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Paraná - 27-07-2017 / 16:07
ESTE JUEVES, EN EL TOF DE PARANÁ

Condenaron a 20 años de prisión al represor Mazzaferri por delitos de lesa humanidad cometidos en la costa del Uruguay

Condenaron a 20 años de prisión al represor Mazzaferri por delitos de lesa humanidad cometidos en la costa del Uruguay
Organismos de Derechos Humanos de la provincia, estuvieron desde la media mañana en las inmediaciones del Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, sobre calle Urquiza, y celebraron la condena. Foto: Análisis Digital
 
El represor José Darío Mazzaferri fue condenado este jueves a 20 años de prisión por delitos de lesa humanidad cometidos en la jurisdicción de la Jefatura de la Policía Federal de Concepción del Uruguay.
 
El veredicto fue dado a conocer este mediodía por los jueces subrogantes Beatriz Caballero de Barabani, Jorge Sebastián Gallino y Omar Paulucci, y se corresponde con el pedido de pena que realizó a principios de julio el fiscal General José Ignacio Candioti.
 
Organismos de Derechos Humanos de la provincia, estuvieron desde la media mañana en las inmediaciones del Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, sobre calle Urquiza, y celebraron la condena. 
 
El TOF de Paraná, compuesto por los rosarinos sobrogantes Caballero de Barbani, Gallino y Paulucci, consideró justo el pedido de pena que realizó la Fiscalía General a cargo de Candioti y condenó a Mazzaferri con 20 años de prisión.
 
En el veredicto que se conoció este jueves, cuando el represor fue calificado como "coautor material de los delitos de Asociación ilícita y Allanamiento ilegal de domicilio que tuvo como víctimas a César Manuel Román y Carlos Romero -es decir dos hechos-".
 
También fue condenado por "Privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia y sin las formalidades prescriptas por la ley, en perjuicio de César Román, Roque Minatta; Juan Carlos Rodríguez, Juan Carlos Romero y Hugo Emilio Angerosa -cinco hechos-".
 
Asimismo, los jueces entendieron que Mazzaferri es responsable de la "Privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida sin las formalidades de la ley, con violencia y por haber durado más de un mes en perjuicio de Carlos Atilio Martínez Paiva, Carlos Horacio Valente y Jorge Felguer".
 
El represor estuvo presente al momento de la lectura del veredicto, cuando se le enrostró "perseguir políticamente a Román, Minatta, Valente, Martínez Paiva, Rodríguez, Romero, Angerosa y Felguer" y se estableció que los ocho hechos por los que fue penado concurrieron realmente, calificándolos como crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, hubo una absolución: Mazzaferri fue perdonado por los allanamientos ilegales denunciados en los domicilios de Martínez Paiva, Valente y Angerosa.
 
Cabe señala que los abogados querellantes María Isabel Caccioppoli, Marcelo Boeykens, Sofía Uranga y Lucía Tejera, habían pedido de pena unificado de 25 años de prisión en cárcel común e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. En tanto, la defensa técnica de Mazzaferri, emprendida por el abogado Guillermo Morales había solicitado la absolución. La lectura de la sentencia completa será el 3 de agosto.
 
 
"No soy genocida ni apropiador de menores"
 
Antes del veredicto, Mazzaferri pronunció sus últimas palabras y aseguró no ser ni "genocida ni apropiador". "En el transcurso del debate, volvieron a mí ciertos interrogantes a los que no les encontré respuesta", dijo. "Debo decir que no soy genocida ni apropiador de menores -agregó de inmediato-. Estos hechos que dicen, que me imputan, no son correctos ni se ajustan a la verdad. Pasaron más de 41 años y se me sindicó como integrante de una patota que vino de Buenos Aires a hacer el mal", señaló.
 
Habló de su matrimonio en Concepción del Uruguay. "No vine a integrar ningún grupo fantasma. Me sentí integrado porque hasta hicimos una reunión con familiares y amigos en el Club Social, frente a la plaza. Evidentemente, el Club Social me permitió hacer esa reunión para el casamiento con mi esposa porque, de alguna manera, me estaban ayudando a integrarme", pretendió convencer y para reforzar la idea llevó fotos "que demuestran que había gente de Concepción del Uruguay en esa reunión".
 
Luego apuntó contra "la gente de Concepción del Uruguay" y mintió al decir que "sabían que no funcionó ningún centro clandestino de detención". "La verdad histórica la pueden conocer o recordar de manera veraz aquellos que tienen mi edad", desafió, desacreditando a los más jóvenes.
 
"Se me sindicó que no usaba uniforme pero tengo fotos con uniforme puesto en un acto. Hablaron de una asociación ilícita pero el suboficial que había hacía 15 años que estaba ahí, era muy antiguo. Yo no integré ninguna asociación ilícita, jamás. Mi único pecado a esta altura es haber pertenecido a una fuerza bicentenaria y me siento orgulloso de haber pertenecido a ella. Mis orígenes son muy humildes", se victimizó.
 
Además se lamentó de que su padre no pudo verlo "llegar a su última jerarquía porque partió antes", y en similar sentido se refirió a su madre. "Cuando ocurrieron estas imputaciones la embargó una tristeza tan grande que evidentemente no pudo soportar".
 
Con todas las cartas jugadas, Mazzaferri traspasó todos los absurdos y arremetió contra el propio Estado que asumió el rol acusador en su contra y contra los querellantes por "memoria selectiva" y deslizó que todo es "producto de relatos".
 
Fuente: Análisis Digital
 
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