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“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Nacionales - 28-04-2017 / 08:04
OTRA VEZ DE FURGÓN DE COLA DE LOS EE.UU.

Macri retornó al alineamiento incondicional con los yanquis

Macri retornó al alineamiento incondicional con los yanquis
Con la llegada de Macri al gobierno nacional se produjo un reforzamiento de la relación con de EE.UU. como actor fundamental en casi todas las áreas del estado. Estados Unidos es hoy un referente muy fuerte en materia de Defensa, Seguridad e Inteligencia. Pero, la poca trascendencia de la visita en la prensa estadounidense quedó reflejada en que la reunión no fue tapa de ningún diario. The New York Times ni siquiera puso el encuentro en el encabezado de su sección ‘World’.
Con la condena a Venezuela como bandera, Argentina retomó el alineamiento incondicional con EE.UU. en materia de Defensa y Seguridad. El presidente Mauricio Macri y su par yanqui, Donald Trump, coincidieron en sus críticas al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y acordaron "trabajar estrechamente para preservar las instituciones democráticas" en el país caribeño. El ansiado (en especial para el Gobierno argentino) encuentro encuadró a la Argentina como aliado regional del país del norte.
 
¿Qué consiguió Macri a cambio? Mientras el presidente argentino observaba a su anfitrión con una sonrisa de oreja a oreja y cierto embelesamiento en la mirada, el magnate yanqui lo llenó de elogios, le deseó lo mejor, pero no le resolvió la urgencia más importante de la relación bilateral: el freno a las importaciones de biodiesel, el principal producto que la Argentina vende a EE.UU. por cerca de 1.200 millones de dólares anuales. Práctico, Trump le propuso armar un "panel" para ver el tema. Un panel es una comisión y ya se sabe para que se arman las comisiones.
 
En el caso de los limones, Trump lo despachó con su broma sobre Corea del Norte, aunque en la delegación argentina afirmaban que en la reunión de Francisco Cabrera con Wilbur Ross se acordó levantar en los próximos días la prohibición del ingreso, aunque habría que tomarlo con pinzas hasta que se concrete la decisión. De cualquier manera el tema de los limones es más simbólico que importante en términos económicos: Se trata de un mercado potencial de u$s 50 millones, monedas comparado con lo que representa el biodiesel.
 
El lado positivo -total no cuesta plata- fue el apoyo de Trump al ingreso de Argentina a la OCDE. Cuando Macri le sacó el tema, rapidísimo, el magnate ordenó a su secretario de Estado, Rex Tiullerson, que de inmediato "apoyemos el ingreso de Argentina a la OCDE". En el fondo, Trump no cree en los organismos multilaterales a los que considera poco más que una burocracia costosa y decadente y vio en el aire la oportunidad de darle algo a Macri que no representa costo alguno. A diferencia de lo que busca instalar Cambiemos, quedó demostrado que Argentina no es un socio estratégico de EE.UU.
 
Sin muchos avances concretos que mostrar, el clima obviamente favorable a sus "reformas económicas" neoliberales dejó sumamente conforme a la comitiva argentina que mostró como hecho más trascendente que se logró "reencauzar" la relación entre ambos jefes de Estado luego de que, en la campaña electoral, la gestión Macri manifestara su apoyo a Hillary Clinton.
 
En resumen, Macri comprometió una Argentina metida de lleno como socia de los Estados Unidos en crisis globales que le quedan grandes. Nuestro país no tiene interés directo ni capacidad para ser parte en el conflicto de Corea. Tampoco en el del Mar Meridional de la China. O en la escalada entre Washington y Teherán, la guerra en Siria y el ISIS. Si no, recordemos cómo le fue a la participación de Menem en el conflicto del Medio Oriente. Pero, para Macri fue un día especial. "Maravilloso", lo describió extasiado.
 
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Macri en la Casa Blanca
 
Donald Trump le dice a cada uno lo que quiere escuchar, no importa si contradice lo afirmado con vehemencia poco tiempo antes. No hay dudas de que es un buen empresario y que ha sabido llevar a delante sus negocios, aunque presidir la primera potencia mundial es otra cosa.
 
