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Nacionales - 21-09-2016 / 10:09

Muchos aplausos y pocos dólares: los límites que encuentra Macri con su plan "market friendly"

Muchos aplausos y pocos dólares: los límites que encuentra Macri con su plan
El Presidente se embarcó en un "road show" sin precedentes en las últimas décadas. En cada foro muestra las oportunidades de la "nueva Argentina". Los jefes de Estado lo felicitan e importantes empresarios comprometen inversiones. Pero el Gobierno necesita más que eso.
Lleva recorridos más de 170.000 kilómetros fuera del país. Mantuvo reuniones mano a mano y disertó ante cerca de 3.000 empresarios extranjeros, incluyendo sus visitas a Chile, Alemania, China y el "mini Davos", que convocó a 900 hombres de negocios del exterior. Estrechó las manos y dialogó en privado con más de 20 mandatarios de las principales potencias a nivel mundial.
 
El "road show" del presidente Mauricio Macri, que tiene como objetivo mostrar la "nueva Argentina", no se detiene y ha ido de menor a mayor en los últimos meses. Tras participar del Foro Económico Mundial en enero y recibir la visita del presidente Barack Obama, luego de 11 años sin que ningún líder de la Casa Blanca tocara suelo argentino, la agenda del mandatario se volvió realmente vertiginosa.
 
Marcando un fuerte contraste con la política "aislacionista" que pregonaba la anterior gestión, el Gobierno se embarcó en un rally internacional que no se había visto en las últimas décadas. En su visita a Nueva York participó de la apertura del 71° periodo de sesiones ordinarias de la Asamblea General de Naciones Unidas.
 
Como lo hiciera ante cada atril y micrófono que tuvo frente a sí, se ocupó de remarcar el fuerte cambio político y económico que se está dando en la Argentina y de presentarla como un territorio de oportunidades para las inversiones.
 
"Queremos volver a ser parte del mundo y cortar con el aislacionismo" o "el país sufrió décadas de populismo pero los argentinos decidieron un cambio", fueron algunas de las frases más contundentes que pronunció durante los días que duró su visita.
 
Pero su presencia en Nueva York no sólo fue una oportunidad para salir a "vender" esta "nueva Argentina". También, utilizó este foro para promocionarse a sí mismo como un jefe de Estado que se preocupa por temas de alcance global, una característica que no se había visto en la última década.
 
Refugiados, terrorismo y cambio climático fueron algunos de los tópicos que trató en sus encuentros bilaterales, buscando dejar en claro que hoy por hoy, hasta que se acomode Temer en Brasil, es el principal interlocutor en América del Sur para los líderes mundiales.
 
Sin dudas, un giro de 180 grados frente a la agenda que solía llevar Cristina Kirchner a los foros internacionales, más centrada en atacar a los países desarrollados y al sistema financiero que, según la ex mandataria, actuaban en connivencia con los fondos buitre.

 
Nueve meses de "road show"
 
La "gira global" de Macri se había intensificado a partir de julio, cuando viajó a París para encontrarse con su par francés François Hollande. En cuestión de horas, encaró rumbo a Bélgica, donde estrechó manos con la representante de la Unión Europea, Federica Mogherini, para reafirmar el compromiso de un acuerdo entre la UE y el Mercosur. Luego visitó Berlín para clausurar el Foro Económico organizado por Cancillería ante más de 300 empresarios de esa nación.
 
Ya en agosto, recibió al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. Posteriormente fue el turno de darle la bienvenida al secretario de los EE.UU., John Kerry, con quien reafirmó el acercamiento iniciado tras la llegada de Obama. Después de visitar Brasil para participar de la apertura de los JJOO y de estrechar la mano de Temer (aún era presidente interino), se subió a un avión rumbo a China, para formar parte de la cumbre del G-20, un "precalentamiento" antes del "Mini Davos".
 

(Ver gráfico a)

En cada una de sus visitas, Macri siempre buscó mechar encuentros políticos con foros empresarios, donde aprovechó para "vender" las bondades de la nueva realidad argentina. "Actualmente somos el país con el posicionamiento internacional más importante de la región, por encima de Brasil o de Chile", afirma el consultor Marcelo Elizondo.
 
