Nacionales - 10-05-2017 / 08:05
SOLO OLMEDO SE OPUSO Y CARRIÓ DESCARRILÓ
Fallo Pro Genocidas: Tras enorme repudio social, el macrismo consensuó una iniciativa con la oposición
EL REPUDIO AL 2X1 DE LA IMPUNIDAD LOGRÓ SALTAR LA "GRIETA". La Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción a un proyecto de ley que prevé impedir la reducción de penas a los condenados por delitos de lesa humanidad. La iniciativa impide que el beneficio sea aplicado a delitos por genocidio. Ante el escandaloso fallo de la Corte Suprema, la normativa consensuada en la cámara baja señala que dicho beneficio será aplicable solamente a quienes padecieron prisión preventiva durante el lapso de duración de la ley (entre 1994 y 2001). A su vez, el proyecto establece que el cómputo del 2x1 no podrá ser aplicado a los condenados por delitos de genocidio, de lesa humanidad y crímenes de guerra contemplados en los artículos 6, 7 y 8 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y en los tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional.
En medio del repudio generalizado al fallo Pro Genocidas, avalado originalmente por el gobierno de Mauricio Macri y la Iglesia Católica, hasta la alianza Cambiemos tuvo que recular y apoyar un proyecto de ley consensuado contra el 2x1 que el Senado convertirá en ley, justo antes del acto de los organismos de DD.HH. en Plaza de Mayo.
A pocos de haber nacido, la "Corte macrista" ya está herida de muerte. El macrismo absorbió los duros golpes, intentó despegarse del beneficio otorgado a los represores y genocidas y así los diputados le dieron media sanción con 211 votos a favor y uno solo en contra, del bizarro salteño Alfredo Olmedo. Elisa Carrió se escapó a la hora de votar.
Carrió, única intérprete de la intención solapada del tribunal con la polémica sentencia, casi descarrilla la ley del 2x1 con un pedido para que traten mejor a los represores. "Justicia no es venganza", justificó. Jugó con la teoría de los dos demonios y sugirió que pueden juzgarse a los ex montoneros por lesa humanidad. "No vaya a ser que estas normas se le apliquen a muchos cuyos delitos están prescriptos, pero que antes mataron", amenazó cosechado silbidos.
"¿De qué venganza están hablando? Si hace 40 años estamos esperando justicia en Argentina. No estamos diciendo que los genocidas son pobres viejitos que tendrían que estar en sus casas", le respondió Carlos Kunkel. "Jorge Acosta estuvo 40 años esperando un juicio ¿Y ahora hay que liberarlo por qué está viejo?", se indignó. "Yo conozco al autor material del asesinato de mi hermana. Nunca se nos ocurrió ir a buscarlo. Buscamos que actúe la justicia ordinaria", concluyó.
Aunque el macrismo acompañó el proyecto que excluye del beneficio del 2x1 a los criminales de lesa humanidad, lo cierto es que vivieron una terrible derrota política. No importaron los discursos, algunos claramente forzados por las circunstancias, para despegar a Macri del fallo de impunidad de la Corte. Lo concreto es que terminaron acompañando un texto que se consensuó en el transcurso de la sesión.
El acuerdo entre el macrismo y el Frente para la Victoria-PJ en la Cámara de Diputados logró un texto común para limitar la aplicación del nefasto fallo. El rally continuará hoy en el Senado, donde intentarán convertirlo en ley. En tanto, el fiscal Guillermo Marijuan imputó a los 3 ministros de la Corte que votaron a favor, Rosatti, Rosenkrantz y Highton por presunto prevaricato. El juez Daniel Rafecas deberá definir si desestima o avanza con el caso.
Mientras que hoy, organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales convocan a una gran movilización contra el fallo de la Corte que se concentrará a las 18 hs en Plaza de Mayo, aún causa intriga el silencio total de Mauricio Macri, por qué no ha dicho palabra alguna sobre el polémico tema. ¿Será porque fue el instigador principal de la medida? ¿Será porque el clan Macri fue uno de los más beneficiados por negocios durante la siniestra dictadura militar?
La Opinión Popular
Diputados le pone un freno al fallo de la Corte Suprema
El texto acordado consta de tres artículos y modifica el artículo 7 de la Ley 24.390 -derogada en 2001- para especificar que "no es aplicable a conductas delictivas que encuadren en la categoría de delitos de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra, según derechos interno o internacional".
También prevé que el cómputo de las penas establecidas en su oportunidad por el derogado artículo 7 de la ley del 2x1 "será aplicable solamente a aquellos casos en los que el condenado hubiera estado privado de su libertad" durante el período que existió la norma, entre 1994 y 2001. Por último dispone que "los artículos anteriores son la interpretación auténtica del artículo 7 de la Ley 24.390". El texto será tratado y aprobado durante la mañana de hoy por el Senado.
La marcha atrás forzada por el repudio nacional e internacional, llevó a los diputados de Cambiemos a tener que aceptar los pedidos de los bloques de la oposición para incorporar el tratamiento del tema en una sesión que, a primera vista, era una más con la que el macrismo quería mostrar que el Congreso funcionaba.
Ante ese escenario, el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, organizó una reunión con los presidentes de bloque y, sin poder de maniobra, aceptó que el tema se incorpore. Remo Carlotto, del Peronismo para la Victoria, tomó la palabra y con calma pero con firmeza dijo que se vive "un momento político de preocupación" porque entiende que el fallo de la Corte va "en contra de los pronunciamientos que tuvo la Corte en materia de violaciones a los derechos humanos".
