Nacionales - 20-10-2016 / 08:10
TODAS MOVILIZADAS POR #NIUNAMENOS
Una multitud de mujeres reclamó en todo el país contra la violencia machista y los femicidios
#MiércolesNegro. Decenas de miles de argentinas se movilizaron en todo el país para reclamar una solución a la violencia contra las mujeres, luego de una serie de asesinatos que conmovieron a la opinión pública en las últimas semanas. En Buenos Aires, una multitud marchó bajo la lluvia por las calles bajo la consigna #NiUnaMenos para demandar un freno a los feminicidios y las agresiones a mujeres, en una protesta que se replicó en otras ciudades del país y de América Latina, donde la violencia de género es un problema arraigado.
La sudestada que azotó Buenos Aires no impidió que 100 mil personas se movilizaran a la Plaza de Mayo este miércoles. Lo hicieron contra los femicidios y la violencia machista. La movilización de Buenos Aires no fue la única. También masivas fueron las marchas que se realizaron en otras ciudades de América Latina y del país como Córdoba, Mendoza, Rosario o Mar del Plata, donde participó la familia de la joven Lucía Pérez.
La semana pasada, la sociedad fue sacudida por el macabro crimen de Lucía Pérez, una adolescente de 16 años que fue asesinada tras ser sometida a brutales vejámenes sexuales y empalada en la ciudad de Mar del Plata. Dos hombres han sido detenidos, acusados de ser los autores del crimen.
Los manifestantes, entre ellos muchas mujeres vestidas de negro en homenaje a las víctimas, llevaban carteles con mensajes antimachistas y detalles de casos de violencia de género y entonaban el cántico: "Ni una menos/vivas nos queremos". "No puede haber más feminicidios. Crecen, son más cruentos, más perversos", dijo la jueza de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco.
Cada 30 horas una mujer es asesinada en Argentina, según datos del organismo especializado La Casa del Encuentro. De acuerdo con las estadísticas, en lo que va de 2016, fueron asesinadas 227 mujeres en el país como consecuencia de violencia machista. Según la organización Mumalá, en lo que va del mes, 20 mujeres fueron asesinadas en el país.
La movilización fue precedida por "huelga de mujeres" de una hora, durante la cual miles de trabajadoras abandonaron sus actividades para apoyar simbólicamente la causa, compartir sus imágenes en redes sociales o protestar en las calles. Muchas oficinas públicas limitaron su operatoria en adhesión al paro contra la violencia de género.
El mundo entero mira con asombro este fenómeno inédito que se está desarrollando en Argentina, donde a la violencia machista se le opone un enorme movimiento de masas. Son los agravios y sufrimientos padecidos cotidianamente por las mujeres de los sectores populares. Allí radica su fuerza vital. La que empuja a no quedarse en el dolor, sino a transformarse en sujetos de la lucha por acabar con el machismo.
Todos debemos entender que la acción de utilizar la fuerza y la intimidación para conseguir algo es violencia. Es una herramienta de poder que se ejercita contra el más débil para someterlo. Está presente en todos los estratos sociales y no hace diferencia de edades. Sus principales víctimas son los niños, los ancianos y las mujeres.
La violencia se transmite de generación en generación. Esta no se ejercita solamente contra la mujer mediante los golpes o el crimen, también a través del acoso sexual, la discriminación, la humillación. Vivimos en una sociedad cada vez más sorda y agresiva, donde la violencia contra la mujer es el recurso preferido de los cobardes.
