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El clima en Paraná
“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Nacionales - 22-08-2017 / 09:08
EL RESULTADO ELECTORAL DESATÓ UNA EUFORIA DESCONTROLADA EN EL GOBIERNO Y EN LOS MEDIOS OFICIALISTAS

Macri comienza la Fase II: las PASO marcaron el fin del gradualismo y el inicio del verdadero plan de ajuste

Macri comienza la Fase II: las PASO marcaron el fin del gradualismo y el inicio del verdadero plan de ajuste
Con el espaldarazo político que le permite una mayor representación parlamentaria y una fuerza para negociar con los gobernadores peronistas, Macri ve la oportunidad para acelerar su agenda de reformas. Del lado empresario apoyan, pero piden la concreción de varias medidas que los beneficie.
Una idea quedó sobrevolando en los ámbitos empresarial y político tras el festejo macrista en la noche de las PASO y los hechos de los días siguientes. Concretamente, la de que el Presidente Mauricio Macri considera que terminó la "fase uno" de su período -en la cual el principal cometido era la gestión de crisis por la herencia recibida del kirchnerismo- y ahora empieza la "fase dos".
 
En esta nueva etapa, según esta visión, se verá al "verdadero" Macri, a aquel que tiene en mente avanzar en una agenda de reforma de carácter estructural que, hasta el presente, no pudo aplicar. En parte, por la emergencia económica y, por otro lado, a raíz de las limitaciones que le imponía su relativa debilidad política en el Congreso.
 
Hasta ahora, como el mismo mandatario reconoció en la noche del triunfo electoral, tuvo que soportar las críticas a su "gradualismo" como parte de esa situación heredada, en la cual lo urgente (adecuar tarifas, desactivar la bomba inflacionaria, recuperar el crédito) corrió espacio para lo importante.
 
Pero el envión político de las PASO cambia el panorama: si las elecciones hubiesen sido las legislativas, el macrismo ya se aseguraría ampliar su bancada en el Congreso desde los actuales 96 diputados a 104 (+8), y de 16 senadores a 26 (+10). Es cierto que estos incrementos no le otorgan mayoría propia, pero también es verdad que le confieren otro peso político a la hora de negociar.

 
Al menos estas son las expectativas de los principales jugadores del mercado financiero. Los informes de los fondos de inversión del exterior y las declaraciones en foros empresariales -como el de IDEA- reflejan claramente este estado de ánimo.
 
Por un lado, se observa cierta sensación de alivio, al diluirse la posibilidad de una "marcha atrás" que implique volver a una economía plagada de distorsiones. Por otro, surge el recordatorio de todo lo que aún figura como pendiente en la agenda macrista.
 
En los reportes y en los foros han abundado los reclamos para que "ahora sí" el Gobierno avance en:
 
- La reducción del déficit fiscal
- El ajuste tarifario inconcluso
- Una reforma tributaria que alivie la "mochila" de impuestos
- Una flexibilización del régimen laboral
- Medidas que mejoren la productividad
 
Lo que se está interpretando en el mercado es que, con un peronismo debilitado y carente de un liderazgo firme, y con los gobernadores de provincias crónicamente necesitados de auxilio financiero, al macrismo le debería resultar más fácil conseguir los votos en el Congreso para impulsar estas reformas.
 
Como primera prueba empírica de ese cambio de clima, aparece el gran termómetro del humor social argentino: el dólar. Tras la corrida de las semanas previas a las PASO -que obligaron al Banco Central a sacrificar u$s2.000 millones para evitar una disparada mayor-, fue notorio el inmediato alivio en el mercado. Sin intervención oficial, el billete verde volvió a ubicarse cerca de los $17,50, al tiempo que saltaron las cotizaciones de los bonos soberanos y acciones.
 
La segunda gran prueba sobre el mejor clima provino del sindicalismo. El sector "dialoguista" de la CGT interpretó que el resultado electoral marcó que no había un ambiente propicio para la marcha de protesta pautada para la semana próxima.
 