Advirtió que ese cambio se inició a partir "del contexto político que vive el país desde la asunción del actual Poder Ejecutivo". Al contrario de lo suele ocurrir, el oficialismo absorbió el golpe sin chistar. Pero no fue la única estocada.
Carlotto aseguró que los que defienden la democracia y los derechos humanos "están ofendidos" porque en estos 40 años de lucha por la verdad han llegado a aceptar que en los juicios haya habido absoluciones y "hemos esperado con paciencia que los tribunales condenaran estos crímenes pero hoy de una manera amañada, tres miembros de la nueva conformación de la Corte emitieron un fallo que posibilita la liberación de los responsables de crímenes de lesa humanidad".
Cuando le llegó el turno, Donda pidió un minuto de aplauso para las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, que estaban presentes y para Estela de Carlotto que ingresaba. La oposición se puso de pié y aplaudió. El oficialismo también pero algunos como el lilito Fernando Sánchez y el macrista Nicolás Massot continuaron sentados conversando como si nada ocurriese.
La diputada aclaró que hablaba en su calidad de hija de desaparecidos que compartió "el lugar y la mesa donde nacimos con Juan Cabandié", en referencia al centro clandestino que funcionó en la Esma. Con la voz entrecortada pero segura de sí misma, indicó que era imperioso "impedir que se levante un nuevo muro de impunidad".
Un silencio total se impuso en un recinto que acostumbra a tener el rumor permanente de las conversaciones mientras un legislador hace uso de la palabra.
Donda les exigió a los diputados un esfuerzo para votar por unanimidad el proyecto para que "mañana (por hoy) vayamos a la marcha y podamos decir que se le dijo no a los genocidas". Entre aplausos y ya gritando para que la escuchen, Donda les envió un mensajes a los tres jueces de la Corte: "Desde la Cámara de Diputados les decimos: señores jueces, nunca más".
Elisa Carrió le otorgó a su análisis una condición brutal y binaria adornada en exceso con conceptos de corrientes del pensamiento legal. Primero señalo al kirchnerismo como el responsable de haber promovido esta utilización del 2x1 a partir de un fallo del entonces supremo Raúl Zaffaroni. Incluso les endilgó la falencia de no haber tomado recaudos para este tipo de situación durante los doce años de gobierno.
Luego, como si no faltara algo, aggiornó el refrán de no comerse al caníbal al sostener: "no nos podemos comportarnos como los genocidas al mostrarle a la sociedad que hay hombres de 90 años hundidos en una cárcel porque eso no responde al humanismo".
El abucheo no se hizo esperar pero ella continuó como si nada y cerró su discurso avalando la teoría de los dos demonios al sostener primero que "la justicia no es venganza" pero indicó que así como "apareció el nieto de la mayor luchadora de los derechos a la verdad, que es la señora Carlotto, les digo que también hay una parte de la sociedad que también quiere verdad como los soldados de Formosa".
Remo Carlotto rechazó, sin perder la compostura, la existencia de cualquier ánimo de venganza entre los familiares de los desaparecidos que está demostrada en los 40 años de lucha. Pero además le recordó que en 2015 el gobierno kirchnerista sancionó la ley 27.156 "que plantea que es nulo de nulidad absoluta cualquier fallo como el que emitió la Corte".
Hubo dos discursos más que sobresalieron de la media. El primero del diputado del FpV, Juan Cabandié y el segundo del radical Ricardo Alfonsín. Cabandié desagregó una serie de hechos que se produjeron desde la llegada de Mauricio Macri al gobierno que terminaron generando un contexto favorable al fallo de la Corte.
Todo comenzó con intento de designación de los supremos Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz a través de un decreto pero luego las reuniones del ministro de Justicia, Germán Garavano, con abogados defensores de genocidas y con Cecilia Pando.
Le sumó las declaraciones del propio Macri cuando en un reportaje habló de "guerra sucia" y minimizó el número de desaparecidos. Para el legislador esto generó un contexto que permitió que se produzca tamaña acordada y afirmó que si hay que buscar un "instigador" hay que mirar a los ministros y al propio presidente "que apañaron acciones del Estado que permiten que jueces otorguen detenciones domiciliarias a genocidas a partir de la llegada de este gobierno".
A su turno, Alfonsín caminó por el mismo camino pero valiéndose de otros recursos. Consideró primero que lo realizado por la Corte implica "un retroceso importante", acusó a los supremos de no haber tomado en cuenta el conjunto de normas, la doctrina y la jurisprudencia internacional.
Pero luego avanzó caminando sobre un filo complejo cuando dijo que no podía creer que el PEN haya "interferido" en el voto de los supremos, "no lo puedo creer pero si llegar a ser cierto seré uno de los primeros en denunciarlo", dijo dejando a sus compañeros de bancada con rostro adusto sin saber si respaldar sus dichos o repudiarlos.
Incluso criticó al ministro de Cultura, Pablo Avelluto, quien en un reportaje "frívolo" dijo que las nuevas generaciones no cargan con la mochila de la dictadura militar. "Imaginen que un dirigente de la comunidad judía que las generaciones actuales no tienen que cargar la mochila del holocausto. Esa es una mochila que cargamos toda la humanidad", dijo subiendo el tono de voz al estilo de su padre y estallaron los aplausos, incluso los del macrismo.
Por Felipe Yapur
Fuentes: Página12, Clarín, La Política Online, La Izquierda Diario, Ámbito Financiero y LOP