Nacionales - 16-01-2017 / 08:01
LA MEJORA DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA APARECE CÓMO UN OBJETIVO CLAVE EN EL AÑO ELECTORAL
¿Y si en 2017 tampoco llega la reactivación de la economía?
¿LLEGARÁ FINALMENTE LA REACTIVACIÓN EN EL “TERCER SEMESTRE”? A pesar que 2017 es un año electoral, no está tan claro que el salario le vaya a ganar a la inflación. No hay señales ni del gobierno, que dejó trascender cuál es el techo que pretende para las paritarias (20%), ni de los empresarios. En un 2016 con rentabilidades en baja para la mayoría de las actividades mano de obra intensiva, con excepción del sector financiero, cuál será la motivación microeconómica de la mayoría de las empresas de incrementar sus costos en 2017 con aumentos salariales por encima de la inflación prevista. Es un interrogante que eluden abordar los funcionarios macristas y los vendedores de informes económicos de coyuntura.
La idea de que sí o sí la economía se reactivará este año forma parte de la apuesta de Mauricio Macri para ganar las elecciones. De esa apuesta participan también la mayoría de los economistas que no están en el Gobierno, que ubican entre 3 y 5% el crecimiento para este año.
El Gobierno, curiosamente, no es el más optimista en cuanto a pronóstico (el Presupuesto dice que habrá una mejora de 3,5%) y exalta la estimación de Miguel Bein que lidera el ranking con el 5%. Bein asegura que dos puntos provendrán de la mayor inversión en obras públicas y un 3% de la mejora en la actividad estará determinado porque el aumento de los salarios le gane a la inflación. Y ahí está la clave de la duda.
También dicen que ya los salarios le están ganando a la inflación mientras el consumo general continúa retrocediendo; que aparecen brotes verdes donde no los hay; que la producción agropecuaria será record sin evaluar el impacto en la cosecha de la inundación y la sequía; que la obra pública ya arrancó cuando todavía no hay indicio de ello...
Además, dicen que el dinero del blanqueo se volcará en compras de inmuebles y de títulos públicos; qué disminuirá el déficit fiscal cuando el descalabro de las cuentas se profundiza y que las exportaciones se recuperarán con el esperado repunte de la economía brasileña que sigue en recesión... El país de las maravillas.
La mayoría de los economistas y consultores de la city va camino a reiterar en este año el fracaso de sus pronósticos 2016. Habían asegurado que la economía iba a crecer, que la inflación no sería tan elevada y que se reduciría el desequilibrio de las cuentas públicas, entre otros errores de predicción.
Si se recorre la línea argumental de esa secta de economistas acerca de la evolución económica 2017 sólo hay que esperar otro año de ajuste. Que será maquillado por el inmenso dispositivo macrista de propaganda público-privado que se dedicará a difundir variaciones positivas de indicadores que, en caso de registrarse, serán consecuencia de la ilusión de compararlos contra niveles muy deprimidos de 2016.
Con una meta de inflación del 17% definida en el Presupuesto que a poco de empezar el año ya se ha convertido en un dibujo y con la pretensión oficial de condicionar las paritarias con un techo del 20% anual, el consumo global, la variable clave del crecimiento de la economía, seguirá siendo castigado.
El esquema básico de razonamiento de los macristas es el siguiente: el dólar subirá menos que la inflación y los salarios más porque así se hizo en los últimos años impares, cuando hubo elecciones porque esa ha sido la estrategia del oficialismo para ganar. Es un análisis repetido por muchos que lo presentan como la táctica electoral salvadora, pero es una especulación equivocada porque los resultados de tres de los últimos cuatro comicios no fue satisfactorio para la fuerza política que estaba gobernando.
La Opinión Popular
La idea de que sí o sí la economía se reactivará este año forma parte de la apuesta oficial para terminar con cinco años de pleno estancamiento y retroceso.
De esa apuesta participan también la mayoría de los economistas que no están en el Gobierno, que ubican entre 3 y 5 por ciento el dato de crecimiento para este año.