La Opinión Popular
LA MASIVA MOVILIZACIÓN DEL #MIÉRCOLESNEGRO
Las mujeres tomaron la calle bajo la lluvia para ponerle freno a la violencia machista
"No quiero caminar con miedo, quiero andar tranquila pensando que nadie me hará daño". "No nos maten más". "Somos el grito de las que no tienen voz". "Tocan a una y saltamos todas". "Juntas somos infinitas". Las mujeres se vistieron de negro, pintaron carteles, tomaron las calles, cantaron. La impaciencia y el hartazgo ante el horror de los femicidios cotidianos las volvieron a reunir en el grito terminal de ¡Ni una menos, vivas nos queremos! Grito que se repite sin que nada cambie. Ya hubo dos marchas multitudinarias y los asesinatos siguen. Ayer las mujeres volvieron a decir basta y armaron la primera huelga de mujeres en Latinoamérica. De 13 a 14 hicieron paro. Y a la tarde se movilizaron en todo el país. En Buenos Aires, las mujeres caminaron desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo, que quedó desbordada a pesar de la lluvia, del viento.
La saña en el asesinato de Lucía Pérez fue el colmo. A esta chica de 16 años la drogaron, la violaron, la empalaron y la dejaron en una guardia simulando una sobredosis diez días atrás. Fue en Mar del Plata, en el mismo momento en que más de 70.000 mujeres se reunían en Rosario tratando de construir otro futuro desde la educación, el diálogo y la lucha. Porque lo que reclaman las mujeres desde hace muchos años es igualdad, equidad. Pero esos reclamos quedan tapados ante la violencia de los golpes y los asesinatos. Hay un femicidio cada 30 horas en Argentina. Ayer mismo hubo uno en Tucumán. Una mujer de 42 años fue asesinada por su ex: la esperó a que saliera del trabajo, le pegó con un palo y la apuñaló dos veces.
"Esto nos atraviesa cotidianamente, no podemos permitirlo más. Estas marchas están muy bien porque visibilizan el conflicto", dice Larisa, 40 años, empleada del Ministerio de Cultura, productora de teatro, investigadora. Maia, de 7 años, no le suelta la mano. La nena ve la tele, escucha, pregunta. "Es difícil hablar de estos temas con los hijos, pero yo le hablo, le cuento", dice Larisa.
También está su mamá, la abuela, Débora, 63 años, empleada de un banco: "Hay que tomar conciencia. Las mujeres somos las que criamos a los hijos, a los machistas también. Va a llevar tiempo pero tenemos que cambiar las cosas". Las tres, vestidas de negro, se pierden entre la multitud de este miércoles negro. Ese color ayer pintó labios, rostros, calles y avenidas.
"Un aplauso para nosotras mismas", dijo una de las organizadoras cuando ya eran más de las siete de la tarde y la plaza eran un enjambre. Para ellas, había 100 mil mujeres; para la Policía, fueron unas 25 mil. Como sea, las mujeres salieron a las calles sin pedir permiso: el paro y la movilización se replicó en varios países latinoamericanos, como México, Chile y Uruguay.
"Estoy acá porque no quiero ni una menos. Debe ser un cambio cultural y de la sociedad. Las mujeres quieren avanzar y los machistas no se lo bancan, están asesinando más que nunca", dice a Clarín Gustavo Melman con la foto como collar de su hija Natalia, asesinada en Miramar cuando tenía 15 años.
Ayer marcharon maestras, desempleadas, amas de casa, investigadoras. Muchas muy jóvenes. Hubo hombres también, menos, acompañando. El "Ni Una menos, vivas nos queremos" es lo urgente. Como otras consignas que también luchan contra la muerte: "Aborto legal para no morir" o "Sin clientes no hay trata". Por debajo están los reclamos históricos: las mujeres ganan un 27% menos que los varones por el mismo trabajo, el 76% del trabajo no remunerado lo hacen las mujeres. "Estamos de luto pero estamos en lucha", dijeron las organizadoras de una jornada que estuvo acompañada por más de 50 organizaciones sociales, sindicales y artísticas.
Las oradoras hablaron desde un escenario montado en la caja de un camión. En la cabina lucía una frase color rosa que enfureció a un grupo que intentó borrarla sin éxito: "Capacidad máxima: 2 putas, 100% mujeriego". Falta mucho.
Por Mariana Iglesias
Fuentes: Clarín, La Gaceta, Página12, La Izquierda Diario y LOP