El presidente norteamericano acaba de cumplir sus primeros cien días en la Casa Blanca con un fracaso tras otro. No pudo impedir que ciudadanos de siete naciones musulmanas ingresen a su país, falló en el Congreso su intento de eliminar el plan de salud de su antecesor Barack Obama y acaba de anunciar la postergación de la construcción del muro fronterizo con México, la base de su campaña racista y xenófoba que lo llevó al poder.
 
Hace un par de semanas recibió al presidente de China, país al que había acusado de manipular la moneda para beneficio propio. Pero a la hora de la verdad y de la realpolitik, dijo que las relaciones con el gigante asiático son excelentes y se quedó con la promesa de grandes inversiones chinas para la remodelación de la infraestructura civil de su país.
 
Ayer, Trump recibió a Macri, presidente de un país emergente con un intercambio comercial ínfimo respecto al de China. Casi fue una visita protocolar con dos ejes básicos para el país: que Estados Unidos permita la importación de limones y de biodiesel, frenados desde hace tiempo. En el primer caso, se trata de apenas unos 50 millones de dólares anuales de exportaciones de ese cítrico (anoche se logró levantar la restricción) y en el segundo de 1.240 millones de dólares.
 
Para poder tener una idea de qué representan esas cifras, el intercambio comercial entre Argentina y Estados Unidos durante el año pasado fue de 10.472 millones de dólares, con un saldo favorable para el país del norte de 2.101 millones.
 
El año pasado, Estados Unidos tuvo un déficit comercial con China de 347.000 millones de dólares. Exportó por 115.000 millones de dólares e importó mercaderías por 462.000 millones de dólares.
 
Esta abrumadora diferencia de volumen comercial entre Argentina y China no impidió que en el almuerzo que se le ofreció a Macri y a su esposa en la Casa Blanca se incluyera chorizo, una especie argentina que no tiene traducción y así fue escrita en el menú para sorpresa, seguramente, de quienes no conocen ese plato nacional muy popular.
 
Pero más allá del agasajo protocolar, de los números y de compartir un pasado amistoso antes de ser políticos, Macri y Trump tienen algunos puntos en común.
 
El presidente norteamericano, que hasta ahora no pudo cumplir casi ninguna promesa de su campaña electoral (más allá de una peligrosa escalada bélica que parece haber sido sólo una puesta en escena), se mantiene con altos niveles de popularidad entre quienes lo votaron. Los que lo hicieron por la demócrata Hillary Clinton deben haber profundizado su repudio por el republicano.
 
Mientras Macri y Trump paseaban por los jardines de la Casa Blanca, el diario The Washington Post, acusado por Trump de las peores barbaridades, publicó una encuesta reveladora. Según ese estudio, el 80 por ciento de los votantes del actual presidente cree que el principal problema en relación a la imagen del gobierno es que los medios de comunicación publican falsas historias y sólo un mínimo porcentaje afirma que las quejas de la Casa Blanca sobre coberturas tendenciosas son infundadas.
 
En la Argentina es imposible medir con transparencia a través de una encuesta (la gran mayoría han fallado sospechosamente una y otra vez) el pulso de los votantes de Macri a más de un año de gobierno, pero la marcha en favor del oficialismo de pocas semanas atrás es un indicio de que sigue teniendo respaldo pese a que como Trump muchas promesas de campaña no fueron cumplidas.
 
Trump ha anunciado poco antes de la llegada de Macri a Washington que propondrá reducir la carga impositiva a las empresas (también las suyas) del 35 al 15 por ciento en lo que llamó "la mayor reforma fiscal de la historia". Según los especialistas en economía del diario The New York Times, ese recorte implicará una baja en la recaudación federal de entre 3 a 7 trillones de dólares para la próxima década y sólo podría saldarse ese enorme bache con un crecimiento del PBI del 4.5 por ciento, más del doble de lo proyectado.
 
Macri en los casi 18 meses de gobierno produjo algunos retoques impositivos que han favorecido a determinados sectores de la economía, como la agroexportación o la minería, pero en cambio incumplió en eliminar por completo el impuesto a las Ganancias que pagan los trabajadores, entre otras cosas.
 
En el mundo del comercio internacional es imposible encontrar semejanzas entre ambos mandatarios, pero en algunas decisiones de política económica domésticas pueden encontrarse algunas coincidencias. Con el tiempo se verán si son acertadas o no.
 
