Nacionales - 21-02-2017 / 09:02
EL PARTIDO JUSTICIALISTA SE SUMÓ A LA DEFENSA DE LA INDUSTRIA NACIONAL Y EL EMPLEO
El PJ nacional, sin los K, expresó su apoyo a la CGT y marcharán juntos contra Macri
Después de haber logrado el apoyo a la conducción del PJ a la marcha del próximo 7 de marzo, la CGT difundió un duro pronunciamiento en el que cuestionó las políticas económicas del Gobierno y reclamó la implementación de un programa industrial, comercial y destinado a contener los aumentos de precios para evitar el deterioro de los salarios de los trabajadores y garantizar la recuperación del empleo. El texto, titulado "Sin mercado interno no hay desarrollo posible", el consejo directivo de la central obrera solicitó a Mauricio Macri "una política económica orientada hacia el crecimiento del empleo y el poder de compra de los salarios, jubilaciones, pensiones y beneficios sociales". Y planteó la necesidad de "un programa destinado a contener la inflación con metas anuales y que ataque las verdaderas causas de los aumentos de precios", así como "poner en marcha un plan estratégico de infraestructura nacional con énfasis en las economías regionales, con metas y tiempos de ejecución claros".
El Partido Justicialista nacional dio su apoyo "orgánico e institucional" a la marcha obrera del 7 de marzo. Tras reunirse con los dirigentes de la CGT, la conducción del peronismo respaldó la jornada que, convocada con la consigna "en defensa de la industria nacional y el empleo", será la primera protesta de la central obrera luego del fracasado "Compromiso para frenar los despidos" firmado con los principales grupos empresarios y el gobierno de Mauricio Macri.
La marcha contra el gobierno de Macri ya tiene la adhesión de las CTA, los gremios del transporte, los movimientos sociales, las organizaciones que nuclean a las PYMEs y las cámaras del sector industrial de la Confederación General Empresaria (Cgera), y ahora va en busca de sumar a las fuerzas políticas.
El encuentro se realizó en la sede histórica del PJ. Estuvieron el titular del partido, José Luis Gioja, el ex candidato Daniel Scioli, el senador Miguel Ángel Pichetto -jefe de bloque del FpV-, el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y el del PJ Capital, Víctor Santa María, entre otras figuras de la mesa de conducción del peronismo. Desde el sector del kirchnerismo duro no hubo nadie presente. El triunvirato que conduce la CGT -Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid- llegó acompañado por otros secretarios generales, como Andrés Rodríguez (UPCN), Sergio Romero (de los docentes de UDA) y Rodolfo Daer (Alimentación).
Se habló de los despidos ("seis mil en enero, sólo en los sectores industriales", dijo Héctor Daer), las suspensiones y la intención del equipo económico de ponerle un techo del 20% a las negociaciones paritarias. Sobre la pérdida de fuentes de trabajo, los dirigentes sindicales criticaron la apertura indiscriminada de las importaciones, la suba de las tarifas y la caída del consumo como un combo imposible de soportar para las empresas del sector manufacturero y las Pymes.
Espinoza describió un panorama sombrío de lo que se vive en La Matanza por la destrucción del empleo formal y sus efectos en la caída de la economía informal. "El peronismo decidió acompañar la marcha de la CGT para reclamar al presidente Macri que cambie este rumbo que sólo beneficia a los más ricos", declaró, anticipando que hay decisión del PJ bonaerense de sumarse activamente a la movida.
La gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, sumó al panorama el conflicto docente y se quejó de la difícil situación en que quedaron los gobernadores luego de que el macrismo suspendió la paritaria nacional y dejó solas a las provincias en las negociaciones salariales. La mandataria apuntó a la contradicción de apoyar la lucha de los trabajadores para que no haya despidos ni techo en las paritarias, y tener que decirle a los docentes en la paritaria provincial que no van a aumentarles el sueldo.
Para después de la marcha, la CGT anunció un paro general -el primero de la organización contra el gobierno de Macri-, que todavía no tiene fecha, aunque lo ubican en la segunda quincena de marzo.