Si bien el sector más duro forzó el mantenimiento de la medida, quedó la sensación de que esa decisión fue tomada en parte para preservar la imagen de la central sindical y, además, para evitar una ruptura interna. No obstante, quedó claro que la oposición de los "popes gremiales" perdió la connotación de amenaza que tenía para Macri.
 
Ya el último paro general de abril (modesto en capacidad de convocatoria y efectuado justo después de la masiva marcha de apoyo al Gobierno en plaza de Mayo) había dejado flotando la sensación de cierta desautorización moral. Sobre todo luego del bochornoso acto con incidentes de la CGT, que le recordaron a la clase media las peores tradiciones del sindicalismo peronista.
 
Este dato es considerado clave para acelerar en un tema al que Macri le ha asignado carácter de prioridad: una reforma laboral que reduzca el costo de contratación de empleados y que ayude al "blanqueo" de la legión de trabajadores informales.
 
 
Agenda en marcha
 
Con todas esas señales a favor, los funcionarios macristas empezaron a comportarse como si las PASO hubiesen sido las legislativas "en serio" y como si la renovación del Congreso ya estuviera vigente. Acaso una primera muestra de ello la dio la propia María Eugenia Vidal, cuando reflotó el añejo tema de la compensación a la provincia de Buenos Aires por el reparto de la torta impositiva.
 
A pocas horas del escrutinio, envió un mensaje a los gobernadores peronistas instándolos a respetar la decisión de la Corte Suprema sobre la reparación a Buenos Aires. Es decir, por la pérdida de ingresos acumulada al no actualizarse por inflación su porción del Fondo del Conurbano. Según Vidal, a Buenos Aires "se le debe un presupuesto entero, de alrededor de los $460.000 millones".
 
La reparación implicaría que la provincia comience a percibir el 10% de lo que se recauda por impuesto a las Ganancias. Se trata de unos $50.000 millones, monto que el resto de los gobernadores dejará de recibir en forma global.
 
En plena etapa de "seducción" del conurbano, con un agresivo plan de obras públicas y de asistencia en marcha, Vidal sabe mejor que nadie cuánto la puede ayudar ese lubricante monetario para invadir el territorio de Cristina Kirchner.
 
Es posible que este tema se termine dilucidando (como quieren los gobernadores peronistas) no a través de fallos judiciales sino con una negociación política en el Congreso.  Allí es, precisamente, donde comenzará el "cambio de figuritas" por el que el macrismo puede asegurarse un gran apoyo para su agenda de reformas a cambio de mantener activo el auxilio financiero.
 
Esa voluntad negociadora también se hizo explicita cuando el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aceleró las gestiones con los ministros provinciales para concretar un pacto fiscal que comprometa a los gobernadores a reducir los abultados déficits.
 
En paralelo, se dieron señales de avance en otros temas fuertes de la agenda. Al tope del ranking de los reclamos empresariales figura la reforma tributaria, que ya está tomando forma para que sea aplicada en 2018. Trascendió que el borrador del proyecto de ley será presentado por Dujovne a Macri y a su "mesa chica" en cuestión de semanas.
 
 
El "timing político" de los brotes verdes
 
Además del fortalecimiento que implica el resultado electoral, hay otro factor que ahora envalentona a los funcionarios: esos tímidos "brotes verdes" que se veían en algunos sectores ya están dejando espacio a un clima de franca recuperación. Según la Unión Industrial Argentina, en junio se registró un alza del 6,4% en la producción fabril, que puso fin a dos años de retracción.
 
La construcción también está creciendo fuerte, a un ritmo de 6%, impulsada por la obra pública y el regreso del crédito hipotecario. Algunos rubros del consumo en bienes durables, como autos y motos, muestran una tasa de crecimiento de dos dígitos.
 