"Me atrevo a afirmar que hace décadas que no se observaba una agenda política, económica y comercial con el mundo tan vertiginosa como la que vimos en estos nueve meses", agrega el experto. "Por detrás del arreglo con los holdouts y todos los viajes de Macri, se observa una vocación real de regularizar las relaciones internacionales", recalca.
 
Su visión es compartida por el analista internacional Jorge Castro, quien afirma a iProfesional: "La Argentina está reapareciendo en el sistema global tras varios años de ostracismo. Y lo que estamos viendo es que los líderes mundiales están recibiendo muy bien este regreso".
 
Sobre los grados de éxito y los resultados obtenidos en materia de comercio exterior e inversiones, Elizondo afirma que la reinserción económica internacional que postula el macrismo "ya arrojó varios hechos concretos y positivos".
 
Sin embargo, aclara que para que todo este "road show" se cristalice en una lluvia de dólares y desembolsos reales en "fierros" no sólo habrá que esperar el lógico período de maduración, sino que también habrá que corregir algunos de los tantos desfasajes que arrastra la economía.
 
Constantemente, los funcionarios del equipo de Gobierno se preocupan por afirmar que las misiones políticas o eventos de alto impacto mediático, como el "mini Davos", no tienen como objetivo "coleccionar" anuncios rimbombantes de inversión o abrir, en cuestión de horas, mercados que habían permanecido cerrados para los productos argentinos durante años.
 
Aseguran, en cambio, que se trata de una carrera de largo aliento y que la clave pasa por "evangelizar" sobre el nuevo marco jurídico y económico de la Argentina en la mayor cantidad de foros posibles.
 
En lo político sí hubo cambios trascendentales: la visita de Obama, el distanciamiento definitivo del "eje Caracas" y la reanudación del diálogo con el Reino Unido fueron algunos de los hechos que marcaron a fuego la gestión macrista.
 
Sin embargo, la clave ahora pasa por ver cómo transformar las sonrisas para las cámaras, los discursos bien estudiados y los apretones de manos con empresarios en esa tan mentada lluvia de dólares y en más clientes para los productos con sello "Made in Argentina".
 
 
Inversiones: cómo viene la mano hasta ahora
 
Como si fuese un juego de ajedrez, el macrismo -según Elizondo-, avanza con el objetivo primordial de captar desembolsos. Recién, como segundo fin, aparece la apertura de nuevos mercados para las exportaciones. Elizondo considera que hasta el momento "hubo logros importantísimos, como traer a Buenos Aires a grandes directivos de las principales multinacionales".
 
La "foto" actual de la inversión extranjera directa (IED) hoy no luce muy saludable. Según un informe del Instituo de Trabajo y Economía (ITE), al primer semestre acumuló apenas u$s1.300 millones, casi la misma cifra que el promedio de los últimos cinco años. "Esto significa que la lluvia de dólares que íbamos a tener todavía no sucedió", indica el trabajo.
 
De hecho, el propio titular del Ministerio de Producción, Francisco Cabrera, admitió que la relación entre desembolsos y PBI este año se encuentra en "un nivel bajísimo". En las próximas horas, según adelantaron a iProfesional, esta cartera estará informando el dato consolidado de anuncios de inversión acumulados hasta septiembre.
 
Por el momento, en la página oficial del Palacio de Hacienda hay registrados proyectos por u$s32.600 millones, de los cuales casi un 40% corresponden a empresas nacionales.


(Ver gráfico b)

En el Gobierno hay entusiasmo: estiman que la cifra ya supera cómodamente los u$s50.000 millones, contabilizando los anuncios de Siemmens, Dow y otras compañías, como el caso de Turner, el gigante de los medios de comunicación que estaría a un paso de quedarse con Telefé, operación que fue consecuencia directa del acercamiento entre Obama y Macri.
 
Para Jorge Castro, "en momentos en que es prioritario atraer dólares, la gestión de Macri está resultando exitosa". Sin embargo, desde la consultora Abeceb ponen algo de paños fríos: aseguran que si el objetivo es que repunte el PBI, esos anuncios deberán más que duplicarse.
 
Sucede que "en los próximos cinco años, nuestro país requerirá que las inversiones alcancen el 19% del PBI, totalizando u$s131.000 millones en promedio para lograr un crecimiento sostenido". "De 2008 a 2016, los desembolsos promediaron u$s82.700 millones anuales, lo que representa el 16% del PBI. Pero, para reanimar la economía, se requerirá sumar casi u$s50.000 millones anuales extra a esa cifra", agregan.
 