Por Jorge Levit
 
Fuentes: La Capital, La Política Online, Página12, BAE Negocios y LOP
 

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Macri retornó al alineamiento incondicional con los yanquis
“Yo voy a hablarle de Corea del Norte, él va a hablarme de limones”, así sintetizó Donald Trump el tipo de relación que se plantea con la Argentina de Mauricio Macri, quien se mostró feliz ante los elogios del norteamericano. ¿Es positivo que Trump afirme que él quiere hablar de Corea del Norte y Macri de limones? En verdad, está precisando la distancia entre las agendas de ambos y lo está dejando a Macri en un plano menor.
27-03-2024 / 10:03
El ministro de Defensa, Luis Petri, cerró un acuerdo con su par  de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, por la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. Poulsen firmó y posó para la foto con Petri en el Edificio Libertador, pero detrás de cámara estaban también presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
 
Con la firma del acuerdo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei reafirma su alineamiento cipayo total con Estados Unidos, al concluir una reequipamiento que había quedado abierto desde la gestión de Alberto Fernández y que tenía como alternativa la compra de aviones de última generación  J-17 a China.
 
El ministro Petri no dejó dudas sobre el movimiento geopolítico al compartir en sus redes primero la comunicación oficial del Ministerio y luego una nota de Infobae con el título: "Con el apoyo de Estados Unidos, Argentina firmó una carta de intención con Dinamarca para comprar 24 aviones de combate F16".
 
El acuerdo se cerrará cuando Petri viaje a Copenhague a mediados de abril, donde se sellará el contrato para la adquisición de los 24 aviones F16, que el país aliado de la OTAN ya tiene en desuso para sus operaciones militares. Las naves fueron fabricadas por la empresa norteamericana Lockheed Martin y llegarían a la Argentina recién en diciembre, debido a que Dinamarca las entregará sin equipamiento ni armamento.
 
El reequipamiento de las naves quedará a cargo de Estados Unidos por un contrato de 40 millones de dólares, que será una donación de la administración Biden, según informaron desde Casa Rosada. Los aviones valen 300 millones y el armamento y la parte electrónica otros 300 millones, aunque Estados Unidos regala más o menos un 15 por ciento.
 
El acuerdo terminó de sellarse con la reciente visita del actual director de la CIA, William Burns, quien aterrizó en Buenos Aires la semana pasada para visitar la Casa Rosada y reunirse con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete. "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China", dijo Burns en la reunión de la semana pasada.
 
Antes de ese reciente encuentro, el presidente Milei recibió al secretario de Estado Antony Blinken en la Casa Rosada y poco después logró un breve encuentro con el candidato republicano y ex presidente Donald Trump.
 
La alineación sistémica de la Casa Rosada con Estados Unidos queda marcada con este acuerdo que cierra las puertas a la propuesta hecha por China para la adquisición de 34 aviones de guerra F17, mucho más modernos y más baratos. De esta manera, las Fuerzas Aéreas adquirirán los aviones F-16 dinamarqueses que están camino al desuso, al punto de que Bélgica se negó a venderle los F-16 a su aliado, Ucrania, porque no los consideró aptos.
 
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26-03-2024 / 08:03
En medio de confusiones, que obligaron a sacar un decreto correctivo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo estableció la nueva fórmula de movilidad de las jubilaciones por decreto sin pasar por el Congreso. Se actualizarán por la inflación de dos meses atrás, pero en el empalme quedará fijada la pérdida que provocó la mega devaluación de Milei, entre 25 y 30%, y seguirá congelada en ese piso histórico hacia el futuro. Con la jubilación mínima reducida a la mitad debido a la inflación (en febrero, comparada con el mismo mes del 2023 sin contar el bono), el Gobierno busca impedir cualquier tipo de recomposición limitando los aumentos solamente al índice de la inflación. Además la nueva fórmula de actualización no se aplicará a los bonos, dejando abierta la posibilidad de licuar aún más los magros ingresos de los jubilados.
 