La expectativa es que el segmento más retrasado, el del consumo masivo de productos de primera necesidad e indumentaria, dé muestras de una mejora en las próximas semanas. De ocurrir, el Gobierno logrará un "timing" perfecto entre las cifras de la economía y la votación de octubre.
 
Para completar el cuadro de buenas noticias para el oficialismo, en las semanas previas a las legislativas se publicará un dato de alto impacto social: el índice nacional de pobreza, y se espera que se verifique una caída respecto del semestre pasado.
 
También, si se cumple la previsión, será un período de relativa estabilidad cambiaria y una inflación más marcadamente en baja. Esto no sólo reforzará el discurso político sino que también habilitará ciertos puntos de la agenda que hoy parecen fríos.
 
Por ejemplo, los acuerdos sectoriales por productividad, para reconvertir los sectores más expuestos a la competencia importadora. En ese clima, se da por descontado que habrá una nueva tanda de ajuste tarifario post-electoral.
 
A fin de cuentas, si en el momento en el que todos los indicadores daban mal, el "ala dura" del macrismo impulsó una suba de los combustibles (en contra de todos los consejos políticos), con más razón se avanzará ahora que el contexto luce más favorable.
 
 
¿El fin del gradualismo?
 
En definitiva, las PASO no sólo disiparon el temor a un resurgimiento kirchnerista. También parecen haber sepultado el debate interno que el Gobierno mantiene hace dos años: gradualismo versus shock.
 
Hasta ahora, predominó lo primero, basado en argumentos vinculados a las limitaciones políticas y a la necesidad de evitar costos sociales de consecuencias imprevisibles. El propio Macri hizo de árbitro en esa contienda: fue gradualista a su pesar.
 
Se lo nota ansioso, quiere que se vean reformas estructurales y, además, recuerda el consejo que le dejó Barack Obama: cuanto antes se toman las medidas desagradables, más rápido se recupera la economía.
 
Pero claro, la Argentina no es Estados Unidos, y Macri tuvo varios recordatorios de ello, como cuando su ajuste en las tarifas energéticas le hizo perder apoyo y fue frenado por la Justicia.
 
Entendió la diferencia fundamental entre su época histórica y la que tuvo, por ejemplo, Carlos Menem en los '90.
 
En contraposición a lo que ocurre ahora, el riojano contaba con un fuerte consenso social para avanzar en sus reformas, producto de una crisis hiperinflacionaria que le había explotado en la mano a su antecesor, Ricardo Alfonsín.
 
Macri, en cambio, es consciente de que la mayor habilidad de Cristina y su ministro de Economía, Axel Kicillof, fue haber entregado el mando sin que las distorsiones y los déficits llegaran al grado de una explosión.
 
A su pesar, entendió que debía convivir con esas limitaciones políticas. Al menos hasta las PASO, que el Presidente ve como su gran punto de inflexión para aplicar reformas de fondo.
 
No por casualidad, al hablar del "cambio" en medio de los festejos, dejó una frase bien elocuente sobre sus ambiciones: "Estamos empezando a recorrer los 20 años mejores de la historia de la Argentina".
 
Por Fernando Gutiérrez
 
Fuente: iProfesional
 

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28-03-2024 / 08:03
Una nueva, polémica, cruel e insensible decisión del gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei que perfecciona el desgobierno. Las marchas y contramarchas con la nueva movilidad jubilatoria por DNU, eludiendo al Congreso, sumadas al desbarajuste causado por los despidos indiscriminados en la Anses, terminaron impactando de lleno en los jubilados: se anunció oficialmente que la liquidación de abril se pagará en dos cuotas y ni siquiera se comunicaron las fechas en que se efectivizarán. La libertad avanza en el saqueo: jubilaciones licuadas y en dos cuotas.

Siempre contra los más débiles y en medio de despidos en Anses, por primera vez las jubilaciones se pagarán desdobladas. La primera parte corresponderá al mismo monto de la jubilación de marzo y el segundo tramo a la diferencia por el bono y el aumento por inflación. Milei y Luis "Toto" Caputo siguen golpeando a los adultos mayores bajo el pretexto de demoras en los cálculos para aplicar los ajustes por inflación y el bono de $70.000.