Parte de esos fondos provendrán del propio Estado, que encarará un ambicioso plan de infraestructura. Pero no será suficiente sin una mayor inyección de capital privado.
 
Para Eduardo Fracchia, economista del IAE Business School de la Universidad Austral, tanto los foros como el "mini Davos" o los contactos de Macri con empresarios en el exterior "suman en varios aspectos, básicamente por el networking que generan". Sin embargo, estima que "no van a ser una bisagra en lo que se refiere a inversiones".
 
Considera que hay factores que están limitando los proyectos, variables que ya no dependen tanto del marketing que el macrismo le imprima a su presentación del país. Entre ellos Fracchia menciona:
 
• Caída del nivel de actividad, ya que el contexto recesivo no alienta la inversión, que depende del nivel del PBI.
• Las demoras en la definición del marco energético.
• Los niveles de inflación aún elevados.
• Las dudas que genera Macri en términos políticos: los inversores quieren ver si el Presidente es convalidado en las legislativas de 2017.
• La competitividad de dólar, ya que en los niveles actuales no impulsa exportaciones y hay sectores con problemáticas particulares.
 
En este contexto, Elizondo aclara que para que "vengan más dólares al país y efectivamente se destinen a comprar ladrillos o maquinarias para construir fábricas, se requerirá de más señales". "La presión tributaria, la elevada tasa de interés, la inflación... son todas variables que se deberán solucionar", acota.
 
Mientras la avalancha de inversiones se toma su tiempo para despegar, los analistas de lo que hoy más hablan es de la "lluvia de créditos". Con un nivel de gastos que se mantiene elevado y una recaudación que no crece en términos reales, el financiamiento externo hoy es clave para el macrismo, que debió hacer más gradual la quita de subsidios.
 
Según datos del Observatorio de la Deuda de la Fundación Germán Abdala, en los últimos nueve meses el sector público (en mayor medida) y el privado tomaron créditos por más de u$s38.000 millones, incluyendo el pago a holdouts y emisiones provinciales.
 
 
Avances para el "Made in Argentina"
 
Una consecuencia de la nueva política exterior fue la incorporación de la Argentina en junio como miembro observador de la Alianza del Pacífico, integrada por Chile, Colombia, México y Perú. "Esto fue una muestra clara e inmediata del nuevo rol del país en el concierto regional. Pero requerirá de cierto tiempo para que tenga impacto comercial y se traduzca en más exportaciones", apunta Elizondo.
 
También hubo algunos avances importantes tras la visita Barack Obama. Su viaje y la posterior misión del secretario de Estado de ese país, John Kerry, fueron fundamentales para comenzar a destrabar las negociaciones para el ingreso de carnes y limones nacionales a ese mercado.
 
Los primeros embarques recién podrán concretarse en 2017, luego de 16 años de prohibiciones. Por ahora, el impacto económico será limitado: según Miguel Schiariti, titular de CICCRA, en una primera etapa, la Argentina sólo estará habilitada para vender un cupo de hasta 20.000 toneladas anuales con tratamiento arancelario preferencial.
 
Paralelamente, como un gesto de alto contenido político, en mayo España levantó las trabas a las compras de biodiesel argentino. La barrera se había impuesto cuatro años atrás como represalia a la estatización compulsiva de YPF y provocó la caída de un negocio de alrededor de u$s1.000 millones anuales.
 
Sin embargo, las exportaciones tardaron en levantar cabeza porque, paralelamente, la Unión Europea mantenía aranceles antidumping de hasta el 26% contra este producto, que acaban de ser anulados por un fallo de un tribunal de ese bloque.
 
Hubo otras novedades positivas en relación con ese país europeo: la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE) mejoró la calificación para Argentina. Esto "permitirá la cobertura de riesgo de operaciones a mediano y largo plazo, además de mejorar y facilitar el intercambio comercial entre ambos países", indicaron el Ministerio Producción.
 
En relación con Brasil, hubo dos noticias relevantes: la extensión del acuerdo automotor bilateral hasta el 2020, que establece que por cada dólar que la Argentina exporte a ese país, podrá importar u$s1,50. Durante el kirchnerismo, la negociación se realizaba todos los años.
 
Desde ADEFA aseguran que esto brinda "previsibilidad". Sin embargo, en la práctica, no se estaría cumpliendo. Las terminales radicadas en el país este año vienen importando por encima de lo que permite este sistema, conocido como "flex".
 