Desde que asumió como presidente, Milei, viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional y reducir el déficit fiscal, pero ahora busca dejar asentado que los jubilados serán los garantes de su plan de ajuste. Este lunes el gobierno publicó un nuevo DNU cambiando la fórmula previsional para atar a los haberes a la inflación. El problema es que, en la actualidad, la jubilación mínima (que cobran la mayoría de los jubilados) no llega a cubrir ni el 30 % de la canasta básica de los adultos mayores y sin ningún mecanismo de recomposición no habría forma de revertirlo.
 
La modificación de la fórmula previsional era parte de la Ley Ómnibus, pero habiendo sido rechazada en el Congreso, desde el oficialismo decidieron realizarla por un nuevo DNU. La "urgencia" del gobierno se debe a que habiendo pasado el pico inflacionario de diciembre y enero, la fórmula vigente generaría aumentos mayores de los que están dispuestos a otorgar. Caputo, desde el Ministerio de Economía, viene aprovechando el método de actualización trimestral actual para licuar las jubilaciones y ahora pretende mantener el robo realizado con el cambio de la fórmula.
 
En medio de la polémica que se generó por el nuevo DNU, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, criticó al Gobierno de Milei, y a la medida. Según dijo el dirigente peronista, "es impresionante, la decisión de Milei es que el ajuste no recaiga en la casta sino en los jubilados" y agregó: "Es un atraco a los jubilados... Es consolidar una baja que ya se produjo, y ahora ir ajustándola en base a los precios cuando ya el guadañazo se lo dieron al bolsillo de ellos".
 
La propuesta es que las jubilaciones aumenten mensualmente por el IPC de dos meses atrás. Si bien a priori parecería superadora, el empalme provocará una profundización de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de, por lo menos, 25 por ciento. La verdadera trampa se encuentra en el empalme es decir en los meses de transición entre una fórmula a otra. Desde abril, el gobierno decidió comenzar a dar aumentos por IPC "a cuenta" del resultado de la próxima fórmula de movilidad vigente en junio.
 
Con la nueva fórmula jubilatoria, Milei sumó resistencias en la oposición dialoguista. Varios legisladores de ese sector se expresaron contra la nueva fórmula de movilidad, que se suponía que discutirían en el Congreso. El Ejecutivo suma contratiempos en la negociación por la nueva ley Bases que el ministro Guillermo Francos buscará recomponer en un encuentro con mandatarios del Norte Grande.
 
La Opinión Popular
 

25-03-2024 / 07:03
Con una movilización histórica, organismos de DDHH reivindicaron la cifra de 30.000 desaparecidos. La marcha del 24M, que congregó a una multitud en la Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país, al cumplirse 48 años del último golpe cívico militar genocida, se convirtió en la tercera gran manifestación callejera contra el gobierno neoliberal anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. El Presidente fue principal blanco de críticas de los organismos de Derechos Humanos, el peronismo, movimientos sociales y la CGT.
 
Como en la huelga general del 24 de enero, y la movilización del 8M, numerosas columnas de organizaciones y miles de personas auto convocadas se volcaron a las calles para repudiar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar y reafirmar la consigna del Nunca Más. También ratificaron la cifra de 30 mil personas desaparecidas, número que el gobierno libertario puso en duda. En el documento final de la marcha, que leyó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los organismos de derechos humanos reclamaron una ley contra el negacionismo de los crímenes de la dictadura.
 
Junto a esas consignas vinculadas a derechos humanos, la marcha estuvo atravesada por consignas contra las políticas del gobierno libertario y su siniestro plan de ajuste neoliberal. El 24M fue el tercer gran hito callejero contra el gobierno de ultraderecha. "Milei, basura, vos sos la dictadura", "El que no salta votó a Milei", "No se vende, la patria no se vende" y "Fueron 30 mil de verdad", concurrieron los canticos y las consignas que más se repitieron en la Plaza, donde además se colgaron banderas contra Victoria Villarruel, por su cercanía con los represores condenados por lesa humanidad.
 
El peronismo mostró un gran despliegue de movilización. Por Diagonal Sur, los gremios de la CGT y el Movimiento Evita coparon varias cuadras junto a la UTEP y apenas pudieron ingresar a la Plaza. Por Diagonal Norte, y después de caminar 13 kilómetros desde la ex ESMA, La Cámpora llegó pasado el mediodía en una columna encabezada por Máximo Kirchner. En tanto, el gobernador Axel Kicillof llegó junto a su gabinete y los intendentes del conurbano.
 