El Gobierno, curiosamente, no es el más optimista en cuanto a pronóstico (el Presupuesto dice que habrá una mejora de 3,5%) y exalta la estimación de Miguel Bein que lidera el ranking con el 5%.
Bein, fundamentó su pronóstico en un programa de TV diciendo que ese cinco por ciento responde a dos fuerzas. Dijo que dos puntos provendrán de la mayor inversión en obras públicas que el Gobierno, especialmente en la provincia de Buenos Aires, está tratando de acelerar al máximo.
En ese punto hay que recordar el aporte de $25.000 millones que ya la Nación le pasó al gobierno de María Eugenia Vidal y que mereció la crítica del resto de los gobernadores.
Pero volviendo a la reactivación, el ex asesor de Daniel Scioli, ahora muy elogiado por la Casa Rosada, atribuye los otros tres puntos de crecimiento a un tema de importancia medular para este año. Según Bein un 3% de la mejora en la actividad estará determinado porque el hecho de que el aumento de los salarios le gane a la inflación. Y ahí está la clave de la duda.
Un escenario ideal para el Gobierno sería que la inflación se ubique en 17% como lo desea el presidente del Banco Central (Federico Sturzenegger desborda de optimismo después del 1,2% de suba del costo de vida en diciembre, el menor porcentaje en años) y que el incremento salarial promedio que surja de las paritarias sea 20%.
Pero el partido recién empieza y el último pronóstico del Relevamiento de Expectativas del Mercado ubicó en 21% el primer pronóstico cercano de inflación para el año. Ese 21% choca con lo que viene diciendo el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que insiste en que buscarán que las paritarias no superen el 18%.
Si se cumpliesen los deseos de Triaca, correría riesgo la posibilidad de repuntar el consumo.
Desde ya que se trata de deseos, de números previos a que empiece a jugarse el partido que, en el mundo real de las paritarias, arranca en febrero cuando el líder de los docentes bonaerenses, Roberto Baradel, se para frente a las cámaras de TV y lanza su amenaza de que corre riesgo el inicio de las clases en el caso de no tener un aumento, siempre, varias veces superior a lo que le proponen los funcionarios.
Así, el Gobierno enfrenta la dicotomía de querer bajar la suba que surja de las paritarias para contribuir a serenar las expectativas de inflación pero, a la vez, podría poner en riesgo el objetivo de reactivar la economía.
El consumo explica más de 80% de la actividad económica y no se visualizan otros motores capaces de revivir la economía aunque la estadística le juegue a favor.
De este mes en adelante es probable que los datos de actividad comiencen a mostrar mejoras en la medición anual ya que se comparan con los del primer semestre de 2016 cuando empezó a derramar con fuerza la devaluación en contra del poder de compra de los salarios.
En enero de 2016 las preocupaciones económicas giraban en torno al traslado del salto de 60% del dólar en noviembre sobre los precios de los alimentos. Y todavía estaba en un proceso incipiente la llegada de dólares después del levantamiento del cepo cambiario y la eliminación y rebaja de las retenciones a las exportaciones de granos.
Ahora dólares no faltan (el blanqueo superó las expectativas de todos con más de US$100.000 millones y el trigo tuvo una buena campaña). Además, el Gobierno ya anunció que saldrá a buscar este año 20.000 millones de dólares.
El poderoso banco de inversión norteamericano, JP Morgan, en un informe de la semana pasada sobre Argentina, dijo que el Gobierno apuntará a conseguir entre 6.000 y 8.000 millones de dólares en los próximos días. Y si el Morgan lo dice (formaría parte del selecto grupo de los siete bancos con que negocia el ministro de Finanzas, Luis Caputo) seguramente es porque habrá tanteado sus posibilidades de vender esos volúmenes de bonos en el corto plazo.
Y eso, a pesar de la suba de la tasa de interés en EE.UU. y la incertidumbre que rodea los primeros pasos de Donald Trump cuando asuma la presidencia el próximo viernes.
Por Daniel Fernández Canedo
Por Alfredo Zaiat
Fuentes: Clarín, La Nación, Página12 y LOP