El mismo día que se conoció el dato de pobreza, confirmando que casi 20 millones de personas están alcanzadas; y mientras avanzan con despidos masivos en Anses y otras dependencias estatales, el gobierno aplica un nuevo golpe a los jubilados. En el primer tramo se pagará el mismo monto que se cobró en marzo y la fecha es la correspondiente al calendario. Mientras en segundo tramo se liquidará la diferencia correspondiente al aumento y el bono de $70.000 y aún no hay fecha determinada de pago. 
Se le fue la mano.


Este ataque se suma a la estafa de la nueva movilidad por DNU anunciada este lunes. En la misma se establece que las jubilaciones y pensiones aumentarán en abril un 27,35 %, que es la suma de un 12,5 % de "compensación" por lo "perdido" en enero, cuando en realidad la inflación fue de 20,6 % que el gobierno se negó a dar completo. Y se adiciona un "adelanto de la movilidad" del 13,2 % por la inflación de febrero, "correspondiente al mes de junio de 2024".

A su vez, en mayo se otorgará un aumento "a cuenta" de la movilidad de junio, también basado en la inflación de dos meses previos, es decir la de marzo. Y en junio se aplicará la diferencia por la movilidad actual, es decir, descontando los aumentos a cuenta. El ajuste por IPC entrará en vigencia desde el mes de julio. Otro robo, dando una dádiva que apenas supera la cuarta parte del daño causado. 

Además del robo del empalme el DNU 274/2024 de Milei busca consolidar haberes de miseria y licuar el impacto del bono anunciado. El gobierno de LLA viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional, y lograr el superávit fiscal para cumplir con el FMI. El plan motosierra y licuadora no se detiene, hay que enfrentarlos.

Milei tiene una alta dosis de insensibilidad y no entiende lo que le pasa a un jubilado que cobra 200 lucas. Se ha caracterizado desde que asumió por estar muy lejos de combatir a "la casta", todas las medidas van en contra de los sectores más débiles de la sociedad. Con las jubilaciones por el piso, la Argentina firmó una carta de intención para adquirir 24 aviones obsoletos F-16 a Dinamarca. Cerca de US$ 340 millones irían a la compra de aviones en desuso en un gesto cipayo hacia EE.UU. en su disputa con China. El relato de "no hay plata" se resquebraja tras las necesidades de Milei y Caputo por hacer los deberes con EE.UU. en busca de financiamiento del FMI para su delirante aventura dolarizadora.

La Opinión Popular

 

27-03-2024 / 10:03
El ministro de Defensa, Luis Petri, cerró un acuerdo con su par  de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, por la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. Poulsen firmó y posó para la foto con Petri en el Edificio Libertador, pero detrás de cámara estaban también presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
 
Con la firma del acuerdo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei reafirma su alineamiento cipayo total con Estados Unidos, al concluir una reequipamiento que había quedado abierto desde la gestión de Alberto Fernández y que tenía como alternativa la compra de aviones de última generación  J-17 a China.
 
El ministro Petri no dejó dudas sobre el movimiento geopolítico al compartir en sus redes primero la comunicación oficial del Ministerio y luego una nota de Infobae con el título: "Con el apoyo de Estados Unidos, Argentina firmó una carta de intención con Dinamarca para comprar 24 aviones de combate F16".
 
El acuerdo se cerrará cuando Petri viaje a Copenhague a mediados de abril, donde se sellará el contrato para la adquisición de los 24 aviones F16, que el país aliado de la OTAN ya tiene en desuso para sus operaciones militares. Las naves fueron fabricadas por la empresa norteamericana Lockheed Martin y llegarían a la Argentina recién en diciembre, debido a que Dinamarca las entregará sin equipamiento ni armamento.
 
