Paraná - 10-02-2017 / 16:02
RECLAMOS
Marcharon contra el “vaciamiento cultural” en la gestión municipal paranaense
Marcharon contra el “vaciamiento cultural” en la gestión municipal paranaense. Foto: El Diario
Minutos después de las 10 de ayer, una nutrida movilización convocada por la Asamblea por el Derecho a la Cultura marchó por el centro de la ciudad de Paraná. La misma, expresión de disconformidad de un vasto sector del quehacer artístico y cultural paranaense con la gestión de la Secretaría de Cultura Municipal, avanzó desde plaza Alvear hasta plaza 1º de Mayo, donde concluyó.
Durante una hora y media, más de 300 participantes -con prendas y accesorios de color rojo, consigna previa al encuentro- se movilizaron por la peatonal de la ciudad. En la marcha corearon consignas y exhibieron pancartas con textos -que sintetizan consensos y acuerdos del colectivo- como 'la cultura no es un evento', 'Talleres en los barrios', '¡Despierta cultura!' y '¡La cultura es un derecho!'. Por pedido de los organizadores, no hubo carteles ni banderas de agrupación política o gremial alguna.
Con inteligencia, ingenio, mucha alegría y en un clima festivo, el grupo avanzó por las calles al ritmo que puso una batucada. En el trayecto, los asambleístas y participantes invitaron a los vecinos que transitaban por la peatonal a sumarse y acompañar la caminata y repartieron volantes en los cuales dieron a conocer puntos centrales de sus reclamos.
Con el aporte de músicos, artistas circences, plásticos, actores, gestores culturales, fotógrafos, talleristas, además de docentes y público en general, el colorido y variopinto colectivo transitó con algarabía el circuito de cinco cuadras. De acuerdo a un programa establecido previamente, hubo paradas en cada esquina. Allí se realizó una simbólica intervención, para indicar que la cultura despertaba en la ciudad.
La marcha concluyó en la intersección de Urquiza y Corrientes. Frente al ingreso al Palacio Municipal, los asambleístas se desplegaron en círculo con coloridas pancartas, carteles a los que se sumaron zancos, malabares y danza.
En el lugar se corearon consignas y luego, en un alarde de humor e ironía, se entonó el clásico de Zitarrosa, Duerme Negrito, con modificaciones en el texto de la letra de la canción que aludían al diagnóstico que los asambleístas tienen de la situación en la ciudad y daban cuenta de la protesta y el reclamo.
Luego autores jóvenes de la ciudad leyeron textos breves y poemas que aludían a la situación en el sector y finalmente se concretó la lectura de los reclamos consensuados en los seis encuentros previos realizados por la Asamblea.
La lectura del texto fue enmarcada por aplausos y la consigna 'despierta cultura' coreada a viva voz. En ese marco se reiteró el pedido de renuncia a la actual titular de Cultura Municipal, Magda Varisco.
En el final se leyó un nutrido grupo de adhesiones y se convocó a la próxima reunión de la Asamblea, que se realizará en plaza Alberdi, el lunes a las 19.
ENFOQUE ESTRATÉGICO
La asamblea, expresión visible de un vasto sector del quehacer artístico y cultural de la ciudad, aspira a ser un espacio de consulta permanente para funcionarios y entes estatales. Un reclamo que se enfoca en el largo plazo, en el diseño de políticas para el sector con una perspectiva estratégica.
En tal sentido, Horacio Lapunzina caracterizó a la protesta como una manifestación espontánea del reclamo de integrantes del sector. "Marchamos para hacer visible nuestro pesar y enojo por todas las cosas que nos faltan", dijo el músico a EL DIARIO. Y expresó que "se trata de reclamar canales que hagan concreta la idea de democracia participativa, fundamentalmente en el sector de la cultura" y, asimismo "solicitar políticas culturales más inclusivas y participativas".
En tal sentido, remarcó también la intención de posicionar a la Asamblea como un ámbito de consulta, un órgano consultivo que pueda participar en las decisiones y permita romper inercia de las gestiones culturales. "No funciona más esa metodología que deciden implementar las sucesivas gestiones en cuanto a llevar adelante políticas culturales con un perfil partidario o clientelista, sin consultar a los actores del sector. De lo contrario, siempre caemos en lo mismo, los artistas enfrentados con las gestiones culturales. La consulta a los sectores es algo saludable para la democracia".
Fuente: EL DIARIO