Paralelamente, el ministro Cabrera junto con su par brasileño, Marcos Pereira firmaron un acuerdo con el BID para "digitalizar" el comercio bilateral. Aseguran que esto bajará el costo del "papeleo" en un 35% y que los plazos de aprobación pasarán de ser de los actuales 3 días a 30 minutos.
 
En todos los casos, para Castro se trata de "cambios positivos" que tendrán impacto directo en la economía y en las empresas argentinas. El punto central es saber a qué velocidad se irán cosechando nuevos resultados, tras un "road show" furioso con el que Macri ya cubrió tantos kilómetros como el equivalente a cuatro vueltas a la Tierra.
 
Por Juan Diego Wasilevsky
 
Fuente: iprofesional.com
 

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Muchos aplausos y pocos dólares: los límites que encuentra Macri con su plan
Gráfico a.
Muchos aplausos y pocos dólares: los límites que encuentra Macri con su plan
Gráfico b.
27-03-2024 / 10:03
El ministro de Defensa, Luis Petri, cerró un acuerdo con su par  de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, por la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. Poulsen firmó y posó para la foto con Petri en el Edificio Libertador, pero detrás de cámara estaban también presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
 
Con la firma del acuerdo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei reafirma su alineamiento cipayo total con Estados Unidos, al concluir una reequipamiento que había quedado abierto desde la gestión de Alberto Fernández y que tenía como alternativa la compra de aviones de última generación  J-17 a China.
 
El ministro Petri no dejó dudas sobre el movimiento geopolítico al compartir en sus redes primero la comunicación oficial del Ministerio y luego una nota de Infobae con el título: "Con el apoyo de Estados Unidos, Argentina firmó una carta de intención con Dinamarca para comprar 24 aviones de combate F16".
 
El acuerdo se cerrará cuando Petri viaje a Copenhague a mediados de abril, donde se sellará el contrato para la adquisición de los 24 aviones F16, que el país aliado de la OTAN ya tiene en desuso para sus operaciones militares. Las naves fueron fabricadas por la empresa norteamericana Lockheed Martin y llegarían a la Argentina recién en diciembre, debido a que Dinamarca las entregará sin equipamiento ni armamento.
 
El reequipamiento de las naves quedará a cargo de Estados Unidos por un contrato de 40 millones de dólares, que será una donación de la administración Biden, según informaron desde Casa Rosada. Los aviones valen 300 millones y el armamento y la parte electrónica otros 300 millones, aunque Estados Unidos regala más o menos un 15 por ciento.
 
El acuerdo terminó de sellarse con la reciente visita del actual director de la CIA, William Burns, quien aterrizó en Buenos Aires la semana pasada para visitar la Casa Rosada y reunirse con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete. "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China", dijo Burns en la reunión de la semana pasada.
 
Antes de ese reciente encuentro, el presidente Milei recibió al secretario de Estado Antony Blinken en la Casa Rosada y poco después logró un breve encuentro con el candidato republicano y ex presidente Donald Trump.
 
La alineación sistémica de la Casa Rosada con Estados Unidos queda marcada con este acuerdo que cierra las puertas a la propuesta hecha por China para la adquisición de 34 aviones de guerra F17, mucho más modernos y más baratos. De esta manera, las Fuerzas Aéreas adquirirán los aviones F-16 dinamarqueses que están camino al desuso, al punto de que Bélgica se negó a venderle los F-16 a su aliado, Ucrania, porque no los consideró aptos.
 
La Opinión Popular
 

26-03-2024 / 08:03
En medio de confusiones, que obligaron a sacar un decreto correctivo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo estableció la nueva fórmula de movilidad de las jubilaciones por decreto sin pasar por el Congreso. Se actualizarán por la inflación de dos meses atrás, pero en el empalme quedará fijada la pérdida que provocó la mega devaluación de Milei, entre 25 y 30%, y seguirá congelada en ese piso histórico hacia el futuro. Con la jubilación mínima reducida a la mitad debido a la inflación (en febrero, comparada con el mismo mes del 2023 sin contar el bono), el Gobierno busca impedir cualquier tipo de recomposición limitando los aumentos solamente al índice de la inflación. Además la nueva fórmula de actualización no se aplicará a los bonos, dejando abierta la posibilidad de licuar aún más los magros ingresos de los jubilados.
 
