Nacionales - 06-05-2016 / 07:05
UNA REALIDAD QUE DUELE: SEGÚN UNICEF, UNO DE CADA TRES CHICOS ES POBRE EN LA ARGENTINA
El gobierno de Cristina Fernández concluyó con cuatro millones de chicos en la pobreza
El gobierno de Cristina Fernández concluyó con cuatro millones de chicos en la pobreza. Los datos se desprenden de un reciente informe de UNICEF, que agregó otra cuestión preocupante: hacia el final de 2015, más de un millón de niños vivían en condiciones extremas. Tras el cambio de gobierno, la devaluación y la creciente inflación agravaron la problemática. Mientras, las cifras oficiales brillan por su ausencia.
Que en Alemania había más pobres que en Argentina. Que aquí, menos del 5% de la población no compensaba sus necesidades básicas. Y que los indigentes apenas superaban el 1%. En el país de las maravillas K no hubo lugar para la pobreza, no porque no existiera, sino porque se la ocultaba, se la barría debajo de la alfombra como una basura intolerable.
Pero la realidad habla por sí sola. Así lo constató un reciente informe de UNICEF Argentina, que concluyó en que Cristina Fernández dejó la presidencia con 4 millones de chicos (30,2%) de entre 0 y 17 años sumidos en la pobreza, lo que equivale a decir que tres de cada 10 niños eran pobres en la Argentina a fines de 2015.
Pero el dato todavía más preocupante es que a cerca de 1,1 millón lo alcanzó la miseria más extrema a pesar del gobierno "nac & pop", de los años de crecimiento económico a "tasas chinas" durante la última década: "ganada" para unos pocos y "perdida" para la mayoría.
Para analizar el flagelo, el documento de UNICEF combina 28 indicadores de privación que miden desde la nutrición de los niños hasta su exposición a la violencia, pero no mide la pobreza a través del consumo o el ingreso como sí hace el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), cuyas estimaciones de pobreza, a fines del año pasado, eran del 29%, pero que en los tres primeros meses de 2016, producto de la devaluación y la creciente inflación, se incrementó en 1,4 millones de personas, es decir, al 34,5%, lo que equivale a 13 millones de individuos en todo el país.
Más desolador fueron los números que la UCA dio para los hogares con chicos. Allí, según aquel diagnóstico, la pobreza saltó al 43,5%, mientras que en las familias en las que viven niños indigentes trepó al 8,6%. Para 2014, la UCA había arrojado datos igual de demoledores, al estimar que en tiempos de CFK los niños y adolescentes pobres en la Argentina eran 2,2 millones (40%).
Lejos de encontrar una salida, la pobreza parece profundizarse en el gobierno de Mauricio Macri, tras los ajustes y saltos inflacionarios de los últimos meses, acelerados por los tarifazos en servicios públicos, cuyo mayor impacto se sentirá en pocos días.
En esta Argentina que duele y golpea a los más desprotegidos, la pobreza avanza desde hace años. Pero en ese dolor, lo lamentable, lo canallesco y cínico del asunto es que hay que salir a buscar las cifras a institutos privados u organismos internacionales, porque los oficialismos de turno la ocultan, niegan la problemática o no la miden.
Entonces, mientras Mauricio Macri se baña de promesas ("pobreza 0", bajar la inflación, crear empleo, difundir los índices del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina), instituciones como la UNICEF y UCA ayudan a sincerar la triste realidad de dos gobiernos distintos con el mismo flagelo.
La Opinión Popular
NUEVA MEDICIÓN
Según UNICEF, el 30% de los chicos argentinos es pobre
Son 4 millones de chicos, el 30% de los argentinos que tienen entre 0 y 17 años, los que son pobres. Y entre ellos, el 8,4% -unos 350.000- los son en extremo. La cifra acaba de ser publicada por UNICEF y da cuenta de una situación alarmante en cuanto a la pobreza medida no en términos de ingresos. Es decir que, en caso de que se logre reducir la inflación y el poder adquisitivo mejore la situación de muchos hogares, ellos seguirán siendo pobres.
El estudio es una nueva medición que lanzó el organismo internacional. Su característica principal -y relevante- es que se valió de los pocos datos oficiales existentes en la Argentina para elaborar el panorama de la infancia y adolescencia vulnerable en el país. El resultado es un panorama que cierra a fines de 2015 y que también muestra que la Asignación Universal por Hijos no estaría llegando al 45% de los chicos pobres en este sentido multidimensional.