El reequipamiento de las naves quedará a cargo de Estados Unidos por un contrato de 40 millones de dólares, que será una donación de la administración Biden, según informaron desde Casa Rosada. Los aviones valen 300 millones y el armamento y la parte electrónica otros 300 millones, aunque Estados Unidos regala más o menos un 15 por ciento.
 
El acuerdo terminó de sellarse con la reciente visita del actual director de la CIA, William Burns, quien aterrizó en Buenos Aires la semana pasada para visitar la Casa Rosada y reunirse con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete. "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China", dijo Burns en la reunión de la semana pasada.
 
Antes de ese reciente encuentro, el presidente Milei recibió al secretario de Estado Antony Blinken en la Casa Rosada y poco después logró un breve encuentro con el candidato republicano y ex presidente Donald Trump.
 
La alineación sistémica de la Casa Rosada con Estados Unidos queda marcada con este acuerdo que cierra las puertas a la propuesta hecha por China para la adquisición de 34 aviones de guerra F17, mucho más modernos y más baratos. De esta manera, las Fuerzas Aéreas adquirirán los aviones F-16 dinamarqueses que están camino al desuso, al punto de que Bélgica se negó a venderle los F-16 a su aliado, Ucrania, porque no los consideró aptos.
 
La Opinión Popular
 

26-03-2024 / 08:03
En medio de confusiones, que obligaron a sacar un decreto correctivo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo estableció la nueva fórmula de movilidad de las jubilaciones por decreto sin pasar por el Congreso. Se actualizarán por la inflación de dos meses atrás, pero en el empalme quedará fijada la pérdida que provocó la mega devaluación de Milei, entre 25 y 30%, y seguirá congelada en ese piso histórico hacia el futuro. Con la jubilación mínima reducida a la mitad debido a la inflación (en febrero, comparada con el mismo mes del 2023 sin contar el bono), el Gobierno busca impedir cualquier tipo de recomposición limitando los aumentos solamente al índice de la inflación. Además la nueva fórmula de actualización no se aplicará a los bonos, dejando abierta la posibilidad de licuar aún más los magros ingresos de los jubilados.
 
Desde que asumió como presidente, Milei, viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional y reducir el déficit fiscal, pero ahora busca dejar asentado que los jubilados serán los garantes de su plan de ajuste. Este lunes el gobierno publicó un nuevo DNU cambiando la fórmula previsional para atar a los haberes a la inflación. El problema es que, en la actualidad, la jubilación mínima (que cobran la mayoría de los jubilados) no llega a cubrir ni el 30 % de la canasta básica de los adultos mayores y sin ningún mecanismo de recomposición no habría forma de revertirlo.
 
La modificación de la fórmula previsional era parte de la Ley Ómnibus, pero habiendo sido rechazada en el Congreso, desde el oficialismo decidieron realizarla por un nuevo DNU. La "urgencia" del gobierno se debe a que habiendo pasado el pico inflacionario de diciembre y enero, la fórmula vigente generaría aumentos mayores de los que están dispuestos a otorgar. Caputo, desde el Ministerio de Economía, viene aprovechando el método de actualización trimestral actual para licuar las jubilaciones y ahora pretende mantener el robo realizado con el cambio de la fórmula.
 
En medio de la polémica que se generó por el nuevo DNU, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, criticó al Gobierno de Milei, y a la medida. Según dijo el dirigente peronista, "es impresionante, la decisión de Milei es que el ajuste no recaiga en la casta sino en los jubilados" y agregó: "Es un atraco a los jubilados... Es consolidar una baja que ya se produjo, y ahora ir ajustándola en base a los precios cuando ya el guadañazo se lo dieron al bolsillo de ellos".
 
La propuesta es que las jubilaciones aumenten mensualmente por el IPC de dos meses atrás. Si bien a priori parecería superadora, el empalme provocará una profundización de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de, por lo menos, 25 por ciento. La verdadera trampa se encuentra en el empalme es decir en los meses de transición entre una fórmula a otra. Desde abril, el gobierno decidió comenzar a dar aumentos por IPC "a cuenta" del resultado de la próxima fórmula de movilidad vigente en junio.
 