La Opinión Popular
INDUSTRIALES Y BARRIONUEVO VERSUS "GORDOS" Y TRANSPORTISTAS
CGT fortalece marcha y debate si hace paro
La CGT decidió concentrar sus esfuerzos en la marcha del 7 de marzo para repudiar los despidos y la apertura de importaciones y mantener la incógnita respecto del paro nacional, como última instancia de negociación con el Gobierno. La huelga, hasta ayer, pasó a ser la divisoria entre los dirigentes que la creen resuelta e indetenible y quienes la exhiben como amenaza a ser desactivada en una mesa de conciliación con funcionarios.
Las posiciones alumbraron dos grupos: los lanzados a una escalada de protestas contra la administración de Mauricio Macri para torcer el rumbo y obligarlo a dar marcha atrás con su política de comercio exterior -en general de sectores industriales- por un lado, y los sindicatos de servicios y del transporte, enfrascados en negociaciones abiertas con el Gobierno, por otro.
Mientras tanto, y como informó ayer este diario, el triunvirato de la central sindical, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, se abocó a una agenda de encuentros multisectoriales para darle mayor volumen a la movilización pautada hacia el Ministerio de la Producción, y sobre la cual no existen disidencias internas. A partir de esa homogeneidad la CGT comenzó su raid ayer con la jefatura del PJ y seguirá hoy con otras agrupaciones políticas y sociales.
La marcha, inicialmente convocada por los gremios industriales, terminó instalada como la principal medida a corto plazo del movimiento obrero. En la mesa chica dan por hecho que será masiva a partir del compromiso asumido por todos los sectores internos de participar con volumen de afiliados.
Hasta ese punto llegan las coincidencias. Para después del 7 de marzo se abren las incógnitas. La necesidad de dar un paso más en ese plan de acción a través de una huelga es una certeza entre gremios de la industria como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), principal afectado por la eliminación de los aranceles de importación de productos informáticos. Coinciden otros sectores productivos como el calzado o la industria textil y del cuero. Mañana esas organizaciones harán un plenario en CGT.
Entre los sectores decididos a llegar al paro se encuentra el que coordina Luis Barrionuevo. El gastronómico, más allá de obvias razones de reducción de la actividad económica en su rubro y de pérdida constante del poder adquisitivo para sus afiliados, vio una merma de su influencia en el entorno de Macri.
Por razones políticas e ideológicas -distintas de las de Barrionuevo- también están embarcados en la huelga los sindicatos que integran la Corriente Federal, como la Asociación Bancaria, los gráficos y los docentes privados, referenciados con Cristina de Kirchner.
En el Gobierno, en tanto, confían en el segmento más negociador de la CGT para revertir la huelga. A la cabeza de este grupo se encuentran los "gordos" de los grandes gremios de servicios, como el tándem Carlos West Ocampo y Héctor Daer, de Sanidad, y Armando Cavalieri, de Comercio. Ambos gremios no sufrieron una merma significativa en su nivel de empleo y tienen pendiente negociar sus paritarias.
En una situación similar están los "independientes" Andrés Rodríguez (estatales), Gerardo Martínez (albañiles) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), eternos negociadores con todas las administraciones. Si bien Martínez dijo la semana pasada que al paro sólo le restaba la fecha, Rodríguez comentó ayer que esa instancia sólo se ejecutará de no haber una respuesta del Gobierno a la movilización del 7 de marzo.
Los funcionarios también apuestan a mantener una negociación sectorial con los sindicatos del transporte agrupados en la CATT. Con ellos y con otros gremios del mismo rubro se reunió la semana pasada el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, para garantizarles inversiones y crecimiento en el nivel de empleo. Además del líder de la CATT, el portuario Schmid (triunviro de la CGT), el poder de este grupo se concentra en el colectivero Roberto Fernández (UTA), el maquinista ferroviario Omar Maturano y el camionero Hugo Moyano.
Hasta anoche en la CATT se inclinaban más hacia la línea de "acompañar solidariamente el paro" incluso sin haber sido particulares perjudicados de la política económica del Ejecutivo, aunque con el planteo de hacer la medida por 24 horas sin movilización. Creen los dirigentes que para una marcha durante una huelga deberían trabajar sus afiliados, que de todos modos serán claves para sostener una suspensión general de actividades.
Por Mariano Martín
Fuentes: Ámbito Financiero, Página12, Urgente24 y LOP