Desde que asumió como presidente, Milei, viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional y reducir el déficit fiscal, pero ahora busca dejar asentado que los jubilados serán los garantes de su plan de ajuste. Este lunes el gobierno publicó un nuevo DNU cambiando la fórmula previsional para atar a los haberes a la inflación. El problema es que, en la actualidad, la jubilación mínima (que cobran la mayoría de los jubilados) no llega a cubrir ni el 30 % de la canasta básica de los adultos mayores y sin ningún mecanismo de recomposición no habría forma de revertirlo.
 
La modificación de la fórmula previsional era parte de la Ley Ómnibus, pero habiendo sido rechazada en el Congreso, desde el oficialismo decidieron realizarla por un nuevo DNU. La "urgencia" del gobierno se debe a que habiendo pasado el pico inflacionario de diciembre y enero, la fórmula vigente generaría aumentos mayores de los que están dispuestos a otorgar. Caputo, desde el Ministerio de Economía, viene aprovechando el método de actualización trimestral actual para licuar las jubilaciones y ahora pretende mantener el robo realizado con el cambio de la fórmula.
 
En medio de la polémica que se generó por el nuevo DNU, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, criticó al Gobierno de Milei, y a la medida. Según dijo el dirigente peronista, "es impresionante, la decisión de Milei es que el ajuste no recaiga en la casta sino en los jubilados" y agregó: "Es un atraco a los jubilados... Es consolidar una baja que ya se produjo, y ahora ir ajustándola en base a los precios cuando ya el guadañazo se lo dieron al bolsillo de ellos".
 
La propuesta es que las jubilaciones aumenten mensualmente por el IPC de dos meses atrás. Si bien a priori parecería superadora, el empalme provocará una profundización de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de, por lo menos, 25 por ciento. La verdadera trampa se encuentra en el empalme es decir en los meses de transición entre una fórmula a otra. Desde abril, el gobierno decidió comenzar a dar aumentos por IPC "a cuenta" del resultado de la próxima fórmula de movilidad vigente en junio.
 
Con la nueva fórmula jubilatoria, Milei sumó resistencias en la oposición dialoguista. Varios legisladores de ese sector se expresaron contra la nueva fórmula de movilidad, que se suponía que discutirían en el Congreso. El Ejecutivo suma contratiempos en la negociación por la nueva ley Bases que el ministro Guillermo Francos buscará recomponer en un encuentro con mandatarios del Norte Grande.
 
La Opinión Popular
 

25-03-2024 / 07:03
Con una movilización histórica, organismos de DDHH reivindicaron la cifra de 30.000 desaparecidos. La marcha del 24M, que congregó a una multitud en la Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país, al cumplirse 48 años del último golpe cívico militar genocida, se convirtió en la tercera gran manifestación callejera contra el gobierno neoliberal anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. El Presidente fue principal blanco de críticas de los organismos de Derechos Humanos, el peronismo, movimientos sociales y la CGT.
 
Como en la huelga general del 24 de enero, y la movilización del 8M, numerosas columnas de organizaciones y miles de personas auto convocadas se volcaron a las calles para repudiar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar y reafirmar la consigna del Nunca Más. También ratificaron la cifra de 30 mil personas desaparecidas, número que el gobierno libertario puso en duda. En el documento final de la marcha, que leyó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los organismos de derechos humanos reclamaron una ley contra el negacionismo de los crímenes de la dictadura.
 
Junto a esas consignas vinculadas a derechos humanos, la marcha estuvo atravesada por consignas contra las políticas del gobierno libertario y su siniestro plan de ajuste neoliberal. El 24M fue el tercer gran hito callejero contra el gobierno de ultraderecha. "Milei, basura, vos sos la dictadura", "El que no salta votó a Milei", "No se vende, la patria no se vende" y "Fueron 30 mil de verdad", concurrieron los canticos y las consignas que más se repitieron en la Plaza, donde además se colgaron banderas contra Victoria Villarruel, por su cercanía con los represores condenados por lesa humanidad.
 
El peronismo mostró un gran despliegue de movilización. Por Diagonal Sur, los gremios de la CGT y el Movimiento Evita coparon varias cuadras junto a la UTEP y apenas pudieron ingresar a la Plaza. Por Diagonal Norte, y después de caminar 13 kilómetros desde la ex ESMA, La Cámpora llegó pasado el mediodía en una columna encabezada por Máximo Kirchner. En tanto, el gobernador Axel Kicillof llegó junto a su gabinete y los intendentes del conurbano.
 