Con la nueva fórmula jubilatoria, Milei sumó resistencias en la oposición dialoguista. Varios legisladores de ese sector se expresaron contra la nueva fórmula de movilidad, que se suponía que discutirían en el Congreso. El Ejecutivo suma contratiempos en la negociación por la nueva ley Bases que el ministro Guillermo Francos buscará recomponer en un encuentro con mandatarios del Norte Grande.
 
La Opinión Popular
 

25-03-2024 / 07:03
Con una movilización histórica, organismos de DDHH reivindicaron la cifra de 30.000 desaparecidos. La marcha del 24M, que congregó a una multitud en la Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país, al cumplirse 48 años del último golpe cívico militar genocida, se convirtió en la tercera gran manifestación callejera contra el gobierno neoliberal anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. El Presidente fue principal blanco de críticas de los organismos de Derechos Humanos, el peronismo, movimientos sociales y la CGT.
 
Como en la huelga general del 24 de enero, y la movilización del 8M, numerosas columnas de organizaciones y miles de personas auto convocadas se volcaron a las calles para repudiar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar y reafirmar la consigna del Nunca Más. También ratificaron la cifra de 30 mil personas desaparecidas, número que el gobierno libertario puso en duda. En el documento final de la marcha, que leyó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los organismos de derechos humanos reclamaron una ley contra el negacionismo de los crímenes de la dictadura.
 
Junto a esas consignas vinculadas a derechos humanos, la marcha estuvo atravesada por consignas contra las políticas del gobierno libertario y su siniestro plan de ajuste neoliberal. El 24M fue el tercer gran hito callejero contra el gobierno de ultraderecha. "Milei, basura, vos sos la dictadura", "El que no salta votó a Milei", "No se vende, la patria no se vende" y "Fueron 30 mil de verdad", concurrieron los canticos y las consignas que más se repitieron en la Plaza, donde además se colgaron banderas contra Victoria Villarruel, por su cercanía con los represores condenados por lesa humanidad.
 
El peronismo mostró un gran despliegue de movilización. Por Diagonal Sur, los gremios de la CGT y el Movimiento Evita coparon varias cuadras junto a la UTEP y apenas pudieron ingresar a la Plaza. Por Diagonal Norte, y después de caminar 13 kilómetros desde la ex ESMA, La Cámpora llegó pasado el mediodía en una columna encabezada por Máximo Kirchner. En tanto, el gobernador Axel Kicillof llegó junto a su gabinete y los intendentes del conurbano.
 
Fue una gran convocatoria que los medios hegemónicos tratarán de ignorar, y que respondió a la provocación del gobierno, que unió a la CGT, al peronismo, los movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles y al movimiento de derechos humanos. La idea de derechos humanos encaja con la idea de justicia social, de país solidario, de trabajo y retribuciones justas, de protección a los niños, a los enfermos y a los ancianos, de hazañas científicas y culturales.
 
No encaja con la justificación de la dictadura, con el intento de que los jubilados crean que ganan poco por culpa de los de la moratoria y que los trabajadores se enfurezcan con los desocupados porque reciben un aporte sin trabajar. No encaja con el país donde los únicos que ganan son los ricos, como procuran las políticas de Milei. Los ricos son "héroes" para Milei y los beneficiarios de sus políticas.
 
Los cientos de miles que desbordaron la Plaza de Mayo, las diagonales y la Avenida de Mayo están enlazados, hermanados, con los miles que se movilizaron en otras ciudades del país, y con los miles y miles que desde sus casas confluyen en la angustia de la pobreza, la amenaza del desempleo y el hambre o la destrucción de comercios y empresas. Hay vías comunicantes por las que fluye una energía que alimenta resistencias, rebeldías y esperanzas.
 
La Opinión Popular


24-03-2024 / 08:03
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

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