Fue una gran convocatoria que los medios hegemónicos tratarán de ignorar, y que respondió a la provocación del gobierno, que unió a la CGT, al peronismo, los movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles y al movimiento de derechos humanos. La idea de derechos humanos encaja con la idea de justicia social, de país solidario, de trabajo y retribuciones justas, de protección a los niños, a los enfermos y a los ancianos, de hazañas científicas y culturales.
 
No encaja con la justificación de la dictadura, con el intento de que los jubilados crean que ganan poco por culpa de los de la moratoria y que los trabajadores se enfurezcan con los desocupados porque reciben un aporte sin trabajar. No encaja con el país donde los únicos que ganan son los ricos, como procuran las políticas de Milei. Los ricos son "héroes" para Milei y los beneficiarios de sus políticas.
 
Los cientos de miles que desbordaron la Plaza de Mayo, las diagonales y la Avenida de Mayo están enlazados, hermanados, con los miles que se movilizaron en otras ciudades del país, y con los miles y miles que desde sus casas confluyen en la angustia de la pobreza, la amenaza del desempleo y el hambre o la destrucción de comercios y empresas. Hay vías comunicantes por las que fluye una energía que alimenta resistencias, rebeldías y esperanzas.
 
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24-03-2024 / 08:03
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

23-03-2024 / 08:03
A pocos días de lo que se espera será el mayor acto de masas para repudiar al golpe del 24 de marzo de 1976, una hija de desaparecidos fue atacada en su domicilio, la editorial Marea, que publica libros sobre derechos humanos sufrió la embestida brutal de 800 mensajes de odio y Estela de Carlotto denunció que su teléfono estaba intervenido.
 
La defensora de la dictadura, Victoria Villarruel, apareció en una entrevista y el gobierno prepara un video con la tesis de los amigos de los genocidas: "Hubo una guerra donde se produjeron excesos".
 
Durante la semana que pasó circuló la versión de tanteos del gobierno en el ámbito judicial para indultar a los genocidas. Pero antes de que la versión se extendiera, la Cámara de Casación advirtió que, por ley, los delitos de lesa humanidad no se pueden indultar.
 
Aunque no haya indulto, la intención oficial quedó en evidencia. Fue también la confirmación de que este gobierno, además de coincidir con la dictadura en su propuesta económica neoliberal, también comparte el sesgo autoritario del golpismo, al justificarlo y querer perdonarlo.
 
El negacionismo y la idea de la "justicia tuerta" surgieron de la imposibilidad de negar las aberraciones cometidas por los represores durante la dictadura cívico-militar que comenzó el 24 de marzo de 1976.
 
A esta altura son inocultables e indefendibles los secuestros, la tortura, la violación a mujeres indefensas, el botín de guerra que se sacaba a los prisioneros, la apropiación de sus hijos y el lanzamiento de personas vivas desde aviones, como parte de un plan sistemático. No pueden decir que eso no existió. Entonces discuten la cantidad, si nueve mil o 30 mil, cuando en realidad, el horror y la responsabilidad por esos crímenes no varían por su cantidad.
 
Un militar que se rebajó a torturar o a violar a una prisionera en la mesa de tortura tendría que ser una vergüenza para sus camaradas. El secuestro y el asesinato sin juicio no pueden ser aceptados por la sociedad. La apropiación de los hijos de los prisioneros que después serían desaparecidos constituyó un acto repugnante, que debería ser repudiado por los militares que no lo hicieron.
 
Y si querían juzgar a sus enemigos, deberían haberlo hecho en vez de asesinarlos y desaparecerlos sin darles el derecho a un juicio justo. Porque, a diferencia de lo que hicieron los genocidas, sus enemigos eran civiles que no actuaban usurpando el Estado y, por lo tanto, cualquier cosa que quieran juzgar ahora ya está prescripta para la ley.
 
Los que no prescriben son los delitos cometidos desde el poder político, ya sea una dictadura o un gobierno surgido de elecciones. Está planteado así porque es claro que --mientras no cambie-- el poder protegerá a los delincuentes y por lo tanto no hay plazos de prescripción.
 

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