...
Con la inminencia de los aumentos anunciados en todas las tarifas de servicios públicos; con el sector agropecuario ya sentado en la retención de sus liquidaciones de granos a la espera de que se corrija el dólar, la falsedad de los "brotes verdes" y de la "primavera económica" impulsada por índices espurios de recuperación se reveló, entonces, más fuerte que todo otro factor.
Frente a los indicios potenciados de que tarde o temprano se chocará de nuevo contra las condiciones objetivas de 2000/2001, volvió a mostrarse que muy difícilmente la población se distancie de lo que eligió hace poco tiempo. Al revés: dobla la apuesta.
Cambiemos contó con el respaldo invalorable de los grandes medios de comunicación que actuaron con eficiencia para cubrir el malestar que fueron despertando con el aumento de la inflación y de las tarifas. La idea de que "estamos dispuestos a hacer este sacrificio para después favorecernos" prevaleció en gran parte de los electores que consideran estos dos años como un sacrificio necesario para recoger los frutos después de ese plazo de gracia.
El electorado mostró que tiene disposición al sacrificio, pero también una expectativa que se ve aumentada por el esfuerzo que se le exige. Pero las primeras medidas del Gobierno, que ha salido fortalecido de estas elecciones, serán otra vez de sacrificio para el ciudadano común, incluyendo a quienes los respaldaron con sus votos, sin que se avisten por ningún lado los beneficios que se esperan. La pregunta es entonces, hasta cuándo se mantendrá esa disposición al sacrificio por parte del electorado de Cambiemos, que está votando a una fuerza cuyas políticas le han empeorado su calidad de vida.
La Opinión Popular
CAMBIEMOS REVIRTIÓ DERROTAS EN BUENOS AIRES, SANTA FE, CHACO, LA RIOJA Y SALTA Y SE CONSOLIDÓ COMO PRIMERA FUERZA NACIONAL
Cambiemos superó el 40 por ciento y el peronismo sufrió una derrota histórica
Mauricio Macri lideraba esta noche un cambio de época al consolidar un contundente triunfo nacional sobre el peronismo y vencer a Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires por una diferencia más amplia de la esperada, escrutado más del ochenta por ciento de los votos.
Esteban Bullrich ganaba por casi un 42 por ciento de los votos contra un poco más del 37 por ciento de Cristina Kirchner, que reconoció a regañadientes la derrota. La fuerza revertía además derrotas de las primaria en Santa Fe, Salta, Chaco y la Rioja y ampliaba la ventaja en los distritos que había ganado, redondeando un resultado nacional de más del 43 por ciento, por encima de la meta soñada del 40 por ciento, que había anticipado LPO.
Cambiemos fue la única fuerza política que se presentó en los 24 distritos del país, mientras que Unidad Ciudadana junto con otros partidos que responden a la ex presidenta disputó escaños en 13 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires.
Este resultado superó largamente el 34,4 por ciento que sacó Cambiemos en las primarias, es decir que logró subir 9 puntos porcentuales. Mientras que el frente de la ex presidenta que había empatado en 16,5% con el Partido Justicialista en agosto, ganó casi cuatro puntos.
De los 23.214.180 votos afirmativos, Cambiemos se llevó 10.077.575 votos y Unión Ciudadana cosechó 4.732.520. Así, entre ambos reunieron el 64% de los votos y polarizaron la elección.
"Somos la generación que está cambiando la historia. Confirmamos nuestro compromiso con el cambio, sabiendo que es un largo camino, que nadie nos regala nada", dijo esta noche un Macri exultante, que terminó bailando en el búnker de Costa Salguero. "Hemos dado pasos valientes, estamos decididos a enfrentar las mafias, sabemos que con ellos no hay futuro para los argentinos", arengó el presidente y resaltó que en el país "la peor etapa ya pasó".
Cambiemos se impuso en todos los distritos grandes del país, sacando sus diferencias más grandes en la Córdoba y la Capital, donde sin embargo Carrió parecía afectada por sus desafortunadas declaraciones sobre Maldonado, ya que sacaba casi los mismos puntos en las primarias, pese a que las encuestas previas a su participación en Los Leuco le daban hasta seis puntos más.
La fuerza que lidera Macri lograba revertir la derrota de las primarias en Santa Fe donde se imponía por más de 12 puntos al kirchnerista Agustín Rossi y ganaba muy bien en Entre Ríos donde le sacaba más de 15 puntos a los candidatos del peronista Gustavo Bordet; cerrando así un dominio absoluto sobre la región núcleo, favorecida por la rebaja de las retenciones.
Pero el peronismo también sufría derrotas en históricos bastiones como La Rioja, Chaco y en Jujuy donde peleaba la banca de senador con la izquierda, confirmando que el país estaría viviendo un cambio de cultura política muy profundo.
Cambiemos también estiraba la ventaja de las primarias sobre el Movimiento Popular Neuquino y se imponía en esa provincia patagónica por más de siete puntos y en Santa Cruz, el bastión del kirchnerismo, el radical macrista Eduardo Costa sacaba una diferencia de más de doce puntos.
Lograba además el Gobierno otro triunfo estratégico, al derrotar al salteño Juan Manuel Urtubey por casi diez puntos y mandándolo al tercer lugar detrás del kirchnerismo dejando al peronismo sin el único presidencial no competitivo que le quedaba.
En La Pampa el gobernador Carlos Verna peleaba voto a voto para revertir la derrota de las primarias y en San Luis los hermanos Rodríguez Saá daban el batacazo y pasaban de perder la elección por veinte puntos ante el aliado macrista Claudio Poggi, para ganar por más de diez puntos.
Fuentes: La Política Online, Página 12 y La Opinión Popular