Fue una gran convocatoria que los medios hegemónicos tratarán de ignorar, y que respondió a la provocación del gobierno, que unió a la CGT, al peronismo, los movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles y al movimiento de derechos humanos. La idea de derechos humanos encaja con la idea de justicia social, de país solidario, de trabajo y retribuciones justas, de protección a los niños, a los enfermos y a los ancianos, de hazañas científicas y culturales.
 
No encaja con la justificación de la dictadura, con el intento de que los jubilados crean que ganan poco por culpa de los de la moratoria y que los trabajadores se enfurezcan con los desocupados porque reciben un aporte sin trabajar. No encaja con el país donde los únicos que ganan son los ricos, como procuran las políticas de Milei. Los ricos son "héroes" para Milei y los beneficiarios de sus políticas.
 
Los cientos de miles que desbordaron la Plaza de Mayo, las diagonales y la Avenida de Mayo están enlazados, hermanados, con los miles que se movilizaron en otras ciudades del país, y con los miles y miles que desde sus casas confluyen en la angustia de la pobreza, la amenaza del desempleo y el hambre o la destrucción de comercios y empresas. Hay vías comunicantes por las que fluye una energía que alimenta resistencias, rebeldías y esperanzas.
 
La Opinión Popular


24-03-2024 / 08:03
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

23-03-2024 / 08:03
A pocos días de lo que se espera será el mayor acto de masas para repudiar al golpe del 24 de marzo de 1976, una hija de desaparecidos fue atacada en su domicilio, la editorial Marea, que publica libros sobre derechos humanos sufrió la embestida brutal de 800 mensajes de odio y Estela de Carlotto denunció que su teléfono estaba intervenido.
 
La defensora de la dictadura, Victoria Villarruel, apareció en una entrevista y el gobierno prepara un video con la tesis de los amigos de los genocidas: "Hubo una guerra donde se produjeron excesos".
 
Durante la semana que pasó circuló la versión de tanteos del gobierno en el ámbito judicial para indultar a los genocidas. Pero antes de que la versión se extendiera, la Cámara de Casación advirtió que, por ley, los delitos de lesa humanidad no se pueden indultar.
 
Aunque no haya indulto, la intención oficial quedó en evidencia. Fue también la confirmación de que este gobierno, además de coincidir con la dictadura en su propuesta económica neoliberal, también comparte el sesgo autoritario del golpismo, al justificarlo y querer perdonarlo.
 
El negacionismo y la idea de la "justicia tuerta" surgieron de la imposibilidad de negar las aberraciones cometidas por los represores durante la dictadura cívico-militar que comenzó el 24 de marzo de 1976.
 
A esta altura son inocultables e indefendibles los secuestros, la tortura, la violación a mujeres indefensas, el botín de guerra que se sacaba a los prisioneros, la apropiación de sus hijos y el lanzamiento de personas vivas desde aviones, como parte de un plan sistemático. No pueden decir que eso no existió. Entonces discuten la cantidad, si nueve mil o 30 mil, cuando en realidad, el horror y la responsabilidad por esos crímenes no varían por su cantidad.
 
Un militar que se rebajó a torturar o a violar a una prisionera en la mesa de tortura tendría que ser una vergüenza para sus camaradas. El secuestro y el asesinato sin juicio no pueden ser aceptados por la sociedad. La apropiación de los hijos de los prisioneros que después serían desaparecidos constituyó un acto repugnante, que debería ser repudiado por los militares que no lo hicieron.
 
Y si querían juzgar a sus enemigos, deberían haberlo hecho en vez de asesinarlos y desaparecerlos sin darles el derecho a un juicio justo. Porque, a diferencia de lo que hicieron los genocidas, sus enemigos eran civiles que no actuaban usurpando el Estado y, por lo tanto, cualquier cosa que quieran juzgar ahora ya está prescripta para la ley.
 
Los que no prescriben son los delitos cometidos desde el poder político, ya sea una dictadura o un gobierno surgido de elecciones. Está planteado así porque es claro que --mientras no cambie-- el poder protegerá a los delincuentes y por lo tanto no hay plazos de prescripción.
 

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