Nacionales - 23-09-2016 / 08:09
SIGUE LA RECESIÓN MACRISTA Y ABUNDAN LOS NÚMEROS NEGATIVOS
Las cifras del Indec muestran un derrumbe del PBI del 3,4% por ciento en el segundo trimestre
Lo que Mauricio Macri está realizando es un giro peculiar: la narrativa neoliberal ortodoxa combinada con el reimpulso a una política económica “kirchnerista”, con la impronta de Cambiemos. Anclar el tipo de cambio, estimular el consumo y la obra pública como ariete para algún tipo de reactivación de una economía en recesión que acaba de ser confirmada por el propio INDEC (3,4 de caída del PBI en el segundo trimestre). Esto da como resultado un déficit casi igual al de la administración anterior, con inflación mucho más alta. La diferencia específica es que reemplaza la emisión monetaria por un violento endeudamiento. Toda semejanza con el plan de Daniel Scioli no es pura coincidencia (y ahí están sus asesores, Miguel Bein y Mario Blejer festejando los “éxitos” del plan de Cambiemos).
La actividad económica cayó 3,4 por ciento en el segundo trimestre respecto del mismo período del año pasado, según informó ayer el Indec. Además, en su primera publicación en tres años del costo de la canasta básica total y la de alimentos, el Indec determinó que, para el mes de agosto, una familia constituida por un matrimonio de dos personas de 30 años de edad y tres hijos de 5, 3 y 1 año, necesitaba $13.136 de ingresos para no caer por debajo de la línea de pobreza.
Las cifras del centro de estadística oficial muestran los efectos del programa neoliberal ortodoxo de Cambiemos a partir de diciembre pasado, que generó caída de consumo, pérdida de empleo y cierre de establecimientos productivos.
Según la información publicada ayer por el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), el nivel de empleo en la construcción "registró una baja del 14,1 por ciento durante julio", es decir, la "destrucción de 59.868 puestos de trabajo formales en relación con el mismo mes del año anterior".
La caída de la actividad económica fue mayor a la esperada y el fuerte retroceso se debe a que por el lado de la demanda, cayeron tanto el consumo como las inversiones y las exportaciones. Y por el lado de la oferta, bajó la producción de las principales ramas de la actividad.
Los datos oficiales confirmaron que el segundo trimestre fue peor que el primero y la contracción fue la baja más fuerte desde el tercer trimestre de 2014. La esperanza está puesta en la promesa del Gobierno que entre el tercero y el cuarto de este año se produzca el punto de inflexión y la economía empiece a crecer.
Pero, la realidad que es la única verdad muestra que el oficialismo está fracasando en todos los terrenos del plan original: no logró bajar el déficit fiscal, la inflación ahora moderada a golpes de enfriamiento terminará en un porcentaje alto cuando cierre el año y licuó parcialmente las supuestas ventajas "competitivas" de la devaluación, el salario real perderá alrededor de 10 puntos porcentuales promedio, a pesar que la pauta salarial fijada por el macrismo a principios de su gestión (25 % de techo en las paritarias) fue superada.
La principal medida de disciplinamiento fue el temor a los despidos, a partir de la campaña contra los estatales de principios de año y ajustes varios en empresas privadas. La propuesta más estratégica de un supuesto cambio de paradigma: del consumidor al inversor, fue un ostentoso relato macrista que se desvanece con la realidad de los números crudos.
La Opinión Popular
Con caída de 3,4% en el PBI, la recesión se profundizó en el segundo trimestre
La economía acentúo su caída en el segundo trimestre del año, confirmó ayer el Indec mediante la difusión del informe de avance del nivel de actividad a junio. La contracción fue de 3,4% en comparación con igual período del año pasado, la baja más fuerte desde el tercer trimestre de 2014, cuando la disminución alcanzó el 4,2%.
El Indec, con la difusión del ayer del PBI al segundo trimestre, corrigió los trimestres anteriores en la variación mensual desestacionalizada: el tercero del año pasado pasó de una caída de 0,1% a una suba de igual magnitud; el cuarto cayó un poco más (0,6% frente al 0,4% anterior) y el primero de este año, un poco menos (0,5% versus el 0,7% anterior). De todas maneras, aún con los datos anteriores se confirmaba que la Argentina estaba en recesión técnica ya (es cuando se dan dos trimestres consecutivos de caída).
Los datos oficiales del instituto de estadísticas a cargo de Jorge Todesca muestran que el segundo trimestre fue peor que el primero. La esperanza está puesta en que entre el tercero y el cuarto de este año se produzca el punto de inflexión y la economía empiece a crecer. Algunos indicios mostrarían que esto estaría ocurriendo, según los despachos de cemento, los permisos de obra para edificación y también de la mano del incremento del gasto en obra pública. Alfonso Prat Gay dijo que "es muy probable que cuando tengamos los números del tercer trimestre del año, cuando termine septiembre, vamos a ver que en este trimestre dejó de caer la economía".
Con el desplome del 3,4% interanual, en lo que va del año acumula una contracción de 1,7% en comparación con igual período del año pasado.
Todos los rubros que componen el Producto Bruto Interno registraron caídas en el segundo trimestre: el consumo, un 0,1%; el gasto, un 2%; las exportaciones, un 1,9%; y la formación bruta de capital fijo (inversiones), un 4,9%, lo que más disminuyó.
La baja en el rubro inversiones, se debió a la disminución de 15,7% en construcciones, de 13,6% de "otras construcciones", una caída de 0,8% en equipo de transporte y un incremento de 5,3% en maquinaria y equipo. Dentro de este último, el componente nacional decreció un 4,2% mientras que el importado aumentó un 11,9%. El componente nacional de equipo de transporte aumentó un 1,9% y el importado decreció un 5,1%.
Los precios implícitos crecieron 6,7 puntos porcentuales más en el segundo trimestre, en la comparación interanual, que en el primero: lo hicieron un 45,2%, cuando entre enero y marzo lo había hecho un 38,5%. En la composición, los precios de consumo aumentaron un 39,9%; los de consumo público, un 33,2%; los de las exportaciones, un 49%; y los de formación bruta de capital fijo, un 34,9%.
De entre los sectores, a los que peor les fue está la pesca, con una baja de 15,7%, seguido por construcción (10,2%) y la industria manufacturera (7,9%). En el otro extremo, a los que mejor les fue en el segundo trimestre comparado con igual período del año pasado fue a electricidad, gas y agua, un 4,1%; a servicios sociales y de la salud, un 3,3%; y a hoteles y restaurantes, un 3,1%.
Por María Iglesia
Fuente: Cronista