Los datos de estudio llamado "Bienestar y Pobreza en niñas, niños y adolescentes en Argentina" fueron el resultado del cruce de las mediciones oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC del año 2015 y de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados -conocida por sus siglas en inglés, MICS- , realizada entre 2011 y 2012.
Una muestra representativa que tomó a 25.000 hogares de todo el país. La metodología fue desarrollada conjuntamente con la Universidad de Oxford y el estudio realizado por UNICEF y el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) de la Universidad Nacional de Salta.
"El trabajo permitió determinar que el 30% de los chicos en la Argentina son pobres y, además, saber cuáles son las características que explican esa pobreza, su nivel de intensidad y cuál es la probabilidad de que un chico esté en una situación de pobreza", explicó a Clarín Sebastián Waisgrais, especialista en Monitoreo y Evaluación de UNICEF Argentina a cargo del trabajo junto a los economistas Jorge Paz, de IELDE, y Javier Curcio, consultor de UNICEF.
"El primer objetivo -explicó Paz- fue determinar la magnitud de la pobreza, llegar a un número. Lo que comprobamos que este es un número estructural que se mantiene en los datos de 2012 y 2015".
Esta es la primera vez que UNICEF realiza un estudio para medir la pobreza estructural y teniendo en cuenta diferentes aspectos no monetarios. "Lo que pudimos ver con estudios similares del pasado, como el de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) del 2010 que hubo un crecimiento de este tipo de pobreza. En ese año era de 25%", dijo Waisgrais.
Para elaborar el índice, los técnicos tomaron diez variables o dimensiones: nutrición; salud; educación; información; saneamiento (agua y baño); vivienda; ambiente (zona indundable, basural); protección contra la violencia; contra el trabajo infantil; el juego y la interacción social.
Cada una de ellas estaba compuesta por varios indicadores, los que sumaron 28 en total. Todos relacionados con los derechos universales de los chicos, y los que les garantizan en el futuro igualdad de posibilidades.
"El punto destacable es que al medir las privaciones y obtener un índice de pobreza multidimensional se logra información vital para desarrollar políticas públicas que -además de hacer transferencias monetarias directas- contemplen acciones focalizadas en otras dimensiones como la violencia o la educación", sostuvo Waisgrais.
Para Paz este tipo de pobreza es la que afecta al futuro en términos de igualdad de oportunidades. "Cuando estos chicos tengan la edad para ingresar en el mercado laboral, por ejemplo, no lo harán en las mismas condiciones de quienes no sufrieron este tipo de privación en sus derrechos. Esto genera perpetuidad de la pobreza. Ellos serán adultos pobres y quizás también lo sean sus hijos".
Otro resultado impactante es que a pesar de que la Asignación Universal por Hijos tuvo un impacto en la reducción de la pobreza extrema, hay todavía un millón y medio de chicos que sufren la pobreza multidimensional a la que no les llega. Según Waisgrais, esto se debe a que muchos no tienen DNI; porque les falta información o no cumplen condiciones como la pertenencia al sistema educativo.
Según el estudio de UNICEF, las cuatro dimensiones principales que explica el 63% de la pobreza multidimensional son: la violencia al interior de los hogares ya sea física o verbal; la falta de juegos e interacción de los chicos; las privaciones en el acceso a la información (internet, televisión, etc.) y la salud. En esta última dimensión se ve claro lo que significa ser pobre.
De las 900 mil muertes anuales que se dan en la Argentina entre los recién nacidos y los chicos de 5 años, el 10 por ciento son por dos causas totalmente evitables como la diarrea y las enfermedades respiratorias.
Con el panorama de la infancia y la adolescencia en claro, desde UNICEF ya piensan en una serie de recomendaciones. La primera es que este tipo de mediciones sobre la pobreza multidimensional se haga desde el sistema de estadística nacional de forma permanente.
"Está muy bien decir desde el Gobierno que una meta es la pobreza cero, pero para lograr un objetivo se necesita saber dónde estamos. Esto es del 2015, un punto de partida", explica Waisgrais.
Además tanto él como Paz coinciden en la necesidad de trabajar haciendo intervenciones directas en el área de salud, educación para resolver problemas concretos, pero también generar políticas integrales que tengan en cuenta la complejidad del fenómeno.
"Si se resuelve el tema de la sobre edad en la secundaria, pero no el problema de vivienda y violencia, esos chicos y chicas seguirán teniendo menos oportunidades y seguirán viviendo en la desigualdad", sostuvo Paz.
Por Silvina Heguy
Fuentes: Clarín, La Nación, Hoy en la Noticia y LOP