Nacionales - 01-10-2016 / 12:10
EL PRESIDENTE LES HABLO DIEZ MINUTOS A 1872 INTENDENTES
Macri con intendentes: ¿Volvió el látigo y la billetera?
Rogelio Frigerio, Mauricio Macri y Marcos Peña registraron el encuentro multitudinario, una superproducción para una selfie, dos mil intendentes y no mucho más. Macri convocó al diálogo a jefes comunales de todo el país, en su mayoría peronistas. Desde la oposición reclamaron efectivo, avances concretos y alertaron sobre la situación social. Es que las promesas de obras están, muchos convenios ya tienen la firma, pero la plata todavía no llega.
En Tecnópolis, Mauricio Macri convocó a los jefes comunales, en su mayoría peronistas, para pedirles "menos enfrentamiento y más consenso". Acudieron los oficilialistas de Cambiemos y los peronistas congregados en los grupos Fénix y Esmeralda. Los ulta kirchneristas no aceptaron el convite.
Un cuarto de hora duró el contacto ayer entre el Presidente y los intendentes, selfie incluida. Durante el encuentro anunciado en la previa como "histórico", Macri les habló por el lapso de diez minutos reloj, que ocupó en insistir con la muletilla macrista del "diálogo".
"Lo que hace la verdadera diferencia es la capacidad de inversión que tiene cada uno de sus gobiernos", dijo el Presidente en el único tramo de su discurso en el que no repitió los slogans de campaña y que los intendentes siguieron con atención. La frase sonó a promesa sobre un reparto de fondos para obras más equitativo entre los municipios.
Después del speech macrista, el balance, para los intendentes del PJ, dejó sabor a poco: "El Presidente consiguió lo que quería: una selfie con los intendentes. Nosotros no: fuimos a escuchar anuncios sobre políticas públicas y no escuchamos nada", indicó el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, integrante del grupo Fénix, que acudió en pleno, al igual que el grupo Esmeralda. Las ausencias las protagonizaron los intendentes referenciados con Cristina Fernández.
Pese a las múltiples críticas que muchos intendentes tienen con el actual gobierno saben que para poder llegar bien a las elecciones del 2017 ellos también necesitan de "la caja" del Estado, por eso la gran mayoría asistió sin chistar, aunque con mínimas esperanzas de irse con alguna recompensa concreta de obras o fondos para cada uno de sus municipios. Y el Gobierno no los sorprendió.
Pero, por la plata baila el mono, la billetera es un arma de seducción para todos los intendentes y gobernadores y este encuentro no escapó a la regla. La zanahoria que el gobierno les puso a los 1872 asistentes fue una supuesta inversión de más de $3.000 millones en materia de vivienda, a lo que reclamaron la descentralización de los fondos.
Hubo, en la reunión, un propósito menos visible y difundido: el electoral. El encuentro sirvió para acercar posiciones con los jefes comunales de todos los signos políticos. Del total, hoy 800 pertenecen al PJ, 560 a Cambiemos y el resto, más de 1000, a otros partidos, la mayoría vecinalistas. Es en este último pelotón de intendentes que el Gobierno ve tierra fértil para avanzar con acuerdos en 2017. Las aspiraciones de Cambiemos para el año electoral es lograr ser la fuerza más votada a nivel nacional durante las elecciones generales. Cosa que no consiguió en el 2015.
Así como en la década K se hablaba del "látigo y la billetera" como forma de manejarse del gobierno con los intendentes y gobernadores, ahora el PRO intenta imprimirle su "revolución de la alegría" y manejar voluntades de una manera similar a los K pero con "relato" propio. Además es una forma de presionar a los gobernadores de todas las provincias para sus senadores ayuden con los votos que necesita Cambiemos para la aprobación del Presupuesto 2017.
La Opinión Popular
EN TECNÓPOLIS
Macri con intendentes: los peronistas cantaron "Presente" aunque les pidieron el DNI
Pasado al mediodía, aún cuando al evento en Tecnópolis le quedaban varias horas antes del cierre a cargo del ministro del Interior Rogelio Frigerio y varios intendentes ya se habían retirado, en el Gobierno no ocultaban su satisfacción por la adhesión de 1.872 jefes comunales. Pero, en particular, de intendentes peronistas, que mantienen muchas críticas al Gobierno, y hasta del kirchnerismo que aplaudieron el discurso de Mauricio Macri.
Los jefes comunales que accedieron a sus cargos por el Frente para la Victoria fueron amplia mayoría: más de la mitad de un auditorio en el que estuvieron los macristas Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad de Buenos Aires), Martiniano Molina (Quilmes), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Jorge Macri, el anfitrión en Vicente López.
Del lado opositor hubo presencias de todas las vertientes: algunos peronistas cercanos al Gobierno, como Alejandro Granados (Ezeiza) y Mario Ishii (José C. Paz), quien poncho en mano aprovechó para respaldar a Macri en la negociación con los gremios ("Si los sindicalistas siguen apretando se van a seguir perdiendo puestos de trabajo", dijo); los integrantes "dialoguistas" del Grupo Esmeralda Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Fernando Gray (Esteban Echeverría) y hasta referentes del flamante Grupo Fénix que tienen una mirada más crítica de la gestión macrista: la matancera Verónica Magario, Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Ariel Sujarchuk (Escobar). Varios hasta se animaron a aplaudir a Macri al cabo de su discurso y otros posaron para la foto con el viceministro del Interior Sebastián García de Luca.
Tampoco se perdieron la cita los camporistas Walter Vuoto (Ushuaia), y el mercedino Juan Ustarroz, hermano de uno de los jefes de la agrupación, Eduardo "Wado" de Pedro.
La zanahoria que utilizó el Gobierno para seducir a los mandatarios fue la firma de decenas de convenios que contemplan una inversión de 3 mil millones de pesos en materia de Vivienda y Hábitat.
Entre tantas presencias y buena sintonía por el diálogo que impulsa el Gobierno, los mandatarios se encontraron con algunos obstáculos producto de la magnitud del evento: en la entrada les pedían DNI para identificarlos, algo que irritó a más de uno.
No menos molestia evidenciaron a la salida, cuando tuvieron que recorrer una larga distancia hasta sus vehículos, estacionados en el otro extremo del parque. "Al entrar al menos nos pusieron una combi", rezongó uno por lo bajo.
Entre los que se abstuvieron de acercarse a Tecnópolis, el más enfático fue el intendente de San Antonio de Areco Francisco "Paco" Durañona, que se anticipó y le avisó al subsecretario de Asuntos Municipales Lucas Delfino -a cargo de la coordinación del evento- que rechazaba la invitación. El intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi y el de Ensenada, Mario Secco, siguieron sus pasos. Son, de algún modo, los que se mantienen más fieles a Cristina.
Walter Festa, intendente de Moreno y a quien José Ottavis foguea como posible candidato a la gobernación bonaerense, tampoco estuvo en Tecnópolis. Otro que pegó el faltazo fue Jorge Milton "Coqui" Capitanich, intendente de Resistencia y ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner.
Patricio Mussi, de Berazategui, confirmó asistencia pero finalmente no se asomó por el predio de Villa Martelli. Debe haber respirado aliviado cuando le contaron que en primera fila, frente a Macri, había una silla con su nombre.
Por Ignacio Ortelli
Fuentes: Clarín, La Nación, Página 12, La Izquierda Diario y LOP