Nacionales - 25-08-2016 / 07:08
RETROCESO DEL 4,3% DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA
Fuerte deterioro de la economía en los primeros meses de gestión de Mauricio Macri
Preocupa la falta de reacción de la Administración Macri frente al atolladero económico en el que se encuentra, al retroceso de la actividad productiva, la baja performance del sector manufacturero, sometido a la presión de la caída de la demanda y la mayor competencia importada. Los empresarios nacionales observan con preocupación la involución de Macri, en especial su falta de reacción ante los acontecimientos que se han superpuesto en los últimos meses. El Gobierno pasó del puro optimismo de la voluntad y la “revolución de la alegría” al pesimismo de la negligencia. El primer semestre fue pésimo y el gran interrogante es qué está haciendo Mauricio Macri para impedir que el segundo resulte igual o peor. Así las cosas, el año 2016 está perdido.
El Estimador Mensual de Actividad Económica del Indec muestra una retracción del 4,3% respecto de doce meses atrás. La construcción, la industria y las economías regionales fueron las ramas más afectadas por el lado de la oferta, mientras que entre los componentes de la demanda agregada se destacó la caída del consumo privado y público, la baja de exportaciones y el retroceso de la inversión.
Para los empresarios industriales, los motivos para explicar esta contracción residen en la severa recesión que afecta a Brasil, en la compleja situación del comercio mundial debido a la desaceleración de la economía china, y en el crecimiento en las importaciones de bienes industriales, que reemplazan a la producción local. Según el Indec, las importaciones crecieron un 9,1 % durante el primer semestre, pero si analizamos lo que ocurrió con las compras del exterior de bienes de consumo, estas tienen un incremento de 22,2 % en igual período.
La construcción fue uno de los sectores más afectados en los últimos meses por la política de retracción productiva y de aliento a la especulación financiera de Cambiemos, potenciando la retracción de toda la economía. La edificación marcó una alarmante caída del 19,6 por ciento en junio respecto del mismo mes del año pasado, un nivel de contracción que no se registraba desde la crisis de 2002, tras el estallido de la convertibilidad.
La floja performance fue explicada por el recorte de los gastos públicos en obras de infraestructura y de repavimentación y ampliación de rutas. También estuvo asociado con la desarticulación de programas para incentivar al sector como Procrear, que dejó de entregar créditos a tasas fijas y se reconvirtió a un esquema de préstamos hipotecarios con cuotas indexadas por la inflación. La caída del poder adquisitivo de la población y el aliento a las colocaciones financieras fueron elementos adicionales que frenaron las inversiones en ladrillos.
La producción industrial es otra de las actividades que mostró su vulnerabilidad frente al programa de apertura comercial y transferencia de ingresos desde sectores asalariados a grupos de poder económico. La producción manufacturera retrocedió 6,4% en junio respecto del mismo mes del año pasado, apuntando la mayor caída del año.
Las firmas grandes no tuvieron caídas de ganancias y lograron mantener los negocios, pero las pequeñas y medianas perdieron mucha rentabilidad por la baja de las ventas y la distorsión de su estructura de costos. Esto estimula los niveles de concentración en el mercado interno y aumenta la capacidad de presión de los grupos de poder económico.
En el gobierno de los CEO, que están demasiado centrados en su provecho inmediato como para ejercer el poder del Estado en beneficio común, el consumo privado, que representa cerca del 70% del PIB, fue uno de los más afectados, por la caída real del salario, las jubilaciones y las asignaciones para los segmentos de menores recursos de la población, lo que provocó una fuerte contracción en las ventas en comercios con respecto al año pasado.
La Opinión Popular
La actividad económica cayó un 4,3%, la peor contracción desde agosto de 2014
Más datos de la débil actividad se van sumando: la economía cayó en junio un 4,3% en la comparación con igual mes del año pasado, según un informe del Indec difundido ayer. De todos modos, la recesión que atraviesa el país podría estar llegando a su fin, de acuerdo al número desestacionalizado dado a conocer.
El instituto volvió a publicar ayer el EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica), ya bajo la órbita de Jorge Todesca, tras nueve meses durante los cuales no se conoció este indicador ya que el Indec, bajo emergencia estadística, estuvo trabajando en la reconstrucción de variables. Con esta difusión, que es un adelanto de la evolución del PBI (que se que se informa de manera trimestral), volvió a publicar los datos revisados.
La caída del 4,3% conocida ayer es la mayor desde agosto de 2014, siempre en la comparación interanual. Durante el octavo mes de ese año la economía había sufrido una contracción de 5,5%.
En el acumulado el primer semestre cerró con una baja de 1,3% en comparación con igual período de 2015. Y, con respecto a mayo cayó un 0,3% según la variación desestacionalizada.
Si bien este último número implica el tercer mes negativo (en abril la contracción fue de 0,7%, al igual que en mayo), es también el que arroja un dato alentador: al ser menor la baja, indicaría que se está llegando al punto de inflexión en el rumbo de la actividad económica que marca en cambio de tendencia.
"Es muy importante que se haya difundo el dato desestacionalizado, ya que da cuenta que quizá en junio se tocó fondo", sostuvo Camilo Tiscornia, economista de CyT Asesores Económicos. Como en el acumulado a junio el Indec informó que la economía registró una merma de 1,3% y, teniendo en cuenta cierta recuperación para los últimos meses del año, desde esta consultora estiman que la caída en la actividad en 2016 alcanzará el 1%.
Desde el Indec ya habían dado a conocer algunos datos desalentadores con respecto a la actividad económica en junio: que la construcción se contrajo un 19,6% interanual y, la industria, un 6,4%. "Todo lo que venía cayendo, lo continuó haciendo en el sexto mes del año, a lo que se sumó la molienda de soja, que bajó un 11,3%", señaló Gabriel Caamaño Gómez, de Consultora Ledesma. Este indicador, en los primeros cinco meses, había arrojado un crecimiento promedio de 30%. "Hay que recordar que este año la cosecha de soja fue menor y que, el crushing es una actividad muy cíclica", agregó.
Las proyecciones de distintas consultoras privadas apuntan a que 2016 terminará con un nivel de actividad que caerá entorno al 1% y un 1,6%, mostrando un menor ritmo de caída en el último trimestre del año. De hecho para Caamaño Gómez la baja se ubicará en 1,6%, que, tras tres trimestres de bajas (en el indicador trimestral), el último mostraría una leve suba.
Los datos difundidos ayer por el Indec contrastan con los que había dado a conocer el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, a mediados de julio: que el PBI cayó 0,9% en el segundo trimestre, respecto a igual período del año pasado, por lo que la economía sigue en recesión desde septiembre de 2015. Sturzenegger también dijo que en el segundo trimestre la caída del PBI fue del 0,3% en relación al primer trimestre.
"Este Gobierno heredó una economía en recesión, que comenzó en septiembre del año pasado y no soy yo quien lo dice sino que surge de las estadísticas del Indec", había explicado Sturzenegger durante una rueda de prensa.
El Indec corrigió las cifras del PBI, tomando como base los datos económicos del 2004, cuando todavía no habían comenzado a manipularse las estadísticas, e informó que la economía argentina creció 2,4% en 2015. Esta revisión, difundida a fines de junio, mostraron que la economía cayó más en los años recesivos.
Por María Iglesia
Fuentes: Cronista, Página12 y LOP